EDUARDO HERNANDEZ
PAREDES

- PREGUNTAS SIN ROSTRO
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- Dónde está mi alegría
- Bajo qué piedra marcaron mi sepulcro
- en qué lugar se bajaran las leyes
- quién tiene en su poder la que todo lo prohíbe,
- incluso al entrar en tu boca y sembrarla de flores,
- con qué disfraz se oculta la amistad.
- Hacia que parte del cielo debo mirar para hablarle a Dios,
- enseñenme un rezo con el que pueda protestar.
- Siento que todo se va
- se desmorona como polvo en mis manos
- y todos miramos inmóviles
- incapaces de responder.
- A lo lejos se oye una música
- tan lejos que me inhibe,
- al menos queda el consuelo
- de que existe otro espacio
- que no está todo muerto.
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- SIGO VIENDO CON ENVIDIA LAS
AVES MIGRATORIAS DE CADA INVIERNO
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- Bocas en el camino
- difíciles para demoler
- manos sin fuerza
- se niegan a la inútil rutina
- de castigar lo inconmovible
- la ira impotente se acumula en las palabras
- los pensamientos sensatos
- caminan cabizbajos
- sopla una brisa
- anuncia mejoras en el tiempo
- de la misma forma que llega se va
- continúa la pereza compañera del abandono
- la alegría voló con las últimas esperanzas
- la misma imagen se repite cada día
- reposando sobre el cansancio
- exige lo imposible
- sólo lo que pide las fuerzas
- no puede realizar
- debe haber una lluvia que purifique la razón
- algo misterioso que brote de tanta espera
- para que revivan los huesos cansados
- y vuelva la luz.
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- CUENTO:
"RIO ABAJO"
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- No sé si acabo de satisfacer una necesidad o un deseo.
- Desde que boté mi tete a los siete años y prometí a mis
padres no tocarlo más, se me quedó el llanto contenido, almacenado en mi
interior y que he retenido por aquello de que los hombres no lloran.
- Pero en días como hoy en que la soledad y los dulces
recuerdos martillan mi cerebro, me puedo permitir el lujo de llorar
silenciosamente mientras los demás duermen, me tomo un trago en mi butaca
fumando un cigarro tras otro.
-
- La vida es una barcaza en la que te montan cuando naces y
empiezas a navegar en favor de la corriente. No puedes retroceder pues la
fuerza del agua no lo permite; tampoco detenerte, sencillamente seguir su
curso hasta las cataratas. Al final, hay una caída de agua muy violenta a
la que todos tememos concientemente o inconscientemente. A veces llegas a
ella sorpresivamente y eres lanzado al abismo en un único impulso fatal e
inevitable.
- En otras ocasiones, comienzas a escuchar desde lejos, el
ruido ensordecedor del agua en su caída mortal. Empiezas a inquietarte;
buscas la forma de detenerte o regresar y no puedes. Te amarras a esperanzas,
sueños, ilusiones; pero ahí no es donde está el ancla necesaria y caes
con tu barca cargada de lo hecho y por hacer.
-
- Sentado en mi butaca, con la caricia del silencio de la
madrugada, pienso en todo esto. Comencé a oir el llanto del agua hace un
tiempo atrás y me he preparado para la caída. Pero tampoco quiero que el río
sepulte todo lo que en su momento hube de sentir, pensar, proyectar. Dejaré
una estela de alegría tras de mí; es lo que trato de hacer en estos últimos
meses....
-
- Se sienten ruidos de pasos que se acercan y el clik de los
interruptores de la luz al ser accionados. Esto lo incomoda, pero mantiene
su posición.
- -"Qué haces aquí tan solitario, no tienes sueño?"
- -"Trato de estar solo un rato sin molestar a nadie; a
veces es necesario conversar con uno mismo, ¿no crees?...
- Ella se sienta a su lado y le toma la mano con amor. "Ya
viene la compasión y eso es lo único que no deseo" - piensa él.
- -"No sería mejor hablar conmigo en vez de estar como
un loco o alquien que no tiene quien lo quiera, ahí en esa oscuridad"...
- -"Sabes que me gusta estar a oscuras, no como tú que
andas siempre encendiendo luces por ahí; además, no iba a despertarte a
esta hora"....
- -"Yo lo hubiera hecho con gusto si era lo que
necesitabas"...
-
- Cuánto amor emana de este diálogo.
- Son una pareja que ha envejecido unida y esa es una tabla
que te ayuda en tu andar por el río y poca gente la encuentra. No obstante
la corriente sigue arrastrándote con tabla y todo. En la cascada uno
necesita de ella; pero también es muy duro decir adiós y separarse de lo
que tanto se ama; hablar del sonido de la fuerza del agua, eso que sólo tú
percibes, sería como adelantar esa despedida indeseable.
-
- Otro ruido rompe el silencio nocturno; esta vez es la
puerta de la calle al abrirse.
- Entra un joven de unos veinte años.
- -"Eh, qué pasa aquí. ¿Se están enamorando otra vez?
¿Papá se siente mal? ¿O es que me están esperando para ver a la hora que
regreso?".
- Besa a ambos en la frente. El aliento etílico que emana de
su boca invade el ambiente.
- -"Estabas tomando, ya eso te está atrayendo demasiado.
Está bien un día de fiesta, pero no tan a menudo"....
- -"Vieja, a menudo no es cada sábado y aún así ni
eso, pues no todos los sábados hay donde tomar. Me voy a acostar que mañana
quiero irme temprano para la playa. Buenas noches".
- "Quien pudiera tener otra vez esos veinte años, esa
fuerza, esa vitalidad. Toda la vida por delante, no por detrás como la
llevo yo" - continúa pensando - .
- -"Desde que llegué no has dicho una palabra, ven a
dormir, no fumes más. Vamos, anda"...
- -"Ve tu primero, voy enseguida...
- -"De veras no te sientes nada. ¿Tomaste el
medicamento?...
- -"Sí, ya me lo tomé todo. Estoy bien, no te
preocupes"...
-
- Un beso en los labios tierno y breve, no puede haber más,
el médico lo explicó bien claro y él no quiere contaminarla. El amor no
es sólo sexo - había pensado en aquellos momentos y luego lo comprobó...
"Cuanto la quiero, son tantos los años compartidos"...
- Vienen a su cabeza tiernos recuerdos. Una lágrima rueda
por su mejilla."Por eso no puede hablar con ella, recordar juntos,
decir lo que siento, porque me hes duro y porque los hombres no lloran".
- Otra bocanada y más humo azul rodeándome. Hace daño;
pero me relaja enormemente. No quiero estar tenso, no le doy importancia al
asunto; así dentro de esa coraza voy acumulando el dolor de un ser humano.
Sólo puedo recordar, ya no hay planes ni semana próxima, ni vacaciones
junto al mar.
- Mi barca sigue como la de todos; pero cada día - aunque no
lo anuncie -los ruidos de piedra y agua son mayores y más cercanos.
- -"Gerardo, ven a dormir, te estoy esperando, ya son
casi las cuatro"...
- -"Ya voy mi amor, enseguida estoy a tu lado"...
- Cuanta quietud, el silencio me agrada y me aterra. Debo
adaptarme a él...
-
- Estira sus brazos, la llama azulada registra un círculo en
la oscuridad. El humo sube lentamente. En sus dedos se consume el cigarrillo
que ya va quemando su carne.