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ROLANDO REVAGLIATTI

ES DESPUES DE TODO
 
Es después de todo lo mucho
que no ha pasado entre ellos
 
que incrustan con rabia y desconfianza
tristes besos en tosco
pero reblandecido pan de jabón
 
LA PASION
 
La pasión
es todo
 
Luegonada
O el amor.
 
TU BOCAPUEDE MAS QUE MI CORDURA
 
Todas
son para mí
la tentación
que me tortura
 
­Vaya!
­Mi cordura!...
 
Las llamas
me llaman.
 
LA FLECHA DE CUPIDO
 
La flecha de Cupido que tan de lleno
en la garganta me dió
agargantado
 
¿ Y qué naturaleza de poeta Cupido es ?
¿ Y qué género de poema
al darme
es esta flecha?...
 
ME VESTIDESPRECIANDOLA
 
Me vestí despreciándola
a la desnuda Diana
y triste y victoriosa
 
Con otro en su cabeza.
 
FELISBERTO HERNANDEZ
 
Muequitas en el pizarrón:
escríbanme o partan tizas
 
Inteligiendo
los restos de un pesar antroposófico
en las costas
 
Marosca:
caí de fallecimiento provocado por un signo de admiración
 
Anticipé:
ya venía con brizna la brisa
 
Advertirlo
sin ablandarse en la modestia
 
DA SOBRE LASCOSAS DEL SOL
 
sobre Felisberto da como vemos
que ve como da sobre las cosas.
 
1991
 
NIMBO
 
Era enorme y bueno. Trabajaba y residía en un taller mecánico.Entre sus pertenencias figuraba un colchoncito con cotín engrasado como ély unas frazadas asquerosas. Dos gatos dormían a su lado. Cocinaba huevos ysopa y se calentaba mate cocido con una garrafa. A los chicos del barrio lesproducía curiosidad. Un díaese hombre que se trasladaba bamboleándoseque sonreía y silbabaque apretaba con los dientes un toscanoese hombrede pazmuertolimpioapareció nimbadosemi-empotrado en un pilarinapaciblelimpiocon alígero nimbo de barníz selenita.
 
CUENTO CORTO
 
A VERO
 
En sus cuentos - me refiero a mi hija -que son breveshay misteriosuspenso. Y siempre mata a alguien. Acababa de leerme el últimoy en esemoría el protagonista. Le dije: "¿Por qué no haces quesiga vivo?" Ella me explicó: "No me salíano sabía cómocontinuarme canséy ademásya estuve mucho rato." Le sugerí:"Seguí escribiéndolo mañana." Me dijo: "No; porque es uncuento corto."
 
12/1992
 
HUIR
 
Claro que pensó en huirharta de padecer la torpeza delos golpes de esa especie de marido coléricode pésimo vino y borbotonesde servicia. También pensó en huir cuando su hijo cayera muerto por unabala perdida entre los cohetes y petardos detonados por los chicos y adultosdel barriodespués de transcurridos veinte minutos del año nuevo. Pensó.Hasta que dejó de hacerlo. Después de veinte años la vieja siguelocaletártigasigue huyendo.
 
RETAZO
 
Nació por vía de ces rea Cristianaúnico descendienteque tendrían sus papás. El nombre lo improvisaron de apuropor así decir;lo extrajeron de una criteriosa galeratras evaluar la armonía fonéticajunto al apellido. Aguardaban a Juan Ramón Ernesto e irrumpió Cristina. Eldesencanto se fue desplegando corrosivo en sus nimos.
La niñaalumna aplicadafantasiosa y fácilmenteridiculizable: encorvaba la espalda la más alta en todos los gradosfruncíalos labios cuando atendía a una explicaciónbizqueaba a vecesyadolescentepadecía ataques de picazóno lloraba - simplificando - sinmotivo.
En procura de constreñir fatigsa gimnasia (contar paradasde colectivoso perroso discapacitadoso automóviles con patentes deprovincias)ritos incoercibles (sentarse un instante en determinado sillónantes de la merienda)sueños repetitivos (su madre obstinándose enofrecerle muestras de comprensión y cariño)concurrió a un curso decontrol mental que promocionaban por radio. En esas estabacuando ella y ellicenciado que dictaba el cursose enamoraron. Sin tropiezos accedieron alaltar; y ahoraél la embarazó y la tiene ilusionada con que por fin naceraJuan Ramón
Ernestouna generación después. Retazo de vida.
 
1986
 
CHARLES DICKENS
 
El don concedido (en "El Hechizado") el donesparcido y anulado el don
el espectro de Jacobo Marley asustado departe sobre pesadísimascadenas con Ebenezer Scrooge asustado
transcurren los cuatro cuartos de hora de Trotty Veck y suscampanas
Oliverio Twist reza en el cementerio
Tomás Vago el polemista desengañado por la perfidiaequina goteada y Francisco Buenchico en descansada jira goteaba tambiénhidalgos y coroneles y princesas su cogñac con agua caliente
Mariana y Engracia (inmersas en la batalla de la vida) ylos renunciamientos
el clérigo de la cortedad de palabras Jorge Sílvermandiseña no obstante palabras y se explica en los nueve capítulos de sunovelita
maese Humphrey habla desde junto a su reloj al amor de lachimenea
el Cosario y Cañamón rompen a bailar entre cricrís yollas ronroneantes
y al punto se edita y con dibujos y asimismo se lee lohasta aquí asentado por este corresponsal londinense de "El Balido deLloronchisme".
 
HABLA GLORIA
 
En bombachahace flexiones en la barra (un metro y setentay siete centímetros de buena madera) engrampada en la pared lila. Hoy esviernes feriado nacional y nuestra kenesióloga no trabaja ni concurre alseminario de post-grado. Pudo haber ido a un pic-nic con gente del hospitalen Virreyes. No se suspendía por lluvia y garúa desde el amanecer. Pudohaber presenciado el ensayo de "Los Húsares" en el Centro DramáticoBuenos Aires.
Hoy es viernes y Ernesto no apareció a las diez de la mañanaferiado el día completo desaprovechándose. Hace
reflexiones con ímpetu admirable.
Nuestra tromba se llama Gloria y desde el martes el zócalode frente a la puerta del bañoha quedado salpicado con gotas de su sangremenstrual.
­Gozó tanto con Ernesto durante las escandalosas cuatrohoras en que la sangre parecía no importar!... Había sido desnudada amanotazostodo convenidosólo "por las malas". La alfombrita añiltambién quedó manchada.
La primera embestida incluyó a esa alfombra. Fantásticofué cuando él le rescató bucalmente el clítoris con tamaña dulsura. Sino recordaba malErnesto fué el único que tras merodear en la zona enesas condicionesademás se instaló. ­La pucha! Así le gustaba a Gloriala ráfaga del Cono Sur. Ser por tanta emoción y gratitud que otro "clinch"meduloso y vehementeculminó con la felatio más exhaustiva de sutrayectoriatolerando con naturalidad aquel precioso semen en su boca. Loescupió en el inodoroun par de buches con la pasta dental y retornó a él.
Ernesto prometía "redactar un poema que le hagajusticia a tus labios".
Labios. Todos reparaban en sus labios.
Tomaron Whisky en la cama (élcon hielo) antes de renovarel frenesí. Ella encima de él acababa como una locomotorael vapor (de lalocomotora) los aureolabalo estaba haciendo bolsa al flaco­ay! si sepudiera circular con este pedazo hirvientecon este irredento entre laspiernasasí aferrando las tetasinsistentes y malévolas las yemas delbibliotecario hundiéndome los pezonespensaba huija pero no lo exclamabay Ernesto sucumbióaunque siguieronhabía con quéun rato.
Concluye la sesión de flexionesal tiempo que un largotema del Gato Barbieridel que abundan láminas y posters en su bulínaunen los armarios de la cocina. Es hermosa y ama para cinco minutos. Suena elteléfonobaja el volumen del equipose arroja al tubo. Oye y especifica:
- Habla Gloria.
Su prima tienta: Hay dos tipos bárbaros y a uno se loquiere presentar. Gloria se juega por Ernestorenunciase abstiene deconcer hombres nuevos por ahoraque no le enturbien el sortilegio delmartesya sin menstruación lo aguardasi no fue a las diez ser a lasveintepero serserella lo sabegraciasque los disfrutes y chau.
A todo Gato otra vezfundas y cubiertas de discos por aquíy por alláy los auriculares sobre un bafle. También Beatles y RollingStones y Kiss. And Jose Cocker and James Taylor and Bee Gees. Discos en lasestanterías junto a los libros de la profesiónapuntes y agendas de losúltimos añosy un retrato de Gloria adolescenteóptima potraincabalgada. Tiempos de resaltar las pestañas y pronunciar el escote parafastidio de su papá (atemorizaso): toda esta potradigoesta hija parami; digono es para mí: es mi hija. Tiempos de vigilar la expansión delas pantorrillasla tersura del abdomenla consistencia de los muslos.Tiempos de evaluar apetencias a la salida del normalde dejar con las ganastiempos de acalorada soledad. Nunca hacía frío en su alma. En otro retratoGloria miraría a cámarainmarcesiblemordisqueándole una oreja a unfelino bicolor. Y en otroen una toma porterioruna Gloria baqueteadadurante su tránsito por la facultad: orgías al paso con compañeros oauxiliares de cátedra.
El teléfonosobre una mesa rodante conseguida en Emaúsal lado de la cama de una plazade cañadescuarejingadacon la almohadasin fundasuena.
-Habla Gloria.
... al muchaco supuestamente bárbaro. Y lo cita para ellunes. Cuenta los chinches que en la pared coral sujetan su espléndidovestido bahianocual si fuera un tapiz. De su estadía en San Pablo vienememorando con insidiosa frecuencia los dólares que se agenciara sin proponérselode una desleída cogida con un hotelero. Recién en vuelo al norte descubrióen el estuche de cosméticos los billetes que le posibilitaron alquilarautomóvilcomer langosta a la Terminor y adquirir tanta pilcha cara.Posponía encarar ese episodiomaremágnum de sensaciones displacenteras alprincipioen su análisis.
Al dorso de una tarjeta de su depiladoraasienta con unmarcador: "Estoy Lavándome El Pelo". La incrusta en la mirilla dela puerta del departamento. Lava su violeta cabellera con champú de huevoen la pileta del lavadero. Se enjuagase secay se mira en el espejocircular y estropeado que aprisiona un fierrito sobre la pileta. Retira latarjeta de la mirilla. La guarda en su cigarrera. Teclea en plena siestaadoble espacio en papel tamaño oficio y con dos copiasla versión nunca sesabe si definitivamente de "La Demanda de atención Kinésica en unInstituto de Día Geriátrico"que urdiera con Carmelita Pizzurnoterapista ocupacional. La presentarán en el congreso de para-médicos en laciudad de Córdova. Ir con Carmela. Ernesto examinar la versión por sihubiera incorrecciones de estilo. Estilo el suyo de mecanógrafa. MuchaPitmanmuchas Academias Orbepero ataca el maquinón con fogosidad dignade causas menos preciosistas. La
Underwood negra salió a prueba de Glorias desmañadas. Lamesita en la que estáherencia de un abuelo abogado y ex-senadoryatemblequea.
Rodolfo Mederos se desgrana desde un casete que Gloriagrabara en vivocuando llama a casa de Ernesto:
-Habla Gloria.
El llamado lo atiende el amigo de Ernestoa quien ellaconciera también el martes. No había llegadole dice; él creía queErnesto estaría con ella. Escueto y amable.
Come en la cocina un racimo exhuberante de uvas rosadas:una mordida y glupuna mordida y glup. Efectúa insignificantes enmiendasen el trabajo de investigación. Larguito. Y no meramente descriptivo.Ernesto se olvidó los Parisiennes. Enciende con el Magiclic una hornalla ycon la hornalla un cigarro. De la mesa de la luz extrae el pote (dadovuelta) de quitaesmalte Miss Blueel quitacutículasdos limas y neceserde plástico rosa Dior. Introduce el meñique de la mano izquierda en laabertura de la inflamable esponjita y gira el pote. Y así con lossiguientes nueve largos dedos. Lava las manos con agua fria y sin jabón. Seseca. Empuja las cutículas con el aplicador del quitacutículas y lasrecorta amrosamente con el alicate. Da forma a las uñas con la lima deacero y luego con la de esmerily ademássuprime los rebordes. Lava lasmanos con agua tibia y jabón La Toja. Esmalta sus uñasagita las manos ysopla.
Abraza a la almohadatransversal en el lechodurantemedia hora se permite el desfile de buenos mozos y ... ¿ qué hace en lapasarela el amigo de Ernesto? Errabundaconsidera: La ranura del pote memanbeame deja colifata¿ así serán las de las muñecas inflables?... Yluego: No lavé los corpiñosni el toallónni el vaqueroni cosí lablusa. Y hasta yo me doy cuenta que el placard está hecho un kilombo.Ernesto no llama. Ya me veo a la medianoche: lavarcoserordenary metasublimar. Y se nos queda dormida la que sueña con teléfonos tornasolesafirmados al cielorraso.
- Habla Gloria.
Susurra: - Habla Gloria.
Canturrea: - Habla Gloriaaa....
Grita: ­Habla Gloria!
Ni aunque vocifere. Verdes ojos abiertos. Ha ido demasiadolejos. Transida sacasacasaca pullóverescamisolasmediaspañuelosde seda y pañuelitossaca del placard bolsas de plástico y de celofánremerasun mantón de manilacinturonescuatro polleras y dos túnicassaca y apilaperchascarteras en el pisoy la dormidera se vase vaviene lo tangiblecon humor ya que no con pasiónmúsicafalta música.
Percibe la inefabilidad melodiosa del timbre deldepartamentoorpimido varias veces. ApremiadaGloria se entera de queErnesto llegó. Abre la puertaríen y se le cuelga haciendo pinzas con laspiernas. Festejabesándolo. El patea la puertala cierra y traslada aGloriala paseala acariciala zarandea. Todo es confuso y divertido ynadie inquiere ni reprocha. Son las veinte.
 
VEINTICUATRO HORAS
 
El varón argentino del que trata el presente relato sellama Amancio.
Intentaré esctructurar un friso (acaso lo ser para algunoslectores) crudo y fidedigno. Quien esto escribetambién varón yargentinose apropiar del transcurrir de una jornada de su amigo del alma.El que lo es desde que crus ramos el colegio secundario en un barrio al queno pertenecíamos: Mataderos.
Tenemos la misma edad y parecida conformación física. Yoacabo de casarme por segunda vez. Convivo con mi esposa desde hace cinco años.
El convivió con chicas durante lapsos cortos. Tiene unhijo al que no conoce.
Nieto de armerios bailarinesintegraba un ballet folclóricoarmenio. Baila el tango y cualquier ritmo de moda.
Frecuentábamos bolichesclubes y centros regionales conla intención de hacernos rápidos levantes.
Yo no alcanzaba siempre ese objetivo. Elcasi nunca"se quedaba en la palmera". Y no era selectivo.
Alternó con una multitud de bagayos con las que le eraimposible compartir algo más que una camao paredones propicios para elatraqueumbralespuentes ferroviarios intransitadosparques.
Tiene cuatro hermanas mayores; y yodos.
Ellas le han ido favoreciendo el acceso a sus amigas. Y conuna de mis hermanas se escapó en carpa un tórrido fin de semanaa Mar deAjó. No hay escenario en donde no esté a la pesca.
"Tirarsetirarse y achicar el pánico a rebotar. Loque no se da hoypuede darse mañana. No intereso a todasperoeventualmente intereso a "todas"sigo oyéndolo proclamar muy conlos pies sobre la tierra. Y asíno hay grupoconjuntoclasecongregacióngapebandavernissageamontonamientodonde con las damas no se muestrerepresentando el papel de mansoo atrevidoo cínicoo revolucionarioohabilidosoo tornadizo.
No lee mucho pero tiene calle y barniz. Lee revistasnovelas policiales o de género fantásticocancioneros.
Canta en reunionesy compone y estudia vocalización yarmonía.
De las letras de las que soy autordifunde las que élmusicalizólas humorísticas: "El Muy Aludo" (zamba)"LosRacinguistas de San Lorenzo" (chamamé). "La lobizona"(milonga campera)"El burro de Polipropileno" (valsesito). Esbuen chisporroteador y cuentacuentos.
Habita un monono departamentoen Uriburu y Paraguaydecorado por él.
Es propietarioa mediasde un instituto de danzas yexpresión corporalpor Saavedraen cuyo vestíbuloen cuadritos devarilla sepiabrotan refranes y sentencias: "El hombre haga ciento; ala mujer no la toque el viento""El que quiera gozargocequedel mañana no hay certeza""Ama sois mientras que el niño mama;después ni amani nada".
El miércoles trece a las dos y media de la madrugada lotenemos a Amancio montado por Verónicaestudiante en receso universitarioa la que se fue ganando en un anfiteatrodesde las veintidós del martesdoce.
Alarma a las siete el despertador de Amancio dispuesto porVerónica.
Reiterada la experiencia de las dos y mediaVerónica seduchó mientras Amancio yacía derrumbado. Luego se vistióle anotó sus númerosde teléfono (y sus medidas) en un pañuelo de papely se fue a su empleo(oficinas de la PepsiCola).
Amancio se sobresaltó a las onceal sonar el timbreoprimido por la encargada del edificio. Reclama su firma en una notificaciónde que el viernes quince se realizar una reunión de copropietarios.
Se despabila: flexiones al lado de la ventana abierta.
Desayuna mate cocido con Tosti-Beck y queso San Regimfresco.
Habla por teléfono con su socio; con la productora de unprograma de televisióna la que el viernesa medianochepasar a buscarpor el canal; con un primo residente en la provincia de Chubuten viaje denegocios por Buenos Aires; con un instructor del instituto.
Arregla la cama mientras tararea "relojno marqueslas horas"lustra sus zapatos grises y ejecuta otros menesteres. Se bañay perfuma.
Ingiere dos porciones de tarta de zapallitos y aguamineral.
Cepilla sus dientesy cuando oye la chicharra del porteroeléctricoaprieta el botón de la cerraduray se cubre con una toalla quese ajusta a la cintura. Sonriendo recibe a Edurne que sale del ascensor y ledevuelve la sonisa.
Entra al departamentoél cierra la puertase estrechan.La toalla se desliza hasta el suelo y Edurne (bajamelosapieladolescentona) se ruboriza.
Amancio la conduce al comedorle quita la cartera blanca yuna bolsa de plástico que deposita sobre la mesa.
Sube al sofá y se instala con piernas abiertas y enequilibrio de frente a Edurne.
Obtenida la eyaculacióndesciende del sofácongratuladola desabotonalibera de cierresbroches y "falsasataduras"le muerde la nuca y entusiasmándose con los pechosdesdeatrásmaniobra hacia el dormitoriodonde ella concluye de desvestirse.
No logra Amancio con sus caricias que Edurne se abandone aun verdadero climax (por ningún procedimiento lo habría ellaexperimentado). La induce a arrodillarsese introduce en su sexo yyalubricadola sodomiza.
Despuésfuman un puromientras Edurne le comenta quellegó directamente al sanatrio donde su nuera acababa de dar a luz.
Se bañanjuntosde inmersiónen despampanante bañera.Y se recobraAmanciode una lipotimiacuando Edurne se va.
Se vistese acicalaatiende el llamado telefónico dealguien que le solicita en alquiler un salón del instituto para efectuarallí una muestra coral.
Guarda en un ataché carpetas y talonarios que llevar alinstituto. Llega caminando al registro civil en el que ser uno de lostestigos de mi casamiento.
Se excusa por no poder quedarse al sencillo lunch posteriora la ceremonia. "Siendo el trece de enero de mil novecientos ochenta yocho y en compañía de los testigos Rosalía Ethel Albornóz y AmancioToufenedjiánvan ustedes a unirse en matrimonioy conformar de esa manerala legítima familiabase y sustento de la sociedad y del Estado.
Bien. No sé si ustedes yaustedesviven juntos. Lodeduzcomás o menospor la documentación....
"Una agraciada compañera de trabajo de la mujer conla que me están casandotoma fotografías. "...prescindir de lalectura de los artículos de la Ley de Matrimoniosporque entiendo queustedes ya lo han practicado y conocen. Y los voy a invitar a que seacerquen al estrado junto con sus testigos para recibir el consentimiento."Así hasta llegar a contrayentesles entrego en ambas manos estalibreta de matrimonio. "Mucha suerte".
Besosabrazos y más fotografías.
Amancioen un aparteseñalándome que de verdad estámuy urgido de tiempoy que quien es esa mina (la agraciada)que habríaque planear algo para charlar con ellay que interceda para obtener él esechancey que sigamos Marthami esposay yosiendo un ejemplo a imitaryque para cuándo el primogénitose despideasciende a un colectivo yotea. Ninguna engancha con las miraditaspor lo que llega a destino virgensin novedad.
Soluciona engorros en el instituto y conversa con unaflaquita que no tenía computadanueva alumna de gimnacia rítmica.
Amancio la acompaña a su casaen Boulogne. Ella guía convivacidad el Ranault 18 de su padre. Con vivacidad le trasmite que no poseeregistrospero sí elementos (salvoconductos) probatorios de que su padrees un general de la nación.
Anochece. Estaciona el auto a algunas veredas de su casa.Calle arbolada.
Al descender del RenaultAmancio con disimulo acomoda sutrajinado instrumental fuera del slip. Con lo cual (y contra la carroceríadel rodado) después de besar con cautela a la flaquitay posteriormentecon vehemenciaincrustándose en ella la promueve para causas aún másconmovedoras. Ella se justifica (aunque Amancio no ha verbalizado ningunaproposición)explicitando motivos por los que no podría prolongar supermanencia con él. Se citan para el domingo en la confitería Caddie.
Después de un par de trayectos en colectivosen uno delos que procura en vano simpatizar con otra joven discurseándole que él esuruguayoque"supongamos que soy uruguayosupongamos por lo tantoque requiero de un ciceronesupongamos que vos te ofrecés para hacermeconocer esta gran metrópoli"piensa: "Rígida la joven. Yo tanocurrentetan sueltoy éstaimpavidaobtusa. Hoy no pasa nada en loscolectivos". Llega Amancio al edificio del diario La Razón y ubica aEvacon quien no ha estado en dos meses. La extrañaella no lo habíavuelto a llamar. Tenía ganas de ir al cine con ellade cenary de todo lodemás. Tal vez Eva estuviese disponible. Lo recibe en su escritorioycontentísima da por terminada su labor. Va a un baño del piso y se propinauna biaba de maquillaje. En taxi se trasladan al restaurante Río RhinenAlmagroa la vuelta de la casa de Eva. Comparten el vistoso pollo "ala carroza real"en un panqueque de bananay ella toma un café. Elcine quedar para otro día. Ya en el departamento de Evaestilo jiposoAmancio canta temas suyos (y míos) mientras Eva lo graba. Con Amanciocantando desde el caseteambos juguetean a desvestir al otro. Eva ya enbombachapide break para conectar el contestadr telefónico y clocarse eldiafragma. Concedido el juicioso y responsable break se demoran en lacombinatoria de un categórico sesenta y nuevehasta que Eva interrumpesaturada. Amancioentoncesla penetra con lentitud. Eva grita y araña clásicamentela espalda de Amancio. Ya jueves catorce y una y cuarenta y cincoa Amanciole aguarda dormir enrscado con su querida Eva hasta el amanecer. Y entoncesregresar ser imperativosalir de allícaminarcielo y porteros que lavanlas veredasy dormir otro rato en su propia camay la vida siguey élsiguemi amigoargentino y varóncompulsivo y equidistante.



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