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El año en Spitzberg

Pedro Antonio Alarcón

 

- I -

Estoy viendo desaparecér hacia el Mediodía el buque ballenero que me dejaabandonado en esta isla desiertasobre la arena de una playa sin nombre.

¡Heme aquí solo; solo en un ámbito de mil leguas!

Yo amaba a una mujer..... El demonio de los celos me mordió el corazónyhe matado a mi rival en desafío..... ¡Era un príncipe!

Y el Gobierno ruso me ha condenado a pasar aquí un año.....; esdecirme ha condenado á muerte.

¡Ah! ¿Por qué no me entregó al hacha del verdugo? ¿Por qué hacermeexpirar de fríode hambrede tristezade desesperaciónó disputando micuerpo al terrible oso blancosi mi delito no era más que uno?

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

¡Spitzberg!..... ¡Estoy en el terrible archipiélago que ninguna razaha podido habitar!¡Me hallo a los 77 grados latitud Nortea doscientas sesentaleguas del Polo!

Creo haber oído decir a mis asesinos que esta isla es la del Nordestela más meridional del horroroso grupola más templada de todas..... ¡Cruelcompasión..... que prolongará algunas horas mi agonía!

Ignoro en cuál de estos témpanos de hielo eterno tiene la Rusia una coloniapara la peletería y la pesca de la ballena; pero lo que sí sé es que loscolonos emigrarían á la Laponia á fines de Agostohace dos mesesy novolverán hasta la primavera..... ¡dentro de doscientos cuarenta días!

¡Estoypuessolosin hogarsin amparosin viveressin consuelos!

¡Morir! He aquí mi inevitable y próxima suerte.

Hoy es 17 de Octubre..... El frío avanza por el Norte..... Dentro de pocosdías me helarésin remedio.

Entre tanto me alimentaré con la caza. ¡Siquiera esos crueles me han dejadouna escopeta..... «por si quería suicidarme de este modo». Matarérengíferoschuparé hielo y me procuraré un abrigo entre esas rocas. Elinglés Parry habitó cabañas de nieve en el Norte de América á los 73 grados.¡Ah! Sí......; ¡pero yo estoy cuatro grados más cerca del Poloy no tengofuego para calentarme!

¡Morir! ¡Morir! ¡He aquí mi infalible destino!



-

 

II -

Han transcurrido seis días.

Una ráfaga de esperanza brilla ante mis ojos.....

Me he procurado fuego como Robinsónrozando dos pedazos de cedro.

Ayer encontré en el centro de inmensa roca una profunda cavidad muyreservada del frío.

Todos los días mato cinco ó seis rengíferoslos despedazo y conservo lacarne entre los témpanos de hielo.

Así se conservará incorrupta hasta el año que viene.

También hago provisión de combustibles. No tengo hacha; pero el frío mesirve de leñador. Todas las noches crujen algunos árboles y saltan hechosastillas por el rigor de la heladay yo traslado a mi gruta cada mañana milesde estos fragmentosque alimentarán mi hogar hasta que muera.

Voypuesá entablar una insensata lucha con el invierno. ¡Porque deseovivir y volver al lado de los hombres! ¡Porque la soledad me ha vuelto cobarde!.....¡Porque adoro la vida!.....



 

- III -

El frío es ya irresistible.....

Ha llegado el momento de encerrarme en las entrañas de esa peña; deincrustarme en su centro como un marisco en su concha.

Antes de sepultarme en la que acaso será efectivamente mi tumba; antes devestirme esa mortaja de piedraquiero despedirme del mundode la Naturalezade la luzde la vida.....

Camina el sol tan poco elevado en el horizonteque desde que sale hasta quese pone no hace más que recorrer su ocaso como luminoso fantasma que davueltas alrededor de su sepulcro.

Sus rayospálidos y horizontalesreverberan tristemente sobre el mar.

Las aguas empiezan á rizarse..... Pronto quedarán encadenadas por el hielo.

La bóveda celeste ostenta un azul cárdeno y sombríoque la hace aparecercomo más distante de la Tierra.

El soplo del aquilón quema y marchita las tristes flores que osarondesplegar aquí sus encantosy ata con lazos de cristal el curso de lostorrentes..... ¡Helos ya mudosinmóvilespetrificados en sus enérgicasactitudescomo trágicos héroes esculpidos en mármol!.....

Reina un silencio sepulcralun silencio absoluto. No se oye ni canto de aveni rumor de corrienteni suspiro de brisani columpio de planta.....

¡Ni movimiento ni ruido!..... ¡Nada! ¡El mutismo del no ser: heaquí todo! La eternidad y lo infinito deben de parecerse á estas monótonassoledadesá estos páramos de inacción y muerte.

El calor de mi sangrelos latidos de mi corazónel soplo de mi alientoeleco de mis pasosson los únicos síntomas de vida que ofrece la Naturaleza. Mecreopuessolo en un mundo cadáveren una planeta posterior á suApocalipsis; en la Tierra misma pasado el juicio final.....

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

Hoy tiene el día diez y seis minutos.

Mañana no saldrá el sol.

Mañana me ocultaré yo por seis meses; él por tres.

¡Ohsol! ¿Volveremos á vernos?

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

¡Qué frío tan espantoso!.....

La humedad del aire se convierte en agujas de hielo que punzan mi semblante.

Mi aliento me rodea de una especie de niebla que no puede elevarse á lacondensada atmósfera.

El humo de mi escopeta se dilata también horizontalmente.

Ayer toqué el gatillo sin mis gruesos guantesy mis dedos quedaron tanfuertemente unidos al aceroquepara separarloshube de dejarme allí la piel.

La sábana blanca que se extiende indefinidamente alrededor de mí y lasirradiaciones de la luz en ella hanme producido en la vista una terribleinflamación.....

Pronto vendrá el escorbuto.....

¡Oh! ¡Qué espantosa es esta lucha de mi vida con la muerte de todo locreado!



 

- IV -

En efecto: ayer apareció el sol; no por el Orientesino por el Sur. Trazóen lontananza un ligero semicírculoy se hundió al cabo de un cuarto de hora.

Hoy es el 7 de Noviembreel tremendo día del Spitzbergel últimoen que ve el sol.....

Son las once y media de la mañana.

Hace tres horas que un esplendoroso crepúsculo luce en el remotísimoconfín de los cielos.

Mas el sol no aparece.....

¡Ah!..... ¡Sí!..... ¡Helo pálido y entristecidopugnando por asomar sufrente!....

Pero el disco no se eleva.....

El limbo solamente pasa rozando por el límite del cielo y de las olas.....

¡Un momento másy ha desaparecido!

¡Adiós para siemprepadre de la luzcorona de los cielosalma del mundo!

¡Adiósmi último amigo! ¡Adiósy vuelve!



 

- V -

¿Cuánto tiempo ha transcurrido?

No lo sé.

Mi reloj anduvo una semana: el frío lo paró despuésómejor dicholomató.

El frío lo mata todo.

Ignoropuesqué día es hoy.

Pero ¿qué significa la palabra hoy?

El hoy no existe para mí.

Mi vida carece de horas.

Lo pasadolo presente y el porvenir forman horrible grupo en mi imaginación.

Un momento continuo: tal es el tiempo dentro de este sepulcro.

Si los muertos pensaran en el panteónpadecerían lo que yo padezco.

Los siglos caminan más de prisa que aquí los instantes.

Un invierno en Spitzberg da una idea de la eternidad en el infierno.

¡Y qué abismo sin fondo de mi tenaz meditación!

Mis ideasindefinidamente desbordadasexplayadasextendidas por el páramode mi no serconcluirán por escapárseme.....y no me volveré loco.

Vivo náufrago y sin tabla en un océano de negaciones. Paréceme un sueñola idea deque existe el mundo. Dudo hasta de mi propia existencia. Midesesperación es más cruel que la de los ateos: ellos niegan el porvenir; yoniego lo presente. Yo no he perdido la esperanzasino la realidad.



-

 

VI -

¡Qué lejos estoy de los hombres! ¡Qué olvidado sobre la tierra!

Hacia cualquier parte que dirijo el pensamientodisto de la humanidadcentenares de leguas.

Mil quinientas millas al Occidente se halla la Groenlandiacontinente dehielo que enlaza dos mundos.....

Al Norte..... ¡no hay más que el Polo!

El Océano Alántico se dilata por el Sur.....

Allá está el continente europeocon su perdurable primavera..... LuegoelÁfrica¡la patria del sol..... Despuéslas zonas antárticasgozando ahorade los favores del estío.....

Al Orientea dos mil cuatrocientas millas de este archipiélagosólo sehalla la Nueva Zembla.

¡Oh! ¡Qué pesadilla descorrió en mente humana ilusión tan negra como larealidad de mi desventura!



 

- VII -

El upasárbol venenoso de la Oceaníano deja brotar ni una plantaen el ámbito que cobija su ramaje.

Donde el caballo de Atila sentaba el pie no volvía a nacer la hierba.

El envidioso no ve más que la sombra del bien ajeno.

El egoísta está siempre asfixiado por falta de otro mundo que absorber.....

El escéptico vive negativamente.

¿Y yo? ¿Qué soy? ¿Qué hago? ¿Cómo vivo?



 

- VIII -

¡Cuántos brillantes salones se abrirán en este momento á una multitudalegre y bulliciosa!

El baile.....el amor.....la música.....

¡Condenación para mí!

Allá imagino un perfumado gabineteuna chispeante chimeneaalfombrasbutacaspielescaférontabaco.....; una plática tiernadescanso delplacerincentivo de más placeres.....; una alcoba tibiamente alumbradaunlecho mullido y el sueño de la felicidad.....- ¡Aymi Alejandra!

Pero no..... Estoy en San Petersburgo. Es una tarde de Mayo. Tomamos el solen embalsamados jardines. La gente ríehabla acá y alláme saluda..... -¡Alejandra!¡Alejandra mía!

¡Tampoco!

¡Ahqué perdurable noche!.....

¿Cuándo llegará mañana?



 

- IX -

Nuevas eternidades han rodado sobre mi cabeza.

Duermo mucho.

¿En qué horaen qué díaen qué mes me encuentro?

¿Ha pasado ya un añoó una semana solamente?

¿Abulto yo el tiempo con la imaginación ó no lo siento. pasar y lo achico?

¿De qué pecan mis cálculos? ¿de exagerados ó de cobardes?

¡Oh! ¿Qué es este tiempo sin medidapro indivisosincronómetrosin día ni nochesin solluna ni estrellas? ¡Es el caos; es lanada con un solo sercomo mi pobre espírituabismada en el eternovacío!

Me he puesto a veces las manos sobre el corazón; he sumado luego los latidosque he contado en distintas ocasionesy ha pasado de un millón la suma total!

¡Un millón de latidos!..... ¡Un millón de segundos! ¡Once dias y medio!

¡Y luego se deslizan los años de nuestra ventura como pájaros por el airesin dejar rastro en la memoria!

¡Cuántas veces me vió el crepúsculo de la tarde al lado de mi adoradayllegó la nochey pasóy rayó el día....y toda esta cantidad de tiempo nofué otra cosa que una larga mirada!

¡Oh! ¡Cuántas inmensidades contiene un minuto de dolor!

Y ¡cuán pasajera es uni inmensidad de dicha!



 

- X -

Las rocas crujen sobre mi cabeza.

Parece que la isla va á partirse en mil pedazos.

Este debe de ser el vendaval del equinoccio...

Es decirque Marzo habrá mediado ya y que el sol lucirá en el horizonte.....

¡Voy á salir! ¡Quiero ver el cielo! ¡Quiero ver el sol!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

Pero ¿qué oigo?

Los osos blancos rugen terriblemente..... ¡Mejor! ¡Lucharemos!.....

¡También yo tengo hambre de sangre calientede carne que palpite entre misuñas!

Cojo la escopeta; rompo el hielo que obstruye la entrada de esta grutaysalgo.....

¡Extraña debe de ser mi aparición entre las nieves! ¡Pareceré una fieraque deja su cubilun monstruo que sale del infiernoLázaro que se levanta dela tumba!



 

- XI -

¡Me he engañado miserablemente!

Creía hallarme en la primavera; esperaba ver el sol; contaba con quehabrían transcurrido cuatro ó cinco meses..... ¡y me hallo con el inviernoyes de nochey estamos en Eneroá juzgar por la disposición de las estrellas!.....

¡Aun no ha mediado mi sufrimientocuando yo no podía sufrir ya más!.....¿Quéva á ser de mí?

He allí la luna en el cenit obscuro del firmamento.....

Parece una blanca paloma venida de otros horizontes á visitar un mundoolvidado por el Criador.....

¡Doloroso espectáculo!

Por dondequiera que miroveo sólo un interminable páramouna soledad sinlímites.....

El mar heladoy cubierto además de nieveno se diferencia de la tierra.

Los elementos se confunden aquí como las horas de mi ocio.

Todo ha mudado de sitiode formade color.

El valle está repleto de nieve y nivelado con el monte.

El árbol se asemeja á una campana de cristal.

La superficie del Océano no es lisa: fantásticas breñas de hielo la cubren.

Y todo está mudoblancofríoinmóvil.

¡Qué monotonía tan desesperadora!

El cielo aparece negro al lado de la reverberante claridad de la luna y de lanieve.

Las estrellas se ven tan lejos y tan atenuadasque parecen pertenecer áotros mundos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

Mas ¿por qué se extiende de pronto una obscuridad densísima?

¿Por qué las estrellas fulguran en la sombra con un brillo desusado?

¿Qué es esto?

Desbórdase de la luna un océano de claridad; la blanca sábana que envuelvela creación refleja una luz intensa; la lontananza del horizonte se rasga y seprolonga.....

En seguida las tinieblas se tornaron espesísimas.

¿Qué misterio se obra en la Naturaleza? - ¡Oh! ¡La aurora boreal!

El Septentrión se inflama con mil luces y colores; una llamarada de oro yfuego inunda el espacio ilimitado; las soledades se incendian; los monolitos dehielo brillan con todos los matices del arco iris. Cada carámbano es unacolumna de topacio; cada estalagmitauna lluvia de zafiros. Rásgase lapenumbray descúbrense océanos de claridad.....¡Allá adivino el Polo alumbradointensamenteerial solitario que ningún pie humano llegará á hollar nunca! Yen aquella región de continuo espanto creo divisar el eje misterioso de laTierra.....

Único espectador de este sublime dramacaigo instintivamente de rodillas.....

¡He aquí los confines del Globo trocados en esplendoroso temploen una capellaardenteen un sagrario de purísimo oro derretido!

Dominando tan vasta iluminación álzanse columnas de llama aéreaarcos dedivina lumbrebóvedas de flámulas desatadas..... Así se conciben la cuna delrayoel manantial de la luzel lecho del sol en la fulgente tarde.....

¡Cuánta vidacuánto ardorcuánta belleza en el universo! ¡Qué lujo defuego y de colores después de tanto tiempo en que mis ojos sólo vieron laatonía del color y de la existencia!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

Pronto se concentran en un punto tantos ríos de ebulliciente claridadyfórmanse mil soles de fuegos fatuosque se apagan sucesivamentecomo lailuminación de terminada fiesta. Los prismas se decoloran: la escarlataamarillea: la púrpura toma un tinte violado.....

¡Otra vez desolación y tinieblas!

El meteoro ha desaparecido.



 

- XII -

Heme de nuevo en mi sepulcro.

El ocio y el frío combaten otra vez mi cuerpo y mi alma.

¡El ocio! Acurrucado frente á la hoguera paso unas horas sin medida.....

Mis ojos se nutren de la llama: mi corazón respira olas de fuego. Sin estefuego no fluiría mi sangre..... El ocio y el frío son una misma cosa.

Y pasa el tiempo.....

Ya pienso en nimiedadesen frívolas relaciones de un átomo de ceniza conun átomo de lumbre: ya se desentumecen mis ideasy recorro el mundo de unaojeada.

Mi niñez y mis amores; toda la historia de mi vida pasa ante mi imaginación.....

Cuando salga de aquísi lo consigohabré nacido de nuevo.

El frío y el ocio han cristalizado otro ser con los despojos de mi serpasado.

¡Cuánto profundo y asolador pensamientocuánta negativa ciencia adivinadasacaré de esta prisión!

La soledad me ha engrandecido de un modo horribleespantoso.....

He visto el mundo y la sociedad tan á lo lejosen tan graduada perspectivaque he adquirido el conocimiento exacto de todas las cosas.

¡Cuánta pequeñez he dejado de apreciar!..... ¡Pequeñeces que allájuzgaba de alta trascendencia!

¡Oh! ¡Si vuelvo al mundo viviré soberanamentesin que el velo de lapreocupación me oculte la felicidadsin que la costumbre me aprisione entresus redes! ¡Qué invulnerable me hizo la desesperación!

Entre mi corazón y el mundo no hay ya ningún lazo: el hielo nos separópara siempre.

¡Yo soy yo! Todos los hombres son una unidady yo soy otra.

¡Yo soypuesun mundo! ¡Un mundo rival de aquél!

¡Yo lo aplastaré mañana bajo mi egoísmocomo el me arrojó ayer de suseno!

Yo era humilde: yo quería mi puesto en aquella familia de hermanos; yoabdicaba mi individualidad por conseguir solidaridad en un poco de amor..... Hoyme han endurecido mi pensamiento y su crueldad. ¡Guerra á muerte!

¡Me basto contra todos!

¡Tengo frío en el alma como en el cuerpo!



 

- XIII -

Después de otra eternidad de inacciónque así puede haber sido un díacomo un año (pues no tengo conciencia de mi propia vida)abandono de nuevo estacaverna.

El frío material es insoportable.....

¡Oh!....¡qué duda tan espantosa llevo en el cerebro!.....

¡Acabo de pensar que acaso habrá transcurrido ya el verano; que bien puedoencontrarme con nuevas nieves; que quizás ha empezado otra noche de dos mildoscientas horas!.....

¡Ah!..... Este pensamiento me hiela el corazón y el alma.

He salido de la gruta.

¡Aun es de noche!

¡Tremendo problema!..... ¿Qué noche es esta que estoy mirando?

¿Es que no ha concluido el invierno de mi condena?

¿Es que ha empezado otro?

¿En qué año me encuentro?



 

- XIV -

¡Oh ventura! ¡El horizonte se tiñe de color de rosa hacia el Mediodía!

Dijérase que la aurora boreal brilla en el punto opuesto de la bóvedaceleste.....

Pero no es la fatua aurora boreal.... ¡Es al verdadera auroralaaurora del día!.....

El aliento del ecuador enrojece las brumas del Océano.....

Los hielos sonríen por todas partes alrecibir las caricias de la primeraalborada.....

Las estrellas se borran en el cárdeno firmamento.....

La luna se oculta por el Septentrión.....

¡Está amaneciendo!

¡Salveprimera luz del alba!

¡Salverayo perdido del astro deseadoque.vienes á alegrar estosdesiertos!

¡Salvecabello luminosodesprendido de la dorada frente del sol!

¡Ya es de día!

Así despertaría el mundo el día dela creación.

Así saldría la creación de las tinieblas del caos.

Así renacería la especie humana cuando volvió la paloma al arca de Noécon el ramo de oliva.

En cuanto a míhoy despierto de la nada del no serde esa negación sinnombre en que he vivido tantos meses.

Hoy sacuden mis sentidos su letargoy la luz turba la monotonía de la nochey de la nieve.

Hoy renazco a la viday ese rayo matinal que colora el Oriente viene á serel iris que me presagia mejores días.

Hoyen finse reanuda midulce consorcio con la esperanza de vivir.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

Una hora ha durado la alborada.

Hubo un momento en que me pareció que el sol iba á salir.

La cerrazón de niebla que entolda el horizonte amenazaba romperse.....

Todo ha desaparecido.

He contempladopuessin intervalo alguno el crepúsculo de la mañana y elde la tarde. ¡Espectáculo grandioso! Mi corazón rebosa de entusiasmo y dealegría.

Hoy debe ser el 4 de Febrero.



 

- XV -

Día 5.

Los resplandores del sol han durado hora y media.

La cúspide de una montaña elevadísima ha reflejado por un momento losrayos del sol.

¡Yo lo veré mañana!



 

- XVI -

¡El sol! ¡El sol!

¡Al fin has brillado ante mis ojosastro divinomanantial de luzfoco dela vida!

¡Cómo me alegra el alma esta corta visita que hoy haces al Spitzberg!

¡Bendito seas mil vecesrey de la Naturalezacoronado de rayos y vestidode oroque te anuncias al mundo con la risueña aurora y te despides con elmelancólico suspiro de la tarde!

¿Qué son las estrellas sino tu brillante séquitotu numerosa cortequetarda una noche entera en desfilar por los cielos?



-

 

XVII -

Han transcurrido tres meses másabreviados por la esperanza.

¡La primavera! La diosa de los perfumes y de la armonía sonríe ya en elcieloen la tierraen el mar y en el ambiente.

Todo vive; todo se agita; todo se alegra.

El sol acaba de ocultarse por el Norte: ¡dentro de una hora volverá asalir!

Pasado mañanaque deberá ser el 5 de Mayoempezará el día de tres mesesdurante el cual vendrá algún buque groenlandero á este archipiélagoy me volverá al mundo habitado por los hombres.

En este instante iluminan la tierra cinco distintos resplandores: elcrepúsculo de la tardela claridad del amanecerun perdido destello de laagonizante aurora borealel moribundo resplandor que desde el Sur envíala menguada lunay la vacilante luz de las remotísimas estrellas.

El blincó sea la refracción de la nievemezcla su fulgor a tantosfulgoresdando á la Naturaleza cierto vislumbre fantástico.



 

- XVIII -

He aquí a la Creación revestida de todos los encantos que se atreve ádesplegar en esta latitud.

El mar ha roto sus cadenas de hielo y mece en lontananza sus verdes olas.

El viento ha recobrado su elasticidad.....¡Siquiera el ruido es ya unadistracción en esta ociosidad perdurable!

Óyense hacia el Norte estruendos misteriosos.....

Es que se hunden los alcázares de cristal que edificó la mano del invierno.

Incesantemente se deslizan por el Océano¡viniendo del Polomil flotantesislasque pasan ante mis ojos como fantasmashijos del espanto de estasregioneso como ambulante cordillera.....

Son témpanos de hielo que desharán mañana las brisas del Círculo polar.

Esto sucede en el Océano. En la tierra todo sonríemurmuracanta y sedesenvuelve.

Las campiñas se cubren de cierta verduraalgunos vegetales cuelgan por losladeros de las montañasy hasta en la nieve brotan amarillos fresales.

Mil cascadas y torrentesformados por el deshielocorrensaltan y sederrumban con alegre estrépitocomunicando al aire e stremecido placidísimosrumores.

Las adormideras blancas y las doradas siemprevivas inclinan sus lánguidascabezas sobre la espuma de las aguas como náyades voluptuosas.

Los cedros seculares y los desgajados abetos se cubren de obscuras hojas.

El liquen festonea los zócalos de las montañas.

Dondequiera hay variedadcoloresvidamovimiento.

La isla cantael mar se lamentala atmósfera murmura..... ¡Magníficoconcierto!

El burgomaestreel buitre polararroja su prolongado grito.

Los mallenaks trinan con blanda melodía.

Los rotger modulan su patético gorjeosemejante al arrullo de latórtola.

El apura-nievesel pájaro de ororevolotea de acá para allácomouna estrella sin destino.

¡Qué transformaciónqué resurrección tan admirable!

Ysin embargoesta primavera sería aterradora comparada con el más rudoinvierno de Escocia.



 

- XIX -

¡Ah! ¿Qué es aquel punto negro que se destaca sobre los confines delOcéanobajo la cúpula azul del firmamento?

Mi corazón late con una violencia irresistible. ¿Me habré engañado?

¡GraciasDios mío! ¡Es un buque ballenero!

Viene hacia aquí.....

Irá al estrecho de Henlopeny pasará á un cuarto de milla de esta isla.

Mi escopeta le avisará.

¡Me he salvado!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

¡Desesperación!

El frío ha destruído el organismo de mi escopeta.

¡No podré hacer señal a ese buque!

Lo estoy viendo..... Dista de aquí una milla..... Es un groenlandero

-¡Socorro! ¡Socorro! ¡Socorro!

¡Ah! No puedo más: mi voz enronquece.....

¡Estoy tan extenuado!.....

-¡Socorro!.....

¡No me oyen!

¡Ohestar tan cerca de los hombres y no salvarme!

¡Ver el puerto después del naufragioy morir sin tocar la orilla!

¡Morir como Prometeoencadenado en una roca!

¡Morir después de un año de martiriodespués de habercomprado la vidacon diez meses de sepultura!

¡Y no hay remedio!

¡Ya doblan el cabo de Henlopen!.....

¡Desaparecieron!..... ¡Ay!..... ¡Desaparecieron!

¡Tremenda ironía de mi destino!

¡Necio de míque me reconcilié con la esperanza! ¡Necio de mí..... que.....¡Ah! ¡No huyas de esa manera ante mis ojosDios mío!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .

¿Y qué?

¿He de confiarme de nuevo á una suerte cruel que se burla de mis lágrimas?

¡No!

Estoy decidido.

Yo mismo me daré la muerte.

Esto es mejor que pasar otro invierno enterrado vivo en un sepulcro.

¡Los sepulcros se han hecho para los muertos!



 

- XX -

A bordo del Grande Esberrer.

Día 8 de Agosto.

Camino hacia los lares patrios.

Acabo de perder de vista la última montaña del Spitzberg.

El buque que me ha recogido es el mismo que vi alejarse al estrecho deHenlopen.

Cuando me desangraba por cuatro cisuras que me hice en pies y manoslatripulación del Grande Esberrerque había desembarcado en otra rada dela isla del Nordesteme encontró tendido en tierra y me salvó la vida.....

Llegué al Spitzberg á la edad de diez y nueve añosy he permanecido allídiez meses. Sin embargolos marineros que me acompañanal ver encanecidos miscabellosmi frente surcada de arrugas y mis ojos tétricos y apagadosme creenllegado á la edad de treinta y cinco ó cuarenta años.....

GUADIX1852.



 

Epílogo-dedicatoria

Á MI BUEN AMIGO El: SR. D. JOSÉ J. VILLANUEVA

Te remito un puñado de canas de mi cabeza.

El papel en que van envueltas es mi fe de bautismo.

Por ella verás que tengo veintiún años: de consiguientetenía diez ynueve cuando escribí el anterior monólogo.

Dice un refrán que por todas partes se va á Roma.

Y yo añado que por cualquierparte se va á Spilzberg.

Este epílogo es también la dedicatoria de la presente obrilla.

Recíbelo todo con indulgenciay devuélveme la fe de bautismo.

MADRID1854




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