Readme.it in English  home page
Readme.it in Italiano  pagina iniziale
readme.it by logo SoftwareHouse.it

Yoga Roma Parioli Pony Express Raccomandate Roma

Ebook in formato Kindle (mobi) - Kindle File Ebook (mobi)

Formato per Iphone, Ipad e Ebook (epub) - Ipad, Iphone and Ebook reader format (epub)

Versione ebook di Readme.it powered by Softwarehouse.it


Los habladores: entremés famoso

Miguel de Cervantes Saavedra

 

 

PERSONAJES

 
   
 

ROLDÁN

 
 

SARMIENTO

 
 

DOÑA BEATRIZsu mujer

 
 

INÉScriada

 
 

UN PROCURADOR

 
 

UN ALGUACIL

 

La acción en el año 1600.

  



 

Acto único

Calle.

Escena I

PROCURADORSARMIENTOy detrás ROLDÁNen hábito roto con suespada y calcillas.

SARMIENTO.-Tomeseñor Procurador; que ahí van los doscientos ducadosydoy palabra a usted que aunque me costara cuatrocientosholgara que fuera lacuchillada de otros tantos puntos.

PROCURADOR.-Usted ha hecho como caballero en dárselay como cristiano enpagársela; y yo llevo el dinerocontento de que me descanse y él se remedie.

ROLDÁN.-¡Ahcaballero! ¿Es usted procurador?

PROCURADOR.-Sí soy; ¿qué es lo que manda usted?

ROLDÁN.-¿Qué dinero es ese?

PROCURADOR.-Dámele este caballero para pagar la parte a quien dio unacuchillada de doce puntos.

ROLDÁN.-Y ¿cuánto es el dinero?

PROCURADOR.-Doscientos ducados.

ROLDÁN.-Vaya usted con Dios.

PROCURADOR.-Dios guarde a usted. (Vase.)


Escena II

ROLDÁNSARMIENTO.

ROLDÁN.-¡Ah caballero!

SARMIENTO.-¿A mígentil hombre?

ROLDÁN.-A usted digo.

SARMIENTO.-Y ¿qué es lo que usted manda?

ROLDÁN.-Cúbrase usted; que si nono hablaré palabra.

SARMIENTO.-Ya estoy cubierto.

ROLDÁN.-Señor míoyo soy un pobre hidalgoaunque me he visto en honra;tengo necesidady he sabido que usted ha dado doscientos ducados a un hombre aquien había dado una cuchillada; y por si usted tiene deleite en darlasvengoa que usted me dé una adonde fuera servido; que yo lo haré con cincuentaducados menos que otro.

SARMIENTO.-Si no estuviera tan mohínome obligara a reír usted; ¿dícelode veras? pues venga acá: ¿piensa que las cuchilladas se dan sino a quien lasmerece?

ROLDÁN.-Pues ¿quién las merece como la necesidad? ¿No dicen que tienecara de hereje? pues ¿dónde estará mejor una cuchillada que en la cara de unhereje?

SARMIENTO.-Usted no debe de ser muy leído; que el proverbio latino no dicesi no que necessitas caret leye que quiere decirque la necesidadcarece de ley.

ROLDÁN.-Dice muy bien usted; porque la ley fue inventada para la quietudyla razón es el alma de la leyy quien tiene alma tiene potencias: tres son laspotencias del alma: memoriavoluntad y entendimiento. Usted tiene muy buenentendimientoporque el entendimiento se conoce en la fisonomíay la de ustedes perversapor la concurrencia de Saturno y Júpiteraunque Venus le mire encuadradoen la decanoria del signo ascendente por el horóscopo.

SARMIENTO.-Por el diablo que acá me trujoesto es lo que yo había menesterdespués de haber pagado doscientos ducados por la cuchillada.

ROLDÁN.-¿Cuchillada dijo usted? está bien dicho: cuchillada fue la que dioCaín a su hermano Abelaunque entonces no había cuchillos; cuchillada fue laque dio Alejandro Magno a la reina Pantasileasobre quitalle a Zamora la biencercaday asimismo Julio César al conde don Pedro Anzuressobre el jugar alas tablas con don Gaiferosentre Cabañas y Olías; pero advierta usted quelas heridas se dan de dos manerasporque hay traición y alevosía: latraición se comete al Rey; la alevosíacontra los iguales; por las armas lohan de ser; y si porque dice Carranzaen si yo riñere con ventajasu Filosofíade la espaday Terencio en la Conjuración de Catilina...

SARMIENTO.-Váyase con el diabloque me lleva sin juicio; ¿no echa de verque me dice bernardinas?

ROLDÁN.-¿Bernardinas dice usted? y dijo muy bienporque es lucido nombre;y una mujer que se llamase Bernardina estaba obligada a ser monja de SanBernardo; porque si se llamase Franciscano podía ser; que las Franciscastienen cuatro efes; la F es una de las letras del ABC; las letras del ABCson veinte y tres: la K sirve en castellano cuando somos niñosporqueentonces decimos la... que se compone de dos veces esta letra K: dos vecespueden ser de vino; el vino tiene grandes virtudes; no se ha de tomar en ayunasy aguadoporque las partes raras del agua penetran los poros y se suben alcerebroy entrando puras...

SARMIENTO.-Téngaseque me ha muertoy pienso que algún demonio tienerevestido en esa lengua.

ROLDÁN.-Dice usted muy bien; porque quien tiene lenguaa Roma va; yo heestado en Roma y en la Manchaen Trasilvania y en la Puebla de Montalbán:Montalbán era un Castillode donde fue señor Reynaldos; Reynaldos era uno delos doce Pares de Franciay de los que comían con el Emperador Carlomagno enla mesa redondaporque no era cuadrada ni ochavada. En Valladolid hay unaplacetilla que llaman el Ochavo; un ochavo es la mitad de un cuartoun cuartose compone de cuatro maravedís; el maravedí antiguo valía tanto como agora unescudo; dos maneras hay de escudos; hay escudos de paciencia y hay escudos...

SARMIENTO.-Dios me la dé para sufrille; téngaseque me lleva perdido.

ROLDÁN.-Perdido dijo ustedy dijo muy bien; porque el perder no es ganar;hay siete maneras de perder: perder al juegoperder la haciendael tratoperder la honraperder el juicioperder por descuido una sortija o un lienzoperder...

SARMIENTO.-Acabecon el diablo.

ROLDÁN.-¿Diablodijo usted? y dijo muy bien; porque el diablo nos tientacon varias tentaciones: la mayor de todas es la de la carne; la carne no espescado; el pescado es flemoso; los flemáticos no son coléricos. De cuatroelementos está compuesto el hombre: de cólerasangreflema y melancolía; lamelancolía no es alegríaporque la alegría consiste en tener dineros; losdineros hacen a los hombreslos hombres no son bestiaslas bestias pacen; yfinalmente...

SARMIENTO.-Y finalmente me quitará usted el juicio o poco podrá; pero lesuplico en cortesíame escuche una palabrasin decirme lo que es palabraqueme cairé muerto.

ROLDÁN.-¿Qué manda usted?

SARMIENTO.-Señor míoyo tengo una mujerpor mis pecadosla mayorhabladora que se ha visto desde que hubo mujeres en el mundo; es de suerte loque hablaque yo me he visto muchas veces resulto a matalla por las palabrascomo otros por las obras: remedios he buscadoninguno ha sido a propósito; amí me ha parecido que si yo llevase a usted a mi casay hablase con ella seisdías arreome la pondría de la manera que están los que comienzan a servalientes delante de los que ha muchos días que lo son. Véngase usted conmigosuplícoselo; que yo quiero fingir que usted es mi primoy con este achaquetendrá a usted en mi casa.

ROLDÁN.-¿Primo dijo usted? ¡Ohqué bien dijo usted! Primo decimos alhijo del hermano de nuestro padre; primoa un zapatero de obra prima; prima esuna cuerda de guitarra; la guitarra se compone de cinco órdenes; las órdenesmendigantes son cuatro; cuatro son los que no llegan a cinco; con cinco estabaobligado a reñir antiguamente el que desafiaba de comúncomo se vio en DonDiego Ordoñez y los hijos de Arias Gonzalocuando el Rey Don Sancho...

SARMIENTO.-Téngase y téngasepor Diosy véngase conmigo; que allá dirálo demás.

ROLDÁN.-Camine delante usted; que yo le pondré esa mujer en dos horas mudacomo una piedra; porque la piedra...

SARMIENTO.-No le oiré palabra.

ROLDÁN.-Pues camine; que yo le curaré a su mujer. (Vanse.)


MUTACIÓN

Sala en casa de Sarmiento. Una estera arrolladaetc.etc.

Escena III

DOÑA BEATRIZINÉS.

BEATRIZ.-¡Inés! ¡Hola! (Llamando.) ¡Inés! ¿Qué digo? ¡Inés!¡Inés!

INÉS.-Ya oigoseñoraseñoraseñora.

BEATRIZ.-Bellacadesvergonzada¿cómo me respondéis vos con ese lenguaje?¿No sabéis vos que la vergüenza es la principal joya de las mujeres?

INÉS.-Ustedpor hablarcuando no tiene de quéme llama doscientas veces.

BEATRIZ.-Pícarael número doscientos es número mayordebajo del cual sepueden entender doscientos milañadiéndole ceros; los ceros no tienen valorpor sí mismos.

INÉS.-Señoraya lo tengo entendido; dígame usted lo que tengo de hacerporque haremos prosa.

BEATRIZ.-Y la prosa es para que traigáis la mesa para comer vuestro amo; queya sabéis que anda mohínoy una mohína en un casado es causa de que levanteun garrotey comenzando por las criadas remate con el ama.

INÉS.-Pues ¿hay más de sacar la mesa? voy volando. (Vase.)


Escena IV

DOÑA BEATRIZSARMIENTO y ROLDÁN. DespuésINÉS.

SARMIENTO.-¡Hola!¿No está nadie (Dentro.) en esta casa? ¡DoñaBeatrizhola!

BEATRIZ.-Aquí estoyseñor; ¿de qué venís dando voces?

SARMIENTO.-(Saliendo.) Mirad que traigo este caballerosoldado ypariente míoconvidado; acariciadle y regaladle muchoque va a pretender a lacorte.

BEATRIZ.-Si usted va a la cortelleve advertido que la corte no es paraCarlos tan encogido; porque el encogimiento es linaje de boberíay el boboestá cerca de ser desvalidoy lo merece; porque el entendimiento es luz de lasacciones humanasy toda la acción consiste...

ROLDÁN.-Quedoquedosuplico a usted; que bien sé que consiste en ladisposición de la naturalezaporque la naturaleza obra por los instrumentoscorporales y va disponiendo los sentidos; los sentidos son cinco: andartocarcorrer y pensar y no estorbar; toda persona que estorbare es ignorantey laignorancia consiste en no caer en las cosas; quien cae y se levantaDios le débuenas Pascuas; las Pascuas son cuatrola de Navidadla de Reyesla de Floresy la de Pentecostés; Pentecostés es un vocablo exquisito...

BEATRIZ.-¿Cómo exquisito? mal sabe usted de exquisitos; toda cosa exquisitaes extraordinaria: la ordinaria no admira; la admiración nace de cosas altas;la más alta cosa del mundo es la quietudporque nadie la alcanza; la más bajaes la maliciaporque todos caen en ella; el caer es forzosoporque hay tresestados en todas las cosas; el principioel aumento y la declinación.

ROLDÁN.-Declinación dijo usted y dijo muy bien; porque los nombres sedeclinanlos verbos se conjugan; y los que se casan se llaman con este nombrey los casados son obligados a quererseamarse y estimarsecomo lo manda laSanta Madre Iglesia; y la razón de esto es...

BEATRIZ.-Pasopaso-¿que es esto marido? ¿tenéis juicio? ¿Qué hombrees este que habéis traído a mi casa? Por Diosque me huelgoque he halladocon qué desquitarme. Dad acá la mesa presto y comamosque el señor Roldánha de ser huésped mío seis o siete años.

BEATRIZ.-¿Siete años? malos años; ni una horaque reventarémarido.

SARMIENTO.-Él era mejor para serlo vuestro. -¡Hola! Dad acá la comida.

INÉS.-(Saliendo.) ¿Convidados tenemos? Aquí está la mesa.

ROLDÁN.-¿Quién es esta señora?

SARMIENTO.-Es criada de casa.

ROLDÁN.-Una criadaque se llama en Valencia fadrinaen Italia masaraen Francia gaspirriaen Alemania filimoquiaen la corte sirvientaen Vizcaya moscorray entre pícaros daifa. Venga la comidaalegremente; que quiero que vuesas mercedes me vean comer al uso de la GranBretaña.

BEATRIZ.-Aquí no hay que hacersino perder el juiciomarido; que revientopor hablar.

ROLDÁN.-¿Hablar dijo usted? y dijo muy bien: hablando se entienden losconceptos; éstos se forman en el entendimiento; quien no entiendeno siente;quien no sienteno vive; el que no vivees muerto; un muerto échale en unhuerto.

BEATRIZ.-¡Marido? ¡marido?

SARMIENTO.-¿Qué queréis mujer?

BEATRIZ.-Echadme de aquí este hombrecon los diablosque reviento porhablar.

SARMIENTO.-Mujertened paciencia; que hasta cumplidos los

siete años no puede salir de aquí; porque he dado mi palabray estoyobligado a cumplirlao no seré quien soy.

BEATRIZ.-¿Siete años? Primero veré yo mi muerte. Ay! ay! ay!

INÉS.-Desmayóse. ¿Esto quiere usted ver delante de sus ojos? Vela ahímuerta.

ROLDÁN.-¡Jesús! ¿de qué le ha dado este mal?

SARMIENTO.-De no hablar.

ALGUACIL.-(Dentro.) Abran aquí a la justicia! abran a la justicia!

ROLDÁN.-¡La justicia! ¡Aytriste de mí! que yo ando huidoy si meconocen me han de llevar a la cárcel.

SARMIENTO.-Puesseñorel remedio es meterse en esa estera usted; que lashabían quitado para limpiarlasy así se podrá librar; que yo no hallo otro. (MéteseRoldán en la estera.)


Escena V

Dichos. El ALGUACIL.

ALGUACIL.-¿Era para hoy el abrir esta puerta?

SARMIENTO.-¿Qué es lo que usted manda que tan furioso viene?

ALGUACIL.-El señor Gobernadormanda queno obstante que usted ha pagadolos doscientos ducados de la cuchilladavenga usted a darle la mano a estehombrey se abracen y sean amigos.

SARMIENTO.-Quería comer agora.

ALGUACIL.-El hombre está aquí juntoy luego se volverá usted a comerdespacio.

SARMIENTO.-Vamosy entretantoponed la mesa. (Vanse todosmenosRoldánBeatriz e Inés.)

INÉS.-Vuelve en tiseñora; que si de no hablar te has desmayadoagoraque estás solahablarás cuanto quisieres.

BEATRIZ.-Gracias a Diosque agora descansaré del silencio que he tenido.

ROLDÁN.-(Sacando la cabeza de la estera.) ¿Silencio dijo usted? ydijo muy bien; porque el silencio fue siempre alabado de los sabiosy lossabios hablan a tiempos y callan a tiemposporque hay tiempos de hablar ytiempos de callar; y quien calla otorgay el otorgar es de escriturasy unaescritura ha menester tres testigosy si es de testamento cerado siete;porque...

BEATRIZ.-Porque el diablo te llevehombrey quien acá te trujo. ¿Hay tangran bellaquería? Yo vuelvo a desmayarme.


Escena VI

DichosSARMIENTOALGUACIL.

SARMIENTO.-(Roldán se esconde de nuevo.) Ya que se han hecho lasamistadesquiero que vuesas mercedes beban con una caja. ¡Hola! dad acá lacantimplora y aquella perada.

BEATRIZ.-¿Agora nos metéis en eso? ¿No veis que estamos ocupadossacudiendo estas esteras? (Muestra el palo.) Y túcon ese otro(AInés.) démosle hasta que queden limpias.

ROLDÁN.-Pasopasoseñoras: que bien (Saliendo.) entendí quehablaban muchopero no que jugaban de manos.

ALGUACIL.-¡Oiga! ¿qué es esto? ¿No es aquel bellaco de Roldanejoelhabladorque hace las maulas?

INÉS.-El mismo.

ALGUACIL.-Sed preso sed preso.

ROLDÁN.-¿Preso dijo usted? y dijo muy bienporque el preso no es libreyla libertad...

ALGUACIL.-Que nono; aquí no ha de valer la habladuría; ¡vive Dios! quehabéis de ir a la cárcel.

SARMIENTO.-Señor alguacilsuplico a ustedque por haberse hallado en micasaesta vez no se lleve; que le doy palabra a usted de darlecon qué sevaya del lugaren curando a mi mujer.

ALGUACIL.-Pues ¿de qué la cura?

SARMIENTO.-Del hablar.

ALGUACIL.-Y ¿cómo?

SARMIENTO.-Hablando; porque como habla tanto la enmudece.

ALGUACIL.-Soy contento por ver ese milagro; pero ha de ser

con condición que si la diere saname avise usted luegoporque le lleve ami casa; que tiene mi mujer la propia enfermedady me holgaría que me lacurase de una vez.

SARMIENTO.-Descuideseñor alguacilque cumplidos los siete añosyoavisaré con lo que hubiere.

BEATRIZ.-Maridopor Diosechadme desde luego de aquí este hombreque yoprometo no dar lugar a que vuelva. (Arrodillándose.)

SARMIENTO.-(Levantándola.) Alzadpuesy enmendaosque no estábien de rodillas la que es señora de mi casa.

ROLDÁN.-Señoradice ustedy muy bien dicho que estáporque Roma fueseñora de todo el mundo

ALGUACIL.-(Interrumpiéndole.) Vetepícaro hablador.

SARMIENTO.-No me desagrada el verso.

ALGUACIL.-Pues si no le desagradaoiga; que yo tengo alguna vena de poesía.

ROLDÁN.-¿Poesía ha dicho usted? Pues oigan y reparen vuestras mercedes:que no será peor la mía.

 

Aquí he venido a curar

 

una mujer habladora

 

que nunca supo callar

 

a quien pienso desda agora

 

enmudecer con hablar.

 

Convidome este señor

 

y comeré yo en rigor

 

aunque diga su mujer

 

por no me dar de comer;

 

-«Vetepícaro hablador.»

BEATRIZ.-(Al público.)

 

Un hablador es matraca;

 

granizadaque apedrea

 

torbellinoque marea

 

y furiaque nadie aplaca.

 

Cuando otro hablador le ataca

 

calla por breves instantes

 

y con bríos más pujantes

 

sigue... ¡Qué dichaseñores

 

sí todos los habladores

 

hablaran como CERVANTES!


FIN




Google