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ILEANA CORVISON
MENENDEZ
- APUNTES PARA
UN AUTORRETRATO
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- Me asombran los ruines,
- encantan los trenes,
- desesperan los necios.
- Colecciono conchas, cajas, aretes,
- papeles y el silencio.
- Mis gavetas,
- arcones inagotables de recuerdos.
- Mi piel, un arpa perfecta
- a la espera del diablo
- o de un ángel
- que la haga vibrar.
- No soy dócil,
- mi camino no siempre es fácil,
- suelo hacer altos en sitios no correctos,
- mirar el cielo, buscar estrellas solitarias
- que buscan un dueño.
- Comidas frugales,
- antojos secretos,
- sueños irrealizables
- infantiles empeños.
- Conformando todo eso, un cuerpo
- que me pesa tanto, como los años vividos sin afecto.
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- MI CANTO
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- No quiero para mi canto
- lo frágil del cristal,
- lo etéreo del vuelo.
- Para mi canto quiero
- la voz universal.
- El músculo alerta
- total decisión,
- búsqueda incansable,
- verdad en cada razón.
- Mi canto no se viste
- con sedas ni gasas.
- Mi canto lleva ropa de casa,
- busca su espacio
- nacido de un deseo,
- mi deseo de cantar.
- Mi canto no es ya mi canto,
- mi propio canto singular,
- mi canto es de todo
- aquel que lo quiera entonar.
- No quieran vestirlo entonces
- con traje especial,
- para que guste a todos,
- a los tibios,
- a los que miran y no están.
- Mi canto tiene una hermosura especial,
- es daga punzante, miel,
- manantial.
- Dame tu voz y canta
- canta conmigo ahora
- el canto de mi canto libre
- mi canción de libertad.
- Virgen de ñoñeses, pausas,
- conveniencias,
- suspiros y lugar.
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- PACTO ROTO
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- Usaba prestarle
- las alas hermosas
- del ángel de mi guarda
- a la nave que traía
- el amor de regreso a casa.
- Así una vez, otra,
- fatigado mi ángel
- de ti también cuidaba.
- Un día muy serio dijo,
- no llores esto se acaba,
- el amor regresa,
- pero a la vez se queda all en otra playa,
- más allá de tus ansias.
- Entendí sus palabras,
- supe que mi puerto
- era el puerto seguro,
- como el camino para volver a casa,
- que ni miramos para saber,
- si tiene algo nuevo,
- o le falta.
- Sólo basta que sea el camino
- de regreso a casa.
- Lloré en su hombro,
- mi ángel me cobijó con sus cansadas alas.
- Bajito le dije: desde hoy no te vas,
- ni a nadie cuidas.
- Sólo a mi tu me guardas.
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- RAPSODIA GRIS
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- Mañana igual a otras mañanas,
- aburridas mañanas,
- donde una sabia araña teje
- iridiscente telaraña,
- en la ventana.
- Quieta permanezco hasta ser de piedra,
- los ojos sólo tienen vida,
- y a mis oídos llega el canto del silencio.
- No es posible estar vivo
- simulando estar muerto.
- Contrapunte diario:
- deseo, puedo, debo.
- Cuanto, cuento, para tan poca abundancia.
- Lo cierto la vida,
- único reto confianza.
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- MALVERSACION
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- Qué hiciste de la lluvia,
- las hojas,
- el lucero?
- Qué hiciste
- con la humedad de mi cuerpo,
- después del amor?
- Qué hiciste
- con todo lo que te di,
- y no hay medida para medir?
- Qué hiciste,
- conmigo en fin?
-
- YO SE
-
- Yo sé, el momento exacto
- en que besando mi boca,
- no besas mis labios.
- Yo sé, el momento exacto,
- que en mi cuerpo
- es otro el que estás amando.
- Yo sé, el momento exacto
- en que comienza el ritual de tu engaño.
- Lo que ignoro es, cuando piensas terminarlo.
-
- CAPRICHO
-
- En ese diálogo imposible,
- entre mar y muro,
- la ola revoltosa yo,
- tú pétreo incommovible
- siempre mudo.
- Veces hay en que mi espuma,
- por capricho en tu superficie presa queda,
- y hay algo de traviesa ironía,
- en esa unión irrealizable,
- de piedra y vida.
-
- TU Y YO
-
- Tú y yo,
- riberas de un mismo río.
- Azul y amarillo.
- Tú y yo,
- mar y cielo,
- cielo y mar,
- horizonte,
- espejismo contínuo.
- Tú y yo,
- ni amantes,
- ni amigos,
- siquiera enemigos.
- Tú y yo,
- riberas de amargo río
- azul y amarillo,
- corriendo hacia el olvido.
-
- S/T
-
- Llévame girasol,
- en tu viaje.
- Girasol que giras,
- riendo a la vida,
- bailando en la luz.
- Gira que gira,
- girasol girando,
- llévame tú.
- Llévame en tu sonrisa
- musical amarilla,
- llena de mil semillas.
- Gira que gira,
- girasol girando,
- llévame tú.
-
- S/T
-
- Pasan los años,
- matemáticamente, no soy ya joven,
- o tan joven como era ayer.
- Se me filtra con el tiempo
- un cierto desconsuelo,
- como de traje viejo.
- Dudo - no sé si juego con el momento,
- si corto o no el pelo.
- He perdido mi exacto lugar,
- allí afuera.
- Dentro aquí, alegre corre,
- una chiquilla camino de la escuela.
-
- S/T
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- Qué distinto abuela
- tú vivir de aquel tiempo,
- todo al compás del abanico,
- fragor de espumas contra tu pecho.
- Qué distinto abuela,
- tu facilidad de lago quieto,
- espejo de aquel momento.
- Qué distinto abuela,
- tu tazón de tila, canela o anís,
- tu manso perro, la sombrilla,
- y a podar el jazmín.
- Qué distinta,
- la dulzura de tu boca breve,
- que abres para que hable tu dueño.
- La cadencia de tus pasos,
- si fueron pasos y no vuelos.
- Quién pudiera abuela,
- al vaivén del quitrín,
- poder soñar tus sueños,
- volver a tu jardín.
-
- S/T
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- Malecón,
- cofre de recuerdos,
- la niña,
- la soñadora,
- la que contemplaba
- en otros ojos las olas.
- Malecón,
- entre ola y ola
- el primer beso,
- en el horizonte
- el sol teñía mis mejillas
- de amapola.
- Malecón,
- aquella niña,
- es ahora,
- un rostro de piedra,
- con dos surcos
- donde viven
- implacables tus olas.
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- CASI NADA
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- Pendía mi vida
- del hilo de tu mirada,
- precario refugio