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Apuntaciones sueltas de Inglaterra
Leandro Fernández de Moratín
Nota preliminar: Edición digital a partir de ObraspóstumasMadridRivadeneyray cotejada con las ediciones críticaspublicadas por Pedro Ortiz Armengol (MadridCastalia1985) y AnaRodríguez-Fischer (BarcelonaPPU1992). Véase la «Noticia bibliográfica»de esta últimapp. 85-89donde se da cuenta del complejo proceso seguido poreste texto.
Cuaderno primero
1
Encontrones por las calles. -Los ingleses que van de prisasabiendo quela línea recta es la más cortaatropellan cuanto encuentran; los que vancargados con fardos o maderossiguen su caminono avisan a nadie y dejan caera cuantos hallan por delante.
2
Los que barren las calles piden dinero a los que pasan; las mujeres quevenden bollitos o estampaslo mismo; los granaderos de centinela en el palaciode San Jameslo mismo.
3
He visto algunas veces los carteles de las comedias puestos sobre las piernasde vacaen las tiendas de los carniceros.
4
En el día 5 de Noviembre se celebra el aniversario de la famosa conjuracióncuando quisieron volar con pólvora el Parlamento: maldad atribuida a lospapistas. Algunos días antes andan los chicos pidiendo dinero por las callespara quemar al Papa. En el día del aniversariola gente rica se emborracha enbanquetes suntuosos; las viejas van a rezar a la iglesia (donde se celebra conoficio particular el suceso); los muchachos y la gente del pueblo pasean por laciudad varias figuras de pajaperfectamente parecidas al pelele que se manteaen Madrid el Martes gordo. Estas figuras representanen su opiniónal Papa;entretiénense todo el día con élle insultanle silbanle escupenletiran lodole arrastran por las patasle dan pinchazosy al fin muere quemadoa la nochecon grande satisfacción y regocijo público.
5
En la calle Pall Mall se ve la famosa colección de pinturas poligráficas.Pocos años ha que se halló el secreto de sacar con admirable brevedad ysemejanza muchas copias de cualquiera pintura. Se formó una compañíaque haadquirido muy buenos originalesy de éstos y de cualesquiera otros sacan lascopias que se les encarganmuy parecidas y muy baratas. Se ignora el método deque se valen para ello; pero el precio a que dan las obras anuncia desde luegola facilidad con que se hace: por setecientos reales se hallan copias que nadiepodría procurarse ni por dos mil. La citada colección está abierta alpúblicopagando cinco reales por persona: se ven en ella cuadros de muchoméritoy al lado de los originales están las copiaspara que cualquierapueda examinarlas.
6
Entre los ingleses no se conoce lo que llamamos Nochebuenay seahorran una indigestión más al cabo del año. Sólo el primer día de Pascuaes fiesta: en este día y los inmediatoslos padres de familia regalan a sushijosy gratifican a los criados y dependientes de la casa; se hace un asado devaca y ciertos pastelespropios de este tiempo. No hay regalos mutuoscomo enEspaña; pero los que se hallan en sus casas de campo envían algunos presentesa sus amigos que están en la ciudad. Hay frecuentes convites en estos díasyse venden y cantan por las calles coplas al nacimiento de Cristo.
7
El Príncipe de Gales se emborracha todas las noches: la borrachera no es enInglaterra un gran defectoni hay cosa más común que hallar sujetos dedistinción perdidos de vino en las casas particularesen los cafés y en losespectáculos. Cuando un extranjero asiste a una mesa de inglesespocas vecespuede escapar de la alternativa de embriagarse como los otroso de perder laamistad con el dueño de la casa y cuantos asisten al festín; ni ha de dejar debeber cuando beben los otrosni ha de beber menos de lo que beben los demás.No hay para con ellos consideración que baste; toda repulsa en esta materia esuna ofensa formalque no se perdona. Levantados los mantelesvienen lasbotellas y empiezan los brindis; a cada brindis ha de beber cada asistente unacopa de vino. Regularmente se brinda en primer lugar por el Rey y nuestragloriosa Constitución; después cada cual de los concurrentes brinda poralgún sujeto de su estimaciónamigo u amiga ausentey todos bebenrepitiendo el brindis que dictóy esto se hace con una gravedad ceremoniosa yridículaque es cuanto hay que very así van brindando uno después de otrode manera que cada convidado se ve en la precisión de beberlo menostantascopas cuantos sean los concurrentes a la comida. Luego que se ha acabado elturnosuele repetirse una o más vecesy allí se están cuatroseis u ochohoras sin moverse de la mesasino para mearoperación que se hace en un grancangilón dispuesto a este fin en uno de los rincones de la sala. Debeadvertirse que apenas se empieza a beberlas señoras que han asistido a lacomida se retiran; ni ¿cómo era posible que la modestia y delicadeza de susexo pudiera sufrir la descomposturala petulanciala torpezaque son efectosinseparables de la embriaguez? Esta costumbreque verdaderamente hace honor alas mujeres de este paíscaracteriza demasiado la intemperancia inglesa.
8
En las comidas públicas varía el objeto de estos brindissegún es elmotivo con que se celebran; y tal vez se cantan cancionesunas veces conacompañamiento de música instrumentaly otras sin él. Dará una idea de estola siguiente lista de los brindis y canciones con que se celebró en Portsmouthel día 18 de Enero de 93el cumpleaños de la Reinaen una comida pública:
1. Al Rey y a nuestra gloriosa Constitución.
CANCIÓN. -Dios salve al Reyetc.
2. A la Reinay este día se repita con mucha felicidad.
CANCIÓN. -Larga vida a Carlotaetc.
3. Al Príncipe de Gales y familia Real.
CANCIÓN. -Dios salve al Reyetc.
4. A la armada y ejército.
CANCIÓN. -Triunfa¡oh Bretaña!etc.
5. La Iglesia y el Estado.
6. Al lord Grenville por su animosa respuesta al agente de Francia.
7. Felicidad a nuestras armas.
CANCIÓN. -¡Britanos! Pelead con esfuerzoetc.
8. Confusión a nuestros enemigos.
9. Orden y buen Gobierno.
CANCIÓN. -¡Escuchad! La naciónetc.
10. Al autor de la última canción.
11. Libertadprosperidad y lealtad universal.
CANCIÓN. -Dios salve al Rey.
12. Prosperidad a la Gran Bretaña e Irlanda.
13. A que nunca abandonemos la realidad por la apariencia.
14. A los constantes y firmes amigos de nuestra Constitución.
15. Hallen todas las naciones a la inglesa dispuesta siempre a defender suConstitución.
CANCIÓN. -Levantado por la manoetc.
16. Confusión a Tomás Payne y todas sus obras.
17. Al Conde de Chatham.
18. A Mr. Pitt.
19. Al Duque de Richmond.
20. Al lord Hood.
21. Al señor Jorge Yonge.
22. Al Conde de Pembroke.
23. A los miembros de este condado.
Etc.etc.etc.
9
Son muchos los banquetes públicos que se celebran en las tabernas de Londresal cabo del añodirigidossegún es el partido que asisteo a sostener ycanonizar las disposiciones del Ministerioo a desacreditarlas y reclamar laobservancia de la Constitución o la reforma de ella.
Asistí a una de estas juntas en la taberna de Crown and Anchor; peroantes de referir lo ocurrido en ellaconvendrá apuntar ligeramente lascircunstancias en que se celebró. Tomás Payne había compuestoalgunos mesesantesun libro intitulado Derechos del hombreobra de la cualnaturalmente se deducía (concediéndole los principios en que la fundó) lanecesidad de alterar la Constitución inglesaorganizar de otra manera losParlamentosdespojar al Rey de su autoridada los nobles de sus privilegiosyalterar del todo el gobierno de este país. Publicóse este libroy seextendió con asombrosa rapidez por todas partesen un tiempo en que larevolución francesa ocupaba los ánimos. Temió el Gobierno la impresión quepodrían hacer en el público las máximas de Tomás Payne; prohibió su libroy fulminó una causa contra el autor (que se hallaba en Francia)comoperturbador del orden y tranquilidad pública. Fue su abogado Mr. Erskinemiembro de la Cámara de los Comunes y uno de los del partido de la oposición;habló con grande elocuencia a favor de su cliente; los que asistieron a oír sualegato le colmaron de elogios y vítoresquitaron los caballos de su cocheyla gente le llevó en él hasta su casacon grande alborozo y alegría. A pesarde estola sentencia fue contraria a Tomás Payney se le impuso el castigoque debía sufrircomo libelistatumultuariosi alguna vez se restituyese aInglaterra. El Reyprecisado de las circunstanciashabía convocado antes detiempo las Cámaras del Parlamento; había mandado aproximar a la capitalalgunas tropasaumentar la guarnición y artillería de la Torre de Londreslevantar nuevos cuerpos de miliciasy publicar una ordenpor la cual todos losextranjeros que hubiesen Regado a Inglaterra desde principios del año 92debían presentarse a los magistradosy declarar su nombresu ocupaciónelmotivo de su viajela época de su llegadalas armas que consigo tuviesenetc. Este decretoque había combatido abiertamente el partido de laoposiciónirritó sobremanera a los enemigos del Ministerioluego queaprobado por la mayoridad del Parlamentose publicó y puso en ejecución. Niles causó indignación la preponderancia que iba adquiriendo el Gobiernotantoporque los Curas en las iglesiaspredicando al pueblole persuadían alrespeto y obediencia al Soberano y al aborrecimiento a toda innovación en elsistema del Gobiernocomo porque los particularesreunidos en asambleasnumerosas en varios parajes de la Capital y del Reinoprotestaban su amor a laConstitución y al Reyy su resolución constante de oponerse a cuantosintentaran esparcir máximas contrarias a estas ideas. En tales circunstanciasse anunció por los papeles diarios una comida pública para los amigos de lalibertad de la prensaen la citada taberna de Crown and Anchor.
Llevado de la curiosidadasistí a esta funcióntomando un billete porsiete chelines (35 reales de nuestra moneda): al entrar se entrega al porteroyéste le rasgadando un pedazo de él a cada uno de los que van pasandoparaque por él pueda pedir una botella al fin de la comida. Empezóse a juntar lagente en una sala de recibimiento. Llegó Mr. Erskine que debía presidir lafuncióny fue recibido con grandes palmadas y aplauso. A poco rato después sesubió en una mesay leyó un discurso que llevaba escritoen que hablólargamente contra el Ministerio reprobandoya de intentoo ya por incidenciala convocación extraordinaria del Parlamentolos temores artificiosamenteesparcidos por el pueblo a esfuerzos de los Ministrospara persuadirle que setramaban revoluciones y conjuraciones en Inglaterray disculpar por estosmedios las resoluciones violentas y despóticas que habían tomadocontrarias ala libertad inglesa y a la Constitución. Habló de la falta de observancia deesta misma Constitución en sus más principales artículos; ridiculizótratóde ilegalesinútiles y absurdas las Juntas de las parroquiascompuestas denoblespropietarios ricos e individuos del Clerogentes que (en su opinión)sólo existen por abusos toleradosy que se interesan en que los abusos seperpetúen; intentando probara su modoque mientras ellos tomaban el nombrede la nación inglesael puebloque verdaderamente constituye la nacióno lamayor y mejor parte de ellagemía oprimido bajo el yugo más intolerable.
Habló de la necesidad urgente de oponer un remedio a tantos malesy fijósu atención en la libertad de la prensaque ya los Ministros habían intentadooprimirtanto con la causa fulminada contra Tomás Paynecomo por laspersecuciones que diariamente seguían suscitando a otros muchosque habíanmanifestado sus ideas acerca de la inobservancia de la Constitución y del abusoque los Ministros hacían de la autoridadque se les confiaba para fines másjustos. Concluyópuesdiciendo que el medio más vigoroso de contener eldespotismo consistía en instruir al pueblo sobre sus verdaderos intereses; queesto no se lograba sin la circulación de opiniones; y que éstas no podíanmanifestarse sino por medio de la prensacuyo uso libre e independiente delGobierno era absolutamente necesario para la corrección de tantos abusosparasostener la libertad inglesaya vacilantey apresurar con la instrucciónpública la prosperidad de la nación.
Este discurso fue muchas veces interrumpido con aplausosy por aclamaciónse decretó la impresión de él. Mr. Sheridan subió después a la mesay enuna pequeña arenga que hizo apoyó las opiniones de su amigoaplaudió su celoy sus lucesy dijo que si algún defecto podía notarse en el discurso queacababa de leerera sólo el de estar escrito con demasiada moderación.Después subió Mr. Courtenayy dijopoco más o menoslo mismo. Todostuvieron mucho aplauso de los concurrentes.
Llegó la hora de comery a costa de empujones crueles y a peligro de morirsofocado entre la multitud de gente que se precipitaba a tomar asientologréentrar en la sala. Era muy espaciosay tantoque pudieron acomodarse hastaunas cuatrocientas personasde más de ochocientas que concurrieron aquel díacolocándose los restantes en otras piezas inmediatasdonde había mesasprevenidas para cuantos fuesen. El gran salón donde yo comí estaba adornadocon pilastras y estatuasgran bóveda elíptica en mediodos grandes chimeneasde mármole iluminado con cinco arañasde las cuales la que ocupaba elcentro era exquisita. Había dispuestas a lo largo cinco mesasy otra queatravesaba en el testerodonde se colocó el Presidentee inmediatos a élalgunos de sus amigos. Se cubrieron las mesas una sola vez; pero con talabundanciaque todos comieron bieny sobró mucho todavía. Acabada la comidaempezaron los brindis: volvió a hablar el Presidentey despuésen variasocasionesSheridanGreyByngRous y otrosamplificando e ilustrando lospuntos de que se hizo mención en el extracto del discurso de Erskine; y entrelos brindis cantaron sin acompañamiento de música dos de los miembros de lajuntaunas canciones alusivas al asunto del díalas cuales fueron aplaudidascon entusiasmorepitiendo el concurso el estribillo con que finalizaba cadaestrofa.
Los principales brindis fueron éstos:
1º A la libertad de la prensay su más ilustre abogadoMr. Erskine.
2º A los derechos del hombrey Mr. Fox.
3º. A la plena y libre representación del pueblo en el Parlamentoy Mr.Grey.
4º. A Mr. Sheridanel firme opositor a las leyes de impuestos.
5º. A los cincuenta y dos miembros de la Cámara de los Comunesque no hanabandonado la causa del pueblo.
6º. Al patriota por herenciaMr. Bing.
El modo con que se hacían los brindis me pareció notable. El que proponíaya fuese el Presidenteo ya cualquiera otro de los que hablaronmotivaba elbrindis con un pequeño discurso; a cada período y a su conclusión había unaplauso general. Llenábanse las copasse ponían todos en pierepetía elPresidente la fórmula del brindisy levantando las copas en alto y haciendovarias veces con el brazo un movimiento semicirculardecían hasta cuatro ocinco veces urréurréurré (que equivale a vivavivaviva)alargando la última sílaba al concluirseguía después un gran palmoteoybebían. Los que se hallaban a gran distancia del Presidentese ponían de piesobre las mesas para perorar. Uno de ellosMr. Tookmuy conocido en Londrespor las persecuciones que en otro tiempo le suscitaron los ministrosa causa dehaber escrito no sé qué obra contra el Gobiernohabló con grande aceptacióndel concursoe hizo proposiciones que fueron generalmente bien recibidas; perodisponiéndose a hablar por tercera vez contra el Presidente y Mr. Sheridancuyas opiniones había combatido o rectificado en partecomenzó a disgustarseel auditorioy por todas partes le gritaban que se bajase de la mesa. Algunosque tenían ya en el cuerpo más vino del que era necesario para hacer una buenadigestiónquisieron subir adonde él estabao para declamar contra élopara hacerle sentar por fuerza; amontonáronse unos sobre otrosempezaron unadocena de ellos a darse de cachetes; y como las mesas no fuesen teatro dispuestopara tal pelease desvencijaroncayendo al suelo con grande estrépito (entrelos platosvasosjarros y botellas rotas) el orador y los combatientes. Estocausó gran desorden en la sala; precipitáronse unos y otros a salir de ella;el Presidente daba gritosqueriendo restablecer la tranquilidad; pero en mediode la confusiónatropellamiento y vocería que se excitóera imposible serescuchado ni obedecido. En final cabo de un ratohabiéndose salido muchos delos asistentesy recogidas con gran diligencia por los criados las tristesreliquias del combatese prosiguió con bastante serenidad la juntay en ellaquedó acordado que se repitiese dentro de cuatro semanas.
Y que se formase una subscripción para socorrer a los escritores a quienesel Ministro persiguiese por imprimir obras dirigidas a la instrucción públicay dar a conocer al pueblo inglés sus verdaderos intereses y sus derechos.
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Hay además en Inglaterray especialmente en Londresvarias sociedades quellaman clubsque celebran sus juntas y comidas en días fijos ydeterminadostal vez semanalmentey tal vez con menos frecuencia. Unas secomponen de sujetos de una misma profesióncomerciantesabogadosliteratosartíficesetc.y otras de gentes acomodadasque se reúnen para hacerprosperar uno u otro ramo o establecimiento. La comida se paga a escoteydespués de ella se leen o pronuncian discursosse disputan los puntos encuestiónse vota y resuelve lo conveniente al objeto de su instituto. Otrashay que celebran sus juntas sin comiday sólo tienen una en algún díaseñalado. Lo cierto es que a estas incorporaciones (que podrían en cierto modocompararse a nuestras sociedades económicas) debe la Inglaterra una gran partede su prosperidad. Ellas son las quereuniendo el propio interésel celopatrióticola ilustración y la riquezaproporcionan a la agriculturaa lasartesa la industria y al comercio nacional todas las ventajas posibles. Desdelas fábricas a los hospitalesdesde el cultivo de los árboles a los primoresmás delicados de las artes de lujotodo recibe los efectos de su influencia.Cualquiera descubrimientocualquiera noticia útil a estos objetoshalla unpremio seguro en tales incorporaciones. Pero no entra en ellas todo el quequiere entrarno son admitidos sus individuos por un precio infamesino porelección; no se incorporan en ellas para pedantearhacer vana y ridículaostentación de un celo aparentey adquirir por tales medios el favor de laCortepara obtener empleosa que no podrían aspirar si la ignorancia seacompañara siempre de la modestia. Estos cuerposen finno se entrometen entejer cintasni en hacer máquinasni en plantar árbolesni en arar latierrani en dirigir manufacturas; pero estimulanilustran y favorecen con susluces y sus auxilios a los que deben hacerlo. Sus proyectos no se aplauden y searchivan; se ejecutan por medio de suscripciones cuantiosasque los facilitan;la mente que discurreel dinero que proporciona los mediosy el celo yactividad que llevan al fin las empresas más difícilestodo está unidoyasí resultan efectos tan admirables. Si se hace extraño lo poco que han hechonuestras sociedadesdespués de tanto bueno como se ha dicho en ellas (a pesarde mil impertinencias inevitables)y después de tantos años como llevan defundaciónmayor maravilla deberá causar a cualquiera que las coteje con estasincorporaciones tan comunes en Inglaterra; siendo de advertir que ellas lo hacentodoque el Gobierno no las da un cuartoy que el único favor que le debenes el de permitirlas.
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Lista de los trastosmáquinas e instrumentos que se necesitan en Inglaterrapara servir el té a dos convidados en cualquiera casa decente.
1. Una chimenea con lumbre.
2. Una mesa pequeña para poner el jarrón del agua caliente.
3. Una mesa grandedonde está la bandeja con las tazas y demás utensilios.
4. Un jarrón con agua caliente.
5. Un cajoncillo para tener el té.
6. Una cuchara mediana para sacarlo.
7. Una teteradonde se echa el té y el agua caliente.
8. Un jarrillo con leche.
9. Una taza grande con azúcar.
10. Unas pinzas para cogerla.
11. Unas parrillas.
12. Un plato para la manteca.
13. Otro plato para las rebanadas de pan con mantecaque se ponen a calentarsobre las parrillas.
14. Un cuchillo para partir el pan y extender la manteca.
15. Un tenedor muy largo para retostar las rebanadas antes de poner lamanteca.
16. Un cuenco para verter el agua con que se enjuagan las tazas cada vez quese renueva en ellas el té.
17. Dos platillos.
18. Dos tazas.
19. Dos cucharitas.
20. Una gran bandeja en la mesa grandepara todos estos trastos.
21. Otra bandeja más pequeñadonde se ponen las tazas con télasrebanadas de pan y el azúcar para servicio a los concurrentes.
Todo esto es necesario para servir dos tazas de té con leche. Si es máslibre el hombre que menos auxilios extraños necesita para el cumplimiento desus deseoslas gentes cultas ¡qué lejos están de conocer la libertad!¡Cuántas manos trabajan para que el cortesano sorba un poco de agua caliente!¡Qué necesidades ficticias le rodean! ¡Cómo gime el infeliz bajo la pesadacadena que le doran las artes!
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Está bien la descripción que hace Ponzen su Viaje fuera de Españatomo IIcarta primerade la iglesia catedral de San Pablo: creo muy bien queserá harto inferior este edificio a San Pedro de Romay aún creo más. Laiglesia del Escorial es más grandea mi parecer (y esto se entienda comparandosólo una iglesia con otra)puesto que si se cuenta toda la fábrica de SanLorenzo el Realhay que hacer tres iglesias como la de San Pablo. Essinembargocosa magnífica: la cúpula me pareció majestuosa y elegante; losornatos exteriores muy bien hechos; la estatua de la Reina Ana sobre unpedestaldelante del frontispiciocosa mezquina y de poco mérito. Lo interiores correspondiente a la gran mole de este edificiosi bien se pierde a la vistauna gran parte de la longitud de la nave principal por el atajadizo que forma elcoro. Entre los adornos interiores hallé algunos de muy mal gustopesadosinútiles y ridículos; la sillería del coro me pareció igualmente de cortoméritoy me atrevo a decir lo mismo de las pinturas de la cúpula. Dando unavoz en medio de la iglesiase repite el eco dos vecesy cerrando de golpe unapuerta que sale a la barandilla de la media naranjaproduce el mismo ruido queun cañonazo. Nada de esto es admirableatendida la construcción de unedificio tan vastoy más que todosu desnudez: como la religión anglicana nosacrificani da culto a las imágenessus templos están desnudosy más quetodos ellosel de San Pablodonde no se ve ni un cuadroni una efigieni unaltarni un banco siquiera: así es que exceptuando la sillería del coro y elórganotodo lo demás está como salió de las manos del arquitecto. Parece unedificio desalquiladodonde faltan los muebleslos adornos y el dueño que leha de habitar. Se enseña una escalera redondatoda de piedrasostenida sólopor la pared a que está unida y la parte interior del círculo que formasinapoyo alguno. Se enseña también una libreríadonde no hallé cosaparticularpues aunque podrá haber en ella libros muy buenoséstos no entranen la lista de lo que es visibley apenas da lugar el charlatán conductor paraleer algunos títulos por el forro.
Para ver un modelomuy estropeadoque está a la parte alta de la iglesiase atraviesan unos pasillos cubiertoscon vigas y tablas como cualquierguardillón; para llegar a la linterna se sube una multitud de escaleras demaderay se ve toda la armazón de la cúpulaque es de madera tambiénlocual rebaja mucho la grande idea que da lo exterior del edificioy se echan demenos las piedras y bóvedas del Escorial. Después de subir media hora porestos desvanes tenebrosos (que no son otra cosa que desvanes)se sale a labarandilla exterior de la linterna. Para llegar a conocer la extensión de estainmensa capitales necesario verla desde allí: a una parte se descubre elríoque la divide del arrabal de Southwarkcon los tres puentes magníficosque la atraviesan; la multitud de navíos que cruzan por él o están anclados asus orillas; una campiña hermosa y dilatadallena de poblaciones y cultivadacomo un jardín; y a la otra parte se ve la ciudad de Londresunida a la deWestminsterdonde se observa la anchura y rectitud de sus calleslaproporción y uniformidad de sus casaslas torres de sus iglesiastodasmodernas y de piedraque descuellan entre la confusa multitud de los demásedificios. Ni es menos de notar el humo que sale de tantas chimeneasel cualforma una nube espesaque cubre la mitad del horizontey oculta una gran partede la ciudad: accidente que contribuye a dar una idea mayor de su grandeza.
Una observación que hice después de estome hizo olvidar todas las otras.Las piedras de que se ha formado este grande edificio se componen de arena ydespojos marinos: el choque de los elementosque ha alterado ya en muchaspartes la superficie que las dio el cincelha descubierto una multitud deconchas confusamente unidasy entre ellas se ven algunascuasi enterasde lasostras que comúnmente se venden por las calles de Londres. Así es que con losanimales y plantas marinas se ha podido edificar la iglesia de San Pablo. ¡Quémudanza tan maravillosa! Pero esta gran mole volverá al marde donde saliócon el transcurso de los siglos; la soberbia ciudad que está a sus piescentrode la opulenciade la industriade las artesde la sabiduría y de losviciosdesaparecerá igualmente; y el nombre del caballero Wrenarquitecto deeste templo magníficoquedará altamente borrado en la memoria de los hombres.¡Qué pequeños somos! Nada es grandenada es durable sino Dios.
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El día 30 de Eneroaniversario de la muerte del Rey Carlos Idegollado enLondreshay ayuno general en Inglaterra; la iglesia anglicana tiene rezo propiopara este día; se predica en las iglesias sobre la muerte de este príncipeque llaman bienaventurado y mártir; la Cámara de los Lores asiste aloficio y sermón en la iglesia de Westminstery la de los Comunes en la deSanta Margaritapor lo menos así fue en el año de 93. En las lecciones deeste día se dice: «Señor nuestroPadre celestialque no nos has castigadocomo nuestros pecados merecíanpero en medio de tu juicio te has acordado detu misericordia: nosotros reconocemos por especial favor tuyo que aunquepornuestras muchas y grandes provocacionespermitiste a tu ungidobendito ReyCarlos Icaer en este día en las manos de violentos y sedientos de sangreyser muerto bárbaramente por ellos; con todo esotú no nos abandonaste parasiemprecomo ovejas sin pastorsino que con tu piadosa providencia preservastemilagrosamente al no dudoso heredero de sus coronasnuestro entonces Rey CarlosIIencubriéndole de sus sangrientos enemigos bajo la sombra de tus alashastaque la tiranía pasóy le volviste en tiempo oportunopara que se sentasesobre el trono de su padre; y juntamente con la Real familianos restituistenuestro antiguo gobierno en la Iglesia y en el Estado. Por estas tus grandes einefables misericordiasnosotros te rendimos humildes gracias de lo másíntimo de nuestros corazonesetc.etc.»
14
En la calle llamada Strand había una casa donde por dos chelines(diez reales) se enseñaba gran porción de animales de varias especies:carnerostigrespapagayoshienaspanterasguacamayoslobosmonosmicosuna cebraun canguroun rinoceronteetc.
Había también un carnero con cuatro cuernos magníficosy una vaca con doscabezasla una de ellas colgando al lado derecho del pescuezo (algo máspequeña que la otra)que apenas daba señas de sensibilidad y movimiento.
El canguro es un animal nuevamente descubierto. Líbreme Dios de querer haceruna descripción facultativa de él: non nostrum. Diré solamente que es pocomás o menos del tamañopelo y color tostado de una cabra; la cabeza bastanteparecida a la de un conejoparticularmente en las orejas; las piernas de atrásmuy largasy las de adelante sumamente cortasde manera que camina en dos pieso a saltosayudándose con las manos cuando lo necesita; tiene la cola larga ypeluda. Es animal pacífico y de buenas costumbres.
El rinoceronte que yo vi tenía cuatro añossegún aseguró el charlatán.Sería poco mayor que un bueyde un color obscuroparecido al elefante; notiene pelo ni conchascomo algunos creensino una especie de costra durísimacapaz de hacer rebotar un balazocon unos pliegues encima de los encuentros yjuego de brazos y piernasque forman aquellas divisiones que se ven en lasestampas de este animal. Debajo de estos pliegues tiene un pellejo muy delicadoy flexiblepor cuyo medio puede andar y moverse hacia donde quiere; que de otromodo no podría; tiene hendidas las pezuñasy sus armas consisten en un solocuernoque le nace encima de las narices. Como el rinoceronte que yo vi erajovencillo todavíaapenas tenía tres dedos de cuerno sobre el pellejo; peroenseñaban allí mismo un cuerno que decían ser (y lo parecía) de otrorinoceronte más provectode unas dos cuartas y media de longitud: por dondehecho un cálculo prudencialse puede inferir que cuando el rinoceronte lleguea su natural estaturano será menor que el elefante.
Era infernal la música que resultaba del bufar de los tigres y panteraselgraznar de los guacamayos y el chillar de los micosmezclado con el son de lascadenas y las disertaciones descriptivas anglo-sajonas del rector de aquelcolegio. Pero todo se podía tolerar por ver la inquietud y travesura de losmonos y micosque aunque presos y en tierra extrañano dejaban por eso deentretenersedando saltos y vueltasretozando unos con otrosespulgándoserecíprocamente y haciendo gestos: no he visto en mi vida tinelo de pajecillosmás vivarachos y enredadores.
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En Inglaterra hay absoluta libertad de religión: en obedeciendo a las leyescivilescada cual puede seguir la creencia que gustey sólo se llama infielaquel que no cumple sus contratos. No ha muchos años que un lord se hizo turcose fue a Constantinoplaestableció un bonito serralloy vivió como unverdadero musulmán hasta que el Profeta le llamó a gozar del prometidoparaíso. El célebre lord Jorge Gordonsentenciado a cinco años de prisiónpor revoltoso y tumultuariose ha hecho judío en la cárcelha sufrido lacircuncisiónse ha dejado crecer la barbay hoy día se llama Abraham.
Nadie se ha metido con ély espera en paz el Mesíasanunciado por losprofetas.
La religión dominante es la anglicanaque consta de treinta y nueveartículos: unos conformes en un todo a la nuestraotros no. Para dar una ideamás precisa de estocopiaré los títulos de todosy el texto de aquellossolamente en que se halla alguna diferencia respecto de la doctrina católicaoque son opuestos a ella.
«1. De fe en la Santísima Trinidad.
2. Del Hijo de Diosque fue hecho verdadero hombre.
3. De la bajada de Jesucristo a los infiernos.
4. De la resurrección de Cristo.
5. Del Espíritu Santo.
6. De la suficiencia de las Escrituras Santas para la salvación. LaEscritura Santa contiene todas las cosas necesarias a la salvación; y asícualquiera cosa que no es leída en ellano es probada con ellani debe serrequerida ni juzgada precisa para la salvación. En el nombre de Escritura Santaentendemos aquellos libros canónicos del Viejo y Nuevo Testamentodecuya autoridad nunca hubo duda alguna en la Iglesiaetc.
7. Del Viejo Testamento.
8. De los tres cerdos.
9. Del pecado original.
10. Del libre albedrío.
11. De la justificación del hombre.
12. De las buenas obras.
13. De obras antes de la justificación.
14. De obras de supererogación.
15. De Cristo solo sin pecado.
16. Del pecado después del bautismo.
17. De la predestinación y elección.
18. De obtener eterna salvación solamente por Jesucristo.
19. De la Iglesia. Como la Iglesia de JerusalénAlejandría y Antioquíahan erradoasí también ha errado la Iglesia de Romano solamente en su viviry manera de ceremoniassino también en materias de feetc.
20. De la autoridad de la Iglesia.
21. De la autoridad de los concilios generales. Los concilios no deben sercongregados sin el mandato y autoridad de los Príncipes. Y cuando soncongregados (porque son junta de hombresen donde todos no son gobernados porel espíritu y palabra de Dios)pueden errary alguna vez han errado deciertoen cosas pertenecientes a Dios. Por lo cuallas cosas ordenadas porellos como necesarias a la salvaciónno tienen fuerza ni autoridad hasta quesea declarado que son tomadas de la Santa Escritura.
22. Del Purgatorio. La doctrina romana concerniente al Purgatorioperdonesdignidad y adoraciónasí de imágines como de reliquiasy asimismoinvocaciones de santoses cosa fútil y vanamente inventaday no fundada sobretestimonios de la Escriturao por mejor decirrepugnante a la palabra de Dios.
23. De ministrar en la Congregación.
24. De hablar en la Congregación en la lengua que entienda el pueblo. Escosa repugnante a la palabra de Diosy a la costumbre de la primitiva Iglesiatener oración pública en la iglesiao administrar los sacramentosen lenguano entendida del pueblo.
25. De los sacramentos. Dos sacramentos son ordenados por CristoNuestroSeñoren el Evangelioa saber: el Bautismo y la Cena del Señoraquelloscincollamados comúnmente sacramentoses a saber: ConfirmaciónPenitenciaOrdenMatrimonio y Unción; no deben ser contados por sacramentos delEvangeliohabiendo emanado en parte de la corrompida imitación de losApóstolesy siendo en parte estados de vida santificados en las Escrituras.Pero no obstanteno tienen semejante naturaleza de sacramentoscomo elBautismo y Cena del Señorporque no tienen ningún signo visible o ceremoniaordenada por Dios. Los sacramentos no fueron instituidos por Cristo para sermirados ni llevados en procesiónsino para que usáramos de ellos debidamente.
26. De que la dignidad de los Ministros no impide el efecto de lossacramentos.
27. Del bautismo.
28. De la Cena del Señor. 'La transubstanciación o mutación de lassustancias de pan y vino en la Cena del Señor no puede ser probada conEscrituras Santas; antes bien es repugnate a las palabras expresas de laEscrituradestruye la naturaleza del sacramentoy ha dado lugar a muchassupersticiones. El cuerpo de Cristo es dadotomado y comido en la Cenasolamente según un modelo celestial y espíritu. El sacramento de la Cena nofue por institución de Cristo reservadollevado en procesiónelevado niadorado'.
29. De los inicuos que no comen el cuerpo de Cristo en la Cena del Señor.
30. De ambas especies. La copa del Señor no debe ser negada al pueblo legoporque ambas partes del sacramento del Señorpor institución y mandato deCristodeben ser administradas a todos los hombres cristianos igualmente.
31. De la oblación de Cristofenecida sobre la cruz. 'La ofrenda de Cristouna vez hechaes perfecta redenciónpropiación y satisfacción por todos lospecados del mundooriginal y actualy no hay ninguna otra satisfacción porpecadosino esta sola. Por la cual los sacrificios de misasen los cuales sedice que el sacerdote ofrecía a Cristo por vivos y muertospara obtenerremisión de pena o reatoeran fábulasblasfemias y engaños peligrosos.'
32. Del matrimonio de los sacerdotes. 'No se manda por ley de Dios a losObisposPresbíteros o Diáconos el prometer estado de celibatoo abstenersedel matrimonio. Por tantoes lícito a ellosy a todos los cristianoscasarsea su voluntadsegún lo juzguen más conveniente a su conciencia'.
33. De cómo se debe evitar a las personas excomulgadas.
34. De las traiciones de la Iglesia.
35. De las homilías. 'El segundo libro de Homilíascuyos títuloshemos juntado a continuación de este artículocontiene piadosa y saludabledoctrinanecesaria para estos tiemposcomo también el primer libro de Homilíasque fueron dadas a luz en el tiempo de Eduardo VIy por tanto juzgamos debenser leídas en las iglesias por los Ministros clara y distintamentepara quesean entendidas del pueblo'.
Los títulos de las Homilías son: 1º del recto uso de la Iglesia.2º del peligro de la idolatría. 3º de la reparaciónguarda y limpieza delas iglesias. 4º de las buenas obras; primero el ayuno. 5º contra laglotonería y borrachera. 6º contra el exceso de aparato. 7º de la oración.8º del lugar y tiempo de la oración. 9º que las oraciones y sacramentos debenser administrados en lengua conocida. 10ºde la reverente estimación de lapalabra de Dios. 11º de hacer limosnas. 12ºde la Natividad de Cristo. 13ºde la Pasión de Cristo. 14ºde la Resurrección de Cristo. 15ºde la dignarecepción del Sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo. 16ºde los dones delEspíritu Santo. 17ºpara los días de regación. 18ºdel estado delmatrimonio. 19ºdel arrepentimiento. 20ºcontra la ociosidad. 21ºcontrala rebelión.
36. De la consagración de Obispos y Ministros. El libro de la Consagraciónde Obispos y ordenación de Presbíteros y Diáconosdado a luz en eltiempo de Eduardo VIy confirmado por autoridad del Parlamentocontiene todaslas cosas necesarias a la tal consagración y ordenaciónni contiene nada quesea supersticioso o impío. Y por tantolos que sean consagrados u ordenadossegún los ritos de aquel librodesde el segundo año del citado Rey Eduardohasta ahorao después sean consagrados y ordenados según ellosdecretamosser todos los talesrectaarreglada y lícitamente consagrados y ordenados.
37. De los Magistrados. 'La majestad de la Reina tiene el principal poder eneste Reino de Inglaterra y sus demás dominiosy a ella pertenece el principalgobierno de todos los estados de este Reinoya sean eclesiásticoso yacivilesen todas las causasy no está ni debe estar sujeta a ningunajurisdicción forastera... por la prerrogativa que vemos haber sido dada entodos tiempos a los piadosos Príncipessegún las Escrituras Santaspor elmismo Diosde gobernar todos los estados y clases encomendadas a ellosasíeclesiásticos como temporalesy de castigar con el cuchillo civil a loscontumaces y malvados. El Obispo de Roma no tiene jurisdicción en este Reino deInglaterra'etc.
38. De que los bienes de los cristianos no son comunes.
39. Del juramento del cristiano.»
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Los pies de las inglesas son de enorme magnitud; y tan lejos está éste deser un defecto en las damasque las que no los tienen de forma tan gigantescaestán expuestas a la censura pública. Cuando vino de Prusia a casarse aLondres la que hoy es Duquesa de Yorkobservó la Cortecon mucho sentimientoque tenía los pies chicos; se habló en los papeles periódicos de esta notablefaltay se hizo mucha burla en coplas y caricaturasque salieron entoncesdela pequeñez intolerable de su pie. Y ¡nos admiramos que en el Senegal y enCongo se llamen feas las aguileñasy que se queden para tías las que no sonmás negras que el hollín! Lo que es hermoso a los ojos de un hotentotepodráser horrible a los de un lapón; un persa y un apache seguirán opinióndistinta en puntos de belleza física; disputarán eternamente sin entenderseytodos tendrán razón. Las ideas de proporción y hermosura en las formas tienensu tipo original en la naturaleza; y como ésta es capaz de una variedadincreíble en los diferentes climas y países del mundonecesariamente deberánser opuestas las opiniones de los hombres acerca de ellas. Pero volvamos a lospies de las inglesas.
Las mujeres de este país no reciben una educación tan atada y monjuna comolas nuestras; se crían con más libertad y holgura; saltan y correny así seforman y robustecen cuanto es necesariosegún las facultades y el temperamentofísico de cada una. No teniendo en su niñez aprisionados los miembrosniangustiado el ánimose hacen altasfornidas y bien dispuestasy el pieensu crecimientoparticipacomo las demás partes del cuerpode los privilegiosde esta libertad. Así vemos entre nosotros que las marmóreas vizcaínasquepasan su vida en el camposubiendo y bajandodescalzas de pie y piernapor laaspereza de sus peñascostienen los pies más grandes que las señoritastísicas de Madridmuy recogiditas y muy cachondas que bajan al Pradorezumándose los domingos delante de mamáy se vuelven a toda prisa con suspiececitos invisiblesantes que anochezcapara que no las acorche el sereno.Los pies de las españolas parecen más pequeños todavía de lo que sonpor laestrechez de los zapatosdonde están los dedos unos sobre otrosen continuomartirio; a que se añade la posición violenta que dan los taconeshaciendodoblar el pie por el nacimiento de los dedos y levantándole de talóntodo locual le da un escorzo que en la apariencia le amenora. Las inglesas ni calzanajustado ni gastan tacón.
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Estado progresivo de la deuda nacional desde su principioen el reinado deGuillermo IIIhasta hoy. Sacado del Correo de Londres de 21 deSetiembre de 1792.
En el reinado de Guillermo III la deuda era 000000.
En el actual llega ya a 270.000000 de libras esterlinas.
En el reinado de Guillermo III se contaban en Inglaterra y el principado deGales un millón y trescientas mil casasde las cualesquinientas y cincuentamil tenían chimeneas; lo cual consta por la tasa sobre las chimeneas del Reino.
En el actual reinadoel número de casas se ha reducido a novecientasochenta y seis milde las cualeslas trescientas treinta mil son chozascomose manifiesta por las listas de imposición sobre las casas.
Resultapuesque desde el reinado de Guillermo III al presente hay de menosdoscientas veinte mil chozasy noventa y cuatro mil casaslo cual produce unadisminución de poblaciónque está regulada en un millón y quinientos milhabitantes en esta parte de la Gran Bretaña. Sin embargola deuda nacional esde doscientos setenta millones de libras esterlinas.
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Los cueros son muy escasos en Inglaterra; pero no debe causar admiraciónsise considera la inmensa cantidad de reses que se han exportado de esta isla: enel año último de 1791 salieron de sus puertos más de cuarenta mil cabezas deganado. Este Reino ha exportado igualmente en dicho año tres millones ycuatrocientas mil varas de lienzos de varias calidades. (Correo de Londresde 28 de Setiembre de 1792.)
Por un decreto de navegación británica se manda que ninguna producciónextranjera será llevada a Inglaterra sino directamente y en bastimentosingleseso pertenecientes a los individuos del país de donde sea laproducción: un bastimento no se llama inglés sino en cuanto sea de construccióny propiedad inglesa. Este decreto fue promulgado en 1651; el porte de losbuques ingleses no excedía entonces de noventa y seis mil toneladas. En 1775entraron en los puertos de Inglaterra nueve mil doscientos cuarenta y sietebuquesque medían novecientos cuarenta y tres mil toneladas; y en el mismoaño salieron nueve mil setecientos diez y nuevemidiendo ochocientas ochenta yocho mil. En 1790 el número de buques que entraron fue de doce mil doscientosnoventa y cuatromidiendo un millón cuatrocientas cuarenta y dos miltoneladasy salieron doce mil setecientos sesenta y dosque medían un millóncuatrocientas veinticuatro mil novecientas doce.
En 1792 el número de buques que pasaron el Sund fue de doce mil cientocatorcede los cualescuatro mil trescientos cuarenta y nueve eran ingleses.
El comercio inglés se funda sobre las leyes; adoptando la mismalegislaciónlas demás potencias adquirirían su fuerza natural. La corona deJorge III se sostiene por las aduanasy el acta de la navegación le dael señorío del mar. (Observaciones de Ducher sobre el acto de navegacióninsertas en el Monitor del día 12 de Febrero de 1793.)
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El pecado mortal de los inglesesel que cubre toda la nación y hacefastidiosos a sus individuoses el orgullo; pero tan neciotan incorregibleque no se les puede tolerar. ¿Se habla de religión? Todas las demás nacionesson fatuassupersticiosas y fanáticas en sus principios y prácticasreligiosas. No obstantesin contar las varias sectas de presbiterianosindependientesanabaptistasmetodistassocinianoshugonotescalvinistasquakersjudíos y otras que se componen de inglesescomo fácilmente puede inferirseyconstituyen una gran parte de la naciónllenas de ilusiones y extravaganciasla dominante anglicanani carece de intolerables abusos con respecto al ordenpolítico; ni en cuanto a la creenciade supersticiones y prácticasridículasni es menos apta a inspirar todos los furores del fanatismo que lamás intolerante y rígida. Esto se ha visto muchas vecesy se repetirá detiempo en tiempoa causa de la disposición que ofrece la bestial ignoranciadel populacho al interés o al celo fanático de los que le agitan y conducen.¿Se trata de Gobierno? Ninguno hay mejor que el suyo: su gloriosa constituciónes la mejor de las constituciones posibles no obstante de la Divisiónpocofilosófica a la verdadde NoblezaClero y Plebeno obstante el privilegiohereditario de representación en la Cámara concedido a los Nobles porque sonnoblesy el que adquiere la alta clerecía en razón de sus dignidades; noobstante la lucha continua y funesta a la felicidad públicaentre lasfacultades de que goza el soberano y las restricciones con que han querido envano impedir el abuso de ellas. Las leyes le quieren justo y le hacen dueño delos ejércitos y las escuadras; las leyes le niegan la facultad de disponer dela riqueza material y le dejan arbitrio de las operaciones del gabinetedehacer alianzasajustar tratadosdeclarar la guerra cuando quiera y conducir ala nación a su ruina si le resiste o al estado de monarquía absoluta si lecomplace. Las leyesen finhan querido que el rey de Inglaterra no sea undéspota; pero le han puesto en las manos los medios de serlocuando menos lopareceya por la autoridad irresistible que ejerce en la nominación de losmás importantes cargos y dignidadesya por la fuerza militar de mar y tierraque administray ya por la facilidad con que puede seducir y corromper a losrepresentantes de la nación. Sin embargosería menor el mal si esta gloriosaconstitucióntal cual esse observase rigurosamentepero no sucede así:todo se ha reducido a formar ranasel texto de las leyes y su ejecución sontan discordesque sólo una obstinación ridícula se atreverá a negarlo. Losministros lo hacen todoy el célebre espantajo del partido de la oposición(que nunca pasa de la quinta parte del número de votantes en ambas Cámaras)sirve sólo a llenar los papeles públicos de oraciones patrióticas muy biendeclamadas y muy inútilesy de hacer creer a los ignorantes que se sostienencomo es debido los intereses de la nación y que si las cosas no van de otromodo consiste en que no pueden ir mejor. Ni ¿cómo un inglés confesaría quela forma de su gobierno puede enmendarsey que no es el más perfecto queexiste sobre la tierra? Esto no lo sufre su vanidad. Los he visto mil vecesconfundidos a vista de las poderosas razones con que se les pueden probar losdefectos de su decantada constitucióno los abusos introducidos en supráctica; pero jamás he visto con que convengan de buena fe en ninguno de lospuntos sobre que con tanta razón se les arguye.
Es de inferir que en todas materias serán consecuentes. Su ejércitosumarinason invencibles; Inglaterra es inatacable: si tienen alianza con otroreinoes para protegerle; si le declaran la guerraes para destruirle: lasdemás naciones son miserables y pobres y tontassi se comparan con la suya;sus literatos los primeros del mundo; su Shakespeare el ingenio más divino queha existido jamás; y por consiguienteel teatro inglés (a pesar de tantasextravagancias y delirios como en él se sufren)comparablesi no superioratodos los demásantiguos y modernos.
¡Pobre del extranjero que antes de llegar a Londres no haya aprendido elejercicio de las ceremonias y modales ingleses! Si no se peina como ellossi notoma el té como ellossi no va vestido como ellossi no come y bebe comoelloses hombre perdido: antes de oírle una palabrase le graduará deextranjeroque es decirun bestia sin educación. Esta dulce satisfacción deque nada hay bueno sino en Inglaterra les hace mirar todo lo que no es ingléscon una caritativa compasiónque aturde; les hace decir tan clásicosdisparates acerca de las otras nacionesy atreverse a preguntas tan necias yextravagantesque no hay extranjero que pueda contener la risa al oírlas.
Este ignorante orgulloacompañado de las costumbres feroces que aúnconservanles da un aire de rusticidadque ofende a la vista. Cualquiera quehaya asistido a los espectáculos donde se reúne la juventud más decente deLondreshabrá observado en su fisonomíaacciones y movimientosunagrosería insultanteque dista mucho de la dulzuray urbanidadque son hijasde la riquezael lujo y la buena educación. Todos ellos me parecen otrostantos carniceros o toreros puestos en limpio: tal era el aspecto rústico yamenazador con que se presentaban. ¿De dónde pueden nacer defectos tannotablessino de la ignoranciay la ridícula altanería y presunción quenace y vive con ellos? Es inútil advertir que hay excepciones; y ¿en qué cosano las habrá? En este artículo no he hablado de los sabios ingleses; hehablado sólo de los ingleses.
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Las caricaturas inglesas son muy divertidas: hay tiendas en Londres quepueden llamarse almacenes de ellastal es su abundancia. Todo es asuntoacomodado para estas obras: la literaturala moraly sobre todo la políticaprestan amplia materia a los artífices de este género grotescopara sacartodos los días nuevas invenciones. ¿Se quiere ridiculizar a un escritorpormás sabiopor más respetable que sea? No hay sino valerse de uno de estosmamarrachistasque con cuatro líneas y un poco de color le pondrá enridículole presentará al públicoy no habrá quien pase por la callequeno suelte la risa al verle de tan lastimosa figura. Muchas veces una caricaturasupley aun excedea la crítica o la sátira más amarga. He visto en estasestampas ridiculizadas las modas de todas las nacionessus costumbresy aunsus virtudes: la gravedad de los magistrados de Inglaterrala afectación delas señoritasel verdor de las viejasla vanidad de los noblesla bajeza delos cortesanos; en una palabratodos los vicios del hombre en sociedadexpuestos a la risa y al escarnio público. Los debates del Parlamentolosproyectos de los ministroslas resoluciones del Gobiernolos acaecimientospolíticosnacionales o extranjerosse ven igualmente representados en ellasunas veces por medio de la alegoríay otras en composición historial. En unasestá el Rey de Inglaterra cagando en un bacíny celebrando al mismo tiempoconsejo privado con sus ministrosrepresentados en figuras de lobosgarduñaszorras y aves de rapiña. En otras le están éstos metiendo proyectos por elculo con una jeringa; y al paso que los recibe por detráslos va vomitandoencima del Parlamentoque está en cuclillasrecibiendo con grande humildadcuanto el Rey le envía. En otras está el Príncipe de Gales saltando de unbirlocho que va disparadoy se le pinta en actitud de caer sobre su queridalady Fitz-Herbertque está ya en el suelopanza arribacon las piernasabiertas para recibirle. En otras el lord Macartneyembajador de Inglaterraestá besando el culocon mucha devociónal Emperador de la China. En otrashay un besaculos generalempezando por el Reya quien siguen los ministroselParlamentoel Cleroel lord Corregidor y el pueblo de Londresque es elúltimo; y a ésteen vez de besárselese le azotan cruelmente unos sayonesque le gritan al mismo tiempo: ¡libertadprosperidad! ¡Viva laConstitución! Si así tratan a su Rey y a sus ministrosno hay que esperarque sean más contenidos con las demás naciones: jamás he visto más abatidala majestadque en las caricaturas inglesas; ni hay soberano de Europapormás temido y poderoso que pueda serque haya escapado de hacer papel debotarga en ellasy de haber servido de diversión por dos o tres reales alpopulacho de Londres. El ridículo de las caricaturas consiste en tres cosas:1º en el modo satírico con que se presenta el asuntoque equivale a lafábula en la comedia; 2º en las actitudes de los personajesque equivalen alas situaciones del teatro; 3º en lo recargado de los gestosque es lo mismoque la expresión de los caracteres risibles que se introducen en un drama. Unacaricatura esrespecto del diseño en el género agradablelo que una farsarespecto de la buena comedia. Entre las muchas obras de esta especie quediariamente se publicanhay algunas de bastante mérito; y como en la pinturaha habido autores célebrestambién en este género grotesco y recargadoquees un ramo de ellalos ha habido y los hay.
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Los franceses son más habladores que los españolesy éstos más que losingleses. En los paseos y concurrencias públicas se echa de ver la taciturnidadde esta gente. Algunas veces se ve en un cafécuyas mesas están todasocupadasdonde comen y beben en compañíaqueo no hablano hablan en vozbajacomo si tuvieran miedo de ser oídos; muchas veces sólo se percibe eltoser y escupiro el ruido de las botellas. Pero aún es más notable esto enaquellos parajes donde se junta un gran concurso de hombres y mujeres: siendoellos todos jóvenesy ellas todas p...beben ponche ellos con ellasse dicenfloresse agarran de los brazosse pasean sin cesar por el salóncon unahonesta frialdad que sorprende; pero en cuanto al ruidoes tan corto el que sepercibeque no puede menos de causar admiración al que por la primera vez loobserva. Si en España se permitieran tales reuniones¡qué trisca andaríacon sólo un par de docenas de señoritos madrileños y una docena no más demalagueñas o gaditanas!
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Una de las extravagancias quea mi entenderhacen poco honor a las luces deesta nación (que algunosacaso con demasiada facilidadsuelen llamar lanación filósofa)es la de nobleza. Hacemos burla de los vizcaínosasturianos y montañesesporque pecan en linajudos; pues no hay que admirarse:los célebres ingleses caen también en esta debilidad: nuestro Dómine Lucashallaría también originales en la patria de Newton. Aquí hay escuderoscaballerosbaronetesbaronesvizcondescondesmarquesesduquesseñoríasexcelenciasgrandezasy escudos partidos y enteroscampos deplatagrifossirenasunicornioscoronasyelmosplumasmotes y toda laensalada de jeroglíficos góticos que inventó en los siglos de tinieblas laciencia del blasón. Aquí hay también sangre azul y colorada y verdecomo enotras partes; aquí también se sufren genealogistasy hay quien escribagrandes volúmenes de estas futilidadesy hay quien los compre y los lea y losaprecie. Aquí también se disputa de sangre en el ojoy se revuelven losabaloriosy se citan los cementerios para probar el mérito personal. Aquítambién hay bosques enteros de árboles genealógicosy se habla de entronquesy de noblezas rancias y frescasy se pintan en los cochesse tejen en lasfranjas y se graban en los orinales los blasones adquiridos a palos y coces y aquien más pudoen aquellos tiempos de ignorancia y de tiranía. Pero no bastadecir que aquí también se aprecian estas puerilidades; es menester advertirque se las da mucha estimaciónque se habla de ello con la mayor formalidadyque este tufo aristocrático ha ocupado de tal manera las cabezasque son muypocas las que están libres de frenesí. Cuando se observan de cerca lasnacionesaun aquéllas queno sin motivoson admiradas¡cuántaconsolación ofrecen a los errores y defectos de las demás!
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El adulterio no es de aquellos delitos que castiga de oficio la justiciapública. Si el marido se declara ofendidoy lo prueba en debida formaeladúltero paga una multa proporcionada a su fortunaque algunas veces sueleascender a sumas muy considerables. Esta cantidad se le entrega al cornudo enrecompensa del honor perdido; pero a la mujer no se la castiga de ningún modoni es consiguiente la separación a la infidelidad. Así se ve que después deconcluida una de estas causashabiendo cobrado el marido lo que le toca por suscuernosprosigue viviendo en paz con su mujer. Si no anduviera dinero de pormediopodría esto llamarse sublime filosofíagenerosidadvirtud; peroocurriendo esta circunstanciame parece poco honor. De aquí debe inferirseylos ejemplos lo confirmanque muchas veces un adulterio no es más que unaespeculaciónconcertada muy de acuerdo entre marido y mujerpara despojar aun gran señor o a un comerciante opulento de una porción considerable deguineasy socorrer por este medio las necesidades de su familia. Las causas deadulterio se imprimen en los papeles públicosy además salen libritos deellasdonde se expresan todas las circunstancias y pruebas del casocon losnombres de los interesados y el retrato de la señorapara mayor instrucción ydeleite de los lectores.
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Convienen todos en que el suicidio es muy común en Inglaterra: lascircunstancias exaltan el temperamento melancólico de esta gentey a fuerza deraciocinarconcluyen que es necesario matarse. La época en que se verificanmás suicidios es en el invierno: el mes de Noviembre particularmente estáreputado por mes fatal; y no es muy extrañopuesto que el invierno(especialmente en Londres)húmedonebuloso y tristees capaz de dar fastidioal hombre más bien hallado con su existencia. Sin embargodesde el mes deOctubre de 92 hasta el de Marzo del año siguiente sólo se verificaron en estaciudad cuatro suicidios. Fueron los muertos un herreroun comerciante de vinosun aprendiz de no sé qué oficioy un judío que se hallaba preso en lacárcel. De éstos sólo se halló que tuviera motivos de disgustos el judíoaquienhabiéndole abiertoencontraron media libra de arsénico en elestómago.
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Es cosa particular ver en los espectáculos y los paseos a los canónigosdeanesarcedianos u obispos ingleses con sus grandes pelucasmuy gravesrollizos y coloradosllevando del brazo cada cual de ellos a su mujerydelante tres o cuatro chiquillos o chiquillasmuy lavaditasmuy curiositas ymuy alegres. Estos frutos de bendición manifiestan demasiado que no es laimpotencia el defecto de los ministros del Señorpues saben desempeñar conigual acierto las obligaciones del altar y las del tálamo. Una mujer que llegaa obispar puede considerarse por una mujer feliz. ¡Qué satisfacciónver todoun pueblo postrado a los pies de su esposopendiente de su palabrainstruidopor su doctrinadirigido por sus consejos! ¡Qué vida muelle y regalona no hade gozar en su compañía!
¡Qué dulce destino el suyode entretener con juguetes castos los gravescuidados que trae consigo el gobierno de la Iglesiay en aquellas horas que laadministración de los demás Sacramentos no ocupa el preladoejercitarle enlas funciones del más antiguo de todos ellos! Pero si tal vez (¡qué terribleconsideración me ocurre!) atendida la fragilidad del sexo y la astucia denuestro común enemigoresfriada la fidelidad conyugalllega a producir unacabeza episcopal aquellos frutos de ignominia que igualmente se arraigan en lafrente de cualquier pillo que en la de los sabioslos héroesy los Príncipesmás temidos del mundo. ¡O dolor! ¿Quién bastará a llorar desgracia tanfunesta? ¿Qué castigo habrá suficiente para el sacrilegio mortal que seatrevió a rodear de cuernos la mitra de un Obispo inglés profanando lossagrados vasos destinados privativamente para el uso de un ministro del Señor?
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El Museo Liverianoque se compone de un precioso gabinete de historianatural y algunas colecciones de curiosidadespertenecientes a la historia delos viajestrajes y costumbres de varias naciones antiguas y modernasse rifópocos años hay el actual poseedor le adquirió por una guineaque era elprecio de cada billete. Está abierto diariamente para el públicopagando 12rs. de entrada cada persona.
La colección de vegetales es muy escasa: contiene algunas muestras pequeñasde diferentes maderasvarios frutos raros de la India y tierras australestrigo de Guinea en mazorcasmás largas y delgadas que las del maízy susgranos como los perdigones de mostacilla; algunas muestras de varios maíces; untronco de árbol de la figura de una tablacubierto con su cortezay otros dostroncos en cuyo centro hay grandes huesos de animalesalrededor de los cualesha crecido el árbolcomprimiéndolos por todas partessin dejar concavidadalgunay el hueso que menos distante se halla de la superficie de la cortezadista de ella tres pulgadas.
La colección de conchas y cuerpos marinosaunque no es muy abundantecontiene algunas piezas muy raras. Lo mismo puede decirse en cuanto a minerales.La de insectos es muy numerosa y escogida. Entre los reptiles se ve el dragóntan celebrado por los poetas soñadores y los pintoressus secuaces; pero no medio idea ni del dragón de Colcosni del dragón que mató San Jorgeenaquellos felices tiempos en que todo dragón de mediana edad tenía seis o sietevaras de longitud. Los que ahora se usangracias a Diosson más pequeños; elque está en el Museo Liveriano tendrá unas cinco pulgadas de largo; su figuray tamañola misma que la de las lagartijas comunes que corren por las paredescon la diferencia de tener dos pequeñas alitas membranosascon las cualespuede volar de una a otra parte. ¡Cuándo llegará el día en que poetas yartífices hagan confesión general de lo que han mentido acerca del fénixdelpelícanolos centauroslas sirenaslos sátiroslos hipogrifoselbasiliscoel delfínel dragón y otras alimañasdesfiguradas por ellos oinventadas ad libitumcon poco temor de Dios y notorio perjuicio de lahistoria natural!
La colección de fósiles contiene muchas y admirables preciosidades: grancantidad de cuernos de Amón sueltospetrificadosy algunos de una tercia dediámetro; otros muy pequeñosconfusamente unidos en grandes pedazos demármol; varias conchascaracoles y otros productos marinos en tierra caliza;dos grandes trozos de columnas de basaltotraídos de Irlanda de la cuevallamada de los Gigantesidénticas a las que se hallan en la isla de Staffacerca de Escocia; un tronco de árbol petrificado y mineralizado en algunaspartes con piedras incas; un colmillo de elefantede ciento y trece libras depesohallado en Inglaterra al hacer una excavación; varios huesos sueltospetrificadosy otros unidos a piedras durísimas.
Una crisolita de inapreciable valorde tres cuartas de longitud yproporcionalmente gruesa: la forma extraordinaria de su cristalizaciónsudurezasu transparenciasu color y su magnitud la hacen considerar hasta ahoracomo única en su especie. Es igualmente pieza muy curiosauna piedra flexiblellamada cuero de montañade media vara de largocortada en forma detabla y que se blandeacogiéndola por los dos extremoscomo si realmente lofuese. Hay también dos pedazos de piedrallamada del Labrador (en la AméricaSeptentrional)la cualherida de la luzvuelve a la vista hermosos colores ycambiantes.
La colección de peces es poco abundantecomo también la de cuadrúpedos.Entre éstos hay un elefante y un hipopótamouno y otro lastimosamenteestropeadosalteradas sus formaspelados enteramentey perdido su colornatural con un barniz negro que les han dado. El elefante es algo mayor que elde Madrid; el hipopótamode la altura de un bueypero mucho más largoygrueso en proporcióncorto de piernas y armado con grandes colmillos. Cotejadoéste con el esqueleto desconocido que hay en Madridno me parece que aquélpertenezca al hipopótamo. Se ve también en la misma sala un cráneo muy grandede este animal. Hay gran porción de monos y micosde varios tamaños yfiguras; entre ellos uno (de cuyo nombre no me acuerdo) blanquecinocon losbrazos muy largosque se ve representado en las estampas de Buffon.
La colección de aves es abundantísimay acaso habrá pocas en Europa quelo sean tanto: en ella se ven piezas muy singularestraídas de China y de laIndia Oriental.
Entre las curiosidades de otra especie que allí se venhay una serie demedallas acuñadas en Rusiaen diferentes ocasionesdesde Pedro el Grandehasta nuestros días. Una colección de herraduras y otra de espuelasambas conpiezas muy extraordinarias; otra de zapatosde formas y adornos particularesde varios países y tiempos. Trajes de naciones remotasy algunos de losantiguos ingleses; jubonesgorgueras y otros atavíos del tiempo de la ReinaIsabel; un coleto de Oliverio Cromwell; y entre algunos idolillos del Indostány rosarios berberiscoshallé una Santa Rosa de Lima; en un corazón de sedatalcos y abaloriosde los que en España suelen colgarse sobre los estrados pordevoción y adorno. Se ve también una figura de quien se habló en el art. 15vestido con el mismo traje y adornos turcos que usaba en Constantinopla.
Pero lo que se hace más digno de la atención de los curiosos es lacolección de armastrajesadornos e instrumentos bárbarosque recogió elcélebre y desgraciado capitán Cook en sus atrevidos viajes alrededor delmundo. Hay gran número de mazas o macanas de madera durísimalabradas muchasde ellas prolijamente; pinchoslanzas y dagas de la misma materiahachas dearmasunas de madera y otras guarnecidas además con colmillos de animalespedernales y piedras durasaseguradas fuertemente en ellas; arcosflechas yotros instrumentos bélicos. Dos canoas pequeñasdonde sólo cabe un hombre;tendrá cada una cuatro varas y media de largoy una vara escasa en su mayoranchuracerradas por todas partesa excepción de un solo agujero en medio delpuentedonde puede meterse hasta la cintura el hombre que las conduce. Muchasredesanzuelos de hueso y otros utensilios de pesca; cestos para agua y lecheperfectamente tejidosde hojas de palmafibras de árbolesgrama muy menudapajaetc. Hay también varios adornos femeniles: brazaletes y collares deconchaspiedras pequeñas o dientes de animales; collares de plumafajasbolsas de cuero o tejidos de sustancias vegetalescon adornos de bordado ypespuntes de varios colores; botas de cuero y camisas de intestinos de ballena.Platos y cuencos de varias frutas o maderasy otros utensilios domésticos.Máscaras de madera para sus bailes y regocijosrepresentando varios animaleso figuras humanas disformes; instrumentos músicos para el mismo efectoqueconsisten en unas cajas de maderadonde echan piedrasque suenan con elmovimientoy flautas semejantes a las del dios Pancompuestas de sietenueveo diez cañasiguales en grueso y desiguales en longitudunidas unas conotras. Peines para arañarse los rostros en ocasiones de dolor privado opúblico; máscaras de madera con figura humana y adornadas de cabelleranaturalque ponen a las puertas de las casas por la muerte de algún amigo: unade ellas tiene mucha expresióny se parece perfectamente a la máscaratrágica de los antiguos. Hayademásalgunos ídolos hechos de plumasencarnadascon unos ojos grandes muy espantososla boca disforme y guarnecidade colmillos de animales; estos ídolos constan sólo de cabeza y cuellodetamaño mayor que el natural y de formas horribles; los sacerdotes los llevan enlas manos en las grandes ceremonias públicas. Igualmente se ven varios trajesde reyes y magnatesde singular hermosura y artificiohechos de plumasfinísimasde extraordinaria brillantez y exquisitos colores; cascos muysemejantes en su forma a los antiguos de las armaduras europeas; bandasdiademascetros y otros adornos de igual materia y artificio; y entre ellosestá el precioso manto y penacho que llevaba puestos el rey de Owhyhee cuandorecibió a Cookal cual se los puso y regalópara manifestarle lasatisfacción que había recibido al verle.
Tales sonen sumalos principales objetos que se conservan en el MuseoLiveriano. Es muy sensible que el edificio no sea bastante capaz para darlesotra colocación más cómoda; y sobre todohacen gran falta unos catálogos detodo lo que haycon el orden y explicación conveniente; pues los que hastaahora se han hecho sólo tratan de la colección de Cook. De todas manerasescosa verdaderamente digna de la atención de cualquiera curioso y de los que sededican al estudio de la naturaleza o a la historia de los conocimientos humanosy costumbres de las naciones.
27
Al entrar por primera vez en Londresse percibe el olor desagradable delcarbón de piedraque con tanta abundancia se quema en esta ciudadpero apocos días se hace costumbrey no incomoda. No obstantecomo quiera que estecarbón despide un humo espesolleno de partículas sulfúreas y bituminosasque por la humedad del aire (particularmente en invierno) no puede subir a unaaltura proporcionadani ser llevado por las corrientes del viento a lugaresdistantessino que vuelve a caer sobre la ciudad mismaresulta de aquí que elaire que en ella se respira es muy perjudicialcarga la cabeza y ataca elpechocon notorio peligro de la salud.
No se gasta otro carbón que éste generalmenteni en las fábricas ni enlas casas particulares; con él se guisa en las cocinasy con él se calientanlas habitaciones en inviernopuesto en estufas y chimeneas. Si éstas fuerantan mal construidas como las de Españapresto morirían ahogados cuantoshabitasen los cuartos donde las hubiese; pues si alguna vez (que es muy raro)llega a rebatirse el humo dentro de elloses tan insufrible e infernalqueinmediatamente hay que abrir puertas y ventanas para darle salida. Pero el arteha llegado en este punto a su mayor perfeccióny no debe omitirse que el mismoBenjamin Franklinaquel hombre admirablehonor de nuestro sigloque quitó elrayo a Júpiter y el cetro a los tiranosno se desdeñó de escribir un tratadosobre el modo de construir chimeneas.
Hay minas abundantísimas de carbón de piedra en Inglaterray todo esmenester para el inmenso consumo que de él se hace. Es muy pesado; al irseencendiendodespide gran porción de aire inflamado y humo sulfúreo; una partede él se derrite y arde como pezel fuego que produce es sumamente activo ydurable; circunstancia que le hace preferible a cualquier otroen particularpara el uso de las fábricasherrerías y fundiciones. En España hay tambiénminas de ello; pero en España sólo se hace caso de las minas del Perúorigenfunesto de nuestra inacción y nuestra pobreza.
28
La bata largala escofieta y el sombrero es un traje muy común en Londres;las criadas de las casascon su escofieta y su bata puestasestropajean lasescalerasatizan la lumbre y friegan las vasijas más necesarias al usodoméstico; las mujeres que barren el lodo de las calles no por eso dejan deestar muy puestas de sombrerillo y batani por eso tampoco dejan de pedirlimosna a cuantos encuentran. No hay que decir que las que venden frutaslechebonoscoplas y otras frioleras van del mismo modoporque debe inferirse; laslavanderas igualmente se presentan con el mismo atavío. Es verdad que nosiempre la calidad de las telas y adornos es de lo más delicadoni siempreanuncian acabar de salir de la tienda; pero esta circunstancia accidental ¿lesquitará el ser batas y escofietas y sombrerillos?
29
Las maderas de Indias son tan comunes en Londresque yo puedo asegurar nohaber visto en ninguna casa decente mesaspapelerasestantesbancosveladorescajoncilloscamasrinconerasetc.de maderas de Europa. Esnecesario que sea muy infeliz el que no tenga en su habitación muebles de estacalidad. Nosotrosdueños de toda la América y de Filipinasno gozamos deeste privilegioy tal vez compramos a los ingleses estos muebles mismossiqueremos (con mayor equidad en el gasto) que la perfección de la hechuracorresponda a lo precioso de la materia. Antiguamentea lo menos se labraba enEspaña el nogal; ahora pintamos el pino de color de porcelana: ¡quéridiculez! ¡Como si pudieran hacerse camas y sillas de barro! ¡Cuánto esmejor el color hermoso y natural de las maderas preciosas de Indiasque estosbarnicesdestinados a fingir cosas imposiblesy que anuncian a un mismo tiemponuestro depravado gusto en las artesnuestra poca actividad e industria!
Cuadernosegundo
1
Parte de una carta dirigida al Rey de Inglaterra por J. Gooranifrancés. París1º de Febrero de 1793. (Véase Le Moniteur22Febrero.)
Dans le commencement de son règne votre majesté a pouvè qu'elle savaitapprécier le mérite de chacun de ses ministres; elle avait le bon esprit alorsde ne se confier qu'au plus habile: elle paraissait ne vouloir chercher sonagrandissement que dans le bonheur de ses peuples. Pourquoi avez-vous changé deconduite? Pourquoisous le gouvernement d'un prince éclairé tel que vousSireremarque-t-on une excessive dégradation dans toutes les parties del'administration intérieure et extérieure de vos états? Pourquoi l'historienexact ne peut-il recueillir dans votre règne que des fautes impardonnables?Votre Nation fut-elle jamais si corrompue que depuis que vous êtes sur letrône? Vos ministres n'ont-ils pas surpassé leurs prédécesseurs les plusméprisablesen duplicitéen basses intriguesen ignoranceen rapinesenperversité? Comment avez-vous pu consentir de devenir le jouet et l'esclave deces avides et perfides adulateurs? Pourquoilorsque vous pouviez devenir ungrand roiavez-vous préféré d'être un tyran...? La Nation vous reprocheSirevos presses fréquentes et vos camps armés. Elle vous reproche d'avoiraugmenté vos milices et vos troupes de terresi inutiles à votre pays. Ellevous reproche les cruels et vains efforts que vous avez faits pour asservir lestreize provinces d'Amérique: efforts qui ont augmenté votre dette publique dela somme énorme de 139.171876 livres sterlinget dont elle paie un intérêtannuel de 3.575.126 livres sterlingsomme égale à la totalité des revenuesréunis des rois Suèdede Dannemarkde Sardaigne et du Stathouder. Elle vousreproche d'avoir miné sourdement la liberté des Hollandais: elle vous reprochevos fréquentes tentatives pour porter les prérogatives du trône beaucoup audelà des bornes posées par la Constitution Britannique; elle vous reproche desemprisonnements arbitrairesencore plus fréquents qu'ils ne le furent sous lerègne désastreux d'Edouard IV; elle vous reproche des violations manifestes dudroit naturel; de la liberté de la presse; elle vous reproche les violationsles plus multipliées des droits de propriétépar une foule d'impôtsarbitrairesde prohibitions et de monopoles odieux; elle vous reproche defavoriser l'espionnage et les délations; elle vous reproche d'avoirperfectionné l'art de la corruption et d'avoir corrompu les membres les plusacrédités des clubs de Londres et des provinceset l'opinion publique enremplissant vos gazettes de mensongesde calomnies et d'insinuationsperfides... La Nation vous reproche votre opposition à la réforme des vicesdes élections et de la représentation nationale; elle vous reproche d'avoirexcessivament augmenté les impôts et la dette publique; elle vous reproched'avoir constamment travaillé à l'asservir et à la ruinerenfinelle vousreproche de soutenir avec opiniâtreté votre ministre Pittprincipalconseiller et complice de la plupart de ces délits; et souillé de tant decrimesn'êtes-vous pas plus coupable que Charles I? Pour régner avec gloireet prospéritévous deviezSirevous appliquer à faire établir le parfaitequilibre des autorités constituées dans votre royaume: vous avezaucontrairetoujours travaillé à faire pencher et à fixer la balance en votrefaveurvos ministres ont envahi tous les pouvoirs; et par votre dernièreproclamation; ils vous ont fait usurper encore le pouvoir judiciaire; et cesefforts si multipliés vers le despotisme sont de véritables crimes delèse-Nation. Votre NationSiresait que c'est avec cette foule d'emplois etde dignités dont vous disposezet avec l'argent que vous lui extorquezquevous achetez ces fréquentes et serviles Adressesdans lesquelles l'impostureet la bassesse déguissant l'état désastreux de vos finances et la misère devos peuplesfont l'èloge de votre administration; et ces dégoutantesflagorneries rappellent le langage du vil sénat de Rome à Tibère. Ce sont lessuccès de l'espionnage et de la corruption exercés par vos ministres danstoutes les Coursqui ont donné à votre cabinet la juste réputation d'êtrele plus fourbele plus intrigant et le plus dangereux de l'Europe. Ce sont lessoins continuels de vos ministres pour exciter la cupidité mercantile de votreNationpour la rendre envieuse et jalouse du commerce et de l'industrie desautres Nationset pour la tenir dans une disposition perpétuelle auxhostilités; c'estdis-jecette politique abominable qui la rend ennemie detous les peupleset qui l'en fait détester. JamaisSirecette astuce rapacene s'est developpée avec plus d'audace que sous votre règne. Vos ministrespour faire des fortunes brillantes et rapidespour augmenter votre despotismeou plutôt le leurcorrompent tous ceux qui peuvent embarrasser leur marche oudivulguer leur délits. Pour ces corruptions il faut des sommes immenses; orsachant que la guerre est toujours un prétexte suffisant pour obtenir dessubsideset la circonstance la plus favorable pour étouffer les plaintes desmécontentsces ministres provoquent la guerre toutes les fois qu'elle leurconvient; et pendant que dure ce fléauleurs succès sont d'autant pluscertainsqu'ils dirigent eux même les dépenses de ces guerresde la marinedes armées de terre et de merdes affaires étrangèresdes espionsetc. Quede moyens pour pillerpour masquer leurs rapinespour payer et multiplierleurs partisans! D'ailleursles nouveaux impôts et les nouveaux emprunts quenécessitent les guerressont aussi des moyens certains pour multiplierpourattacher à la fortune du despote une foule de rentiers et de capitalistes quiont toujours un intérêt absolument contraire à celui de la Nation... C'estpar ces affreux moyensSireque votre famille a créé la presque totalité del'énorme dette de 280 millions de livres sterlingdont votre Nation estaffligéeet dont elle paie neuf millions sterling d'intérêt annuel. Cettedette est d'autant plus crianteque l'interêt en est trop faible pour êtresusceptible de réduction; qu'elle n'a point et ne peut avoir d'hypothèque; queles Nations étrangères ont plus de fonds dans cette dette que les Anglaisd'où il résulte que la plus grande partie des intérêts de cette dette estannuellement dépensée hors de vos Étatset que la portion de la detteviagère extinguible n'est que d'un million deux mille livres sterling. Cettedette est plus criante encorelors que l'on considère 1º que toutes lesNationsla vôtreSireest la plus écrasée d'impôtset que c'est encorevous qui avez créé la majeure partie de cette dette accablante; 2º quel'énorme taxe de trois millions sterling pour les pauvres et le grand nombre devos hôpitaux très-fiches et très-peuplésprouvent qu'une grande partie devotre Nation est réduite à la mendicité; 3º qu'avec une liste civileextrêmement richeon vous en voit mendier fréquemment l'augmentationsous lefaux prétexte que vous avez des dettes: tandis que tous les Anglais voient quevous vivez sans fasteque vous ne dépensez rien revenus de votre Électoratet que vous avez en caisse au moins huit millions sterlingqui sont perdus pourla circulationetc.
2
Los ingleses gustan mucho de andar a caballo: los días festivos salen alcampo a pasearsey el que no tiene caballo propiole alquila. Ya se conocen enEspaña las sillas inglesas: el traje propio de un inglés que sale a correrconsiste en un chaleco ajustadounos calzones de ante muy largosunas botas yuna gorra de correo. Así se presentan también a las corridas de caballos quefrecuentemente se ejecutan en este país. Éstas se hacen en una llanuradondese forma un gran círculo de estacas clavadas a trechos: hecha la señalpartena un tiempo los competidoresy en pocos minutos corren circularmente muchasmillasluciendo igualmente en esto la resistencia y ligereza de los caballos yel arte de los jinetes: el que llega antes al puestosegún las vueltas en quehan convenidoes el vencedor. Estos juegos atraen mucho concursoy corre muchodinero de unas manos a otraspor las apuestas de los que compiteny lastraviesas de los apasionados. Los ingleses no hacen buena figura a caballo: enel paseo son desgarbados y sin graciay hacen movimientosque más parece queellos llevan el caballoque no que el caballo los lleva a ellos: en la carreracomo sólo se trata de correres disculpable verlos echados sobre el cuello delcaballo; le aplican la espuela de cuando en cuandoy corren con increíblevelocidad. Los caballos son zanquilargosenjutos y rabones.
Esta afición a cabalgar no está sólo reducida a los hombres; también lasdamas toman sus lecciones de picaderoy van a pasearse a caballo a los parajesmás concurridos. No montan a horcajadassino a mujeriegas; llevan sus vestidosde cazasus botassu sombrerillo con plumasque tiemblan al movimiento delcaballoaudaque viris concurrere virgo. Pero perdónenme las inglesas:una mujer sobre un caballo no parece bien: cuando su sexo se nos presentarobustorígido y ferozcomo en este casodesaparecen la delicadeza y latimidezque son los signos que le caracterizan. La mujer que gusta de domarcaballosdespídase de enamorar corazones: toda acción de fuerza es extrañaen ellasy en tanto son amablesen cuanto nos parecen débiles. Asípor elcontrariocuando a un hombre nacido para los ejercicios robustos de su sexosele ve en la flor de su juventudendeble y afeminadometido entre los cristalesde un cochese hace indigno del cariño de una mujer. Sean ellas hermosassensiblestímidas y delicadas; éstas son las armas que la naturaleza lesconcedió; nosotrosendurecidos en las fatigascedamos sólo a unos ojos y auna boca que sonríe suavementea cuya violencia deliciosa no hay corazón queno se rinda. Tal es su destinotal es el nuestro.
No diré lo mismo de las inglesas que se ven continuamente en las calles y enlos paseos dirigiendo un birlocho con dos caballosporque no es aquélla unaacción de fuerza virilsino de inteligencia y destrezaayudada por el arte.Una dama hermosa que atrae los ojos del concurso desde aquella alturadonde sela ve dirigir con fácil impulso dos caballosque ceden a la rienday enpresta carrera burlan la atención curiosa que la sigueno es una mujeres unadeidad que se presenta a los hombres en carro de triunfo. Nada se ve en ella queanuncie la fatiga o el peligro: su hermosura la hace poderosa; y así comoenamora los ánimos con su vistaasí sujeta la ferocidad de los brutos alimperio de su voz.
3
Las naciones opulentas por su industria y su comercioestablecidas en unterreno ingratoque las niega la abundancia de exquisitas produccionesnaturalessiempre manifestarán en sus costumbres una mezcla de groseríainterés sórdidogenio suspicaz y desconfiadoque hará su comunicacióndesagradable a las demásen quienes no concurren iguales circunstancias; yestos vicios serán mayoresa proporción que su riqueza y opulencia aumenten.
Un lapóncubierto de pielesocupado en la pesca y la cazasin otras ideasde comercio que las que puede adquirir en el trueque de los pocos frutos de supaís por los artefactos o utensilios que necesitaproducto de las artesextranjeras que desconoceignorante acaso de lo que es dinero y riquezapodráen aquella simple rusticidad conservar costumbres inocentes y virtudes socialesque tal vez faltan entre las naciones civilizadas que más las aplauden ypreconizan. Pero un ingléscorrompido por los placeres y los vicios que leproporciona su riquezariqueza artificialno debida a la fertilidad de susuelosino a su industriaha de entregarse exclusivamente a mantener aquelprecario esplendoradquirido en fuerza de las exclusiones injustas que seprocuravaliéndose de la ignorancia y descuido de las demás nacionesyejerciendo un monopolio tiránicomientras se lo permiten los que deberíandestruirle o inutilizarle.
¿Por qué son poderosos los ingleses? ¿Por qué esta isla separada delorbeque en el estado de naturaleza debía sólo contener algunas poblacionesde pescadores y vaqueroshace frente a las naciones más temidas de Europatiraniza el Asiainfesta la Américay señorea con sus escuadras el mar? Puesno es otra la causa original que la misma insuficiencia natural de su terrenola misma rigidez de su climaque no pudiendo darles las delicias de otrospaísesles ha hecho buscar por medio de la industria la riquezaúnicoarbitrio de proporcionárselas o de suplirlas. ¡Tanto puede el genio delhombreexcitado por la necesidad e irritado por los obstáculos! Pero ¿cómopodrían competir por mucho tiempo los que nada tienen con los que lo tienentodosi no fuese por la indolencia de éstos y por el incesante afán con quelos otros suplen a fuerza de arte lo que la naturaleza les negó? El sistema deaduanas de Inglaterramurallas impenetrables a la industria extranjeradondese pagan derechos tiránicos de introducciónfavoreceestimula y premia laindustria nacional. El acta de navegaciónque no puede considerarse sinvergüenza de las demás naciones de Europafavorece de tal manera su marinacomercianteexcluyendo cuanto es posible las otrasque no sé por cuál razónexiste sin que una guerra general le destruya; pero tal vez los hombres pierdende vista sus verdaderos interesesy sólo derraman su sangre por lo que menosles importa. El despotismo atroz con que tiranizan el Asia es harto conocido; elcontrabando que ejercen en nuestras posesiones de América y el constantesistema de usurpación tan repetido yaque ignoro cómo se dilata el golpemortal con que nos despoje de aquellos dominiosque han sido siempre el objetode su ambición. La falta de frutos la suplen con la actividad de sunavegaciónque va a buscarlos donde la naturaleza los produce; los llevan aInglaterralos mejoran y convierten en objetos de necesidad y de lujoyvuelven a venderlos con nueva forma a las mismas naciones a quienes loscompraron o los hurtaron primero. La falta de brazos la suplen con máquinascaminos y canales; la falta de minascon el giro de su comercio y los productosde sus artes; la falta de propiedad individualcon socorros voluntarios ysuscripciones; y a este plan de interés común preside el espíritu depatriotismoque todo lo abraza y vivifica.
¿Qué muchopuesque un extranjero se vea sacrificado desde que entrahasta que sale de Inglaterra? ¿Qué mucho quesi es ricole engañeny si espobrele desprecien? ¿Qué mucho que le pidan dinero por entrar en unaiglesiapor ver un palacio del Reypor ver el Parlamentopor ver un jardínpor leer en una bibliotecao por ver un museoun gabineteuna armeríaocualquiera otra curiosidad pública? ¿Qué mucho que se le dificulte ver unafábricaun almacénuna máquinay que siempre le miren como a un espíasospechoso? ¿Qué muchoen finque falte en el genio nacional franquezadesinterésmagnificenciasi estas virtudes son opuestas directamente alinterés privado y públicoque ha producido por necesidad los vicioscontrarios? A estas causas debe atribuirse la reservael egoísmoladesconfianzala dureza para con los extranjerosla ambición y el espíritu derapiñaque hace a los ingleses tan poco amables en su trato a todos los que nolo son.
4
En ninguna parte he visto practicada la verdadera caridad pública con tantoacierto como en Inglaterra: aquella caridad que socorre la verdadera pobrezayla hace desaparecer por medio de auxilios oportunos; que proporciona el trabajoque sostiene la inocencia y la virtud contra los peligros a que la necesidad lasexpone; que alivia a la naturaleza dolientedébil o decrépita; en unapalabraaquella quedejando libre a los delitos el camino de la prisión o delcadalsoampara a los que se hacen dignos de invocarlay en cuanto es posibleenmienda los males que causa al género humano la desigualdad escandalosa de lasfortunas. Ya debe suponerse que donde se ejerce esta ilustrada caridadno severán filas de pobres asquerososinsolentesholgazanesllenos de viciosespulgándose al soly esperando la hora de llenar las horteras en una olla debodrio que se reparte entre ellos; ni se verá lleno de esta gente el portal deun poderosoni la entrada de una iglesiadonde con grande ostentaciónfarisaica se les reparten cuarenta o cincuenta realesde dos en dos cuartos;porque ni ésta es caridad cristianani éstos son pobres.
Cada parroquia de Londres socorre a los suyos; en todas ellas hayestablecimientos para huérfanos de ambos sexos; los alimentanlos vistenloseducan y los enseñan; los muchachos aprenden un oficio; las muchachastodaslas labores que las son propias. Ellos mismos (sin perjuicio de la facultad aque particularmente se dedican) tejen los pañoslienzos o telas de que sevisten; cortan y cosen los vestidos; en sumacuando es de su usootro tantohacenpues sólo se les dan las primeras materias. Todos ellos alternan enestas ocupacionesde donde resulta que aprenden cuatro o cinco oficios a untiempo: un muchacho que es tejedor una semanaotra es sastreotra zapateroyasí va mudando de ejercicios: todos los sabe y todos los practica. Lasmuchachasentre otras obligacionestienen la de hacer camisas para unos yotrosmediascalcetaslavar y coser la ropa.
Estas parroquias asistenen los varios hospitales de la ciudada susenfermos; en otrosa las mujeres preñadas; dan medicinas y otros auxilios ennecesidades particulares; socorren a las viudasa los ancianos e impedidosyproporcionan ocupación a todo el que puede trabajar. Esto se sostiene en virtudde las limosnaseventuales o de obligacióncon que contribuyen los vecinos decada parroquia; y no contando lo que se da voluntariamenteque es muchobastasólo advertir que uno de los impuestos de Londresy acaso el más fuertecomoel más justo de todos elloses el que se da a la parroquia para estos finesarreglado a una sexta parte del alquiler de la casa que cada uno ocupa. El quepaga seis mil reales de alquiler al añodebe contribuir con mil para lospobresguardándose en todos los casos la misma proporción de uno a seis.
No es fácil ponderar las sumas inmensas que se recogendestinadas a estosfines piadosos; ni hay cosa que dé una idea más grande de la riqueza de estepaísque las suscripciones cuantiosas que se hacen diariamente con variosobjetos. La que se abrió para socorro de los curas francesesrefugiados aInglaterra en tiempo de la revolución de Franciaascendiódesde últimos deagosto de 92 hasta fin de marzo del año siguientea catorce mil librasesterlinas.
5
En Londres son los borricos más útiles y menos infelices que en Madrid. Envez de cargar sobre ellos pesos que no pueden sostenery expuestospor su malacolocacióna que den con ellos en tierracomo lo hacen nuestros yeserosladrilleros y empedradoresaquí los hacen tirar de unos pequeños carrosdonde cada borrico llevacon menos molestiauna carga tres o cuatro vecesmayor que la que podría conducir a lomo. Cuando la distancia o el pesoaumentansuelen poner dos burros a cada carrocolocándolos uno detrás deotrocomo las mulas de las galeras catalanas.
6
Una de las cosas que más admiran a un español que llega a Londreses lapoca sujeción que les da su grandeza a los más grandes personajes de la Cortey la libertad de que gozanhabiendo sacudido la cadena intolerable de lasceremonias y la etiqueta. He visto al Príncipe de Galesesto esal herederode la coronapaseándose a caballo con un amigocomo pudiera cualquierparticular. Alguna vezen visitaen casa del Marqués del Campocon eluniforme de su regimientoy otrassin distinción algunacon su sombreroredondofrac y botassin criadoni amigo que le acompañedivirtiéndose conlas estampas o muestras de modas que están a la vista en las tiendas. Con estetraje se va a almorzarcenar y beber a casa de sus conocidos y conocidas; conél se presenta frecuentemente en los teatrosy alguna vez se le ve sentado enel patio o en las galerías que ocupa el pueblo. Cuando asiste a las máscarasdel Renelaghlleva descubierto el rostroa fin de evitar cualquier disgustoque podría originársele de no ser conocido.
Habiendo citado estos ejemplos de quiendespués del Soberanoes el primerpersonaje de la naciónya debe inferirse que los demás príncipes y losseñores del reino se portarán del mismo modo.
7
En comprobación de lo que se ha dicho ya en varios artículos acerca delculto que se da al dios Dinero en esta naciónno es de omitir una frase queestá muy en uso entre los ingleses. Es natural cuando uno pregunta a otro ¿quiénes aquél? que le respondan: Aquél se llama N.; tiene tal facultadoempleoha hechoo escritotales obras; tiene tal habilidado tales prendas;es de tal paísetc. pero en Inglaterra no sucede así. Aquí se pregunta ¿quiénes aquél?y responden inmediatamente: Aquél vale dos mil guineaso más o menos; y según es lo menos o lo másasí es el gesto de aprobacióno desprecio del que lo pregunta. Esto de valer tanto significa que aquelhombre junta tanta renta al añoya sea por sus haciendaspor su industria opor sus sueldosy tal es el modo de informar del mérito y circunstancias decualquiera. La estimación que de él se hacees en razón del dinero quetiene; y se tasa a un hombre como se pudiera tasar a un carnero o a un cerdosegún la calidad de su lanao las libras de manteca que puede producir. Si elTassoCervantesMiltonCamoens... atravesaban por una calle de Londresnadiediría: «Aquéllos han escrito la Jerusalénel Don QuijoteElParaíso perdidoy Los Lusíadas»; dirían (según la frasevulgar): Aquellos cuatro que van por allívaldránuno con otrodoscientos reales.
8
De Londres a Southamptonpor Winchesterhay 75 millas (o 25 de nuestrasleguas); se andan en doce horas en el coche públicoy el coste es poco más decincuenta reales. El carruaje en que yo fui tenía ocho ruedas del tamaño delas pequeñas que se usan en los coches; la caja era de esta figura. Se entrabaen él por una puertecilla que tenía detrás (según aquí se representa);caben en él diez y seis personascolocándose en dos filas lateralesuna enfrente de otra. Se acomodan también otros encima del techode suerte queentre los de adentro y los de fueratal vez suelen ir veinte o veinte y cuatropersonas en este carruajetiradas por seis caballos. Éstos se mudanregularmente de cuatro en cuatro leguaso poco menos.
Hasta las veintiuna millas de Londrespor el camino mencionadotodo esllanuras muy bien cultivadaspastos abundantesárboles y mucho caserío.Después se atraviesa una parte del pequeño parque de Windsordonde el terrenoes más desigual; y hasta las treinta y seis millas nada se ve sino algunospinoscardosy aliagas; todo está inculto y áridoni aguani verduranicasasni hombres: me pareciócuando pasé por allíque ya estaba en mitierra. Cerca de la casa del administrador o mayordomo de esta posesión Realse ve una cascadahecha a mano con grandes piedras: cosa fea y ridícula porcierto. Esta soledad desagradable (donde suceden frecuentes robos) se acabapasado el pequeño pueblo que llaman Hartford-Bridge; empiezan a verse despuéscampos cultivadospastos y bastantes árboles; pocas casas y pobrescon techosde paja muchas de ellas. Hacia las cuarenta y tres millas se atraviesa un nuevocanalhecho por suscripciónque a principios de Mayo de 93 aún no teníaagua: excavación poco profundapuentes de ladrillo muy bien hechos; obraútilno magnífica ni dispendiosa. Hasta Winchester se ven terrenos muy llanosen generalmucho trigo y cebadapinos y otros árboles y a lo que puedejuzgarse desde el caminoescasa población. Winchester está situada al pie deun cerroen cuya parte superior se ven aún pedazos de sus murallas: es ciudadmuy antiguay fue en su tiempo muy fuerte; la rodean varios montecillosdescubriéndose por todas partes un terreno desigualbien cultivado yagradablecon aguaárboles y ganados. Su antigua catedral es obra hecha endos épocas muy distintas; su forma es la de una cruzcuyos dos brazos son dearquitectura sajónicaque puede considerarse como una ruda imitación de losórdenes dórico y toscanomás robusta en sus proporcionesy sin ninguno desus adornos; sus columnas son muy cortas y cilíndricaslas basas cuadradas ytambién los capiteles en la parte superiorformando un octógono en lainferiorpor donde se unen a la columna; todos los arcos son semicirculares. Lacabeza y pie de la cruz son mucho más modernosde estilo gótico pocoelegante. Es muy notable la pila del bautismocuadradade mármol negroconbajos relieves por la parte exteriorse cree que es también del tiempo de lossajones: en dos de sus ángulos se ven varios pájarosy en los otros dosparece que quisieron representar milagros de algún santo; todo monstruosoyque anuncia haber sido hecho durante el general letargo de las artes. Hay enesta iglesia varios sepulcros de prelados y otros grandes personajesy enalgunos de ellos es de admirar la delicadeza del estilo gótico; se conservantambién en varias urnas los huesos de los reyes sajonesque tuvieron su Corteen esta ciudad.
Una de las curiosidades más apreciables que se conservan en Winchester es lafamosa tabla redonda donde el Rey Artus (o Arturo) comía con susveinticuatro caballeros: es de una sola piezatiene diez y ocho pies dediámetroy es monumento de más de mil años de antigüedad. Desde Winchestera Southampton hay doce millas; se atraviesa una porción de terrenoperteneciente a la Coronadespoblado e incultopero muy agradable por losmuchos robles y otros árboles que le adornan. Southampton está situada alextremo de un brazo de marque haciendo dos senos a un lado y otrola rodea ensemicírculo; el terreno es desigualy todo cubierto de vegetación; muchosárbolespradostierras de siembracasas de campojardines y otros objetosagradablesque forman unas cercanías las más deliciosas que se puedenapetecer la salubridad del airela abundancia y calidad de los comestibleslainmediación del marlos objetos de lujo y comodidad que en ella se encuentranson circunstancias que hacen agradable a cualquiera su residencia en estaciudad; y doloroso dejarla. A corta distancia de ella está la fábrica demotones para los navíos (única en Inglaterra)de donde se provee la armada ynaves mercantes: el director de ella se ajusta con el Gobiernoy una de lascondiciones es que los motones han de durar en buen estado siete años. Todaslas máquinas necesarias para su construcción se mueven por aguay mucha partede las maderas que en ellas se emplean son de nuestras posesiones en América.Hay una sierra circular para cortar las esquinas de los maderosdispuesta enesta forma; otratambién circularcompuesta de dos planchascon la cualatraviesan un pedazo grueso de madera sin dividirlehaciendo dos rajas en élcomo aquí se representa; luego que la sierra ha entrado hasta la mitad en eltroncose vuelve éste por el otro ladoy repitiendo la operaciónquedanhechas las dos rajas; la forma de la sierra es ésta: todo esto se hace conadmirable presteza y exactitud. Vi también una bomba para sacar el agua de losnavíoscon dos émbolosde los cuales el uno baja cuando el otro subeproduciendo por este medio extracción continua y abundante: su forma era segúnexpresa el diseño adjunto. Cerca del mar vi una especie de hornodondecalientan agua en grandes calderasy poniendo sobre ellas troncos de árbolesmuy gruesoslos reblandecen por medio del vapor del agua que recibenydespués les dan la forma que necesitan para la construcción de los navíos.Desde Southampton a Gosport se va por terreno quebrado; y aunque se hallanalgunos pedazos incultosse gozan agradables vistas: hay muchas casas delabradoresy otras de particulares ricosconstruidas con elegante sencillez;abundancia de árbolespastostierras de siembraganadosetc. Gosportsituada al poniente de Portsmouthcon el mar en mediopuede considerarse comoun arrabal de aquélla: es ciudad pequeña; no hay en ella edificios notablesni es cosa grande la fortificación que tiene por parte de tierra. A cortadistancia de la ciudadhacia el Mediodíahay un grande hospital de marina;excelente edificiosencillocómodo y ventilado por todas partes; en cuanto ala limpiezaasistenciabuen ordenmedicinacirugíabotica y cocinabastará decir que es uno de los mejores de Inglaterra. Para ir de Gosport aPortsmouth se atraviesa en cinco o seis minutos el puertoque es uno de losmás seguros y espaciosos de Europacapaz de contener las armadas másnumerosas; se ve a la parte del Mediodía la isla de Wightque está enfrentede su entrada; entre Poniente y SurSpithead; al PonienteGosport; al Nortela parte de tierra donde acaba el puerto; y al Oriente la ciudad de Portsmouth:estoy la multitud de navíos de todos tamaños de que está cubierto el marofrece a la vista el espectáculo más delicioso. Fui a la vez al Real Jorgenavío de cien cañonesque a la sazón estaba al ancla en aquel puerto: cosaadmirable para quien ve por primera vez una máquina tan grande y artificiosa.El coste de un navío de este porte se regula en ciento y cincuenta mil librasesterlinas; su tripulación setecientos hombres; y cuando le manda un almirantesuele aumentarse hasta ochocientos.
Portsmouth es ciudad de corta extensión; pero tiene a la parte del Norte unarrabal mucho mayor que ella; en una y otra población hay muy buenas callesmuy limpiascon muchas tiendasposadasetc.: no hay en una ni en otraedificios dignos de particular atención; pero son verdaderamente magníficoslos que están separados de la ciudadinmediatos al puertodestinados paraalmacenes. Esta plaza se ha fortificado con la mayor inteligencia y sin perdonargasto algunoatendida la importancia de ella: de cinco años a esta parte se hadado mayor extensión a sus muros y fososa fin de rodear con ellos el arrabalque está a la parte del Nortey que antiguamente se hallaba fuera de lasfortificaciones de Portsmouth; pero es tal la extensión que ha sido necesariodarlas para este finque se cree que apenas bastarán veinte mil hombres paraguarnecerlasen caso de ataque. Han hecho prados artificiales sobre las mismasmurallas para los caballosy plantíos de árbolescon vallados de arbustosque forman un jardín continuado por toda la extensión de los muros; cosa nomenos útil que agradable. Desde allí se goza la vista de un campo ameno ydeleitosoy a lo lejoshacia la parte del montese ve todavía un castilloconstruido por Julio Césarcuando hizo su invasión en Inglaterra. Haytambién un teatro en Portsmouth: mal edificiomalas decoracionesmalosactoresmala músicamalas piezas.
Volví por el mismo camino a Southampton y Winchesterpero no es de omitirque en la primera de estas ciudades hallé una preciosidaddigna de laadmiración de cualquier viajero. Había en uno de los cuartos de la posada unbiombo de chimenea; fui a examinarley así como Eneas se extasió al ver enlas pinturas de Cartago representada la guerra de Troyay D. Quijote perdiólos estribos a vista de las tobosescas tinajasasí yo me llené de entusiasmopatriótico al ver que el tal biombo estaba aforrado con unas conclusionesvallisoletanasen tafetán amarillocon sus cenefas correspondientes deáguilas y flores y garambainas tipográficas; su dedicatoria con citas deRavisio TextorSan JerónimoPlinio el menorNatal CómiteMaluenda yPicinello. ¡Qué tesorosi el bárbaro posadero inglés que le posee supieraapreciarle!
Desde Winchester a Basingsthoke se halla poca población y pocos árboles;pero excelentes campos de siembramuy bien cultivados. Windsorsitio realestá situado en medio de unas llanuras deliciosasque miradas desde lascolinas inmediatas o desde el castilloofrecen a la vista un espectáculo elmás lisonjero: árbolesprados de eterno verdorpor donde el Támesis vagacon perezoso cursobosques sombríoscalles larguísimas de castaños deIndiascubierto el piso con una alfombra blanda de céspedes menudos: tododeleitatodo ocupa agradablemente los sentidos y enajena y suspende el ánimo.La naturaleza es más robusta en Aranjuezpero menos alegre; en vez del calorinsufrible que allí se padeceaquí se respira un aura suave y fresca; en vezdel polvo abrasador que allí se pisaaquí se viste la tierra de yerbas yflores; no se ven aquí cerros pelados que estrechan el terreno y reverberan elfuego del sol; por una parte el terrenomás abierto y con más vegetaciónypor otra el climamucho más templadohacen el sitio de Windsorincomparablemente más deleitoso que el de Aranjuez. El palacio del ReyllamadoWindsor Castleestá sobre una alturadominando a la población; todo él esobra góticagrande y de poco ornatohecha en tiempo del Rey Guillermo elConquistadorcon más apariencias de fortaleza que de casa de recreo. Entrandoen las habitaciones realesse ven las salas de Guardiascuyas paredes estáncubiertas de gran número de fusilespistolaslanzasespadas y otras armascolocadas con mucho artificio y formando varios dibujoscifras y adornos. Casitodas las salas tienen pintados los techos con asuntos mitológicos o alegoríasdedicadas a la gloria de Carlos IIGuillermo IIIla Reina Catalinay otrosasuntos nacionales; la mayor parte de estas pinturas son obra del pintor Verriomenos ingenioso y más correcto que Jordán. Los más de los cuadros que adornaneste palacio son retratos y países; lo que me pareció más notable fue: Judithy Holofernesde Guidocolocado en la sala de Conversación; Los dosusurerosobra admirable del famoso cerrajero de Amberesy Un muchachocon unos perrosde Murilloen la galería de pinturas. En la sala delDoselEscotoobra del Españoletoy muchos retratoscolocados envarias piezasexcelentemente pintados por Vandyck. En la pieza que llaman delas Hermosurasse ven hasta unos catorce cuadrosque son otros tantos retratosde las mujeres más célebres por su buena caraque florecieron en tiempo deCarlos IIy que merecieron particulares favores a aquel soberano. Si las artesdedican con tal frecuencia sus esfuerzos a inmortalizar las debilidades y viciosde los príncipes¿qué mucho que la austera filosofía las abominealconsiderarlas tan envilecidas y corruptoras? Lo que essin dudamás preciosoque cuanto se acaba de mencionares los cartones de Rafaelque representanasuntos sacados del Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles: después dehaber nombrado el artíficenada hay que añadir en su elogio. La sala quellaman de San Jorgedestinada para juntas de los caballeros de Jarreteratieneciento y ocho pies de largocon arquitectura pintada sobre la pared lisa; y enel lienzo del lado del Nortedonde no hay ventanasestá representado eltriunfo de Eduardollamado el Príncipe Negroal modo romanoobra del citadopintor Verrio.
El castilloque está inmediato al palacioes redondodividido en doscuerpos y colocado sobre una eminencia que domina todas las cercaníasdesdedonde (como ya se ha dicho) se goza de una perspectiva muy agradable. En lointerior de él hay habitaciones muy cómodas y alegres; una sala de guardiasadornada con armassegún se dijo hablando de las del palacio. Aquí suelenponer los reos de Estadodonde (exceptuando la libertad) nada les falta.
La iglesia del palacio es de gusto góticomuy claraalegrelimpia ydesembarazada; en el coro están los yelmosespadas y pendones con los escudosde los caballeros de la Jarreteray bajo estas insignias de guerra y muertelos rollizos canónigos cantan himnos al Dios de paz. En el altar hay una granvidrieradonde está representada la Resurrección del Señorobra de muchomérito. Antiguamente las vidrieras de las iglesias eran otras tantas pinturasy en las que han quedado se admira todavía la hermosura de los colores; peroeste arte se puede considerar como absolutamente perdido en Europa; los inglesesparece que quieren restablecerley la citada obra es una prueba de laperfección a que podrán llegar muy pronto. Esta vidrierahecha pocos años hapor el diseño del pintor Westreúne a la belleza del colorido (que es elúnico mérito de las antiguas) la exactitud del dibujo y la elegancia de lacomposiciónque no se halla en las otras. En esta iglesia hay algunossepulcrosdignos de la atención de los curiosos.
El camino de Windsor a Hamptoncourt es muy divertidogozándose la vista delTámesisque se atraviesa por un puente de maderay la del parquecubierto(como ya se ha dicho) de árboles y verduracon varios canalesque lehumedecen. Hamptoncourtsitio real a la orilla del Támesisfue posesión delcélebre cardenal Wolserque se la regaló a Enrique VIII. Al antiguo palacioconstruido por aquel preladose ha añadido posteriormente otro muy grandedeforma regularparecido bastante al de Aranjuez. Contiene muchas pinturasyesto es lo único que hay que ver en sus habitacionespuesto que en cuanto amuebles y otros adornosasí en este palacio como en el de Windsortodo espobre y mezquino. Los techos están pintados por Verriorepresentando fábulaso alegorías. En la sala de Guardiasque tiene sesenta pies de largo y cuarentade anchose ven cubiertas las paredes con armascolocadas según ya se hadicho tratando de Windsor. En las demás hay algunos retratos de Vandyck yvarios cuadros del GuercinoPablo VeronésPusino y otros pintores célebres;las nueve Musasdel Tintoreto; el Duque de Albapor Rubens; la Destrucción dela Armada Invencibleetc. El jardín tiene un gran canala cuyas orillas hayhermosas arboledas y bosquecillos; al lado del río hay un pequeño jardín deflores con un invernaderoy más allá otrodestinado para una parracubiertode cristales y con una estufa que le da calor por medio de un tubo que rodeatoda la pieza: todo esto es necesario para tener un racimo de uvas en estepaís. En un antiguo bosque de árbolesque está inmediato a la puertaprincipal del jardínhay algunos cedros muy robustos.
Desde Hamptoncourt a Londres hay quince millas; se pasaal salirpor entreunas calles de hermosos castaños de Indias; nada se ve desde el camino que nosea agradablesi bien se oculta mucho a la vistapor ser el terreno demasiadollano. A cada paso se hallan poblaciones y casas de campo magníficasqueuniéndose con otras comunes (al paso que uno se acerca a Londres)forman a unlado y otro del camino dos filas de edificiosque duran seis o siete millasantes de llegar a la ciudad.
Es necesario advertirantes de acabar la relación de este viajeque entodo él hallé un camino excelentecuasi siempre adornado a un lado y otro conarbustos y árboles agrupados en bello desordenque mantienen la frescura delpisosirven de cerca a las haciendasdan sombra y deleitan la vista. De lasposadas sólo diré que en lugarcillos de treinta y cuarenta vecinos lasencontré talesque ¡ojalá pudieran compararse con ellas nuestras fondas deMadrid! advirtiendo que en Inglaterra son ingleses los posaderosy no se sufreque venga un sórdido milanés a llevarse el dinero de la naciónsirviendo malal públicopara volverse al cabo de ocho o diez años a su tierracomprar untítulo de prínciperasparse la pringue de las marmitasy hacerse llamar Excelencia.¿En qué país donde haya un poco de industria se tolera esto?
9
Greenwich es un pueblo de bastante extensiónsituado sobre la orillameridional del Támesisseis millas al oriente de Londres. La mayor parte desus habitantes son empleados en el astillero y almaceneso marineros deLondrescuyo río debe considerarse como uno de los buenos puertos deInglaterra: el hospital de marina es lo más digno de atención en este pueblo.Fundóle Guillermo III en 1694dando para ello el palacio que había comenzadoa construir Carlos IIampliándole despuésy añadiendo más edificiossegún hoy se ven: el Rey y los particulares contribuyeron con sumas cuantiosaspara este establecimiento. En lo material se compone de cuatro palacios depiedra (que así pueden llamarse)con una gran plaza en medioy una calle muyanchaa cuyo extremo se ve el parquey en su mayor altura un observatorioastronómico. Toda la arquitectura de estas cuatro fábricas es grandiosaregular y uniforme; y en las dos inmediatas al parque hay dos galeríasinferiorescon más de trescientas columnas pareadasde veinte pies de altocon entablamento y balaustrada encimacosapor ciertoelegante y cómodayen las dos esquinas que dan a la plaza se levantan dos grandes cúpulasquehacen muy buen efecto. A pesar de las críticas que podrán hacer losinteligentes sobre las proporciones y adornos de estos edificiospuedeasegurarse (atendiendo al conjunto de ellos) que más parecen construidos parahabitación de un monarcaque para la de unos pobres marineros: el Rey deInglaterra no tiene palacio alguno que pueda ni remotamente compararse conéstos. Merece verse la que llaman Sala Pintadaque es una pieza de ciento seispies de largocincuenta y seis de anchoy cincuenta de altocon decoraciónde orden compuesto. En el friso se lee esta inscripción: Pietas augustauthabitent securè et publicè alanturqui publicae securitati invigilaruntregia Grenovici Mariae auspiciissublevandis nautis destinataregnantibusGuilelmo et Maria MDCXCIV. Todo este salóncon otro más pequeño acontinuación de él y el vestíbuloestán pintados por el caballeroThornhillcon alusiones a la munificencia Real y a los objetos delestablecimiento. La capilla es obra muy modernade exquisito gustoy la mejorsin dudaque he visto en Inglaterra. Es admirable la delicadeza con que estántrabajados todos los adornosasí en las maderas de las puertas y púlpitoscomo en los estucos de las paredes y el techo. En el altar hay un gran cuadromuy bien pintado por el pintor del ReyWestque representa a S. Pablo escapadodel naufragio en la isla de Malta; la composición me pareció confusa yembrollada hasta el extremo.
Hay cómodas habitaciones para el Gobernador y demás empleadosgrandescocinasrefectorioetc.; una enfermeríadonde no vi ni la limpieza ni elorden admirable que se observa en el hospital de Gosporty todos los oficiosnecesarios a la buena asistencia de los pobres.
El número de ellos era de dos mily el de las personas que habitan estehospital (incluyéndolos a todos) pasaba de dos mil quinientos. Todo el que haservido en la marina de Inglaterra un cierto número de añoscomo el quehallándose estropeado o enfermo no puede servirhalla aquí el asilo para suvejez y el remedio a sus males. A cada marino se le dan siete panes de a libracada semanatres libras de vacados de carneroguisantesquesocervezaycinco reales para tabaco; y esta última partida aumenta en razón de lasgraduaciones de sub-pilotospilotosetc. Cada dos años se les da un vestidoazul completoun sombrerotres pares de mediasdos de zapatoscincocorbatastres camisas y dos gorros.
Sus habitaciones son unas grandes salasdonde hay unos encajonadossemejantes a los de una sacristíay en ellos están las divisiones de lasalcobas; cada una con una camados sillasuna mesa y una pequeña papelera;encima de la cama hay un sobradillo para colocar en él unos trastos: cadaalcoba tiene su puerta y una ventana con vidriera al lado; todos estosdormitorios están abiertos por la parte superiora fin de que los ventile elaire común de la sala. En todo el hospital hay más de sesenta salasdispuestas en la forma dichay en ellas dos mil trescientas y ochenta camas.
El cuidado de este hospitalen cuanto al lavado y cosido de la ropabarridoy limpieza de las salasestá a cargo de mujeresy en esto se emplean lasviudas de los marinos.
Hay una escuela donde se da educación a sus hijosque gozan igualmente delas asignaciones de habitaciónración y vestido. Se les enseña la náuticalos principios de geometría y de astronomíay todos los conocimientosrelativos a este ramouniendo a la teórica la prácticaque ejercitan en losnavíos del Támesispara todo lo perteneciente a la maniobra. El que se admireal ver la formidable marina inglesae ignore a qué causas poder atribuir sudominio en los maresla extensión de su comerciola celebridad de susmaniobrasy su conocida superioridad en la guerra y en la pazsobre la de lasotras nacionesvea el hospital de Greenwich y hallará la solución de cuasitodas sus dudas.
El Támesisque baña el pie de estos edificiostiene grande anchura enaquel paraje; todo está cubierto de embarcacionesque llegan hasta el puentede Londresy en el astillero inmediato al hospital de Greenwich se botan alagua navíos de hasta cien cañoneslo que prueba la profundidad del río: losvi anclados en él de ochenta y noventa.
Detrás del hospital está el parquede corta extensióncon buenas callesde árboles y pequeños bosques: terreno desigualdonde podría hacerse unjardín muy delicioso. Desde la altura donde está el Observatorio se ve debajoel pueblo de Greenwichque cuasi es una continuación del de Derptford; elhospitalel Támesisque va haciendo varios giros por una gran llanura; lamultitud de naves que cruzan por él; la campiña de Londresllena depoblacionesedificios y cultura; y más lejos aquella gran ciudadcoronada detorres de piedraentre las cuales descuella la magnífica cúpula de San Pablo.
10
De Londres a Richmond (yendo embarcado río arriba) hay quince millasy eneste espacio se pasa por debajo de cinco puentes de piedra y dos de madera; seve a la derechainmediato a Londresel pueblo de Chelsea (donde hay un grandehospitalsemejante al de Greenwichpara los soldados inválidos delejército); igualmente se venhasta llegar a Richmondlos pueblos deBatterseaFulanPulneyCheswickKewBrentford e Isleworth; todos ellosventajosamente situados a una y otra orilla del Támesis. El río vaestrechándose al paso que se sube por ély su corriente es tan lenta y suaveque parece un cristaldonde se repiten los objetos de sus deliciosas riberasllenas de árboles y cultivoy variadas graciosamente por la desigualdad delpiso. Richmond está sobre la altura y vertientes de una montaña en forma deanfiteatro; y vista desde el ríono parece una población formalsino muchascasas de campointerrumpidas con jardines y bosques. Tiene dos o tres callesprincipalesmuy buenas y limpiascomo es ordinario en Inglaterra; una plazamuy espaciosacon el suelo cubierto de céspedesy árboles alrededor. Desdelo más alto de la ciudad se goza la hermosa vista de sus contornoscon casasde campojardinesparques y otros objetosy el ríoque la baña el piepordonde cruzan embarcaciones continuamente. El parque del Rey tiene once millas decircunferencia; abunda en caza; desde él se ve la ciudad de Londres y otrosmuchos pueblos. Los jardines de Richmond (pertenecientes también al Rey) sondeliciosos y de bastante extensión.
Kew dista dos millas de Richmondy trece por el ríode Londres; es cortapoblacióncompuesta de tres aceras de casasjardines y árbolesque formanuna gran plaza o camino triangular en medio. Sus jardines reales (que confinancon los de Richmond) tienen tres millas de circunferencia; el terreno es muyllanoy por consiguiente poco ventajosoy carece de agua; a pesar de estosobstáculosa fuerza de trabajo e inteligencia se ha logrado darles toda laperfección de que son susceptibles: cuarenta años ha era todo un desiertoáridoy hoy día (en cuanto a la vegetación) es uno de los mejores recreoscercanos a Londres. La forma de estos jardines es por el gusto inglésirregular: calles torcidasplantación desigualasí en las especies de losárboles (que hay muchas) como en las distancias que guardan entre sí; algunosde ellos son comparablespor su alturaa los de Aranjuez; al pie de ellosdejan crecer todo género de arbustos o árboles menoresque alternan sin ordenaparente con los otroscubren la desnudez de los grandes troncos y mantienen lafrescura y la sombracon agradables formas a la vistay l'arte che tutto fanulla si scopre.
Hay esparcidos por estos jardines varios edificios de regular arquitecturacuales son: el invernadero para criar naranjaslimones y otros frutos quenecesitan calorel templo de Belonael de Martede Pande Eolode laVictoriaetc.entre los cuales hay uno que es una mala copia de un mal temploantiguo de Balbekporque no todo lo que es antiguo es digno de imitación. Ladescripción de estos edificios daría una idea muy superior a su méritocomosucede en muchas cosas. Estos templos (donde no se encuentran las deidades a queestán dedicados) no son más que unos cenadores cerradoso gabinetesmuyreducidosno mayores que el de la cascada de San Ildefonsoy ni en lo interiorni exterior de ellos hay cosa notable; sobre todosu defecto capital es lapequeñez. Hay además otro edificiollamado Alhambra (construido por el gustomorisco)un templo de Confucioy la gran pagoda (ambos chinescos): esteúltimode forma octógonade cuarenta y nueve pies de diámetro en su base yciento sesenta y tres de alturaes el único que merece consideración; losdemásal lado de la naturaleza magnífica y robusta que los rodeaparecenjuguetes de niños. En una de las calles del jardín se ven unas ruinasartificialescosa mezquina y mal situada. Estos jardines tienen un caráctermelancólico muy notable; terreno igualy por consiguientesin vistas; no hayfuentesni arroyosni cascadasni estatuasni flores. El palacio del Rey noes más que una casa reducida y sencillacomo pudiera tenerla cualquieraparticular.
El Jardín Botánicoque está contiguocontiene una exquisita y numerosacolección de plantascolocadas en invernaderos muy bien construidosconestufas que los calientan por medio de varios tubosde los cuales uno tieneciento cuarenta y cuatro pies de largo. Las plantas exóticas son del Cabo deBuena Esperanzade las tierras Antárticasla China y la América. Uno de losinvernaderos se ha destinado para las plantas de Áfricaparticulares por suforma y extraña magnitud. En el piso del Jardínal aire libreestán las delos Alpes y otras montañas; y habiendo formado espacios artificiales conpiedras y tierras de su país natalo análogas a ellasse ha conseguido quevivan y prosperen. Unas y otras están colocadas según las clasificaciones deLinneo. El profesor que dirige este Jardín es un jovenque podrá tener veintey cinco años.
Enfrente de Kew (atravesando el río por un hermoso puente de piedra) estáBrentfordpoblación que consiste en una sola callede una milla de largo. Espueblo de tránsitoy se hace mucho comercio de granos en él. Buena posadacon un gran jardínserenos por la noche (como en todos los pueblos deInglaterra)y gran número de coches y carruajesque continuamente van yvienen de Londresde donde dista siete millas; y por seis reales se puede tomarun asiento de cochea cualquiera hora que seapuesto que (además de losmuchos que vienen de más lejos) siempre hay dos o tres a la puerta de la posadacon destino a la capital. Las personas que se acomodan sobre el techo del cochepagan sólo dos reales y medio.
11
Los ingleses observan rigurosamente el domingoy tal día es el más tristede la semana en Londres. Las tiendas están cerradasno se vende nada por lascallesdesaparece la mayor parte de los cochesno hay teatros ni otroespectáculo; los que pueden se van desde la víspera al campo; las viejas semeten en la iglesia a oír el sermón; no es lícito jugar a los naipesnibailarni cantarni tocar un instrumento. Y ¿qué hace la inmensa poblaciónde esta gran ciudad en tan santos días? Murmurarputear y emborracharseporqueal finen algo se han de ocupary es (a mi entender) un precepto muyduro decirle a un hombre: «No trabajes hoyno te diviertasno hagas nada.»
12
En 1793 se manifestó al públicopor la vigésimaquinta vezla Academia delas Artes: no hay que advertir que se da dinero a la puerta; en Inglaterra nadase ve si no se paga. Hay siete piezas llenas de pinturas; las unas propias de laAcademiay las otras enviadas allí para que las veany las compre el quequiera. Se imprime todos los años una lista de las obras que se manifiestancon los nombres y habitaciones de sus autores: éstosen el citado año de 93llegaban a trescientos noventay el número de piezas puestas en las salas aochocientas cincuenta y seis. La mayor parte de estas pinturas son retratos; yoconté hasta trescientos treinta y uno; las otras son vistasruinaspaísesmarinasplanes de edificiosminiaturasetc. Hay mucha escasez de cuadros degran composición y estudioy la de modelos y obras de escultura es talque nohay nada que decir de ella. En una palabraexceptuando media docena de obrasejecutadas por buenos pintoresdonde me pareció que había conocido méritolo demás todo es mezquinopuerilpropio para adornos de gabinete o cajas detabaco. Las artes de Inglaterra dependen tanto del tráfico y comercioque loque no se hace para vender por docenas no se hace bien; por eso sus estampas sontan excelentesy sus estatuas tan ridículas.
13
En Inglaterra se hace mucho caso de los muertos. No los entierran hastacuatroseis o más días de su fallecimiento; bien queasí en esto como enlas fiestas de toroses menester que el tiempo lo permita. Durante estos díasse paga o arregla el pago de sus deudas; y aún creo que hay ley para no dartierra a nadie hasta que sus acreedores queden satisfechos. En la abadía deWestminster enseñan el cuerpo de un embajador de Españaa quien no hanenterrado por esta causa; y según las trazaslargo tiempo permaneceráinsepultoejercitando la elocuencia del ciceroneque diariamente repitesu panegírico.
Cuando muere algún sujeto de convenienciasse ponen a su puerta dospersonajes alquilonesvestidos de negro de arriba abajocon sombrero redondoy en él rodeada una toca que les cuelga por detrás hasta la mitad de laespaldaun saco negro encima del vestidoy en la mano un bastón largo con unatravesaño encima que forma una Tcubierto con un velo o tafetánnegro.
La pompa funeral para conducir el cadáver a la iglesia empieza por dos ocuatro de los citados personajesque van caminando a paso muy grave y consemblante dolorido; porqueal finpara eso se les paga. Sigue después elmuerto en un cocheexpresamente construido para tales casosque consiste en uncajón largocerradodentro del cual va el ataúd; sobre la cubierta de estecajón sirven de adorno seis u ocho plumajes; los caballos llevan penachos ycubiertasy el cocheroque va a pescantesu sombrero redondosus gasas y sucapa; a los dos lados del coche funeral van cuatro o seis personajessemejantesa los ya mencionadosllevando en la mano una especie de cetro o bastón corto.Siguen detrás dos o tres o más cochesdonde van hombres y mujeresparienteso amigos del difuntosuponiéndose que todos van de negro; y de este color sonlos cocheslos plumajeslas cubiertaslos caballos y cuanto sirve para lapompa fúnebre; a no ser que sea alguna doncella la que se entierra; que en talcaso (por un envidiable privilegio concedido a la virginidad) los plumeroslospenachos de los caballos y los tafetanes de los plañideros son blancos. Ya seve que esta procesión será muy silenciosa y obscura: nadie rezanadie cantani nadie lleva una mala cerilla para que el muerto vea por dónde va. Me acuerdo(entre paréntesis) de haber oído decir a un cerero de la plazuela de SantoDomingo que a todos los ingleses se les llevaba el demonioy ahora caigo en queel cerero tenía razón. Ello es quesea como seael muerto llega a laiglesia; sacan el ataúdle colocan en medio de la nave principalcubierto conun gran paño negro; los clérigos se apoderan de él inmediatamentey despuésde un breve oficiole acompañan a la sepulturaseguidos de toda la gente quehace el duelo.
Los muertos que no tienen dineroo gustan de hacer ejerciciono van encochesino a caballo en cuatro mozosalquilados y enlutados a este finsiguiendo detrás el duelo pedestre; pero éstos son muertos de poca entidadynadie hace caso de ellos. Volvamos a tratar de los sujetos de forma.
Por si acaso la fama vocinglera no ha clamoreado bastante la infausta noticiade su fallecimientomandan hacer un grande escudo de armaspropias o usurpadaso inventadas ad libitum (y éstas son las más bonitas)con sus cartelasy festones de oro y su marco negroy las colocan en la pared de la casa deldifuntodonde permanecen muchos meses. Si el que murió es el último de sufamiliael fondo sobre que está pintado el escudo es todo negro; si es elprimogénito u heredero inmediatola mitad del lado derecho es negray la otrablanca; si es la mujero algún otro individuo de la parentelaal contrario.Todo lo cual (como se deja conocer) es sumamente útil a vivos y difuntos.
El lugar del entierro eso en las paredes de la iglesia (y esto supone desdeluego urnaescudocipreses mustiosreloj de arena y geniezuelos llorones)oes en el cementeriodonde en cada sepultura ponen una lápida de cuatro dedosde gruesouna vara de ancho y una y media de altocolocada verticalmentey enella el nombreedad y títulos del muerto. A los seis meses ya está la lápidaderrengada; y es de ver en tales parajes ¡cuán presto empieza a burlarse de lavanidad humana el tiempo destructor! Bien quesi se considerapeor modo deponer las tales lápidas no pudiera elegirse. Los muertos prudentesque sabenlo que sucede con los demásse hacen un sepulcro en toda formay le rodeancon vedas para evitar los insultos de los muchachosque son regularmente losque más profanan estos lugares de horror.
Cuaderno tercero
1
En una de las principales calles hay una inscripción gigantescaque cogetoda la fachada de una casay dice así:
PRO BONO PUBLICO |
JAMES ASHLEY IN 1731 |
FIRST REDUCED THE PRICE OF PUNCH |
RAISED ITS REPUTATION |
AND BROUGHT IT INTO |
UNIVERSAL ESTEEM. |
Que quiere decirPoretc.Jaime Ashleyen 1731bajó el primeroel precio del ponche; levantó su reputaciónhaciéndolo digno del apreciouniversal.
2
El número de coches de alquiler en Londres serálo menosigual al de lospropios. Hay dos clases de coches alquilones (sin contar los de camino): los dela primera son los que se alquilan por díassemanasmeseso mayores épocas:nada hay que decir de ellossino que son de lo mejor que se puede pedirlos dela segunda son los que equivalen a nuestros simoniacos. Éstos están todosnumeradosy llegan a mil: en generalson muy decentesy sobre todomuycómodos y seguros; los cocheros lo echan a perderporque muchos de ellossuelen ir en malísimo traje; tal vez en justilloy tal vez con un grancamisón grasientoque les sirve de sobretodo; pero el honor del que va en elcoche no padece en la opinión públicapor muy indecente que esté el cochero.Estos coches están repartidos por las calles todo el díaa cortas distancias;luego que se pide unoestá a la puerta. Se paga según el trecho que andanyhay una tarifa arreglada a este fin. Si el cochero quiere exigir más de lo quees justono hay que disputarse le presenta la mano llena de monedas para quetome lo que quiera; y si toma algo que exceda al precio establecidoviendo elnúmero del coche y dando una quejase le castiga al instante rigurosamente.
3
Pasan de veinte las gacetas que salen cada día en Londres; sólo me acuerdode éstas: The StarThe SunThe OracleThe TimesMorning PostMorningChronicleMorning HeraldThe DaylliPublic AdvertiserLondon GazetteTheArgusThe CourierSaint James ChronicleLondon PacketAyre's London GazetteEvening PostThe Observer. Cada una de ellasasí por lo enorme del pliegoen que están impresascomo por lo menudo de la letraequivaldrálo menosatres de nuestras gacetas comunes.
Todas ellas son al principio partidarias de la oposición: sus autoresdeclaman contra el Ministeriovierten máximas políticasy proponen medios dehacer feliz a la patriazahiriendo cuanto se hacey afectando el más purodesinterés. Si alguno de ellos merece protecciónla encuentra en alguno delos muchos hombres poderosos del partido antiministerial; y según las guineasque recibe el gacetero al cabo del añoasí se encarniza más o menos contralos abusos del actual sistema.
Si realmente hay algún mérito en sus declamacionesy llega a hacersetemibleen tal caso le compra el partido opuesto; y no sólo le hacen callardándole de comer como al Cerberosino quemudando de planse convierte enpanegirista de todo lo que antes abominaba. Algunos hay también que prueban elprimero y segundo medio de acreditarsey en uno y en otro son igualmentedesgraciados: la resulta es que se acaba la gacetay el autorpor falta detalento e industriaqueda reducido a hambre y oscuridad eterna.
Como hay tantoses increíble lo que ellos trabajan y revuelven paraadquirir la preferencia en la estimación públicalo que exageran lapuntualidad de sus corresponsales en las demás cortes de Europay lo que cadauno de ellos se lisonjea cuando logra dar una noticiasea la que fuereun parde horas antes que sus competidores. Es verdad que tal vez se atropellan unpocoy el deseo de adelantarse les hace dar por hecho lo que no ha sucedidotodavíani acaso sucederá jamás.
Estos papeles contienenpor lo general: primerolas comedias que serepresentan aquel día; segundolos demás espectáculos; terceroabertura dediversiones y curiosidades; cuartolibros nuevossuscripcionesetc.; quintopíldorasparchesbebidas y otros remedios nuevamente descubiertos; sextoventas; séptimonoticias de la Corte; si vino el Rey de Windsorsi recibióvisitasy quiénes fueron los que le visitaron; si la Reina está mejor de loscallos; si el Duque de York almorzó en la casa de campoy volvió a Londres alas tres y mediaetc.; octavogracias del Reytítulos de baronetesetc.etc.; novenonoticias políticas y militares de los reinos extranjeros;décimosesión y debates de las dos Cámarascon todos los discursos que enellas se han dicho; undécimonoticias de varias partes del Reinoanécdotasparticularessentencias contra tales o tales reosetc.; duodécimoelogioscríticas o versos sobre los espectáculoso el mérito de alguna pieza nueva ode algún actordecimotercioacomodo de criadosayosmaestros de lenguasetc.etc.
Luego que cada papel de éstos sale de la prensase desata una multitud demuchachosque van corriendo por las callestocando de rato en rato una bocinay anunciando el nuevo papel con las noticias más interesantes que contiene.
A mediados del año de 1793el intitulado The Times era el másabatidolamerón y empalagoso adulador del Ministerioy el Courier elmás acérrimo apóstol de la oposición; ya debe inferirse que éste era elmás moderno de todos ellos.
Además de los referidos (que son diarios)hay otros que sólo salen una odos veces a la semanay otros cada mesque son a modo de Mercurios.
Continuamente se están mordiendo los unos a los otros. Si alguno dio unanoticia falsaluego se le echan encima todos los demásle burlan yescarneceny procuran desacreditarle por todos los medios posibles. Esto leshace bastante contenidos; y aunque realmente no todo cuanto se anuncia en esospapeles es el Evangeliosorprendeen verdadel considerar cómo llegan aprocurarse unos sujetos particulares tal multitud de noticiaslas más de ellasexactasy en tan breve tiempolo que supone una suma diligencia en laadquisición de papelescorrespondencias extranjerasprontitud en los correosy una celeridad en la impresiónque ciertamente admira. Igualmente se leen enLondrescon un día o dos de atrasocuantas gacetas se publican en las demásciudades del reino.
4
Quise haber hecho un largo artículo acerca de la pronta comunicación quehay de unas provincias a otrasy la multitud de gentes que continuamenteviajanatendida la bondad de los caminoslas comodidades de coches y posadasy la necesidad urgente que tienen de pasar de unos pueblos a otros gentes aquienes la industriael comercioo el deseo de variar sus placeresmantieneen un continuo movimiento; pero creo haber hallado un medio de reducir a menospalabras esta materia. El día 13 de Julio de 1793 vi pasar por mi calleuna delas principales de la ciudaddesde las siete a las ocho de la tardeveinte ysiete coches de caminoque unos salían de Londres y otros llegabanllenos degente. Multiplíquese este númeropoco más o menospor todas las horas deldía y por todas las calles principales de Londresy no podrá menos de causarla mayor admiración. Adviértase que en aquel día no hubo motivo algunoextraordinarioy que todos los días del año sucede lo mismo.
5
La primera voz humana que se oye por las calles de Londresluego queamanecees la de los judíosque en gran número empiezan a correr toda laciudadgritando si hay quien venda vestidos viejos. Sus carassus barbassuademánsu traje asquerosola voz lúgubre con que pregonantodo anuncia enellos la sordidezla mala fela mohatrala avaricia. No hay cosa que nocompren y que no vendanni cosa en que no quede engañado el que trata conellos. Este es su oficio: engañarmentiresto hacen los que he visto enBayona y en el Condado de Aviñóny esto hacen generalmente cuantos hayrepartidos por Europa. Ha sido un problema muy disputado saber si los judíosson tan canallas porque los gobiernos que los toleran los han reducido a esteestado de abatimientoo si nace este mal de ellos mismos; si es su religiónsu educaciónsus costumbres privadasla causa verdadera. Se ha dicho tambiénque donde los traten como a los demás ciudadanossin oprimirlos nimolestarlosprocederán como los demásy serán honrados y fielessin dejarde ser industriosos. Pero ¿quién persigue a los judíos de Londres? ¿Quiénles quita los medios lícitos de su fortuna? ¿Quién les prohíbe laaplicación a las artesa la agriculturaal comercio? O ¿quién les cierra elpasopara que no puedan adquirir los conocimientos más sublimes de lasciencias? Pues en Inglaterradonde no se les marcacomo en otras partesdondeno se les encierra en barriosdonde nadie disputa con ellos de creencia; enfinen una nación en que las artesel tráficola industriala agriculturalas ciencias han llegado a un punto de perfección admirabley donde todohombre halla abierto el paso en cualquiera de estas carreras para su fortuna ysu glorialos judíos se ocupan en comprar camisascalcetas y zapatos viejosen coser y zurcir los harapos más asquerososvenderlos por nuevosyen sumaejercer un comercio de basurero con tanto doloque no hay cosa que ellos vendanque dure media hora sin deshacerse o inutilizarse. Estoy las usurasescandalosassu avariciasu asquerosidadsu abatimiento indignoy los demásvicios que por necesidad acompañan a este género de vidales hacen odiososaquí como en todas partesy disculpa el horror con que el vulgo de otrasnaciones oye su nombre.
Cuaderno cuarto
1
TEATROS MATERIALES DE LONDRES
Tres son los principales teatros de esta ciudad; todos tienen el título de Realesy el Rey y su familia asisten muchas veces en el año a las representaciones quese dan en ellos; el primero es el que se llama vulgarmente de la Óperay está en la calle de Hay Market.
El segundoel pequeño teatro de Hay Marketenfrente del anterior.
El terceroel de Covent Gardensituado en la plaza de este nombre.
El de la ópera es el más grande de todosy tantoque más parece haberseconstruido con la idea de recoger en él mucha genteque con la de que pudiesegozar cómodamente de la representación. Detrás de la orquesta se extiende unagradería que llaman el pitt (patio); alrededor hay varias órdenes depalcosinterrumpida la más alta de ellas (como sucede en los teatros de Madridcon la tertulia) por una gradería muy espaciosaque da enfrente de la escenay en ella se acomoda el bajo pueblopor ser lo más barato; los aposentos(exceptuando algunos pocos inmediatos al teatro) se alquilan por asientos;están abiertos para todo el que quiera entrar en ellosy durante larepresentación puede mudar de puesto el que quierecomo sucede en los teatrosde Francia. Los otros dos tienenpoco más o menosla misma distribuciónconla diferencia de que en ellos se interrumpe también el primer piso de losaposentos con una gradería que cuasi es una continuación del patiosemejantepor su situación a la cazuela de los teatros de Madridaunque no tanespaciosa.
El de Covent Gardenaunque más pequeño que el de la óperaestá muchomejor proporcionado que aquélmás cómodo y mejor dispuestoya mientenderes el menos malo de Londres. Estos dos tienen cada uno dos salas consus chimeneasdonde los espectadores van a pasearse y hacer tiempo en losentreactos e interrupciones del espectáculo; pero en ninguna de estas piezashay gusto ni magnificencia; en ninguna he visto (como sucede en París)inmortalizados en mármoles aquellos célebres autores dramáticos queilustraron a la nación con sus escritos.
ShakespeareCongraveDrydenOtwayVicherleyno han logrado una estatuani un monumento en estos santuarios de las Musasdonde tantas veces serepresentan sus obras con aplauso y entusiasmo público. El espíritu deavaricia sórdidaque preside a la administración de los teatros inglesesnoha podido concebir esta idea de generosidad y de justo reconocimiento a lamemoria de tan grandes hombres.
El pequeño teatro de Hay Market es de lo peor que he visto: la forma de lasala es un cuadrilongo; las escaleras y pasillos son tan estrechosque apenascaben dos personas de frente por ellosy al abrirse las puertas de los palcosquedan atajados enteramente; no tiene piezas accesorias para el uso delpúblico; todo él es de maderaescaleraspisostechosparedes y divisiones;todo es pobremezquinoincómodoindigno de una corte como la de Londresynada proporcionado a disculpar la vanidad inglesaque juzga de buena fe quetodo lo de este país es lo mejor del mundo. El teatro de la Cruz de Madridtanjustamente criticadoes cosa excelente si se compara con el pequeño de HayMarket. Ni éste ni los dos otros pueden competir en nada con los buenos deFrancia.
Cuando asiste el Rey con su familiase pone un dosel o colgadura en elaposento que ocupay en lo restante del año se alquila al públicocomo todoslos demás.
Nadie preside por parte del Gobierno a los espectáculos: esto se mira comocontrario a la libertad. Las puertas se guardan con centinela; pero dentro de lasala no hay ninguna.
El modo con que se iluminan las salas de espectáculo es muy malo: consisteen una multitud de arañas de cristalcolocadas de trecho en trechopendientesde unas palomillasfijas en los postes de los aposentos o en su antepecho.Resulta de aquíen primer lugardemasiada luz en la salaque amenora ydestruye la del teatroy confunde el efecto que debería producir el claro yobscuro de las decoraciones; en segundola incomodidad que produce a losasistentes la multitud de llamas y los reflejos de los cristalesque les hierenla vista por todas partes; y en terceroel calor y el humo que reciben los queestán en los aposentosteniendo debajoa una vara de distancialas luces delas arañas. En Francia alumbran las salas del teatro con una grande arañaqueforma un círculo de lucespendiente en medio del techo y muy altaevitándosede esta manera todos los inconvenientes que se acaban de expresar.
Los precios de entrada son: en la gradería altaque se ha dicho estarcolocada como nuestra tertulia10 rs.; en el patio15; en los aposentos30. Amitad del espectáculocuando regularmente se ha concluido ya la primera piezase admite segunda entradapagando la mitad de los citados precios.
En la ópera Italiana son mayores los precios: el asiento del patio cuesta 52rs.; y los demás en proporciónsegún se ha dicho ya.
No hay divisiones en los teatros de Londres para hombres y mujerescomo enEspaña; todos están mezcladosa la manera que sucede en Francia: no resultande aquí desazones ni escándalos; yal contrariose evitan los gravísimosinconvenientes que diariamente se verifican en Madrid por esta ridículaseparación.
La duración del espectáculo suele ser de cuatro horas y mediay muchasveces más. La gente de los palcos puede mudar de asientocomo ya se ha dichosalir y entrar y pasearse en los intermedios; pero la del patio y graderíascarece de este beneficio; y comopor otra parteacude con anticipación paracoger puestoresulta que están con una paciencia septentrionalque admiracinco o seis horas sin moverse del asiento; quea la verdades demasiadadiversión.
No merece grande elogio la policía de los teatros de Londres: el populachode esta capital (que puede apostárselas en ferocidad e ignorancia al primero enEuropa) tiene facultadpor el dinero que da a la puertade gritarcantaralborotaraporrearsey no dejar en quietud a lo restante del auditorio. Estoes muy frecuente: si la gradería alta se empeña en que no se ha de oír lacomediano hay quien lo estorbe. Asistí a una de Shakespeareque el pueblodecente veía con gusto; pero se había anunciado por fin de fiesta unapantomimaen que Arlequínfavorecido de una hechiceragrande amiga suyadebía hacer maravillas: por consiguienteel vulgo más zafio y tumultuosoacudió al reclamo; empezó a vocear así que se alzó el telón; yhaciéndosele siglos los instantes que tardaba en salir la brujano dejóentender una palabra de todo el drama. Es verdad que luego que la vara mágicade la Madre Shipton comenzó a destruir las leyes eternas de la naturalezacalló de repentey admiró con profundo silencio aquel ridículo espectáculohasta que se verificó el feliz consorcio de Colombina y Arlequín.
También se cree con suficiente autoridad (y tiene motivo de creerloporquenunca se le resiste) para hacer repetir una o más veces a los actores cualquiertrozo de música que le cae en gracia. He visto muy a menudo la crueldad con quesuelen obligar a una actriz a repetir inmediatamente un aria de muy difícilejecución que acaba de cantary como si el haberla desempeñado bien por laprimera vez fuese un delitocastigarla con que vuelva de nuevo a hacerlo.¡Triste de la que resista un poco a estas órdeneso lo haga de mala gana! Lahundirán a silbidosestará expuesta cada vez que salga al teatroo acaso laobligarán a abandonarle.
Tiene igualmente facultad para pedir que salgan los actores a cantar algunacanción o coro de los que más le gustany esto lo pide con tales vocespatadas y estrépitoque es necesario servirle al instanteaunque no hayadisposición de hacerlo. No es de omitir que muchas veces el Gobierno se vale deesta gentea quien paga la entrada de la comediapara que aplaudan ciertospasajeso pida canciones que tengan alusión a las circunstancias del día ysean favorables al partido ministerial. El 1792 y principios del siguiente añoel pueblo hacía repetir dos o tres veces cada día el coro de God save theKing.
En los teatros ingleses no hay apuntador como en los nuestros; los actoresque salen a las tablas bien pueden haber estudiado su papelporque no tienenotro auxilio que el de los traspuntes de los bastidoreslos cuales en la mayorparte de las situaciones quedan muy distantespara que deban contar con ellos.Esto les hace aplicarse a tomar de memoria lo que han de deciry puedo asegurarque de cuantas veces asistí al teatrojamás noté la menor equivocación.
Los actores ingleses destinados a desempeñar los principales personajes dela tragediaparece que los han escogido cuidadosamentealtosbien dispuestosde heroica presenciapara producir toda la ilusión que es tan necesaria alteatro. AquilesOrestesFedra o Clitemnestra no debieron ser ni más bienhechosni de más gigantescas y bellas formas que los actores y actrices quelos representan en Londres. Cuán útil sea esto a la verosimilitud y dignidadde tales espectáculos podrá conocerlo el que reflexione la ridícula figuraque hacen el MayoritoJuan RamosRuano o la Juanarepresentando a HernánCortésAgamenón o la gran Semíramis.
Poco hay que decir acerca de los trajesaparatoacompañamiento ydecoraciones. En todos estos artículos se hallan muy inferiores a los teatrosde Francia. Los trajes son decentespocas veces de buen gustoy muchasimpropios de las naciones o siglos a que se refieren. Las tragedias de Veneciasalvada y La esposa de luto las visten a la moderna: prueba de lapoca atención que se pone en un requisito tan necesario a la ilusióndramática. Los antiguos trajes nacionales los imitan biencomo es natural. Elaparato nada tiene de particularmuchas veces es indecente y pobreperosiempre superior al de los teatros españoles de Madrid. El acompañamiento esnumeroso cuanto es necesario que lo sea; las decoracionesde un méritoregularcon poca novedadosadía ni belleza en la invención. En este géneronada he visto comparable a las de la ópera de París.
En la representación de las batallas añaden una circunstancia muynecesariaque nunca se practica en Madridy es la vocería confusa de loscombatientesque unida al ruido de las armasproduce un buen efecto. Pero loechan a perder cuando durante la batalla tiene que hablar alguno de lospersonajes sobre el teatro: entonces cesa de repente todo el estrépitoyvuelve de nuevo cuando el actor acabó lo que tenía que deciry estoenverdades no menos inverosímil que ridículo. Podrían lograrse ambos fines siel rumor de las armas y voces (sin dejar de continuarle) se figurase a mayor omenor distancia; y siendo más sordocuando lo exigiera la ocasióndaríalugar a que fuesen oídas las personas que hablan en la escenasin elinconveniente que resulta de interrumpirle.
2
DECLAMACIÓN Y CANTO
No hay escuela de declamación teatral en Inglaterracomo la hay en Francia:así no es mucho que este arte se halle no muy adelantado entre los ingleses.Imítanse los actores unos a otros; pero faltando un plan constanteapoyado ensólidos principios que los dirijan: tal vez se admiten a la carrera del teatrolos menos aptos para ellao tal vez los modelos de imitación que eligen sondefectuosos. Esto no impide que alguna vez se hayan visto hombres dotados de untalento y disposición particular para este ejercicioque han aprendido sinotro maestro que la naturaleza misma (felicidad concedida a pocos)y quesindejar sucesores dignoshan sidopor algún tiempola admiración de Londres:así como en Españadonde se ignora qué cosa es buena declamaciónse havistono obstanteuna Ladvenantuna Carrerasun Chinitas y un Espejo.
Garrick fue por muchos años las delicias de esta nacióny no se repite sunombre sin elogios por todos los que tienen algún conocimiento del teatro.Entre los que hoy viven no puede citarse sin alabanza justa a Mrs. Siddonsactriz de un mérito singularparticularmente en el género trágico. Unapresencia heroicaun rostro expresivocapaz de cualquier afectouna vozllenadócil a toda inflexióngrande inteligencia y oportunidad en lasaspiracionesperfecta imitación del llanto y del gemidosensibilidadnoblezaen la acción y movimientosconocimiento exquisito de las situaciones quefingeno menos cuando habla que cuando escucha; tales son las prendas teatralesque he admirado en ella.
Exceptuando a ésta (que es en efecto una excepción de todos los demás)diré lo que pienso en general acerca de la declamación y el canto.
Antes de todoes necesario advertir que no se representa tan mal como enEspaña: los defectos de los cómicos ingleses me han parecido menos absurdosque los de los nuestros; en cuanto a presunción de hacerlo bienallá se vantodos.
No he notado que en la representación de las tragedias se haga estudioparticular de los grupos y actitudes. La acción con que se acompañan la vozaunque no disparatadaes por lo común insignificanteacompasada y monótona;los ademanes y el paseomuy distantes de aquel noble decoro que debecaracterizar a los semidioses trágicos. Todos los actorespor lo comúngastan un cierto contoneo afectado y fantásticoque antes excitan con él laidea de un soldado fanfarrónque la de ninguno de los héroes inmortalizadosen la historia. Tampoco halléni en las inflexiones de la vozni en el gestocosa que mereciese particular alabanza.
Lo que se ha dicho sobre la representación trágica debe entenderse tambiénacerca de la comedia afectuosa y noble.
En la farsa tienen más mérito: figuragesticulacióntrajesmovimientosposiciones ridículastodo contribuye a lograr el fin que se proponendeexcitar (por cualquiera medio que sea) la risa del público; y en un teatrodonde es harto escasa la delicada gracia cómica de Tartuffe es necesario acudircon frecuencia al saco de Scapin. Lo que son las caricaturas respecto de lapintura en el género graciosoeso mismo es la representación de las farsasrespecto de la buena comedia. Todo es en ella excesivamente recargadotodo pasalos límites de la naturaleza y verosimilitud dramáticatodo hace reír por uninstantedejando sólo en los espectadores de gusto el arrepentimiento dehaberse reído. Fácil es de inferir que estos mamarrachos serán las deliciasdel vulgo inglés; perocomo quiera que la buena comedia no está demasiadoconocida en esta nacióndebe advertirse que no es sólo el vulgo el que seentretiene y deleita con ellos.
Lo que se canta en los teatros de Inglaterra se reduce a ciertas arietas ocanciones alegresde gusto nacional; ni imagino proporcionada esta lenguanila medida de sus versospara aquella sublimidad patética que se admira conrazón en la música de los italianos. Tal vez suelen querer apartarse de estegénero graciosoy en mi opinión lo yerran: el recitado inglés ha sidosiempre insufrible a mis oídos; no sé si a otro que no sea inglés le seráagradable. He observado que sus arias nobles y afectuosas tienen todas uncarácter monástico y lúgubremás apto para conciliar el sueño o conducirun cadáver al sepulcroque para inflamar al oyente con la imitación de lasagitaciones del ánimo. Los franceses en su música heroica aúllan comodesesperados; los ingleses parece que entonan antífonas en un coro debenedictinos.
Dejandopuesa una parte la música de los semidioses (que no parececoncedida a las lenguas septentrionales)diré solamente que las arias ycanciones que mezclan los ingleses en sus piezas cómicasy tal vez en laspantomimasson por lo común de un estilo fácilgracioso y alegre; y éstasejecutadas con chiste nacionaltienen mucho mérito a los ojos de cualquierextranjero desapasionado: yo las compararía con las tiranas y seguidillas delteatro españolsi no reconociera más inteligencia música en la ejecución delos actores ingleses. Entre varias actrices de habilidad en este género mereceelogio Mrs. Bland por la gracia y viveza natural de su cantoy Mrs. Storace porla delicadeza y sensibilidad con que expresa los afectos más tiernosdotada almismo tiempo de una voz sumamente grata al oído. Los ingleses no hanprostituido todavía su teatroadmitiendo capones en élni envidian estagloria a Italiasatisfechos con las voces enterassonoras y masculinas de suscantores. ¡Italiaque aunque degollase en un día todos sus Narsetesseríasiempre la maestra de la buena música entre las naciones de Europa!
3
HISTORIA DEL TEATRO EN INGLATERRAEXTRACTADA DE LAINTRODUCCIÓN
QUE PRECEDE A LA OBRA INTITULADA Biographia Dramaticaor a companion tothe Play House. Londres1782.
Se cree generalmente que el teatro inglés empezó más tarde que el de lasnaciones vecinas; pero los que sostienen esta opinión se admirarán acaso aloír hablar de espectáculos dramáticos tan antiguos como la conquista; sinembargono hay cosa más ciertasi quiere darse crédito a lo que dice unhonrado monjellamado Guillermo Stephanideso Fitz Sthephenen su Descriptionobilissimae civitatis Londoniaedonde escribe: «Londresen vez de lasfarsas ordinarias propias del teatrotiene dramas de un asunto más santo;representaciones de los milagros que los santos confesores obrarono de lossufrimientos en que la gloriosa constancia de los mártires se manifiesta.»Este autor era un monje de Canterburyque escribió durante el reinado deEnrique IIy murió en el de Ricardo Iaño 1191; y como no hace mención deaquellas representaciones como cosa nueva para el pueblosino que vadescribiendo las que comúnmente se usaban en su edaddifícilmente podremosfijar su principio después de la conquista. Y ésta esa nuestro entenderladata más antigua que ninguna otra nación de Europa podrá producir acerca desus representaciones teatrales.
Cerca de ciento cuarenta años despuésen el reinado de Eduardo IIIsemandópor acto del Parlamentoque una compañía de hombresllamados vagrants(vagabundos)que había hecho máscaras en la ciudad de Londressalieseprontamente de ellaa causa de haber representado cosas escandalosas en lastabernas y otros parajesdonde el populacho se juntaba. Ignoramos de quénaturaleza fuesen estos escándalossi deshonestos y obscenoso impíos yprofanos; pero es más natural creer lo primeropor cuanto la voz máscaratiene mal significadoy no es de creer que en su infancia fuesen mejores de loque son hoy día.
Poco después de este período se hizo muy común en toda Europa larepresentación de los misteriospero de un modo tan estúpido y ridículoqueen particular las piezas sacadas del Nuevo Testamentomás parecían sercompuestas para aumentar el libertinaje y la incredulidadque para otros fines.Es muy probable que los actores arriba mencionados fuesen de las clases quellamaban mummers (enmascarados)que acostumbraban a vagar por lasprovinciasvestidos de un modo antiguo; bailaban y hacían posturas difícilesy actitudes míticas. Esta costumbre dura todavía en algunas partes deInglaterra; pero antiguamente fue tan general y distraía tanto de susocupaciones al puebloque se tuvo por muy perniciosa; y como estos mummersiban siempre enmascarados y disfrazadoscometían con demasiada frecuenciaexcesosdeshonestidades y delitos. No obstantemalos como eranellos parecenhaber sido el verdadero original de los cómicos de Inglaterra: su excelenciaconsistía (y aún hoy día es una parte del mérito de sus sucesores) en lamímica y gracia natural.
En un acto del Parlamentoexpedido el cuarto año del reinado de Enrique IVse hace mención de ciertos wasters (ladrones)master-rimoursminstrels(músicos de violín)y otros vagabundosque infestaban el país de Wales; yse manda por él que ningún master-rimourminstrelni otrovagabundosea favorecido en aquella provincia para pedir por los pueblos deella. No podemos asegurar quiénes fuesen estos master-rimoursque tanincómodos fueronespecialmente en Walessi ya no es que fuesen algunosdegenerados descendientes de los antiguos bardos...
Cuando los master-rimours se fijaban en un paraje para representar enélhacían publicar esta noticia por diez o doce leguas en contornoy estosucedía frecuentementesegún se infiere por la descripción de Cornwallescrita por Carewen tiempo de la Reina Isabelel cualhablando de lasdiversiones del pueblodice: «El Guary Miracle (en inglés pieza demilagro) es una especie de farsa sacada de algunos pasajes de la Escritura. Parala representación hacen un anfiteatro en un campo abiertocuyo diámetro totaltendrá unos cuarenta o cincuenta pies. La gente del paísy aun de muchasmillas de distanciase junta de todas partes a ver este espectáculodonde sehace uso de diablos y tramoyas para agradar no menos a los ojos que a losoídos.» Mr. Carew no fue tan exacto que nos informase del tiempo en que estaspiezas de Guary Miracle se representaban en Cornwall; pero el mismogénero de ellas puede inferirse que el uso era muy antiguo.
El año de 1378 es la data más remota en que hayamos podido hallar hechamención de la representación de misterios en Inglaterra. En este añolosestudiantes de la escuela de San Pablo presentaron una petición a Ricardo IIsuplicándole «que prohibiese al pueblo ignorante representar la Historiadel Antiguo Testamentocon gran perjuicio de la citada clerecíaquetenía hechos grandes gastos para representarla en la Pascua de Navidad.» Cercade doce años despuésesto esel de 1390los curas de las parroquias deLondresse dice haber representado farsas en Skinner's Wellel 1819 y 20 deJulio; y en 1409el décimo año de Enrique IVrepresentaron en Clerkenwell(Pozo de los Clérigos)que tomó su nombre de la costumbre de representarfarsas allí los curas de las parroquiasuna farsa que se repitió por ochodías consecutivosen la cual se trataba de la creación del mundoy asistióa verla la mayor parte de la nobleza y caballeros del Reino. Estos ejemplos sonsuficientes a probar cuán temprano empezó entre nosotros la representación delos misteriossi bien no puede asegurarse con certeza cuánto tiempo duraron...
En los misterios se representaban de una manera inanimada algunashistorias milagrosas del Viejo y Nuevo Testamento; pero en las moralidadesque siguieron despuésdonde se personificaban las virtudeslos vicios y losafectos del ánimoya se empezó a ver algún artificio en la fábulaun finmoral y algo de poesía. En estas moralidades se trataban frecuentementecuestiones religiosas; y no es de admirar que en aquel tiempoen que todostrataban de estas materiasemplease cada uno de los partidos todas sus artespara hacer valer sus opiniones. Si ahora estuvieran en uso las moralidadestodo cuanto en ellas se dijese recaería sobre la política. La nuevacostumbre (The new custom) fue ciertamente introducida para promover lareforma. Cuando se renovóen el reinado de la Reina Isabely en los primerostiempos de la dicha reformaera tan común a los partidarios de las antiguasdoctrinas (y acaso también a los de la nueva) el sostener e ilustrar susopiniones por medio del teatroque en el año vigésimocuarto del reinado deEnrique VIII se halla un acto del Parlamentodirigido a promover la verdaderareligiónpor el cual se prohíbe a todos los rimors o cómicos elcantar en canciones o representar en farsas cosa alguna contraria a lasdoctrinas nuevamente establecidas.
Era muy común en aquel tiempo representar estos dramas morales y religiososen casas particularespara la edificaciónaprovechamiento y diversión de lasfamilias acomodadas. A este fin estaban dispuestas las salidas del drama de talmodoque cinco o seis actores podían representar veinte personajesdistintos...
Puede decirse que la musa dramática despertó cuandoencaminándose a laverosimilitudno sin gracia e ingeniocomenzó a divertir con las antiguasfarsas. Por ellas merece el primerosi no el más eminente lugarJuan Heywoodel epigramatista bufón de Enrique VIIIque vivió hasta principios del reinadode la Reina Isabel.
Generalmente tenemos por nuestra primera comedia la pieza intitulada GrammarGurton's Needlecompuesta por Juan Stillque después fue obispo de Bath yWellsimpresala primera vezen 1575. Apareció poco después de las farsas:toda ella está escrita con mucha fuerza cómicay no carece de naturalidadaunque afeada con obscenidades indecentes.
Entonces empezaron ya a aparecer los poetas dramáticosy a enriquecer elteatro con sus escritos. Enrique Parkerhijo de Guillermo Parkerse dice habercompuesto algunas tragedias y comedias en el reinado de Enrique VIIIy JuanHokeren 1535escribió una comedia intitulada Piscator or the Fishercaught (El Pescador pescado). Mr. Ricardo Edwardsque nació en 1523y aprincipios del reinado de la Reina Isabel fue nombrado maestro de los niños dela Capilla Realfue un excelente músico y buen poetay escribió doscomedias: la una intitulada Paloemon and Arciteen cuya representaciónse imitó tan perfectamente el ladrido de los perros de cazaque la Reina ytodo el auditorio quedaron sumamente complacidos; la segundaintitulada Damondand Pithiaso Los dos amigos más fieles del mundo. Por el mismotiempo florecieron Tomás Sackville y Tomás Nortonautores de Gorboducla primera pieza dramática inglesa de alguna consideración (impresa en 1590).
Putthenhamen su Arte de la Poesíaescrito en el reinado de laReina Isabeldice: «Yo creo que en la tragediael lord Buckhurst (esto esTomás Sackville) y Mr. Edward Ferrys merecen el más alto elogiosegún lo quehe visto de ellos; el conde de Oxford y Mr. Edwardde la Capilla de S.M.porlo que toca a la comedia y farsa.» El mismo escrito dice en otra parte: «Peroel mejor autor en esta profesión (de poesía) esen el día de hoy (esto esen tiempo de Eduardo VI)Mr. Edward Ferrysescritor de no menor donaire yfelicidad que Juan Heywoodpero de mayor inteligencia y sublimidad en el metro:y asílo más que escribe para el teatro son tragediasy algunas vecescomedias o farsascon lo que divierte tanto al Reyque por ello adquiere muybuenas recompensas.» Es sensible que no se conserve obra ningunani aun lostítulos de las que compuso este Eduardo Ferrysescritor tan célebre enaquella edad.
Siguió a éstos Juan Lillieingenioso y célebre autorque perfeccionómucho el lenguaje inglés con su novela intitulada Euphues and his Englando La anatomía del ingeniode la cual obra dice el editor de suscomedias: «Nuestra nación le es muy deudorapor el nuevo inglés que laenseñó con su Euphues and his England. Todas nuestras damas se hicieronentonces sus discípulasy una señora de la Corte que no supiese hablar Euphuismoera tan poco estimada como la que ahora no sepa el francés.» Hemos visto estanovelatan aplaudida por su invenciónque tan de moda se hizo en la corte dela Reina Isabel y que tan notable alteración introdujo en el idioma; y no esotra cosa que una impropia y afectada algarabíaen la cual el perpetuo uso delas metáforasalusionesalegorías y analogías se ha llamado ingenioy laestudiada hinchazónlenguaje. Esta obra absurda infestó la corte de la ReinaIsabelen cuyo tiempo se habían escrito los mejores modelos de estilo ycomposición que tenemosy el siguiente reinado se sufrió y llegó a admitirsegeneralmente este despreciable pedantismo de locución: tanto puede el másridículo instrumento cuandodesviándose de la naturalezase proponeadelantar sobre su sencillez.
La tragedia y la comediaque entonces empezaron a levantar cabezanohicieron otra cosa por algún tiempo que culteranizar y aturdiry se pruebacuán imperfectas fuesen en todas sus partes por una excelente crítica quepublicó Felipe Sidney contra los escritores de aquel tiempo.
No obstanteparece que había en ellos disposición suficiente para hacerlomejorsegún los esfuerzos que hicieron para dar más forma a sus piezasadornando algunas con apariencias mudasotras con corose introduciéndolas yexplicándolas otras veces por medio de un interlocutorpero ignoraban loesencial del artey se quedaron muy distantes de la perfección. Como quieraque seaaun con todos los defectos que en ellas habíanuestros progresos enla dramática eran superiorespor aquel tiempoa los que entonces habíanhecho nuestros vecinos los franceses. Los italianosque habían empezado muytemprano a traducir las mejores obras de la antigüedad en este génerosehallaban ciertamente mucho más adelantados; peroexceptuando éstosnoshallábamosa lo menosiguales con las demás naciones de Europa.
A esta época (como sucedió en Francia mucho después) nació en Inglaterray adquirió perfección el verdadero dramapor el genio creador de ShakespeareFletcher y Jonsonautores tan conocidos ya entre nosotrosque nada puedeañadirse acerca de ellosque no sea superfluo...
La primera compañía de cómicos de que tenemos noticias es la que se formóen virtud de privilegio concedido en 1574 a Jaime Burbage y otros criados delConde de Leicester. Consta que en 1578 representaron los coristas de San Pablopiezas dramáticasy cerca de doce años después de estose dice haberrepresentado misterios los curas de las parroquias de Londres en Skinner's Well.Se ignora cuál de estas dos compañías existió primero; perocomo se hacemención de la de los coristas de San Pablo antes que de otra algunano podemosmenos de reputarla por la más antigua. Lo cierto es que los misterios ymoralidades fueron representados por estas dos asociaciones eclesiásticasmuchos años antes que apareciese ninguna otra compañía formaly los coristasde San Pablo continuaron representando por mucho tiempo las tragedias ycomediasque después empezaron a usarse.
Se cree generalmente que la primera compañía arreglada y formal que seestableció fue la de los jóvenes músicos de la Capilla Reala principios delreinado de la Reina Isabelde la cual fue director Mr. Ricardo Edwardsyamencionado. Algunos años despuésen que ya el teatro había adquirido másjocosidadse estableció otra compañíabajo la denominación de TheChildren of the Revels (Los Niños de la diversión). Éstos y los de laCapilla Real se hicieron muy famosos; todas las piezas de Lilliemuchas deJonson y otros fueron primeramente representadas por ellos: el concurso y laestimación que obtuvieron fue talque los comediantes ordinarios no pudieronverlo sin envidiacomo se infiere claramente por una escena de Hamlet.Lo cierto es que sirvieron de excelente escuela para el teatroy muchos de losactores que en lo sucesivo adquirieron gran celebridadse educaron einstruyeron con ellos.
Desde el año de 1570 hasta el de 1629cuando se acabó el teatro de WhiteFriarsse levantaron diez y seis teatros en Londrescomo se deduce por losfrontispicios de muchos de los antiguos dramas. Las compañías de cómicos eranen proporción al crecido número de teatros que tenía entonces esta capital.
Además de las dos de que ya se hizo menciónla Reina Isabela instanciade Francisco Walsinghamestableció otraformada de doce de los principalescómicos de aquel tiempocon abundantes sueldos y bajo el título de Comediantesy criados de S.M. Perosin tratar de éstosmuchos señores teníancompañías de cómicosque representabanno sólo privadamente en suspalaciossino públicamente tambiénbajo su autoridad y protección.Concuerda con esto la relación de Stowen que se dice: «Los cómicosantiguamente estaban asalariados por los señoresy nadie sino ellos teníaprivilegio de representar así en tiempo de la Reina Isabel muchos noblestenían criados y pensionados en su casaque ganaban su vida con esteejercicio. El Lord Almirante los teníacomo también el Lord Stangeyrepresentaban en la ciudad de Londres. Era muy común la supresión de estascompañíaspor las quejas que de ellas daban todos los caballerosa causa delas indecencias e injurias que decían en las comedias. Así fue que un LordTesorero notificó al Lord Mayor (Corregidor de Londres) que prohibiese loscómicos del Lord Almirante y el Lord Strangea lo menos por algún tiempoacausa de que un tal Mr. Tilney tenía fundados motivos de disgusto contra ellos.En vista de estoel Lord Mayor despidió entrambas compañíascon estrechaorden de abstenerse de representar hasta nueva resolución. Los cómicos delAlmirante obedecieron; pero los del Lord Strangecomo haciendo despreciosefueron a Cross Keysy allí representaron aquella tarde: el Mayor envió dos deellos a la cárcely prohibió toda representación de allí en adelante hastaque el Lord Tesorero mandase otra cosa.» Esto sucedió en 1589. En otro pasajede su descripción de Londresdice el citado autorhablando del teatro:«Antiguamente los artífices de talento y los criados de los caballerosformaban muchas veces compañíaaprendían piezasy en ellas manifestaban lofeo del vicioo representaban las nobles acciones de nuestros abuelos. Estasfunciones se hacían en los días de fiesta en las casas particularesen lasbodas y otros regocijos; pero con el curso del tiempo se hizo de esto un oficioy representándose tales piezas por lo común en los domingos y días feriadosresultó que los teatros se llenaban de concursoy las iglesias quedabandesiertas. Se emplearon a este fin grandes habitacionesdonde había cuartosseparadosasientos dispuestostablado y galerías. Allí las doncellas y loshijos de honrados ciudadanos eran frecuentemente engañadosy contraíanclandestinos y desiguales matrimonios; allí se trataban públicamente materiassediciosasse oían discursos indecentes y vergonzososcon otros excesos. Estodio motivoen 1574a un acto del Common Council (Tribunal de laciudad)por el cual se prohibía en todo el distrito de Londres larepresentación de piezas en que hubiese expresionesacciones o ejemplos deliviandadindecencia o sediciónbajo la pena de cinco libras de multa ycatorce días de cárcel; que no se presentase al público pieza ninguna sin serprimero leída y aprobada por el Lord Mayor y la sala de los Aldermen (especiede regidores de Londres)con otras muchas restricciones. También se advirtióque este acto no se extendiese a las piezas que se daban en las casasparticulares de los nobles y caballerosen ocasión de bodas u otros regocijosdomésticosy donde se exigía dinero del auditorio. Estas órdenes no seobservaron como era menester: la deshonestidad de los dramas iba en aumentoysu representación se juzgó perniciosa a la religiónal Estadoa la modestiay a las costumbresy también causa poderosa de infección en tiempo de pesterecelo que después los hizo suprimir del todo.
«Al finhabiéndose hecho recurso a la Reina y su Consejofueron de nuevotoleradoscon las restricciones de que no se representaría pieza alguna endomingo ni día de fiestasino después de acabadas vísperas; que elespectáculo debía concluirse antes de entrar la nochea fin de que losasistentes en Londres pudiesen volver a sus casas antes del sol puesto o pocodespués; que sólo quedaban autorizados para representar los cómicos de laReinacuyo número y verdaderos nombres comunicaría oficialmente el LordTesorero al Lord Mayor y a las justicias de Middlesex y Surrey; que estoscómicos no podrían subdividirse para formar otras compañíasy que en casode infracción a cualquiera de estos artículoscesaría su tolerancia. Peroaún no fueron suficientes estas providencias para contenerlos en los debidoslímites; siguieroncomo siempreofendiendo con sus representaciones a lavirtud y el honor de sujetos particulares; y de aquí resultaron talesdisturbiosque fue necesario prohibirlas otra vez.»
La autoridad que acabamos de citarademás de contener hechos notablesmanifiesta las costumbres del teatro en aquel tiempoy su tempranadepravación. Pruébase también que no sólo en la citada épocasino muchoantesse satirizaba a personas conocidas en el teatropor una carta manuscritade Juan Hallies al Lord CancillerBurleighen que se queja a S.E. de haberdicho expresiones afrentosas contra él y su familiay en particular que subisabueloque había muerto setenta años anteshabía sido tan excesivamenteavaroque los cómicos ordinarios le representaban en el teatro con grandeaplauso de la Corte. Así es que apenas empezó a hablar la musa dramáticacuando se hizo maldicientey los primeros signos que dio de razónlos empleóen desenvolturas e insolencias.
Este abuso excitó igualmente el celo del público y la autoridad de losmagistrados: se escribieron muchos papeles por una y otra partey EstebanGosson publicóen 1579un libro intitulado La escuela del abusoograciosa invectiva contra los poetas gaiteroscómicos bufones y semejantesorugas de la repúblicadedicado al Sr. Felipe Sidney.
...
No obstanteel teatro recuperó poco después su créditoy llegó a mayorelevación que nunca. En 1603el primer año del reinado del Rey Jacoboseconcedió licenciabajo el sello secretoa ShakespeareFletcherBurbageHemmingsCondell y otros para representar piezasno sólo en su casaacostumbrada de The Globeen Banksidesino en cualquiera otra parte delReino. Estos formaron en aquel tiempo sobresalientes cómicosacerca de lo cualpodrá verse el suplemento a Shakespeare por Mr. Malonedonde este escritor harecogido cuantas noticias se han podido hallar.
Parecepuesque entonces llegó el teatro a la época de su gloria yreputación. Todos los años se publicaba un considerable número de piezasnuevas; la pasión del público a esta diversión era tan generalque lanobleza celebraba sus casamientos y cumpleaños con máscaras y dramasrepresentados con gran magnificenciay el grande arquitecto Íñigo Jones fueempleado frecuentemente en ejecutar las decoraciones teatrales con toda lariqueza de su invención. El Reyla Reinalas damas y caballeros de la Cortehacían papel en estas máscaras muy a menudoy toda la demás nobleza y genteprincipal en sus particulares habitaciones; en una palabrano había regocijocompletosi faltaban en él estos espectáculos. A esta afición debemos (yacaso es lo único que nos ha quedado digno de aprecio en este género) lainimitable máscara de Ludlow Castle.
Continuó esta general inclinación a los espectáculos teatrales durantetodo el reinado del Rey Jacobo y gran parte del de Carlos Ihasta que habiendoadquirido grandes fuerzas el puritanismose declaró abiertamente contra ellosreputándolos por impíos y diabólicos. Ésta y otras muchas causas queconcurrierontrastornaron del todo la Constitución; y entre las muchasreformas que entonces hubouna de ellas fue la absoluta supresión de losteatros. En una ordenanza de los Lords y Comunesexpedida el año de 1647sedeclaró a los cómicos por pícaros y sujetos a las penas expresadas en losestatutos del año treinta y nueve de la Reina Isabel y del séptimo del ReyJacobo I. Mandáronse demoler todos los teatrosprender y azotar públicamentea todas las personas convencidas de representar comediasen contravención a lacitada ordenanza; a las cualesdespués de este castigose les debía exigirjuramento de no volver a representar jamáscon pena de prisión y otrasmayores en caso de rehusarse a ello o de reincidir. El dinero recogido en losteatros sería confiscado en beneficio de los pobresy todo el que se hallasehaber asistido a alguna representación pagaría cinco chelines de multa.
Antes de la publicación de esta ordenanza se habían ya frecuentementeinterrumpido las diversiones teatrales por las hostilidades ocurridas entre elRey y su Parlamento. Muchos de los actores que se hallaban en edad proporcionadapara ellosentaron plaza en el ejército del Reyreconocidos a la estimaciónque siempre había hecho de ellos aquel soberano antes del rompimiento entre ély su pueblo. El suceso fue igualmente fatal a la monarquía y al teatro: el Reyperdió la vida a manos de un verdugolas casas de comedias fueron demolidasylos cómicos muertos en las guerraso perseguidos y desterrados a diferentesparajespor el temor de que no volviesen a reunirseen contravención de loque el Gobierno había dispuesto.
En el año de 1648 se aventuraron a representar algunas piezas en el Cockpit; pero en una de sus representaciones los interrumpió una partida desoldadosque dio con ellos en la cárcel. Duró algún tiempo este rigoraunque una u otra vez se toleró que se juntasen a representar privadamentealgunas piezas antiguasa corta distancia de la ciudado en las casas de campode los nobles que los protegían. Durante el implacable rencor que el Gobiernomostró a todo cuanto tuviese relación con las bellas letraslos cómicosvivieron en la mayor infelicidad; y para socorrer en parte su indigenciahicieron imprimir muchas obras dramáticas de sus contemporáneosqueconservaban manuscritas en su podery que acaso nunca hubieran visto la luzpública en otras circunstancias.
No obstanteel fanatismo religioso no pudo vencer la inclinación pública;y cuando más arriesgado parecíaGuillermo Davenant se atrevióen 1656adar espectáculos de declamación y música por el estilo de los antiguos deRutland-Housey dos años después se estableció en Cock-piten Drury Lanedonde siguió representando hasta la restauración. Cuando ésta llegó averificarselos cómicos que habían quedado se reunierony volvieron aejercitar libremente su profesión. Formáronsecon privilegio especial delReydos compañías: la primera dirigida por el citado Davenanty la segundapor Mr. Killigrew que se estableció en Red-Bullen la calle de SanJuan. La primera se intituló compañía del Duque de Yorky la segundacompañía del Reydando a los cómicos de una y otra la denominación decriados de S.M.
(De aquí en adelanteel autor que seguimos en esta relación se dilata endemasíahablando de las mudanzas locales de estos dos teatros de Londresdelmodo con que fueron administrados por los directoresy menudencias que son pocointeresantes para un extranjero. En consecuencia de estotrasladaremosúnicamente aquellas noticias relativas al adelantamiento o alteraciones delteatro inglés.)
La emulación excitada en una y otra compañía produjo buenos efectos. Losdirectores procuraron a porfía asalariar los mejores actores de Inglaterra; ysegún el testimonio de los escritores de aquel tiempoel arte de ladeclamación llegó a un estado de perfección admirable. En 1665 se manifestóla peste en Londresy el año siguiente ocurrió el incendio que redujo acenizas una gran parte de la ciudad. Los espectáculos se interrumpieron porespacio de diez y ocho mesesy no volvieron a abrirse hasta la Pascua deNavidad de 1666. La compañía del Duque de Yorkmenos favorecida del públicoque su competidoraprocuró nuevos medios de diversión para atraerle; yhallándose establecida en 1671 en su nuevo teatro de Dorset Gardensañadió asus espectáculos ruido y aparatomejoró las decoracionese introdujomúsicadanza y canto en muchas de sus piezas; introdujo el uso de las óperasdramáticasadornadas con costosa decoracióny estos accidentes einnovaciones la dieron una superioridad sobre la compañía del Reyque nohubiera podido esperar por el sólido mérito.
En el citado año de 1671 se abrasó el teatro de Drury Laneque ocupaba lacompañía del Rey. Tratóse de reedificarley para ello se valieron delcaballero Cristóbal Wren. El plan que hizoreuniendo la comodidad delauditorio y la de los actoresera digno en todas sus partes de aquel célebreprofesorpero las alteraciones que se hicieron en él al tiempo de ejecutarlefrustraron las ideas del arquitecto y echaron a perder el edificioel cual seabrió en 1674.
En esta ocasión se representó un prólogo y epílogo que había escritoDrydenen que se hablaba de la preferencia que daba el público a la compañíadel Duquellevado sólo del aparato de las máquinas y adornos de sus piezas.Después dieron en ridiculizarla por todos los medios posibles; y a este finTomás Duffet puso en trova la Tempestadel Macbeth y Psychesy en general hacían lo mismo con todas las piezas que más concurridas eran delpúblico en el otro teatro; pero todos estos esfuerzos fueron inútiles: lacompañía del Duquepor medio de la declamaciónla armoníala pompa yaparato escénicotriunfó de los sentidosy fue constantemente preferida a sucompetidora.
Pero uno y otro teatro se acercaban a su ruina: el del Rey por falta deconcurso; el del Duque por los excesivos gastos que hacía para sostenerse.Estas consideraciones determinaron a los directores de uno y otro a unirse yformar una sola compañía que representase en Drury Laney así se hizo en1682y de allí en adelante se llamó Compañía del Reyquedando laotra suprimida.
El mal gobierno de los directores que sucedierony sobre todo su avariciadio motivo a disgustos y discusiones entre los cómicostantoque un ciertonúmero de ellos hizo recurso al Rey Guillermosolicitando privilegio paraformarse en compañía separada; y así fue concedido. Edificaroncon elauxilio de suscripciones cuantiosasun nuevo teatro en Lincoln's-Inn-Fieldsque se abrió en 1695; pero los vecinos de la barriada suscitaron un pleito a lacompañía sobre la incomodidad que resultaba a los que vivían inmediatos alteatropor el concurso de los coches. No se sabe fijamente el éxito de esteextraño litigio; pero lo cierto es que de allí a muy poco tiempo la nuevacompañía se transfirió a Hay Market. Allí se mantuvo con buen suceso porespacio de uno o dos años; pero después el público empezó a resfriarseytodos reconocieron la imposibilidad de sostenerse dos teatros en Londres.
El de Drury Lane padeció no pocas desgracias por la obstinación y malgobierno de su directorno menos que por la ignorancia de los cómicos. Éstosfaltos de habilidad y de talentoestropeaban lastimosamente las mejores piezasy para suplir este defectollamaron en su auxilio volatinesbufones y otrasextravaganciasque redujeron al teatro al más ínfimo grado de desprecio. Aeste tiempo apareció el célebre Jeremías Colliervarón docto y de grantalentoel cuallleno de las severas máximas del puritanismocombatió conla mayor vehemencia el teatroen razón de sus profanidades y relajada moral.Publicó su obra en 1697a la cual respondieron CongraveVanbrughDrydenDennis y otros con ingenio y gracia; pero sin destruir los argumentos con que suenemigo los había combatido a ellos directamenteo al teatro en general. Nopuede negarse que muchos de los más célebres autores de aquel tiempo habíanescrito de un modo que justificaba la censura de cualquiera que profesase algúnrespeto a la honestidad y a la virtud.
Esta controversia produjo saludables efectos. Tratóse formalmente dereformar los abusos del teatro; se castigó a algunos cómicosque seatrevieron a decir en él expresiones indecentes; los poetas empezaron aescribir con la debida modestiay a esta época puede fijarse la introducciónde aquel gusto delicado que ha dado tanto crédito al teatro inglés.
Tratóse después de edificar un nuevo teatro en Hay Marketconstruido entérminos que hiciese honor al arquitecto y a la nacióny produjese gananciasa los interesados en él. Hízose el edificio bajo la dirección de JuanVanbrughempresario de aquella nueva compañíaque se asoció con Congrave;unión que hizo concebir al público grandes esperanzas. Se abrió el teatro en1705 con una ópera italianaque tuvo mal éxito. Vanbrughen vista de estose aplicó a escribir nuevas piezas para sostener su reputación; pero todo fueinsuficientesi bien todos reconocieron que tenía más habilidad para componerdramas que para construir edificios en que se representasen; y en efectoen elnuevo teatroadornado con grandes columnascornisas doradas y altas bóvedasapenas de diez palabras se percibía una. Estoy el estar situado en un extremode la ciudadcontribuyó mucho a la falta de asistenciay produjoporconsiguientecortas ganancias al propietario. Su dirección fue pasando de unasmanos a otras con varia fortunahasta que en el año de 1708 se determinó queel teatro de Hay Market se cedería para ejecutar en él óperas italianasy elde Drury Lane le ocuparía la compañía inglesa. Esto duró muy pocopues alinmediatopor desavenencias ocurridas entre los cómicos inglesesse mandócerrar el teatro de Drury Laney que la compañía inglesa alternase en el deHay Market con la ópera italiana. Alteróse cuanto fue posible su formainteriora fin de evitar los inconvenientes que al principio de suconstrucción se habían experimentado. Empezáronse a representar en él laspiezas nacionalesy el concurso fue talque excedió a las esperanzas que sehabían concebido. Pero como las óperas empezaron a declinar al mismo tiempoeste accidente amenoró mucho la utilidad de los directoresinteresadosigualmente en la prosperidad de uno y otro espectáculo.
Hacia el año de 1714 volvieron a dividirse estas compañías: la italianaquedó en Hay Markety la inglesa pasó al antiguo teatro de Drury Laney pocodespués volvieron a trocar de teatros. Por este tiempo se permitió abrir denuevo el de Lincoln's-Inn-Fieldsya mencionado; y hallándose su directorMr.Richincapaz de competir con los otros dosacudió al arbitrio que en laanterior centuria había producido grandes utilidadesa pesar de la razón ydel buen gusto. Introdujo pantomimas en sus espectáculos; y aunque lacompañía de Drury Laneal ver estose valió de los mismos medios parahacerle frentetuvo que ceder a la fecundidad de invención con que Mr. Richvariaba estos estrafalarios entretenimientosy a su conocida habilidad en laejecución de los papeles que él mismo desempeñaba. El mal gusto del públicoalentó sus esfuerzosy no obstante la ridiculez de tales piezasrecogió másdinero que los otroscuyo mérito era indiscutibleya en la ejecucióno yaen la composición de los dramas.
En 1720Mr. Pettercarpinteroedificó por mera especulación un nuevoteatro en Hay Marketsin duda para alquilarle cuando hubiese ocasióncomo enefecto empezó a verificarse en 1733.
En el de 1729 se levantó otro en Goodman's Fieldsno sin grande oposiciónde muchos comerciantes y otros ciudadanos respetables del barrioque miraroncomo perjudicial en su vecindad aquel establecimiento. Muchos curas se hicieronde su partey predicaron con vehemencia contra él; pero el propietarioMr.Odellsiguió adelanteacabó el edificioformó una compañía de cómicosy se empezó a representar en él. Dícese que por algún tiempo su ganancialíquida no bajó de cien libras cada semana; pero habiendo continuado lasquejas contra élse vio precisado a abandonar la empresano sin muchapérdida. Mister Giffarden 1732edificó allí mismo otro teatro magníficoy a pesar de las quejas y persecuciones que le suscitaron como a su antecesorse mantuvo en él por espacio de tres años.
En el de 1733 se concluyó el teatro de Covent Gardenque ocupó lacompañía de Mr. Richdejando el de Lincoln's-Inn-Fieldsadonde se trasladóla de Giffard en 1735.
Por este tiempo se verificó una extraordinaria revolución en el teatro.Enrique Fieldingescritor de mucho talento y graciapintor excelente de lascostumbresya fuese para salir de la estrechez y mala fortuna en que sehallabao ya para vengarse únicamente de los disgustos que le habían hechosufrir muchos sujetos de distincióndeterminó divertir a la ciudad a costa delas personas más conocidas de la repúblicay de mayor influencia y poder enlos negocios políticos. A este fin juntó una compañía que intituló Compañíade cómicos del gran Mogoly establecida en Hay Marketempezó con lacomedia del citado autorPasquin: ésta y algunas de las muchas quecompuso tuvieron grande aplauso. La amarga sátira que en ellas se conteníairritó sobremanera al Ministerio; y aunque por falta de buena administraciónen Fieldingsu compañía iba decayendoy el público llegó a cansarse deaquel nuevo género dramáticocon todo esoel Ministerio trató de vengarsede él y reducirle al estado de no poder en adelante ridiculizarle impunementepor medio del teatro. En efectopor un acto del Parlamentoexpedido en 1737se prohibió representar pieza alguna sin que precediese expresa licencia delLord Chamberlany se quitó al Rey la facultad de dar privilegios para elestablecimiento de nuevos teatroscon graves penas a todo el que contraviniesea estas disposiciones. El Lord Chesterfield declamó altamente contra esta ley;el público se inquietó al ver amenazada por este medio la libertad de laprensa; salieron papeles por todas partesridiculizandoabominandoarguyendolos principios adoptados por el Parlamento; peroa pesar de todola ley pasóy los ministros quedaron libres en adelante de verse expuestos a la censura delos poetas dramáticos.
El año de 1741 fue venturoso para el teatrohabiéndose presentado en élal público por la primera vez el admirable cómico Mr. Garrickel cual en1747después de varios reveses de fortuna que sufrióentró a medias con Mr.Lacey en la dirección del teatro de Drury Lanedonde permaneció representandocon alguna interrupciónnecesaria al restablecimiento de la saludhasta el de1776en que se retiró. A él se debe el buen gustola propiedad y el decoroque introdujo en la representaciónprescindiendo de su sobresaliente méritocomo actor y como poeta. Murió en 1779.
En 1767 se reedificó el pequeño teatro de Hay Markety obtuvo el títulode teatro Real. El de Covent Gardendespués de la muerte de Mr. Richocurridaen 1761padeció muchas mudanzas en su dirección hasta el presente; pero se hasostenido no obstantey en él se empezaron a dar algunas piezas de músicaque agradaron al públicoy que hoy día se repiten con general aceptación.
Para la formación de este extracto se han tenido presentes las siguientesobras:
El prólogo y suplemento de Mr. Dodsley a su Collection of Old Plays.
Un catálogo de piezas dramáticasimpreso con la Tragicomedia de Goffintitulada The Careless Shepherdessen 1656.
A New Catalogue of English Plays Containing Comediesetc. Londres1688y otro despuésañadido en 1691.
The Lives and Characters of the English Dramatick Poetsetc.por Mr.Gildon.
Poetical Register or the Lives and Characters of All the English Poetswithan Account of their Writings. 1723por Giles Jacob.
A List of All the Dramatick Authors with some Account of their Lives and ofAll the Dramatick Pieces ever Published in the English Language to the Year 1747.Esta obra se publicó unida con el Scanderbergpieza dramática deWhincop.
The British Theatre: Containing the Lives of the English Dramatick Poetswith an Account of All their Plays together with the Lives of most of thePrincipal Actors as well as Poets. To which is Prefixed a Short View of the Riseand Progress of the English Stage1752.
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Extracto de la noticia que se da en el libro intitulado
A NEW GUIDE TO THE CITY OF EDIMBURGH (AÑO DE 1792)
ACERCA DEL TEATRO DE ESCOCIA
Las diversiones del género dramático empezaron a estilarse muy presto eneste paíssiendo en sus principios representaciones de asuntos religiososdestinadas peculiarmente a adelantar los intereses de la religión: el clero lascomponíay se representaban los domingos. En el siglo diez y seis era tancrecido el número de los teatrosque hubo quejas de ello como de un malnosólo en Edimburgosino en todo el Reino. Éstos degeneraron presto de suprimera institución; y en vez de inspirar devociónsólo se veían en ellosbufonadas de todos génerosy desvergüenzas. Después de la reformase quejóel clero presbiteriano de estos espectáculos indecentesy animado de unviolento espíritu de celoanatematizó las representaciones teatralescualesquiera que fuesen. El Rey Jacobo VI les obligó a desistir de suscensuras; pero en tiempo de Carlos Icuando el fanatismo llegó al más altopunto imaginable¿cómo es posible suponer que las piezas de teatro fuesentoleradas? Pareceno obstanteque estas diversiones se introdujeron otra vezen Edimburgo hacia el año de 1684cuando el Duque de York tuvo allí su corteatrayendo su residencia una mitad de la compañía de cómicos de Londresquerepresentaron comedias por un poco de tiempo. Pero las desgracias acaecidas alcitado Duquey el establecimiento de la religión presbiterianacuyo genio espoco favorable a las diversiones de esta especieimpidieron los progresos delteatroy no hubo comedias hasta después del año 1715etc.
Fue muy bien recibida una compañía de cómicos de Londresy siguieronviniendo anualmente a Edimburgo las de la legua; pero habiéndose hecho odiosasotra vez al cleroprohibieron los magistradosen el año 1727todarepresentación teatral en los límites de su distritosi bien estaprohibición fue suspendida por la sala de Justiciay los cómicos continuaronrepresentando como antes. No obstanteeran muy escasas estas diversiones en laciudadpues sólo la visitabancon dos o tres años de intervaloalgunascompañías de la leguaque representaban en Taylor's House (la casa delos sastres).
Por este tiempo salió un acto del Parlamentoque prohibía todarepresentación de dramasexcepto en los teatros privilegiados por el Rey. Coneste motivolos clérigos de Edimburgo levantaron inmediatamente la cabezay asus propias expensasapoyados en el acto mencionadofulminaron una causacontra los comerciantes. Ésta se decidió en primera instancia contra loscomedianteslos cuales apelaron al Parlamentosolicitando un bill queautorizase a S.M. a permitir un teatro en Edimburgo. Contra esta solicitud sepresentaron peticionesen 1739a la Cámara de los Comunes por los magistradosy ayuntamiento de la ciudadpor el Rector y profesores de la universidad y porla clerecíaen consecuencia de lo cual se detuvo el expediente.
Pero todas estas oposicionesy el espíritu de partido que las animaballegaron a redundar en beneficio de los cómicos; y al fin se halló fácilmenteel medio de eludir el acto del Parlamento de que se ha hecho mención. Siguieronpues las comediasy la sala de Taylor's House fue tan frecuentadaquese halló ser insuficiente para el concurso que asistía.
Construyóse después una casa de comedias en Canongateaño de 1746la cual llegó a ser demolidaporque la mala conducta de los directores y lasdesavenencias entre los cómicos excitaron alborotos y tumultos.
Últimamentecuando el Soberano concedió el terreno en que debíaedificarse la parte nueva de la ciudadse añadió una cláusula al billautorizándole a privilegiar un teatro en Edimburgo: concedió S.M. esta graciay los clérigos callaron para siempre.
No obstanteel alto precio quese exige a los directores por la patenteque es no menos de quinientas guineas anualesha impedido hasta ahora el ver eneste teatro buenas decoraciones y buenos actorescomo se hubiera logrado a nohaber esta causaque ha hecho el éxito del teatro de Edimburgo menos favorablede lo que se pudiera haber esperado. En esta última temporada se ha arrendadopor la suma de doce mil libras a los señores Jackson y Kemble.
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ANFITEATRO
Este edificio está cercano al teatro en el camino de Leithy fue abierto en1790 para juegos de equitacióndiversiones de pantomimadanza y saltos. Elcirco tiene setenta pies de diámetroy puede contener mil y quinientosespectadores. Las diversiones que en él se dan no son inferiores a las deLondres. Los directoresprocurándose excelentes profesores en todos estosramosse han hecho dignos de toda la protección que reciben del público deEdimburgo. Dicho anfiteatro sirve también de escuela de montardonde seenseñan a las señoras y caballeros los ejercicios de equitación.