Readme.it in English  home page
Readme.it in Italiano  pagina iniziale
readme.it by logo SoftwareHouse.it


La corte del Buen Retiro

Drama histórico en cinco actos, escrito en verso

Patricio de la Escosura

 

 

 

 

 

 

 

 

PERSONAJES

 

EL REY DON FELIPE IV.

EL BUFÓN.

EL CONDE DE VILLAMEDIANA.

EL CONDE DE ORGAZ.

DON LUIS DE HARO.

DON DIEGO VELÁZQUEZ.

EL CONDE-DUQUE DE OLIVARES.

DON PEDRO CALDERÓN.

DON FRANCISCO QUEVEDO.

DON LUIS DE GÓNGORA.

LA REINA.

LA DUEÑA DOÑA GUIOMAR.

LA CAMARERA MAYOR.

UNA DAMA DE LA REINA.

UN MENSAJERO DE LA REINA.

DOS CABALLEROS.

DOS DAMAS TAPADAS.

UN ALCALDE DE CORTE.

DOS ALGUACILES.

DOS CIEGOS.

UN LAZARILLO.

UN BALLESTERO.

TRES HOMBRES Y TRES MUJERES DEL PUEBLO.

DAMAS, CABALLEROS, UJIERES, PAJES, CRIADOS.

DE PALACIO, GUARDIAS, ALGUACILES, PUEBLO.

 

 

La escena en Madrid a mediados del siglo XVII.

 

 

 

Al EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON LUIS FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA Y VALCÁRCEL, ROJAS Y OGONRI, Caballero Gran Cruz de la Orden Nacional Militar de San Fernando, de la Americana de Isabel la Católica, y de la distinguida de Carlos III, Comendador de la Legión de Honor en Francia, de las de Cristo y de Torre y Espada de Portugal y otras, Secretario de S. M. con ejercicio, su Ministro Plenipotenciario, Gentil-hombre de Cámara del Serenísimo Señor Infante de España Duque de Luca, Teniente General de los Ejércitos Nacionales, etc., etc.

En señal de su gratitud y respetuoso cariño

Su ayudante de Campo que fue

PATRICIO DE LA ESCOSURA

 

 

 

 

Acto primero

El incendio

 

 

PRIMER CUADRO

 

 

El antiguo alcázar de Madrid, en el fondo de la escena, destacado del telón de foro, para que sea posible la escena final. El teatro representa el jardín de Palacio. -Es de noche.

 

 

 

Escena I

 

 

DON LUIS DE HARO, EL BUFÓN.

 

 

DON LUIS DE HARO Oscura noche por Dios,

y con sus puntas de fría.

BUFÓN ¿Me dirá Vueseñoría

quién más necio es de los dos?

DON LUIS DE HARO Pícaro, así te me atreves 5

tan sin causa ni ocasión,

¡vive Dios!

BUFÓN Tengo razón.

DON LUIS DE HARO Sella esos labios aleves.

BUFÓN No os temo, que soy del Rey,

me cuento entre sus privados: 10

¿si ambos somos sus criados

hablarnos claro no es ley?

DON LUIS DE HARO ¿Con un Señor de Castilla

un vil bufón se compara?

BUFÓN Si el Señor no se bajara 15

no sufriera tal mancilla.

(Aparte.) Con toda tu vanidad

y tu noble condición;

en desear al Bufón

no le igualas en verdad. 20

DON LUIS DE HARO Da gracias al Rey, villano,

que mi cólera modera.

BUFÓN ¿Hablara de esa manera

a no ser Bufón, hermano?

Haya paz: digame Usía, 25

en conciencia y sin enojo,

si es cordura o loco antojo

pasar una noche fría

en un jardín tiritando

un noble Señor que, en suma, 30

puede de holanda y de pluma

descansar en lecho blando?

DON LUIS DE HARO Para antojo fuera necio;

mas sirvo al Rey.

BUFÓN ¡Linda flema!

yo, Señor, vuelvo a mi tema 35

El que nació en el desprecio,

deforme, plebeyo, pobre

como yo, sirva en buen hora,

adule, vele a deshora,

coma el pan que al rico sobre... 40

DON LUIS DE HARO (Riéndose.) Gracioso está el bufoncillo.

¿Qué has dado en filosofar?

BUFÓN Para todo da lugar

el sitio y el postecillo.

DON LUIS DE HARO En eso, por Dios, no erraste, 45

que es ya más de media noche:

mas dime si lo del coche

por desventura olvidaste.

BUFÓN No olvidé, maguer que loco:

lo que temo es que el bocado 50

las mulas se habrán tragado

si nos tardamos un poco.

DON LUIS DE HARO Mucho tarda el Rey: acaso

le detiene el de Olivares

con despachos y pesares 55

que suele darle de peso.

BUFÓN O se durmió, y fuera bueno.

DON LUIS DE HARO Sabe el Rey que estoy yo aquí.

BUFÓN También lo sabe de mí,

y que me daña el sereno. 60

Mas ¿qué va que como sabio,

lo ha pensado, y que no viene?

Que el que esposa bella tiene...

DON LUIS DE HARO ¿Ni al Rey perdona tu labio?

BUFÓN Los bufones somos dagas. 65

Quien poco diestro anduviere,

cuando así propio se hiere

no se queje de sus llagas.

DON LUIS DE HARO Alguien viene, ¿no has oído?

BUFÓN Sí; dos hombres. Vamos luego: 70

ellos son dos, y yo lego

para pendencias y ruido.

DON LUIS DE HARO ¡Ah, gallina!

BUFÓN Es privilegio

el miedo de los bufones,

como el valor de infanzones, 75

y las becas de Colegio.

DON LUIS DE HARO ¿En el jardín de palacio

quién puede ser a tal hora?

BUFÓN Algún alma pecadora,

pues camina tan a espacio. 80

DON LUIS DE HARO Si son dos.

BUFÓN Y eso ¿qué importa?

Tal vez que salen a pares

las ánimas. No te pares,

ven por aquí que se acorta.

DON LUIS DE HARO Ni tú ni yo hemos de irnos. 85

BUFÓN Me iré solo, voto a cribas.

El que tú mueras o vivas

se me da...

DON LUIS DE HARO Pueden oírnos,

calla ya.

BUFÓN Callo y me escurro,

que tierra y pies en tal lance 95

sino honrado, a todo trance,

que han de sacarme discurso.

 

 

Escena II

 

 

DON LUIS DE HARO, EL CONDE DE VILLAMEDIANA, EL CONDE DE ORGAZ, con capas largas, embozados en el fondo del teatro y caminando con precaución. - DON LUIS DE HARO observa y sigue sus movimientos sin moverse del proscenio y con la dificultad que la oscuridad de la noche origina.

Las tres primeras redondillas se dicen a media voz, de manera que se suponga que DON LUIS no puede oírlas. Los dos interlocutores van siempre andando con la lentitud de hombres que pasean sin objeto determinado, hasta reparar en el mismo DON LUIS.

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo sé que es un devaneo,

un delirio, una quimera,

pero dejadme que muera 100

a manos de mi deseo.

CONDE DE ORGAZ ¡¡Un hombre tan entendido,

tan de sí mismo Señor,

tan hombre a quien nunca amor

en la Corte han conocido...!! 105

CONDE DE VILLAMEDIANA Aguila mi pensamiento

no en la tierra se fijó,

al sol claro se atrevió,

y osó contemplarle atento.

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA haciéndole repara en DON LUIS.)

Silencio, ved que no estamos 110

solos.

CONDE DE VILLAMEDIANA Un hombre. (A DON LUIS.) ¿Quién va?

DON LUIS DE HARO No va, que quieto se está.

CONDE DE ORGAZ Pues a nosotros que vamos

importar saber quién es. 115

O que el campo desaloje.

DON LUIS DE HARO Vaya, hidalgo, no se enoje

porque ha de ser al revés.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Empuñando.)

Pues menos lengua y mas manos.

DON LUIS DE HARO Repórtese, camarada, 120

que pisa tierra sagrada.

Digame quien son, hermanos;

mañana será otro día

CONDE DE VILLAMEDIANA Ya en su castigo se tarda.

 

(ORGAZ le reporta.)

 

 

DON LUIS DE HARO Miren no venga la guarda, 125

y castigue su porfía.

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA.)

Él tiene razón: mañana

podréis verlo mas a espacio,

que a la puerta de palacio

reñir, es acción insana. 130

CONDE DE VILLAMEDIANA Hacedlo como gustéis,

que sois noble y sois amigo.

CONDE DE ORGAZ Voy pues a vuestro enemigo.

(Llegándose a DON LUIS.)

Caballero, el que tenéis

al sitio tal miramiento, 135

y queréis reñir mañana,

también me ha dado a mi gana

y quien soy decir consiento.

¿Será de lidiar capaz

con vos, hidalgo embozado, 140

un caballero nombrado,

en Madrid, Conde de Orgaz? (Descubriéndose.)

DON LUIS DE HARO (Con sorpresa descubriéndose también.)

Digno del Cid Campeador;

mas no reinará conmigo,

pongo al cielo por testigo, 145

y lo juro por mi honor.

CONDE DE ORGAZ ¡Voto a tal! don Luis de Haro.

Por Dios que no os conocí,

y adivinarlo debí,

que me lo dijo bien claro 150

vuestra noble condición.

Venga acá, Villamediana,

mire si quiere mañana

reñir con tal campeón.

 

(VILLAMEDIANA se llega a ellos, conoce a DON LUIS y se desemboza.)

 

 

DON LUIS DE HARO ¿También aquí estaba el Conde? 155

La noche y la oscuridad

disculpen a mi amistad.

CONDE DE VILLAMEDIANA Así la mía os responde. (Abrázanse.)

DON LUIS DE HARO Hora, y lo siento por Dios,

fuerza os rogaros dejéis 160

libre el puesto a quien debéis

respetar, cual yo, los dos.

CONDE DE ORGAZ ¿Al Rey estáis esperando?

DON LUIS DE HARO Y ya no puede tardar.

CONDE DE VILLAMEDIANA Es ley el darle lugar. (Yéndose.) 165

DON LUIS DE HARO Si no os voy acompañando...

CONDE DE ORGAZ Disculpado estáis, a Dios,

don Luis, el buen cortesano.

CONDE DE VILLAMEDIANA Al que espera al Soberano

guárdele el cielo.

DON LUIS DE HARO Y a vos. 170

 

 

Escena III

 

 

DON LUIS solo.

 

 

DON LUIS DE HARO ¡Hay mas donosa aventura!

Si a mí no me reportara

temer que aquí el Rey llegara,

sucede una desventura;

y lo sintiera a fe mía, 175

que a Orgaz y a Villamediana

busco yo de buena gana

siempre para compañía.

 

 

Escena IV

 

 

DON LUIS, EL BUFÓN.

 

 

BUFÓN (Saliendo de Palacio medroso y observando el Teatro.)

Ánimas del purgatorio

si acaso no os habéis ido, 180

os conjuro, mando y pido,

que en término perentorio...

(Ve a DON LUIS.)

Virgen santa tú me valgas,

de parte de Dios te digo...

exiforas, enemigo... 185

así de las llamas salgas...

DON LUIS DE HARO Locos ¿pues no me conoces?

BUFÓN ¡Oh! don Luis.

DON LUIS DE HARO El mismo soy.

BUFÓN Pensé te mataran hoy

esas ánimas a coces. 190

DON LUIS DE HARO Ya se fueron, no hay que temas.

BUFÓN ¿Han dicho si volverán?

DON LUIS DE HARO ¿Tus locuras cesarán,

necio, que ya son extremas?

 

(Ruido de una llave en Palacio. Al mismo tiempo se ven abrir con precaución las vidrieras de uno de los balcones, de manera que un instante se vea brillar la luz, la cual retiran inmediatamente.)

 

 

BUFÓN Ya la llave allí sonó. 195

Será el Rey.

DON LUIS DE HARO Tal vez será.

BUFÓN Si no es él, ya no vendrá.

DON LUIS DE HARO Voy a verlo.

 

 

Escena V

 

 

El REY embozado sale de Palacio. Al propio tiempo la dueña DOÑA GUIOMAR se asoma al balcón que abrieron, y después de haberse inclinado para reconocer al que sale, se retira detrás de las vidrieras permaneciendo, allí en observación.

 

 

DON LUIS DE HARO ¿Quién va?

REY DON FELIPE IV Yo.

DON LUIS DE HARO (Descubríendose.) Señor. 205

REY DON FELIPE IV Sí, yo soy; cubríos,

que pudieran observarnos

y tal vez adivinarnos.

(Cúbrese DON LUIS.)

¿Qué en fin cesó en sus desvíos

esa orgullosa deidad,

y en recibirme consiente? 210

BUFÓN No es mucha; das para el diente,

y halagas la vanidad.

REY DON FELIPE IV Bufón, donde yo los ojos

la lengua no has de poner.

BUFÓN Habrémela de morder 215

para no causarte enojos.

¿La visteis vos, el de Haro?

DON LUIS DE HARO No, señor, ese Bufón.

BUFÓN ¿Esa noble comisión

que era mía no está claro? 220

REY DON FELIPE IV ¿Y consiente?

DON LUIS DE HARO Y os espera,

Señor, hasta el nuevo día.

BUFÓN También espera su Tía,

o mas bien se desespera.

REY DON FELIPE IV La Reina que está celosa, 225

como buena enamorada,

ha estado, cierto, cansada

en festejarme amorosa.

Hora sale de mi estancia,

y a fe que estaba muy bella, 230

mas tan segura tenerla

es causa de mi inconstancia.

Vámonos, don Luis amigo;

en busca de esa Sirena,

que para mí en ser ajena 235

está el placer que consigo.

Al coche guía, bellaco,

que no hay tiempo que perder.

BUFÓN (A media voz.)

¡Qué dijera su mujer

si esto oyera, voto a Eaco! 240

REY DON FELIPE IV ¡Qué dices, lengua maldita!

BUFÓN Digo, Señor, lo que veo.

REY DON FELIPE IV Guardate no haya solfeo.

BUFÓN Santa Bárbara bendita. (Vase.)

 

(El REY y DON LUIS siguen al BUFÓN hablando entre sí. DOÑA GUIOMAR va abriendo lentamente las vidrieras y observando a los que salen de la escena. Cuando ésta se halle enteramente libre, la dueña se asoma al balcón y hace ademán de seguir con la vista a los que se fueron hasta que la oscuridad no permite distinguirlos.)

 

 

 

Escena VI

 

 

La dueña DOÑA GUIOMAR al balcón. Después la REINA lo mismo, vestida sencillamente de blanco.

 

 

DUEÑA DOÑA GUIOMAR ¡Él es! Al cabo marido. 245

(Estos versos los dice mientras observa.)

del mejor nos libre Dios,

yo llevo enterrados dos,

que más miedo me han tenido

tal vez que al mismo demonio,

y me han hecho padecer 250

¿qué harán con una mujer

esclava del matrimonio?

REINA (Desde dentro a media voz tirando del vestido a la dueña.)

¿Fuéronse ya?

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Sí, señora.

REINA ¿Y era el Rey?

DUEÑA DOÑA GUIOMAR No tiene duda. 255

¿No visteis la escena muda,

y el saludarle a tal hora...?

REINA Él es, Guiomar, ya lo veo,

¿a estas horas dónde va?

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Señora, pues claro está 260

que va el Rey de galanteo.

REINA ¡Tan poco vale su esposa...!

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Joven sois, Señora Reina.

Quien como yo canas peina

no se espanta de tal cosa. 265

Los hombres, Señora mía,

de los tiempos que alcanzamos,

son antes que nos rindamos

esclavos de noche y día.

En llegando a ser ya dueños 270

nos guardan como a tesoro,

no por amor, por decoro,

más celosos que extremeños;

y cada cual, que es león,

si le tocan a su prenda, 275

no hay delirio que no emprenda

por ajena posesión.

Un marido tiene dama

a la faz del mundo entero,

y es más cabal caballero 280

cuantas más son las que aula;

¡pues, guarda, si la mujer

más de un ojo deja al manto

que descubra, cielo santo,

porque hará la casa arder! 285

REINA Verdades dices, Guiomar,

que si conocer podemos,

por más que las deploremos,

es preciso respetar.

Entra, vámonos al lecho, 290

callar y sufrir es ley,

que es mi marido y mi Rey

el que el agravio me ha hecho.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Cristiana conformidad.

 

(Mirando a la parte por donde se fueron VILLAMEDIANA y ORGAZ.)

 

¿Mas qué bultos son aquellos? 295

Muy pronto es para ser ellos;

¿los ve vuestra Majestad?

REINA Si los veo; presto entremos

no nos hallen al balcón;

que tal vez saber quien son 300

desde aquí ocultas podremos.

 

(Entraron cerrando las vidrieras.)

 

 

 

Escena VII

 

VILLAMEDIANA, ORGAZ.

 

 

CONDE DE ORGAZ Así da bienes fortuna,

o más bien así es el hombre.

No hay en esto que os asombre

no hay maravilla ninguna. 305

CONDE DE VILLAMEDIANA Pues no queréis que me inflame

viendo dejar una rosa,

por buscar una asquerosa,

venal, meretriz infame.

CONDE DE ORGAZ Celoso Villamediana, 310

¿pues a vos no os está bien

 

(La REINA y DOÑA GUIOMAR han abierto con precaución y escuchan desde el lintel del balcón.)

 

 

del marido ese desdén?

¿Vuestros deseos no allana?

REINA (A GUIOMAR.)

Villamediana le ha dicho

o el oído me engañó. 315

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Vuestra Majestad no erró.

CONDE DE ORGAZ Él es extraño capricho.

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo vivo sin esperanza,

loco estoy, conde de Orgaz,

sólo en vos algún solaz 320

mi angustiado pecho alcanza.

REINA (Aparte.)

Corazón no me engañaste.

CONDE DE VILLAMEDIANA Sí; la adoro; a mi despecho

se hizo dueña de mi pecho.

REINA (Con viveza.) 325

Mira, Guiomar, si dejaste

aquella puerta cerrada.

 

(Vase GUIOMAR.)

 

 

Sí, yo soy por quien suspira.

CONDE DE ORGAZ Siempre quien ama delira.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Ah! mi pena es extremada,

que no es amor, es locura 330

enamorarse del cielo,

ansiar estando en el suelo

subir del sol a la altura.

REINA (Aparte.)

Yo soy, yo soy; ¡desdichado!

CONDE DE ORGAZ Lástima os tengo por cierto. 335

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo sueño estando despierto,

vivo, Orgaz, desesperado.

Viéndola crece mi fuego,

ausente de ella me abraso;

muero si me mira acaso, 340

si no me mira reniego.

REINA ¡Ay de aquella que arde y calla!

CONDE DE ORGAZ Si vos mismo de imposible

tacháis ese amor terrible,

que tirano os avasalla, 345

huir, huir es cordura,

que el tiempo y tierra distante

bastan a cualquier amante

para templar su locura.

REINA ¡Huir; huir! pues huyamos 350

(Éntrase la REINA.)

que es ya tiempo corazón.

CONDE DE VILLAMEDIANA Huir dice la razón,

mas, Conde, no la escuchamos,

que habla más alto el amor.

CONDE DE ORGAZ Señor de Villamediana, 355

no dejéis para mañana

lo que importa a vuestro honor.

O habéis de morir amando

sin esperanza ninguna,

u os ayuda la fortuna 360

y vencéis; pero faltando,

como noble, a vuestro Rey,

como hombre, a Dios Soberano,

que la mujer del hermano

os prohíbe amar por ley. 365

No os enojéis: aconsejo

como el deber me lo manda,

mas muera, si en la demanda

de vuestro lado me alejo.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Ofender al Rey ni a Dios! 370

Mi amor es puro, celeste;

no es un fuego como aqueste,

lo juro al cielo y a vos,

el que en la Corte se encubre

de fino amor con el nombre, 375

brutal afecto del hombre

que engañoso velo cubre.

No, Conde, no, yo os lo fío,

a Dios mismo no se ama

con más viva, pura llama, 380

que la adora, el pecho mío.

CONDE DE ORGAZ Quien por voluntad camina

orillas de un precipicio,

Conde, se queja de vicio,

si al cabo al fondo declina. 385

Por amar amáis tan solo,

¿de qué pues son vuestras quejas?,

¿por qué rondáis estas rejas

hecho aguja de su polo?

A vos mismo os engañáis, 390

adormecéis la conciencia,

creed, creed mi experiencia,

lo más cuerdo es el que huyáis.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Y no verla!

CONDE DE ORGAZ Eso conviene.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Lejos de ella...!

CONDE DE ORGAZ Olvidaréis... 395

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Ah! mi delirio no veis!

CONDE DE ORGAZ Su fin mi amistad previene.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Medita algún tiempo y volviendo en sí dice.)

Sí, amigo, me ausentaré,

es el remedio violento,

rompérseme el alma siento, 400

pero, Conde, partiré.

CONDE DE ORGAZ Con vos al cabo del mundo

iré por veros curado.

CONDE DE VILLAMEDIANA Mucho la flecha me ha entrado.

Está el daño muy profundo. 405

CONDE DE ORGAZ Mañana al Rey la licencia

le pediremos los dos,

y con la ayuda de Dios

dará fin vuestra dolencia.

CONDE DE VILLAMEDIANA Mañana ¿Tan presto?

CONDE DE ORGAZ Sí, 410

Lo más presto es lo mejor,

agrávase vuestro amor

un día que estéis aquí.

Y os lo diré sin rodeos,

el amor es imprudente, 415

celoso el Rey que al presente

ignora estos devaneos;

si llegara a sospechar...

Partamos, partamos luego,

una chispa de ese fuego 420

la vida os puede costar.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿Tanto me importa el vivir?

CONDE DE ORGAZ ¿Y el honor de la que amáis,

también, Conde, lo contáis,

en poco, como el morir? 425

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Cruel amigo!

CONDE DE ORGAZ Sincero:

del riesgo estáis advertido,

yo por mi parte he cumplido

la deuda de caballero.

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo también la cumpliré; 430

mañana licencia pido,

la razón me ha convencido,

sus consejos seguiré.

Retiraos, el de Orgaz,

que aquí el alba esperar quiero, 435

séame por el postrero

permitido este solaz.

CONDE DE ORGAZ Pasar una noche en vela

no es nuevo para un soldado:

si no os cansa mi cuidado, 440

os haré la centinela.

 

(VILLAMEDIANA va a responder, una llamarada interior ilumina el balcón de la REINA, y al mismo tiempo se oye un grito agudo de DOÑA GUIOMAR.)

 

 

DUEÑA DOÑA GUIOMAR (Dentro.) ¡Fuego! ¡fuego!

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Santo cielo!

CONDE DE ORGAZ ¿De dónde el grito ha salido?

REINA (Dentro.) ¡Ay de mí!

CONDE DE ORGAZ ¿No habéis oído? 445

CONDE DE VILLAMEDIANA Su voz... dejadme, yo vuelo...

CONDE DE ORGAZ Si volvemos a escucharla...

CONDE DE VILLAMEDIANA Ved la llama en su aposento.

REINA (Dentro.) ¡Socorro!

DUEÑA DOÑA GUIOMAR (Dentro.) ¡Virgen!

 

(La REINA se va a acercar al balcón. Las llamas se lo impiden. Se la ve de rodillas en su aposento.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Su acento! 450

Sabré morir o salvarla.

 

(VILLAMEDIANA se arroja a la reja, se le ve empezar a subir por ella. ORGAZ hace un ademán de asombro.)

 

 

 

SEGUNDO CUADRO

 

Es de noche. - La escena en el Buen Retiro al frente de su palacio en el jardín que ocupaba el terreno quo hoy llaman Parterre.

 

 

 

Escena I

 

LA REINA, DOÑA GUIOMAR, EL CONDE DE VILLAMEDIANA y el de ORGAZ entran en escena: VILLAMEDIANA guiando a la REINA aún sobresaltada, con desvelo; ORGAZ un poco más atrás contemplándolos con lástima; la dueña marchando con dificultad.

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Segura en el Buen Retiro

está vuestra Majestad.

REINA No sé, Conde, si delirio,

o si es cierto que respiro. 455

Dudo si sueño en verdad.

CONDE DE VILLAMEDIANA Por sueño tengo también

de mi ardiente fantasía

lográrseme tanto bien

Tal dicha mis ojos ven. 460

Y la dudan por ser mía.

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA al oído.)

¡Ah, Conde, que os despeñáis!

Señora aqueste es palacio,

entraremos si gustáis.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Con vehemencia, aparte a ORGAZ.)

Orgaz, ¿por qué os empeñáis...? 465

CONDE DE ORGAZ (Aparte a VILLAMEDIANA.)

Hablad, Conde, más despacio.

REINA (Sentándose en uno de los bancos del jardín.)

Entrad vos, Doña Guiomar,

preparad vuestro aposento,

que yo quiero descansar,

y aquí el aura respirar, 470

señores, sólo un momento.

 

(Ademán de placer en VILLAMEDIANA, de impaciencia en ORGAZ.)

 

 

 

Escena II

 

 

Dichos, menos GUIOMAR.

 

 

LA REINA sentada, VILLAMEDIANA en pie cerca de ella contemplándola con delicia. ORGAZ inquieto va y viene continuamente.

 

 

REINA Hora que el susto pasado,

ya en fin tranquila me veo,

las gracias que no os he dado...

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Gracias! a vos consagrado 475

de mi vida está el empleo.

CONDE DE ORGAZ (Interrumpiendo.) Tiemblo, Señora, por vos:

la noche fría, el sereno...

en palacio entrad por Dios.

REINA Si no os dañaré a los dos 480

para mí este sitio es bueno.

 

(ORGAZ se inclina respetuosamente aunque con algún despecho y vuelve a pasearse.)

 

 

Horror les tengo a los muros;

los más fuertes, me parece,

que apenas están seguros.

De los pasados apuros 485

aún el pecho se estremece.

CONDE DE VILLAMEDIANA Recientes están, Señora,

esos recuerdos aciagos.

REINA Parece que veo ahora

de la llama abrasadora 490

en mi estancia los estragos.

Yo en mi oratorio al Señor

a orar un instante fui,

cuando a mi dueña de honor

un grito fiero de horror 495

en la antecámara oí.

CONDE DE VILLAMEDIANA También, Señora, lo oyó

quien velaba en el jardín.

REINA (Mirada expresiva, y continua como si no la hubiera interrumpido.)

Nuestra dueña se durmió

porque anoche velé yo, 500

y es la pobre anciana al fin.

CONDE DE ORGAZ Tal vez esté ya dispuesto

vuestro aposento, Señora.

CONDE DE VILLAMEDIANA Vendrá la Dueña a este puesto

en estando. 505

CONDE DE ORGAZ (Aparte.) Todo aquesto,

¿en que ha de parar? ¡Mal hora!

(Vuelve a pasearse.)

REINA Prendió la luz descuidada,

acaso en los pabellones,

y vio la Dueña asombrada 510

la llama enseñoreada

del suelo a los artesones.

Muerta se creyó, y a fe

que si yo no lo creía,

Dios sabe que solo fue... 515

CONDE DE VILLAMEDIANA (Con viveza.)

¿Por qué, Señora, por qué?...

REINA Tal vez porque presentía...

CONDE DE ORGAZ (Solemnemente.) Dios vela por la inocencia

lo sabe su Majestad.

(Vuelve a pasearse.)

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte.) ¡Oh! pesa tanta advertencia. 520

REINA De Dios ha sido clemencia

el no abrasarme, en verdad,

y vos, Conde, su instrumento,

que si el acaso no os lleva

a Palacio en tal momento. 525

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte.) Acaso, dice y consiento.

¡Que a explicarme no me atreva!....

REINA ¿Qué decís? ¿no me atendéis?

 

(Desde aquí empiezan a oírse las campanas de Madrid tocando a fuego. - Primero pocas y a lo lejos; el rumor sucesivamente aumentándose hasta que al fin de la escena sea el que debieran producir todas las campanas de la Corte tocadas a un tiempo, contando con la distancia del Retiro.)

 

 

¿Os causa pena el recuerdo

de los servicios que hacéis? 530

CONDE DE VILLAMEDIANA Señora, ni me entendéis,

ni sé si estoy en mi acuerdo.

 

(ORGAZ ha meditado algún tanto y como inspirado de un pensamiento súbito entra en Palacio sin que la Reina ni VILLAMEDIANA se aperciban de su falta.)

 

 

REINA Tal vez os entiendo, Conde...

El bien hicisteis, y ahora

vuestra modestia se esconde; 535

pues a mí me corresponde

pagar, cual dama y Señora.

Que grabado estará aquí,

mientras lata el corazón,

que al fuego entrasteis por mí, 540

que después de Dios debí

la vida a tan noble acción.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Con vehemencia que se va aumentando progresivamente.)

¿Es verdad? ¿En vuestro pecho

para siempre estoy grabado,

no importa con qué derecho? 545

Pues el servicio que os he hecho

está ya más que pagado.

REINA (Con turbación.)

El Rey os puede premiar...

CONDE DE VILLAMEDIANA (Con despecho.) ¡El Rey!

REINA El Rey, ¿pues no es dueño?

CONDE DE VILLAMEDIANA De mi vida no hay duda. 550

REINA No es eso: dejadme hablar,

que yo no escuso el empeño

en que estoy de gratitud.

Mas esto ni satisface,

ni premia vuestra virtud. 555

CONDE DE VILLAMEDIANA (Enajenado.) Ni le vuelve su quietud

a quien en mi estrella nace.

REINA ¿Qué decís, Villamediana?

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo lo que digo no sé,

preguntádselo a la insana 560

pasión, que rinde tirana

a vuestras plantas mi fe.

REINA (Levantándose.) ¿A la Reina habláis así?

CONDE DE VILLAMEDIANA Manera tiene en la ley

para vengarse de mí, 565

que a ser vasallo nací

con toda el alma de un Rey.

REINA No más: no más: os lo ruego.

CONDE DE VILLAMEDIANA Pretendéis un imposible,

queréis oprimir un fuego, 570

que ya no oculto, ni niego,

básteos mirarle insensible.

REINA ¡Conde, Conde, soy casada!

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Qué importa? Contra el honor,

yo, Reina, no os pido nada, 575

de un alma desesperada

quiero exhalar el dolor;

quiero deciros que os amo,

desde que os miré, Señora,

que paguéis mi amor no clamo; 580

vuestra compasión reclamo,

mirad si aquesto os desdora.

REINA Ese amor es un delito.

Olvidadme.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿Qué decís?

Olvidarme necesito 585

a mí mismo. Vos un grito

en el pecho no sentís,

que noche y día os asombre,

que repita sin cesar,

hasta en sueños, sólo un nombre. 590

¡Que olvide decís, a un hombre

que vive sólo de amar!

Vuestra imagen en mi pecho

es ya cosa natural,

no os engaña mi despecho 595

aún a pedazos deshecho

me la arrancaran muy mal.

REINA La Reina aquí no os oyó:

la mujer os compadece:

vuestro arrojo perdonó, 600

tal vez, no se queja, no

(Vuelve a sentarse, reclina la cabeza y llora.)

quien de los dos más padece.

CONDE DE VILLAMEDIANA (De rodillas a los pies de la REINA, tomándole una mano, que ella abandona.)

¿Lloráis, Señora? perdón.

¡Malhaya yo que os enojo

con mi atrevida pasión! 605

¡Del cielo la maldición

castigue mi loco antojo!

 

(ORGAZ sale de palacio y se para en la puerta viendo la escena entre la REINA y VILLAMEDIANA.)

 

 

CONDE DE ORGAZ Por más prisa que me di

un poco tarde he llegado:

el tiempo necio perdí 610

con la dueña:

 

(Mirando a los bastiones y echando a andar hacia la REINA y VILLAMEDIANA.)

 

¿qué es de mí?

Aquí el Bufón

 

(Tocando a VILLAMEDIANA en el hombro y a media voz pero de manera que pueda oírlo la REINA.)

 

 

¡¡descuidado!!

 

 

Escena III

 

 

Al mismo tiempo que ORGAZ toca en el hombro a VILLAMEDIANA entra el BUFÓN en la escena, y se levanta aquel precipitado empuñado la espada: la REINA se descubre, ve al BUFÓN, y saludando a los Condes se dirige a palacio, en el que entra. VILLAMEDIANA no se recobra de la agitación de la escena anterior sino por grados y lentamente.

 

 

BUFÓN (Mirando con interés a todos.)

A adivina quien te dio,

sin duda jugando, están.

(Aparte.) 615

Una chispa, y el volcán

de mi pecho se encendió!

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte a ORGAZ.)

Si aquel menguado nos vio.

CONDE DE ORGAZ (Aparte a VILLAMEDIANA.)

No sé que deciros: él

es bellaco y no novel.

BUFÓN (Aparte.) 620

¡Y es fuerza que diga chistes!

 

(Con amargura señalando a VILLAMEDIANA.)

 

 

¿Por que un cuerpo no me distes,

Señor, comparable a aquel?

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte a ORGAZ.)

¡Esta noche es una vida,

Conde de Orgaz, y muy larga!

BUFÓN Hay condición más amarga 625

que la mía!

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA.)

Esta venida

nos anuncia que sabida

por el Rey la quema es ya.

CONDE DE VILLAMEDIANA (A ORGAZ.) 630

El Bufón nos lo dirá.

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA.)

Tengo a su malicia miedo:

dejadme a mí: es taos quedo,

que no me sorprenderá.

BUFÓN (Aparte.)

¡Otro lograr, y yo arder!

Pues probarán mi venganza, 635

esta sea mi esperanza,

ya que otra no puede ser!

CONDE DE ORGAZ (Al BUFÓN en tono desembarazado e insinuante.)

¿Quién te llegó nunca a ver

amigo, en tanto silencio?

BUFÓN Ante los que reverencio..... 640

CONDE DE ORGAZ ¿De ahí sopla el viento? ¡Bravo!

BUFÓN Con el Señor al esclavo

siempre a callar le sentenció.

CONDE DE VILLAMEDIANA (A ORGAZ.) Misterioso está.

ORGAZ (A VILLAMEDIANA.) Veremos.

(Al BUFÓN.) El Rey sabrá, no hay dudarlo, 645

lo del fuego.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿Ha de ignorarlo

cuando todos lo sabemos?

BUFÓN (Maliciosamente.)

¡Cuántas cosas hay que vemos

los demás y él solo no!

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA.) 650

No hay ya que dudar que os vio.

CONDE DE VILLAMEDIANA (A ORGAZ empuñando la daga.)

Pues quitemos un testigo.

CONDE DE ORGAZ (Deteniéndole el brazo.)

Que os perdéis, tened (Al BUFÓN.) amigo.

BUFÓN Amigo vuestro soy yo!

CONDE DE ORGAZ (Desentendiéndose de la replica.)

Sabe el Rey que ardió Palacio!

BUFÓN El campaneo en verdad 655

debe oír su Majestad.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Impaciente.) ¡Parece que estás despacio!

¿Lo sabe, o no?

BUFÓN Soy reacio

sin malicia, mi Señor.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Colérico.) Pues de grado o de temor 660

te haré responder, villano.

BUFÓN (Con ironía.) ¡Váyase Usía a la mano

no nos le ahogue el furor!

CONDE DE ORGAZ (A VILLAMEDIANA.)

Vos pondréis el pleito tal

que demos todos al traste. 665

(Al BUFÓN.)

Vamos, de locuras baste:

que estás por Dios sin igual.

BUFÓN Siempre he sido un animal

sin quitarle ni ponerte.

CONDE DE ORGAZ A dónde está el Rey, que a verle 670

queremos ir sin demora.

BUFÓN ¿A verle corriendo ahora?

Iréis sin duda a acorrerle.

CONDE DE ORGAZ (Con dignidad.)

A lo que quiera que vamos,

esclavo, no es cuenta tuya; 675

que tu malicia no arguya,

si tanto te toleramos

que es por ti; que por tus amos,

necio, no te castigué.

Responde presto, que a fe 680

se me acaba la paciencia,

y con otra impertinencia

no respondo de qué haré.

BUFÓN (Humillado.)

Perdón. El Rey va a venir,

Palacio todo está ardiendo; 685

por la Reina están temiendo,

que no la vieron salir.

ORGAZ (A VILLAMEDIANA.)

Vámosle, Conde, a decir

al Rey que está su consorte...

BUFÓN Él viene aquí con su Corte, 690

vedle, del coche se apea.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte a ORGAZ.)

¡Qué noche!

CONDE DE ORGAZ (Aparte a VILLAMEDIANA.)

Para bien sea.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte a ORGAZ.)

No hay riesgo ya que me importe.

 

 

Escena IV

 

Precedido por pajes con hachas encendidas y un destacamento de la guardia alemana, entra el REY en escena lleno de agitación y pena, con el CONDE-DUQUE DE OLIVARES, DON LUIS DE HARO, Grandes, Gentiles hombres, etc. Cierra la comitiva otro destacamento de la misma guardia alemana. - Los CONDES DE ORGAZ y VILLAMEDIANA se descubren y saludan. El BUFÓN va a colocarse detrás del REY, a cuya derecha e izquierda están CONDE-DUQUE DE OLIVARES Y HARO, los cortesanos los rodean, la guardia en el fondo; los pajes de las hachas en los costados del proscenio, a la derecha de éste ORGAZ y VILLAMEDIANA.

 

 

CONDE-DUQUE DE OLIVARES El Bando se ha publicado,

Señor, en todo Madrid. 695

REY DON FELIPE IV ¿Pero, en Palacio, decid,

nadie noticia os ha dado?

CONDE DE ORGAZ (Doblando la rodilla ante el REY.)

Albricias vengo a pediros:

en salvo está vuestra Esposa.

REY DON FELIPE IV ¡Oh fortuna prodigiosa! 700

(Levantando a ORGAZ.)

Vos mismo podéis mediros

la recompensa a placer.

CONDE DE ORGAZ ¡Ya me sobra el escucharos!

(Tomando de la mano a VILLAMEDIANA.)

Hora, Señor, presentaros

al Conde, es en mí un deber, 705

pues que pierda no es razón

quien calla aquí por modestia,

y ni riesgo ni molestia

ha escusado en la ocasión.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Turbado.) 710

Pues yo, Señor... pero Conde.

CONDE DE ORGAZ A la Reina mi Señora

el Conde salvó, y ahora

no sé yo por qué lo esconde.

CONDE DE VILLAMEDIANA También, Señor, el de Orgaz

en las llamas penetró. 715

REY DON FELIPE IV Basta, basta: tendré yo,

Señores, que poner paz;

ni aún ese duelo consiento

por más que es noble, por Dios,

que cada cual de los dos 720

más que a sí, al amigo atento,

quiera la palma ceder

al otro de la victoria,

contentándole la gloria

que ganó con el vencer. 725

Ambos quedaréis iguales,

que entrambos me habéis servido,

y nunca hay premio perdido

en hombres tan principales.

Mas decidme, ¿qué fortuna 730

cerca palacio os llevó,

pues cuando el fuego estalló

no os vio persona ninguna?

CONDE DE VILLAMEDIANA (Turbado aparte.) Válgame el cielo, no sé

que le diga! (Al REY.) Yo.

CONDE DE ORGAZ (Aparte a VILLAMEDIANA interponiéndose entre él y el REY.)

Callad. 735

(Al REY.) Oiga vuestra Majestad,

que yo, Señor, lo diré.

Con unas damas al soto

fuimos los dos a cenar.

BUFÓN En eso no hay que tachar, 740

que no tienen ningún voto.

CONDE DE VILLAMEDIANA Hízose tarde, ellas tienen

no sé si deudo o marido.

BUFÓN Algún pobre desvalido

que las ninfas entretienen. 745

REY DON FELIPE IV No interrumpáis el Bufón,

o vive Dios... Proseguid.

CONDE DE VILLAMEDIANA No quisieron que a Madrid

las traiga nuestra atención,

mas aceptaron el coche 750

que nosotros les cedimos

y a pie los dos nos vinimos

ya después de media noche.

Dicha fue andar tan a espacio,

providencia el que se acorte 755

el camino de la Corte

por el jardín de Palacio.

Que apenas en él entramos

un grito funesto oímos,

y ardiendo la estancia vimos 760

de la Reina que adoramos.

El Conde en nada repara,

entró a las llamas por ella

más veloz que la centella

que el cielo airado dispara. 765

Fue deuda seguirle en mí,

forzamos ambos la puerta,

y a la Reina, medio muerta,

pudimos traer aquí.

Hora descansa, Señor, 770

en su Palacio segura,

y nos cabe la ventura

de entregarla a vuestro amor.

REY DON FELIPE IV Ingrato a vuestro servicio

no será el Rey de Castilla. 775

Por más que apenas su silla

pagara tal beneficio.

(Con tono festivo.)

Y vos, buen Villamediana,

que yo creí un capuchino,

ved que debéis al destino 780

por dar al aire una cana.

Si habéis hecho a vuestra dama

alguna trova pulida,

traédmela por mi vida.

BUFÓN (Con amarga ironía.) 785

Y escriba como se llama.

REY DON FELIPE IV (A ORGAZ.) ¿No escribió trovas de veras?

CONDE DE ORGAZ Yo, Señor, no lo he sabido.

BUFÓN Pues si las sabe el marido

pudieran ser las postreras.

REY DON FELIPE IV (Al CONDE-DUQUE.) 790

¿ Está Velázquez seguro?

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Y su estudio se salvó.

REY DON FELIPE IV Un cuadro sintiera yo

más que el Palacio, os lo juro.

Amigos a descansar;

Condes, os tendré presentes. 795

(Al CONDE-DUQUE.)

Para evitar accidentes

que no cesen de rondar.

 

(El REY precedido de sus Pajes, seguido de DON LUIS DE HARO y de algunos de la Corte, cerrando la marcha la guardia, entra en palacio. Mientras los demás se dispersan el BUFÓN se acerca por detrás a ORGAZ, le dice los versos que se le marcan y corre a palacio. Entre tanto el CONDE-DUQUE que ha acompañado al REY hasta palacio vuelve a la escena que toda ella debe ser rápida.)

 

 

 

Escena V

 

 

ORGAZ, VILLAMEDIANA, EL BUFÓN, El CONDE-DUQUE.

 

 

BUFÓN (A ORGAZ.) Vos componéis una historia,

que no hay más que desear,

sólo al fin llegué a notar 800

que os faltaba la memoria.

 

(Vase el BUFÓN. Ademán de indignación y desprecio en ORGAZ.)

 

 

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Volviendo a la escena y tomando la mano a VILLAMEDIANA.)

De hoy mas vuestro valimiento

no ha menester protección,

mas si llega la ocasión

veréis que os amo, y no miento.

(Inclinación de VILLAMEDIANA.) 805

 

(A ORGAZ lo mismo que al precedente.)

 

 

Nada os tengo que decir,

sabéis que soy vuestro amigo.

CONDE DE ORGAZ (Tomando el mismo tono.)

Conde-Duque, nada os digo

tampoco: basta sentir.

(Vase el CONDE-DUQUE.)

CONDE DE VILLAMEDIANA La fortuna, amigo mío, 810

parece que nos provoca.

CONDE DE ORGAZ Siempre la tuve por loca,

y a la verdad no me fío.

 

FIN DEL ACTO PRIMERO

Acto segundo

El Rey poeta

 

 

Salón en el Palacio del Buen Retiro, suntuosamente adornado; mesa con papeles y sillón para el REY.

 

 

 

Escena I

 

 

DON LUIS DE HARO, EL CONDE-DUQUE.

 

 

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Digo, que apenas lo creo,

Sobrino, a fe de Gaspar.

DON LUIS DE HARO Yo lo quisiera dudar,

pero es cierto que lo veo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Tanto ha podido ese Orfeo 5

con su lira altisonante?

DON LUIS DE HARO Aguardad, Tío, un instante,

vuestros ojos verán

o que tal vez dudarán

aun teniéndolo delante. 10

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Cómo a mí se me ha escapado?

DON LUIS DE HARO Vos entre tanto negocio

no podéis cual yo, en el ocio,

observar; sois observado.

Gentil-hombre adocenado 15

en mí nadie se detiene,

ni a ninguno se previene

que yo le sigo los pasos.

Ved, pues, como en muchos casos

no ser temido conviene. 20

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Teniendo tan buen amigo,

que observa mientras trabajo,

difícil será que abajo

esa gente de conmigo.

DON LUIS DE HARO (Aparte.) Yo veré si lo consigo. 25

(Al CONDE-DUQUE.)

No os perdáis por confianza,

mirad que vuestra privanza

está en peligro inminente,

que el Rey, Tic, ya consiente

que otro tenga la esperanza. 30

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿En fin, él ya se envanece?

¿Ya sueña en el Ministerio?

DON LUIS DE HARO Apenas hace misterio...

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Y su valimiento acrece?

DON LUIS DE HARO Ello así me lo parece 35

más claro que el medio día.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Un poeta: eso sería

fenómeno, vive Dios.

DON LUIS DE HARO Pues si él puede un sois vos

quien se lo estorba, a fe mía. 40

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¡Villamediana ministro!

¡Un poeta mi rival!

¡El gobierno universal

quien no peina ni una canal!

¡Ah! cabeza casquivana, 45

a tanto habéis aspirado,

pues queda por mí el cuidado

de haceros arrepentir.

DON LUIS DE HARO Yo os he dicho mi sentir,

pero tal vez me he engañado. 50

CONDE-DUQUE DE OLIVARES No por Dios, tenéis razón,

desde aquello del incendio

creyose el hombre un compendio

de la humana perfección.

Ya tuve cierta aprensión 55

y después la descuidé;

mas o le prometo a fe

no olvidarle en adelante.

DON LUIS DE HARO (Aparte.) Ya está de muy buen talante,

Jueguen: que yo cobraré. 60

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Quién le da su valimiento?

Que yo allá entre los papeles,

las tramas de esos donceles

no las veo, aunque las siento.

DON LUIS DE HARO Como aún no está en el asiento 65

no tiene muchos parciales.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Siquiera entre sus iguales...?

DON LUIS DE HARO El de Orgaz, su grande amigo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Nunca le he visto conmigo

y siempre entre mis rivales. 70

DON LUIS DE HARO Algunos de los Guzmanes

le demuestran grande afecto.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Mis parientes, en efecto,

son conmigo muy galanes.

DON LUIS DE HARO También dicen que en tus planes, 75

mas yo afirmarlo no puedo,

don Francisco de Quevedo.....

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Si estará; lengua mordaz.....

DON LUIS DE HARO Pasa por hombre capaz.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Yo también se lo concedo. 80

DON LUIS DE HARO Otros de menos cuantía

que fuera largo nombrarlos.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES No fuera malo apuntarlos,

porque esta memoria mía...

DON LUIS DE HARO Hacerles mal no querría... 85

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Sonriéndose.) Ni yo lo quiero tampoco,

con que viajen un poco

para que no estorben, basta.

DON LUIS DE HARO Clavósele yerro y hasta.

Ya de celos está loco. 90

(A OLIVARES.)

Como deudo y como amigo

una palabra y no más;

¿tente lengua, dónde vas...?

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Con interés.)

Decid, decid, yo me obligo

a callarlo, y por testigo 95

de mi promesa a Dios pongo.

DON LUIS DE HARO Ved, Duque, que yo me expongo...

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Dudáis de mi fe, Sobrino?

¿Tan necio soy? ¿tan sin tino?

Yo de secretos dispongo..... 100

DON LUIS DE HARO Basta, al cabo es lo diré;

murmuran, sin fundamento,

al menos yo así lo siento,

porque otra cosa no sé:

dicen, y muchos a fe 105

que al Conde ayuda a subir,

quien, no me atrevo a decir,

baste que él es muy galán,

lo demás os lo dirán,

si lo quisiereis oír. 110

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Después de una breve pausa.)

¿Será alguna dama?

DON LUIS DE HARO Sí.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES ¿Muy noble, muy principal?

DON LUIS DE HARO (Bajando la voz.)

Acaso no tiene igual.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Está bien: ya os entendí,

fiad el resto de mí. 115

DON LUIS DE HARO Mirad que importa el secreto.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Bueno está, yo lo prometo.

DON LUIS DE HARO Ya viene su Majestad,

os dejo con él.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Andad.

DON LUIS DE HARO (Aparte.)

Bueno le he puesto el coleto. (Vase.) 120

 

 

Escena II

 

 

El REY de negro en cuerpo, el Toisón pendiente de una cadena de oso, y gorra de terciopelo también negra.

 

 

El REY, CONDE-DUQUE DE OLIVARES.

 

 

REY DON FELIPE IV Muy temprano, Conde-Duque,

hoy viene vuestro desvelo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES A vuestras plantas, Señor... (Arrodillándose.)

REY DON FELIPE IV Alzad; despachemos presto (Levantándole.)

los negocios más urgentes, 125

que audiencia he de darles luego

a Góngora, Calderón,

Villamediana y Quevedo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Felices son, pues al Rey

vienen a darle recreo, 130

y no como yo a amargarle

con negocios su contento.

REY DON FELIPE IV Pensión es a que los Reyes

nacieron, Conde, sujetos:

resignémonos con ella, 135

pues así lo quiso el cielo.

¿Qué hay de Flandes? (Siéntase.)

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Nuevas hay,

Señor, de grande contento;

antes de mucho el de Orange

que ha de verse sólo espero; 140

Breda sus muros rindió

de Espínola a los esfuerzos.

REY DON FELIPE IV Gran caudillo es el Marqués,

eternos serán sus hechos.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Un poco blando, Señor, 145

ha andado con los Tudescos.

REY DON FELIPE IV Vencidos ya fuera mengua

andar con ellos severo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Herejes son y rebeldes.....

REY DON FELIPE IV Pero son vasallos nuestros. 150

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Aparte.) ¿Qué es esto? ¿Piensa por sí

quien antes obraba ciego?

Yo he de perderme, por Dios,

u otra vez ponerle el freno.

REY DON FELIPE IV Haced, Conde, que esa nueva 155

notoria sea a mis pueblos;

mañana la Corte a Dios

dará gracias en el templo,

y al Marqués por su victoria

una carta escribir quiero. 160

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Tantas honras.....

REY DON FELIPE IV Son debidas

a Espínola, y a sus hechos.

Él da su sangre por mí,

para mí gana trofeos,

él solo me sirve más 165

que hieran cien lisonjeros.

Honrarle, Duque, es justicia,

y lo he de hacer, vive el cielo.

Quiero que sea su triunfo

en los siglos venideros, 170

estímulo a los soldados,

a los Monarcas ejemplo.

Ofrézcase en nuestro nombre

espléndido, rico premio,

a quien la toma de Breda 175

mejor trasladare al lienzo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Y grande al verla pintada,

dirán, Señor, nuestros nietos,

fue la acción, pero más grande

el monarca que dio el premio. 180

(Aparte.) Mucho quieres al Marqués,

yo trabajaré en perderlo.

(Al REY.) Mas hay de mil memoriales

y todos con un intento,

quéjense de que el de Lerma 185

en su fatal ministerio.....

REY DON FELIPE IV Mi padre reinaba entonces,

que lo olvidaréis no pienso.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Respeta, Señor, mi fe

al Rey que ya está en el cielo.... 190

REY DON FELIPE IV Yo sé bien que mi buen padre

no pude, como no puedo,

en su inmensa Monarquía

por sí solo todo verlo,

el Cardenal abusó 195

de que el Rey le amaba ciego:

y costárale muy caro

si yo un delito le pruebo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Dueño fue de los tesoros,

chupó la sangre del pueblo, 200

vuestras cajas están faltas,

él, Señor, vive opulento...

REY DON FELIPE IV Examinad si las quejas

están fundadas primero.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES No hay dudarlo.

REY DON FELIPE IV Pues devuelva 205

lo que ha usurpado a mi pueblo;

y válgale a su cabeza

que la protege el capelo.

OLIVARES Murmura el Duque de Osuna,

hombre, Señor, turbulento, 210

de vos y de vuestra Corte

sin medida ni respeto.

REY DON FELIPE IV Imaginose en Italia

el Duque ser un portento.

Mi padre ya lo quitó 215

por otras sospechas creo.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Su nobleza y su valor

le dan con el vulgo necio

gran peso, y aún en la Corte

que tiene amigos sospecho. 220

Es su grande admirador

Don Francisco...

REY DON FELIPE IV Quién? ¿Quevedo?

Ese tiene por divisa

estar siempre descontento.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Bueno será que uno y otro, 225

el grande como el pequeño,

aprendan en reclusión

a tener al Rey respeto.

REY DON FELIPE IV Prended a Osuna en su casa,

sirva a los otros de ejemplo; 230

en cuanto a Quevedo, Duque,

más tarde lo pensaremos.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Mire vuestra Majestad

que su lengua mordaz temo.

REY DON FELIPE IV Yo no os he dicho que no 235

sino que pensarlo quiero.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Esos poetas, Señor,

escudados con su ingenio

no hay esfera a que atrevidos

no emprendan alzar el vuelo. 240

REY DON FELIPE IV Yo le cortaré las alas

al que tenga un loco intento;

que a mi lado y en la Corte

están para mi recreo,

y no me han de hacer, por Dios, 245

de la triaca veneno.

CONDE-DUQUE DE OLIVARES Ella es gente que delira,

que vive de devaneos,

de amores, que muchas veces

pasan de falsos a ciertos. 250

¿Quién sabe hasta dónde puede

oculto tras de sus versos,

poner un audaz poeta

el osado pensamiento?

REY DON FELIPE IV Explicaos, Olivares, 255

¿qué queréis decir con eso?

CONDE-DUQUE DE OLIVARES (Aparte.) La flecha ha dado en el blanco.

(Al REY.) No digo, Señor; provengo.

(Arrodillándose.) Deme vuestra Majestad

 

(El REY le da la mano y él se la besa.)

 

 

su mano.... 260

REY DON FELIPE IV Guárdeos el cielo. (Vase OLIVARES.)

 

 

Escena III

 

El REY.

 

 

Fulgente brillo, que al mortal deslumbras

con mentido esplendor en las diademas

de lejos eres como el sol, alumbras:

mas a la frente que te ciñe quemas. 265

Es ser un numen que la tierra habita

reinar para el que nace al pie del trono;

y para el triste que sobre él se agita,

es ser el blanco del humano encono.

Amigo, esposa, hermano, a los mendigos 270

a quien amar y en quien fiar dio el cielo:

ve el Rey hasta en sus hijos enemigos,

cada instante en su vida es un recelo.

Tranquilo el pobre vive ¡oh providencia!

y hasta en suelos el grande ve su ruina. 275

Así el raudo huracán en su violencia

deja la caña y llévase la encina.

 

 

Escena IV

 

EL REY, EL BUFÓN.

 

 

BUFÓN (Desde la puerta.)

Vuestra Majestad permite...

REY DON FELIPE IV Entrad, entrad, Gentil-hombre.

¿Qué nos tenéis que decir? 280

BUFÓN Como mandasteis anoche

afuera esperando están

con sátiras, odas, motes,

zarzuelas, tragicomedias

y otras que no sé sus nombres, 285

cuatro cisnes del Parnaso

todos famosos y nobles.

REY DON FELIPE IV Vengan, que ya los espero;

y a la Reina, de mi orden,

haced que avisen también, 290

(Vase el BUFÓN.)

que ella ha de ser quien corone

al vencedor del certamen

porque sea el premio doble.

 

 

Escena V

 

El REY sentado, DON LUIS DE GÓNGORA, EL CONDE DE VILLAMEDIANA, DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA, DON FRANCISCO QUEVEDO DE VILLEGAS, introducidos por un Ujier, que se retira.

 

 

REY DON FELIPE IV Venid en buen hora, llegad trovadores,

gala y ornamento del suelo español: 295

venid, los más claros, ilustres cantores

que nunca inspiraron los rayos del sol.

DON PEDRO CALDERÓN Salud, coronado, magnánimo Apolo;

dos mundos el cielo naciendo te dio:

del numen de Delfos faltábate sólo 300

el cetro: a tu ingenio, Señor, lo rindió.

DON LUIS DE GÓNGORA Dos veces tu frente, Monarca, corona

la rama de Dafne, la ninfa cruel,

tejieron las musa allá en Helicona

la hispana diadema y el sacro laurel. 305

CONDE DE VILLAMEDIANA Que nada deciros conviene, contemplo

que en cifra el Parnaso ya ha hablado, Señor.

El mudo Heliotropo me sirva de ejemplo

que adora callando de Febo el fulgor.

REY DON FELIPE IV (Levantándose.)

La Reina, Señores: aquí su hermosura 310

del campo de Apolo será digno juez.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte.)

La Reina! de verla tendré la ventura!

Fortuna es piadosa conmigo esta vez.

 

 

Escena VI

 

 

Dichos, LA REINA con Damas que se retiran desde la puerta, un Ujier la precede y se retira cuando estén todos sentados. EL REY va a recibirla, y ofreciéndola su mano la lleva al sillón que él mismo ocupaba.

 

 

REY DON FELIPE IV Las gracias os damos, señora, los Vates,

pues viene a escucharnos la vuestra beldad, 315

aliento el mirarla dará en los combates;

venid, Reina hermosa, mi asiento tomad.

REINA Sentarme! no puedo tomar vuestra silla.

REY DON FELIPE IV Tomadla a fe mía, que aquí no soy Rey.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte.)

¡Qué hermosa! adorarla no es gran maravilla. 320

REINA Señor, obedezco, tu gusto es mi ley.

REY DON FELIPE IV Tomad caballeros, tomad taburetes,

 

(Todos toman taburetes. El ujier va a ofrecer al REY un sillón y rehusándole éste le presenta un taburete, en que se sienta. El ujier se va.)

 

 

asientos iguales a todos nos dan.

Por Dios que al juzgarnos a nadie respetes,

aquí entre poetas no soy Majestad. 325

DON FRANCISCO QUEVEDO Si ciegos no somos, y al sol brillar vemos,

que faltan sus luces en vano es decir.

REY DON FELIPE IV Por Dios que a Quevedo también le tenemos.

DON FRANCISCO QUEVEDO Con estos Señores mandasteis venir....

REY DON FELIPE IV Por mudo o ausente, Quevedo, os contaba; 330

¡callar tanto tiempo! ¿dudaralo yo?

DON FRANCISCO QUEVEDO Mi lengua al silencio, Señor, ensayaba,

que dicen por suelta, que a veces pecó.

REY DON FELIPE IV Si hablarais conmigo tan solo, Quevedo,

por cierto que amargo no os fuera el hablar. 335

DON FRANCISCO QUEVEDO Señor, lo confieso, tenerme no puedo.

REY DON FELIPE IV Pues cuenta que un día no os llegue a pesar

REINA No empieza, Señores, la noble academia.

¿Quién es el que debe, decid, proponer?

REY DON FELIPE IV Con justo derecho la Reina os apremia. 340

Don Pedro el primero por fuerza ha de ser:

primero es en letras, en ciencia y en años,

y al hábito santo se debe este honor.

DON PEDRO CALDERÓN Honraisme, Felipe, por modos extraños.

REINA Decid que os escucho.

DON PEDRO CALDERÓN (Poniéndose en pie, y leyendo.)

"Poder del amor 345

¿Cuál es la gloria mayor

de esta vida? Amor, amor.

No hay sujeto en que no imprima

el fuego de amor su llama,

pues vive mas donde ama, 350

el hombre, que donde anima.

Amor solamente estima

cuando tener vida sabe,

el tronco, la flor y el ave;

luego es la gloria mayor 355

de esta vida: amor, amor.

Aquel ruiseñor amante

es quien respuesta me da,

enamorando constante

a su consorte que está 360

un ramo más adelante.

Calla, ruiseñor, no aquí

imaginar me hagas ya

por las quejas, que te oí,

como un hombre sentirá 365

si siente un pájaro así.

Mas no, una vid fue lasciva

que buscando fugitiva

va el tronca, donde se enlace,

siendo el verdor con que abrace 370

el peso con que derriba.

yo así con verdes abrazos

me hagas pensar en quien amas,

vid, que dudaré en tus lazos,

si así abrazan unas ramas, 375

como embrazan unos brazos.

Y sino en la vid, será

aquel girasol, que está

viendo cara a cara el sol,

tras cuyo hermoso arrebol 380

siempre moviéndose va:

no sigas, no, tus enojos,

flor, con marchitos despojos,

que pensarán mis congojas

si así lloran unas hojas, 385

como lloran unos ojos:

cesa, amante ruiseñor,

desunete, vid frondosa,

párate, inconstante flor;

o decid ¿qué venenosa 390

fuerza usáis? amor, amor."

 

(Hace una reverencia a la REINA y le entrega el papel.) (1)

 

REINA Muy bella es por cierto de amor la pintura.

(Aparte.) Sentirlo en el pecho, tormento fatal.

CONDE DE VILLAMEDIANA Son versos, don Pedro, de extraña dulzura.

REY DON FELIPE IV Digo que poeta no encuentro su igual. 395

REINA Será la materia trovar este asunto,

el premio una banda de verde color.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Aparte.)

¡Oh, lógrela! o muero de celos al punto.

REINA Pues Góngora diga que siente amor.

DON LUIS DE GÓNGORA Ni espero que el premio mi numen alcance, 400

ni aspira a la palma, mi corta ambición.

Mas por obediencia diré yo un romance

que tengo compuesto, prestadme atención.

"Ciego que apuntas y atinas,

caduco Dios y rapaz, 405

vendado, que me has vendido,

y niño mayor de edad;

por el alma de tu madre,

que murió, siendo inmortal,

de envidia de mi Señora, 410

que no me persigas más:

déjame en paz, amor tirano,

déjame en paz.

Baste el tiempo malgastado

que he seguido a mi pesar 415

tus inquietas banderas,

forajido capitán.

Perdóname amor, aquí,

pues yo te perdono allá,

cuatro escudos de paciencia, 420

diez de ventaja en amar.

Amadores desdichados,

que seguís milicia tal,

decidme ¿qué buena guía

de un ciego podéis sacar? 425

¿De un pájaro qué firmeza?

¿Qué esperanza de un rapaz?

¿Qué galardón de un desnudo?

¿De un tirano qué piedad?

Déjame en paz, amor tirano, 430

déjame en paz.

Diez años desperdicié,

los mejores de mi edad,

en ser labrador de amar

a costa de mi caudal. 435

¡Cómo aré, sembré, cogí!

Aré un alterado mar;

sembré en estéril arena,

cogí vergüenza y afán.

Déjame en paz &c. 440

Una torre fabriqué

del viento en la vanidad,

mayor que la de Nembrot,

y de confusión igual.

Gloria llamaba a la pena, 445

a la cárcel libertad,

miel dulce al amargo acíbar,

principio al fin, bien al mal. (2)

Déjame en paz &c.

 

(Reverencia a la REINA y la entrega el papel.)

 

DON PEDRO CALDERÓN Bello es el romance y agudo el conceto. 450

REY DON FELIPE IV Por Dios que en amores no es hombre novel.

DON LUIS DE GÓNGORA Salí como pude, Señor, del aprieto.

CONDE DE VILLAMEDIANA (A QUEVEDO.)

A vos don Francisco, tomad el pincel.

DON FRANCISCO QUEVEDO Ha tiempos tan largos que duerme mi Erato...

REINA Disculpa ninguna queremos oír, 455

hacednos, Quevedo, de amor el retrato.

DON FRANCISCO QUEVEDO Mandaislo, Señora, ya es fuerza decir.

No admiten, no, Floralva, compañía

amor y majestad siempre triunfante,

sólo ha de ser el Rey, sólo el amante, 450

humos tiene el favor de Monarquía.

El padre ardiente de la luz del día,

no permite que muestre su semblante

estrella presumida, y centellante,

en cuanto reina en la región vacía. 455

Amor es Rey tan grande, que aprisiona

en vasallaje el cielo, el mar, la tierra,

y única, y sola majestad blasona;

todo su imperio un corazón le cierra,

la soledad es paz de su corona, 460

la compañía sedición y guerra. (3)

 

(Reverencia a la REINA, y te entrega el papel.)

 

DON LUIS DE GÓNGORA Hermoso artificio; muy lindo soneto.

CONDE DE VILLAMEDIANA Que amor no se parte sin duda es verdad.

REY DON FELIPE IV Yo apruebo los versos, y más el conceto.

Amores y reinos no tienen mitad. 465

Veamos del Conde la musa que dice.

Entrad en el campo que el turno os llegó.

REINA (Aparte.)

¡Oh, plegue a los cielos que no se deslice!

CONDE DE VILLAMEDIANA Que pueda deciros, Señor, no sé yo.

DON FRANCISCO QUEVEDO No hagáis del modesto, pues todos sabemos. 470

DON LUIS DE GÓNGORA No habéis de escaparos vos solo, a fe mía.

DON PEDRO CALDERÓN Al juez del certamen querella daremos.

CONDE DE VILLAMEDIANA Señores, me rindo, cesó mi porfía.

(En pie leyendo.)

Amor imposible: habla el amante.

Ira del cielo, amor, fueron tus tiros 475

Sobre el que adora un imposible objeto:

Arde y su fuego que ocultó el respeto,

Bramando exhala en rápidos suspiros.

¡En vano ablandan bronces y porfiros

lágrimas de dolor, cruel Aleto! 480

¡Dura suerte! no muda un solo afecto,

En tanto el hombre cambia en raudos giros.

Bárbaro amor, concede una esperanza

O que a olvidar, me mueva su desprecio;

Rompe sino los lazos de la vida, 485

Baste ya lo sufrido a tu venganza

¡Oh! no es escuches, amor, mi ruego necio,

No: ingrata sea: nunca aborrecida.

 

(Reverencia y entrega el papel. - Durante la lectura de este soneto GÓNGORA y QUEVEDO se miran entre sí con malignidad, ocultándose del REY: éste presta la mayor atención como quien no comprende bien; la REINA tiene los ojos clavados en el suelo procurando reprimir su agitación; CALDERÓN es el único que oye esta composición como las demás sin otro interés que el de literato. Concluyendo, levántase el REY como distraído y los demás por respeto. La REINA permanece sentada dando vueltas al soneto del CONDE entre las manos. VILLAMEDIANA absorbido en sus pensamientos parece no saber donde se halla.)

 

 

REY DON FELIPE IV (Aparte.) ¡¡¡Amor imposible!!!

DON PEDRO CALDERÓN Soneto extremado.

REINA (Aparte.)

¡Oh ciega imprudencia! perdido nos ha. 490

DON FRANCISCO QUEVEDO (Aparte a GÓNGORA.)

¡Amor imposible! ¿habeislo notado?

DON LUIS DE GÓNGORA (Aparte a QUEVEDO.)

¡Pardiez! Sólo un sordo dudarlo podrá.

DON PEDRO CALDERÓN Digo que es muy bello. (4) ¿ y vos qué pensáis?

DON FRANCISCO QUEVEDO Es bueno; es del Conde.

DON PEDRO CALDERÓN (Al REY.) Podreme atrever,

¿Señor, a deciros que el turno olvidáis? 495

REY DON FELIPE IV ¡Mi turno!

DON PEDRO CALDERÓN Ha llegado.

REY DON FELIPE IV (Con intención.) Pudiera bien ser.

DON FRANCISCO QUEVEDO (A GÓNGORA.) ¡Cargose la nube!

DON LUIS DE GÓNGORA (A QUEVEDO.) Fue mucha imprudencia. 500

DON PEDRO CALDERÓN (Aparte.) ¡Si al Rey mi recuerdo tal vez enojó!

REY DON FELIPE IV Por hoy se dilate saber la sentencia,

mañana, Señores, diréosla yo.

 

(Hace seña con la mano, retíranse los poetas, menos VILLAMEDIANA; QUEVEDO lo advierte, vuelve y le toca en el hombro; vuelve en sí el CONDE y entendiendo la seña de QUEVEDO, hace una reverencia al REY, otra a la REINA y se retira con los demás.)

 

 

 

Escena VII

 

 

EL REY, LA REINA sentada y siempre con el soneto de VILLAMEDIANA en la mano.

 

 

REINA (Aparte.) Mal haya, amén, el soneto.

¡Mal haya el hombre imprudente! 505

Se ha vendido.

REY DON FELIPE IV ¿Qué os parece del conceto

del Conde? ¿no es excelente,

bien sentido?

REINA Confuso me pareció. 510

REY DON FELIPE IV Yo lo tengo por muy claro,

mi Señora.

REINA Que no entiendo, Señor, yo

tanto como vos, ni es raro,

ni se ignora. 515

REY DON FELIPE IV Modesta estáis por demás,

que al cabo sois vos el juez

del combate.

REINA Quedándose alguno atrás,

fuera, Señor, dar el prez 520

disparate.

REY DON FELIPE IV ¿Pues quién falta?

REINA Vos faltáis.

REY DON FELIPE IV Es el pretexto ingenioso,

bien hallado.

REINA Vos sois el que rehusáis 525

por modesto o perezoso

lo tratado.

REY DON FELIPE IV En fin que al premio renuncio

por una u otra razón

ya os advierto. 530

REINA Que es de nuevo amor anuncio

despreciar así mi don

tengo cierto.

REY DON FELIPE IV Sutil estáis, por mi vida,

aunque Reina, sois mujer, 535

no hay dudarlo.

Mucho tenéis de entendida:

mas, el premio he de saber

a quien darlo.

REINA Yo pensaba que a mi esposo, 540

al Rey, ornara la banda

que ofrecía;

que por discreto y dichoso

juzgaba que en la demanda

vencería. 545

REY DON FELIPE IV Discreta lisonja, a fe.

Decid: ¿el premio ofrecido

no era verde?

REINA Eso lo que dije fue.

REY DON FELIPE IV Pues el que ya ha conseguido 550

poco pierde.

REINA Por qué, Señor, no comprendo.

REY DON FELIPE IV Pues claro está, vive Dios.

REINA Soy tan corta.

REY DON FELIPE IV Muy bien la trova os entiendo. 555

REINA Pues no os entiendo yo a vos.

REY DON FELIPE IV Nada importa.

REINA (Levantándose.)

Que es mi presencia importuna

me dice bien claramente

vuestro enfado. 560

Nunca en ocasión ninguna

el seros impertinente

me ha gustado.

 

(Hace una reverencia y se dirige hacia la puerta.)

 

REY DON FELIPE IV (Deteniéndola.) No, Isabela, no os marchéis.

REINA (Insistiendo en irse.)

No lo hagáis de cortesano 565

por mi vida.

REY DON FELIPE IV ¿No os he dicho que os quedéis?

REINA (Insistiendo en irse.)

Presumís que lo hago, en vano,

de ofendida.

REY DON FELIPE IV (Deteniéndola.) No habéis de salir de aquí, 570

que aquesta es mi voluntad.

REINA La obedezco.

REY DON FELIPE IV Queréis burlaros de mí...

REINA Mire vuestra Majestad...

(Aparte.) Yo fallezco. 575

REY DON FELIPE IV Miro y veo, mas acaso...

que muchos que aquí se mueven

y se amañan.

Si fiando, a dar un paso

en que soy ciego se atreven,

bien se engañan. 580

REINA Extraño está el Rey conmigo,

nací a penar en mal hora,

¡Desdichada!

REY DON FELIPE IV Fuera el Rey muy vuestro amigo,

sino os hallara, Señora... 585

REINA ¿Qué?

REY DON FELIPE IV Culpada.

REINA Oh! válgame Dios del cielo.

La muerte venga a librarme

prontamente.

Morir es ya mi consuelo, 590

pues que la infamia sellarme

vi en la frente.

Nací de sangre Real,

soy de la casa de Francia,

soy Borbón. 595

Vine a España por mi mal,

y cediendo a vuestra instancia

y petición...

REY DON FELIPE IV No levantéis tanto el tono

que oyen hasta los tapices, 600

en Palacio;

y se ha de andar sobre el trono

hasta en los mismos deslices

muy a espacio.

REINA ¡Ay infelice mujer! 605

¿Quién nunca me vio liviana?

¿Quién impura?

REY DON FELIPE IV ¿Si hoy os llegaran a ver,

vivierais hasta mañana

por ventura? 610

Con una sombra de agravio,

con una sola mirada

deshonesta...

REINA Pues confiesa vuestro labio

mi inocencia, es ya escusada 615

la respuesta.

REY DON FELIPE IV No digo tampoco tanto:

no habéis llegado a pecar,

lo concedo:

pero a veces al más santo 620

le puede el demonio armar

un enredo.

REINA Ni el pensamiento tampoco

tiene de qué arrepentirse

cosa alguna. 625

Los celos os tienen loco.

REY DON FELIPE IV Luchar antes de rendirse

ya es fortuna.

Dadme esos versos acá

y decidme si estoy ciego, 630

si deliro:

al menos no se dirá

que están escritos en griego.

REINA (Aparte.) No respiro.

REY DON FELIPE IV Aqueste amor imposible 635

que tanto oculta el respeto

¿no es bien claro?

REINA ¡Por Dios que es cosa terrible!

¡A mí que no hice el soneto

me está caro! 640

REY DON FELIPE IV Pagaralo quien lo hizo,

y sin que mucho se tarde

yo os lo juro:

su amor ya se satisfizo,

que no hará más del alarde 645

le aseguro.

REINA ¿Tan presto le condenáis?

REY DON FELIPE IV Aún vive y decís que presto.

REINA Pues ¿cuál culpa?

REY DON FELIPE IV De quien sois os olvidáis, 650

en vos ha puesto los ojos,

no hay disculpa.

REINA ¿En mí? ¿dónde está la prueba?

¿En esos versos acaso?

REY DON FELIPE IV Sí, Señora. 655

 

(El REY examina con mucha atención el soneto, y lo vuelve de manera que pueda leer la dicción que forman reunidas las primeras letras de cada verso.)

 

 

REINA Os engañáis. ¿Cosa nueva

es, Señor, en el Parnaso,

ni de ahora,

que finja un poeta amores

con damas que el mismo sueña...? 660

¿Qué queréis?

REY DON FELIPE IV De que sueñan trovadores

venid, y os daré una seña.

¿No lo veis?

REINA (Aparte.) ¡Qué mira mi confusión! 665

REY DON FELIPE IV Acróstico es el soneto,

tiene un nombre,

y es Isabel de Borbón,

será el último, os prometo,

de ese hombre! 670

 

(El REY que ha tenido siempre asida la mano de la REINA, repele a ésta con fuerza: ella cae en el sillón como desmayada, y él sale furioso del salón rasgando el soneto. El telón debe caer precisamente antes de salir el REY de la escena.)

 

Acto tercero

         

La Reina

         
           
           

PRIMER CUADRO

         
           

Estudio de DON DIEGO DE VELÁZQUEZ en el Palacio del Retiro: varios cuadros, entre otros el de la toma de Breda (de las lanzas) empezado, el retrato de Felipe IV a caballo, casi concluido: el gran cuadro. en que está retratado el mismo VELÁZQUEZ retratando a los REYES, también para concluirse: el retrato de don LUIS DE GÓNGORA; un cuadro pequeño alegórico en boceto. El asunto de éste es Acteón que habiendo sorprendido a Diana desnuda en el baño, y contemplándola con éxtasis, va a ser despedazado por los perros de la Diosa. Supónese que bajo la figura de Diana se ha pintado a la REINA, y al CONDE DE VILLAMEDIANA en la de Acteón. - Modelos en yeso y en madera. - Armas y armaduras. - Ropas y bandas. - Desorden del estudio de un gran pintor. - El estudio es una galería de Palacio. - Dos puertas, una que comunica con el interior, otra pequeña, ambas cerradas.

         
           
           

Escena I

         
           

Al levantarse el telón, VELÁZQUEZ en cuerpo, vestido de negro con la paleta en la mano, pintando en el cuadro alegórico, después de algunos instantes se para, contempla su obra con aire satisfecho, y dejando sobre la mesa la paleta y los pinceles, se sienta.

         
           

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

«Incius Acteon vidid sine veste Diana,

       
 

preda suis canibus, non minus ille fuit.»

       
 

Un cuadro el dístico encierra,

       
 

y al dístico mi pintura,

       
 

feliz estuvo el pincel:

5

     
 

(Mirando al cuadro.)

       
 

así: la adora y se aterra;

       
 

ve desnuda su hermosura,

       
 

y se arrebata el doncel:

       
 

bella es Diana en efecto.

       
           

(Levántase, vuelve a tomar paleta y pincel y retoca el cuadro.)

         
           
 

¡Ah! no: le noto un defecto.

10

     
 

Muy torpe estoy, vive el cielo;

       
 

hágola blanda y es cruda,

       
 

amorosa, y es esquiva:

       
 

mas fue culpa del modelo,

       
 

mal escogido sin duda.

15

     
 

en eso la falta estriba.

       
 

Mas quiso Villamediana

       
 

fuera la Reina Diana.

       
           

(Diciendo esta octava ha retocado y mirado el cuadro alternativamente, al fin de ella se para y mira con más detenimiento.)

         
           
 

Cada vez está peor,

       
 

al diablo con los pinceles.

20

     
           

(Los arroja con la paleta y vuelve a sentarse de espaldas al cuadro.)

         
           
 

Pues los manejo tan mal...

       
 

Ello en un rostro de amor,

       
 

no encontrara el mismo Apeles

       
 

aquel desdén sin igual,

       
 

que a ser feroz ya se inclina

25

     
 

de la triforme Lucina.

       
 

¿Hay hombre más desdichado?

       
 

Pinto con el pensamiento

       
 

como Ticiano y Urbino:

       
 

es perfecto, es acabado

30

     
 

cuanto a mis solas invento;

       
 

ni a Miguel, Ángel divino,

       
 

Velázquez cede en pensar.

       
 

Maldición ¡¡¡y ejecutar...!!!

       
           

(Quédase absorbido meditando.)

         
           
           

Escena II

         
           

VELÁZQUEZ, LA REINA por la puerta que comunica con el interior de Palacio, que abre con llave y vuelve a cerrar lo mismo.

         
           

REINA

Sólo Velázquez está.

35

     
 

No me ha sentido: ¡qué ciego!

       
 

Guardeos el cielo don Diego.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Levantándose como asombrado.)

       
 

¡Hola! ¿qué es eso? ¿quién va?

       

REINA

Yo soy, y ya me retiro...

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Perdonadme, gran Señora...

40

     
 

Hay veces que como ahora

       
 

me parece que deliro.

       

REINA

La sublime inspiración

       
 

que el cielo os ha concedido...

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Yo temo que la he perdido,

45

     
 

Señora, en esta ocasión;

       
 

y es culpa vuestra hermosura,

       
 

tan ajena de desdén,

       
 

que a todos cuantos la ven

       
 

muestra inefable dulzura

50

     

REINA

A ser marido u amante

       
 

dijera que tenéis celos.

       
 

De qué son los desconsuelos

       
 

decidme luego al instante.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Ese cuadro de Diana,

55

     
 

que está Acteón contemplando,

       
 

en que os estoy retratando

       
 

promueve mi furia insana.

       
 

Ved, Señora, si conviene

       
 

aquel celeste mirar

60

     
 

a quien ya a despedazar

       
 

a su amante se previene.

       
 

Prestad a esos bellos ojos,

       
 

cediendo a mi humilde ruego,

       
 

aquel torvo, raudo fuego,

65

     
 

que han de darles los enojos:

       
 

esa frente de alabastro,

       
 

esos labios de corales

       
 

mientan promesas de males,

       
 

de rabia muestren un rastro.

70

     
 

¡Oh! mal haya esa dulzura,

       
 

que sólo a un ángel sentara,

       
 

mal haya, amén, esa cara

       
 

de celestial hermosura.

       

REINA

Lisonjas y maldiciones

75

     
 

mezcláis de extraña manera;

       
 

sólo vos queréis severa

       
 

a la que otros piden dones.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

A veces piden su mal;

       
 

yo os pido toda una gloria.

80

     
 

Os pido nombre y memoria,

       
 

Señora, vida inmortal.

       
 

Dará un instante de ceño

       
 

en vuestro rostro divino,

       
 

tal vez certeza a un camino,

85

     
 

que he corrido sólo en sueño.

       
 

De Diana la belleza

       
 

la tenéis y por demás;

       
 

no falta, Señora, mas

       
 

que me mostréis su crudeza;

90

     
 

ese lienzo, que he manchado,

       
 

haré, nuevo Prometeo,

       
 

que, cediendo a mi deseo,

       
 

parezca estar animado.

       

REINA

Procuraré yo enojarme,

95

     
 

por complaceros a vos:

       
 

no perdáis tiempo, por Dios.

       
 

Que he menester retirarme.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Más severa, por Dios santo...

       
 

no es eso; la rabia os pido,

100

     
 

hora me habéis entendido,

       
 

estad así por un tanto.

       
           
 

No es a la misma expresión,

       
 

fue relámpago fugaz:

105

     
 

en ese rostro de paz

       
 

poco dura tal pasión.

       

REINA

¿Oísteis llamar, don Diego?

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Sí, Señora, y no he de abrir.

       

REINA

Ved quien es, dejadme ir.

110

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Que no os vais, Señora, os ruego.

       

REINA

A llamar vuelven, me voy.

       
 

Velázquez, hasta mañana.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(Dentro.) Abrid a Villamediana.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(A la REINA.)

       
 

No os marchéis.

115

     
 

(Yendo a abrir la puerta pequeña.)

       
 

Conde, aquí estoy.

       
           
           

Escena III

         
           

LA REINA, junto a la puerta grande en actitud de abrirla. VILLAMEDIANA, entrando por la puerta pequeña, puesto el capacete y sin ver a la REINA: VELÁZQUEZ.

         
           

CONDE DE VILLAMEDIANA

Por Dios, que estabais dormido:

       
 

estuve ya por marcharme;

       
 

fortuna ha sido el no darme

       
 

desde luego por vencido.

120

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Ved que está la Reina aquí.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

¡Oh, fortuna!

       

REINA

(Abriendo la puerta.)

       
 

A Dios quedad.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

Si se va su Majestad

       
 

antes de tiempo por mí...

125

     

REINA

Hora es ya de retirarme.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Perdonad mi atrevimiento,

       
 

y conceded un momento...

       

REINA

Está bien, voy a quedarme.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

Gracias les doy a los cielos,

130

     
 

que a tal punto me han traído.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Disponiéndose a pintar.)

       
 

Ya por fin he conseguido

       
 

tener juntos los modelos.

       
 

Vos, Señora, aquí sentada,

       
 

(Siéntase la REINA.)

       
 

y vos poneos en frente;

135

     
 

él es amante insolente,

       
 

miradle, mi Reina, airada

       

REINA

(Aparte.)

       
 

Pluguiese a Dios que pudiera,

       
 

al menos por mi sosiego.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Vos, Conde, tenéis más fuego

140

     
 

del que yo pedir pudiera.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(Aparte.)

       
 

Pues no ves el que me abrasa.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Tengo a Diana por necia

       
 

cuando a tal galán desprecia.

       

REINA

Mirad que el tiempo se pasa.

145

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Perdonadme, soy Pintor.

       
 

(Pónese a pintar.)

       
 

Adoro toda belleza.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(Acercándose a la REINA en voz baja.)

       
 

Que siempre tanta crudeza

       
 

encuentre mi fino amor.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Volviéndose.)

150

     
 

No tan cerca, no tan cerca...

       
 

Así os he menester yo. (Pinta.)

       

REINA

(A VILLAMEDIANA que se acerca en voz baja.)

       
 

Ayer casi me perdió

       
 

vuestra loca pasión terca.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Volviéndose.)

       
 

Divino, Señora mía...

       
 

Ese ceño es el que pido. (Pinta.)

155

     

REINA

(A VILLAMEDIANA en voz baja.)

       
 

Leyó el Rey vuestro soneto,

       
 

en él encontró mi nombre:

       
 

decidme si esto es de un hombre

       
 

a quien tienen por discreto.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

160

     
 

Culpad a mi turbación.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Al CONDE, volviéndose.)

       
 

Habéis dado en acercaros...

       
 

Bien estáis: tendré que ataros. (Pinta.)

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

       
 

Loco estoy con mi pasión...

       

REINA

(En voz baja.)

       
 

Pudo costaros la vida

       
 

el tal soneto por Dios.

165

     

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

       
 

Y si la llorarais vos

       
 

la diera por bien perdida.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Vuélvese, y después pinta.)

       
 

Ya el ceño otra vez voló.

       

REINA

(Aparte.) ¿Quién airada ha de escucharle?

       
 

(En voz baja a VILLAMEDIANA.)

       
 

El Rey, por dicha, a rasgarle

170

     
 

del enojo se llevó.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Al CONDE, volviéndose, y luego pinta.)

       
 

Vos tenéis más regocijo

       
 

que debiera un Acteón.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

       
 

Pero el nombre en conclusión

       
 

que el Rey ha visto colijo.

175

     

REINA

(En voz baja.)

       
 

Como ya no puede verlo,

       
 

yo he negado que estuviera;

       
 

y viéndome tan entera

       
 

duda ya si ha de creerlo.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Vuélvese, y luego pinta.)

       
 

Si así mudáis de semblante

180

     
 

me es imposible pintar.

       

REINA

(En voz baja.)

       
 

Para el caso averiguar,

       
 

va a pedíroslo al instante.

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

       
 

Sin variar el conceto

       
 

yo, Señora, y no os asombre,

185

     
 

he de quitar vuestro nombre

       
 

de ese pérfido soneto.

       

REINA

(En voz baja.)

       
 

Id volando y me salváis...

       

CONDE DE VILLAMEDIANA

(En voz baja.)

       
 

¿Me iré sin una esperanza?

       

REINA

(En voz baja.)

190

     
 

¿Pues ninguna se os alcanza

       
 

cuando inquieta me miráis?

       
           

(El CONDE toma la mano de la REINA, la besa, y se va por detrás de VELÁZQUEZ sin que éste le vea.)

         
           
           

Escena IV

         
           

LA REINA, VELÁZQUEZ.

         
           

REINA

(Aparte.) Ya estamos de inteligencia,

       
 

gracias del Rey a los celos;

       
 

lo que no hicieron desvelos,

       
 

lo pudo una impertinencia.

195

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Volviéndose asombrado.)

       
 

¿Qué es esto, dónde está el Conde,

       
 

salió por arte del Diablo,

       
 

por ventana cual venablo;

       
 

o si está aquí, a qué se esconde?

       

REINA

¿No le habéis visto marchar?

200

     
 

pues de vos se ha despedido.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

¡Señora!

       

REINA

¿No habéis oído?

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

¿Se me pudiera olvidar?

       

REINA

Pues a vos y a mí nos dijo

       
 

que un negocio le llamaba.

205

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Pareciome que os hablaba.....

       

REINA

Velázquez, ya estáis prolijo.

       
 

Si en pintar enajenado,

       
 

ni a mí, ni al Conde escuchasteis,

       
 

decidnos que lo olvidasteis,

210

     
 

mas no que así no ha pasado.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Será, pues vos lo decís:

       
 

yo tengo poca memoria.

       

REINA

Pensando sólo en la gloria,

       
 

de este mundo prescindís.

215

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Aparte.) O estoy por Dios delirante,

       
 

o a mí no me ha dicho nada.

       

REINA

(Aparte.) No la tiene muy tragada,

       
 

pero duda, y es bastante.

       
           

(Suena ruido de una llave que introducen en la puerta grande.)

         
           
 

¡El Rey! ¡hay tal desventura!

220

     
 

¡Si el cuadro llegase a ver!

       
 

Soy desdichada mujer.

       
 

Ocultad esa pintura.

       
           
           

Escena V

         
           

Dichos, EL REY, EL BUFÓN.

         
           

REY DON FELIPE IV

Bien hallado, gran Pintor,

       
 

de la Cámara Real.

225

     

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Guarde Dios de todo mal

       
 

a tan benigno Señor.

       
           

(El REY ve a la REINA y hace un ademán de sorpresa.)

         
           

REINA

(Al REY a media voz.)

       
           

(Durante el resto de esta escena VELÁZQUEZ, que se ha apartado respetuosamente de los REYES, recorre su estudio, examina algunos objetos, ordena otros, etc. El BUFÓN parece entretenido en ver las pinturas, pero no perdona medio de enterarse de la conversación de sus amos.)

         
           
 

El verme os causa temor,

       
 

me tenéis tan ofendida

       
 

que no extraño, por mi vida,

230

     
 

que no gustéis de encontrarme.

       
 

Mas no temáis el hallarme

       
 

todavía desabrida.

       

REY DON FELIPE IV

Sabéis, Señora, que extraño

       
 

que vos os mostréis quejosa,

235

     
 

que bien mirada la cosa

       
 

yo soy el que sufre el daño.

       

REINA

Padecisteis un engaño.

       

REY DON FELIPE IV

Yo lo quisiera creer,

       
 

y pronto lo hemos de ver,

240

     
 

si al cielo place, los dos.

       

REINA

Más lo deseo que vos.

       

REY DON FELIPE IV

Y así, Reina, debe ser.

       

REINA

¡Todavía enojos dudas!

       
 

Si otra hablara la creyeran.

245

     

REY DON FELIPE IV

Si aquestos ojos no vieran,

       
 

Isabel, cosas tan crudas,

       
 

tan palpables, tan desnudas.....

       

REINA

Que fingen celos crueles...

       

REY DON FELIPE IV

Yo no soy de los noveles...

250

     

REINA

Dirá el tiempo mi inocencia.

       

REY DON FELIPE IV

Examinad la conciencia.

       

REINA

(Con dignidad, y vase.)

       
 

Quedaos con vuestro Apeles.

       
           
           

Escena VI

         
           

EL REY, VELÁZQUEZ, EL BUFÓN.

         
           

Después de una breve pausa EL REY haciendo ademán de sacudir un pensamiento desagradable se dirige al cuadro de las lanzas.

         
           

REY DON FELIPE IV

Parece que este guerrero

       
 

del lienzo se va a salir,

255

     
 

fáltale para vivir

       
 

no mas que un soplo ligero.

       
 

Que airoso, que caballero

       
 

a Espínola habéis pintado;

       
 

al caudillo desdichado

260

     
 

que tiene puesto a los pies,

       
 

¡qué afable mira y cortés!

       
 

Gran triunfo es el que ha ganado.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Lo he ganado yo mayor

       
 

en tan discreta alabanza,

265

     
 

que nunca loca esperanza

       
 

osó pintarme, Señor.

       

REY DON FELIPE IV

Modesto sois, el Pintor.

       
 

Aquí estáis, Nicolasito.

       

BUFÓN

¿Hay festín sin parasito?

270

     

REY DON FELIPE IV

Y vos Velázquez también,

       
 

algo os falta aunque estáis bien.

       
 

Los pinceles necesito.

       

BUFÓN

Señor, que pierdo mi pan.

       

REY DON FELIPE IV

¿Qué dices, loco menguado?

275

     

BUFÓN

Si ven al Rey trastornado

       
 

a mí me despedirán.

       
 

¿De pintar tenéis afán?

       
 

pues pintadme a mí la cara,

       
 

que no ha de quedar más rara

280

     
 

por mucho que la ensuciéis:

       
 

pero al cuadro no toquéis.

       
 

Señor, Señor, se dispara.

       

REY DON FELIPE IV

(Acabando de pintar y dejando la paleta y los pinceles.)

       
 

En vuestro pecho ya brilla,

       
 

y la puso por su mano

285

     
 

el que acatáis Soberano;

       
 

la roja Cruz de Castilla.

       
 

Yo sé que están en Sevilla

       
 

haciendo vuestra probanza,

       
 

mas yo os sirvo de fianza

290

     
 

y está el pleito concluido.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

Dejad que los pies rendido

       
 

quien tanta merced alcanza...

       

REY DON FELIPE IV

Los pies no, los brazos sí

       
 

le previene mi cuidado

295

     
 

al que inmortal el Reinado

       
 

ha de hacer en que yo fui.

       

BUFÓN

¿No hay mercedes para mí?

       

REY DON FELIPE IV

Para ti ¿por qué razón?

       

BUFÓN

¿Pues no las gana el Bufón

300

     
 

provocando vuestra risa?

       

REY DON FELIPE IV

Que te den... Una camisa.

       

BUFÓN

Y es hábito de pasión.

       

REY DON FELIPE IV

Mirad quien llama a esa puerta.

       

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ

(Va a abrir). Señor, don Luis...

       

REY DON FELIPE IV

Adelante.

305

     
 

Retiraos un instante.

       
 

(Aparte.) Le habrá hallado, es cosa cierta.

       
           

(VELÁZQUEZ sale por la puerta pequeña, después que entra por ella DON LUIS DE HARO. El BUFÓN se va por la grande.)

         
           
           

Escena VII

         
           

EL REY, DON LUIS DE HARO.

         
           

REY DON FELIPE IV

Toda mi saña despierta

       
 

pensando en este suceso;

       
 

si yo no he perdido el seso

310

     
 

su nombre claro leí.

       
 

Sí; con mis ojos lo vi:

       
 

no puede haber duda en eso.

       

DON LUIS DE HARO

Buscando a Villamediana,

       
 

que en su casa no le hallé,

315

     
 

Señor, he perdido, a fe,

       
 

casi toda la mañana.

       

REY DON FELIPE IV

Él en huirnos se afana.

       

DON LUIS DE HARO

Llegué ya casi a creerlo,

       
 

mas hora vengo de verlo

320

     
 

y parece muy tranquilo.

       

REY DON FELIPE IV

Y el soneto, ¿qué...?

       

DON LUIS DE HARO

Pedilo.

       

REY DON FELIPE IV

Era menester traerlo.

       

DON LUIS DE HARO

Le hallé cerca de su casa,

       
 

pedile al punto el papel,

325

     
 

entró a su cuarto por él,

       
 

y complaciente sin tasa

       
 

lo buscó.....

       

REY DON FELIPE IV

Ved que se abrasa

       
 

mi impaciencia ¿lo traéis?

       

DON LUIS DE HARO

Aquí, Señor, lo tenéis.

330

     

REY DON FELIPE IV

¿Y habeislo leído?

       

DON LUIS DE HARO

No.

       

REY DON FELIPE IV

Casi no me atrevo yo

       
 

a leerlo.

       

DON LUIS DE HARO

Si queréis...

       
           

(Hace el REY seña con la mano que no. Abre el papel y pónese a leer a media voz, muy despacio y sobresaltado.)

         
           

REY DON FELIPE IV

«Amor imposible: habla el amante.

335

     
 

Rayo del cielo, amor, fueron tus tiros

       
 

sobre el que dora un imposible objeto,

       
 

se arde y el fuego que ocultó el respeto

       
 

bramando exhala en rápidos suspiros.

       
 

En vano ablandan bronces y porfiros

340

     
 

lágrimas de dolor, cruel Aleto:

       
 

fiera suerte no muda un solo afecto

       
 

en tanto el orbe cambia en raudos giros.

       
 

Bárbaro amor, concede una esperanza,

       
 

haz que a olvidar me mueva su desprecio,

345

     
 

o corta ya los lazos de mi vida;

       
 

bástele lo sufrido a tu venganza.

       
 

Mas no escuches amor mi ruego necio,

       
 

no; ingrata sea, nunca aborrecida.»

       
 

Es el mismo, no hay dudar,

350

     
 

que ayer el Conde leyó,

       
 

el que con mis ojos yo

       
 

después llegué a examinar.

       
 

¿Cómo el nombre pude hallar?,

       
 

Mis celos lo imaginaron,

355

     
 

las sospechas me cegaron....

       
 

Me habéis dado un gran contento.

       

DON LUIS DE HARO

Y yo en oírlo lo siento....

       
 

Que a mí también me alarmaron.

       

REY DON FELIPE IV

No hablemos más del asunto,

360

     
 

que está reciente la herida;

       
 

voy a la Reina ofendida

       
 

a satisfacer al punto.

       
 

Sé que hablé con un difunto

       
 

confiándoos mi secreto:

365

     
 

nadie sepa del soneto

       
 

la historia, mi gentil-hombre.

       

DON LUIS DE HARO

Por el Santo de mi nombre

       
 

callarlo todo prometo.

       
           
           

SEGUNDO CUADRO

         
           

Tocador de la REINA, espejos, adornos, gran magnificencia. Damas o meninas labrando alfombras unas, otras en diferentes labores de su sexo. - La REINA al tocador, varias damas arreglan su prendido, las dueñas sirven a éstas y les ministran lo necesario, la CAMARERA y DOÑA GUIOMAR son las directoras. - Todas las mujeres sentadas lo están en taburetes, la REINA sola en un sillón, hay otro en el cuarto, que se supone ser el del REY, pero vuelto de espaldas.

         
           
           

Escena I

         
           

LA REINA, LA CAMARERA, DOÑA GUIOMAR, DAMAS, etc.

         
           

REINA

Prolija tarea

370

     
 

tenéis a fe mía,

       
 

perdéis todo un día

       
 

poniendo un prendido.

       

CAMARERA MAYOR

Mas tarda una fea

       
 

peinando un cabello

375

     
 

que no en todo ello

       
 

habéis permitido.

       

REINA

Mirad: el afeite,

       
 

Marquesa, extremado

       
 

me está ya probado

380

     
 

que suele dañar.

       
 

Impide el deleite

       
 

de ver la hermosura,

       
 

lo feo no cura

       
 

ni puede ocultar.

385

     
 

¡Qué es ver de lunares

       
 

un rostro cubierto,

       
 

si viéndolo, advierto

       
 

son pegadizos!

       
 

Son harto vulgares,

390

     
 

por más que lo sientan,

       
 

mujeres que ostentan

       
 

comprados hechizos.

       

CAMARERA MAYOR

Ni fuera, Señora,

       
 

razón que los lleve

395

     
 

quien sólo a la nieve

       
 

le cede en blancura:

       
 

no aquella que adora

       
 

postrada Castilla

       
 

por ser maravilla

400

     
 

de toda hermosura.

       

REINA

Sabido me tengo,

       
 

creed Camarera,

       
 

que soy de manera

       
 

que miedo no doy:

405

     
 

mas no me entretengo

       
 

con vana lisonja.

       
 

No soy para monja,

       
 

milagro no soy.

       
 

¿Habéis acabado?

410

     
 

Loado sea Dios. (Levantándose.)

       
 

Venid acá vos,

       
 

mostrad lo que hacéis....

       
 

No está mal labrado,

       
 

seguid, la doncella.

415

     
 

¿Y vos, Leonor bella,

       
 

que randa tejéis?

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

(A la CAMARERA.)

       
 

Piensan esas damas

       
 

más en sus galanes

       
 

que en cuerdos afanes

420

     
 

ni hacer oración.

       

CAMARERA MAYOR

(A DOÑA GUIOMAR.)

       
 

¿Queréis que las ramas

       
 

nacidas de un día

       
 

den, Señora mía,

       
 

el fruto en sazón?

425

     

REINA

(A GUIOMAR.)

       
 

¿Estáis ya riñendo

       
 

según la costumbre?

       
 

¿No os da pesadumbre

       
 

de tal murmurar?

       

CAMARERA MAYOR

Me estaba diciendo...

430

     

REINA

No quiero escucharlo:

       
 

Puedo adivinarlo

       
 

y voylo a probar.

       
 

Diría que somos

       
 

mujeres de ogaño,

435

     
 

un necio rebaño

       
 

que al diablo se va;

       
 

con cuandos y comos

       
 

de tiempos añejos

       
 

los sabios consejos

440

     
 

probando que da.

       
 

Diría los nombres

       
 

de antiguos galanes,

       
 

sus ansias, afanes,

       
 

su raro valor;

445

     
 

y en fin que los hombres

       
 

del tiempo en que estamos

       
 

ni son buenos amos

       
 

ni esclavos de amor.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

¡Qué humor tan festivo!

450

     
 

El cielo le guarde.

       

REINA

Vedla cual se arde

       
 

porque me burlé.

       

CAMARERA MAYOR

Siempre genio esquivo

       
 

las dueñas tuvieron.

455

     

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Nunca les placieron

       
 

las burlas a fe.

       

REINA

Depón los enojos,

       
 

que yo te lo ruego:

       
 

no quiero que un juego

460

     
 

te cause pesares.

       
 

Si tienes antojos,

       
 

los tengo también.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Con vos no están bien

       
 

dares ni tomares.

465

     

REINA

Si digo que basta,

       
 

que está concluido,

       
 

¿qué puedes pedir?

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

No soy yo de casta....

       

REINA

Me harás enojarme.

470

     

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Podéis perdonarme.

       
 

labores de su sexo.

       

REINA

¿Querrás concluir?

       

CAMARERA MAYOR

Mañana, Señoras,

       
 

gran día de afán.

475

     

REINA

¡Ah! sí, que es San Juan

       

CAMARERA MAYOR

Hay fiestas reales.

       

REINA

Acuérdome ahora.

       

CAMARERA MAYOR

Hay toros y cañas,

       
 

cuadrillas extrañas,

480

     
 

cual nunca hubo iguales.

       

REINA

El Rey entra en plaza.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

No lo permitiera,

       
 

si Reina yo fuera.

       

REINA

¿Por qué, si es su gusto?

485

     

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Ni toros ni caza

       
 

que pueden dar muerte.

       

REINA

Fiad en la suerte.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Tendréis un disgusto.

       

CAMARERA MAYOR

Entra el de Toledo,

490

     
 

Orgaz, Infantado.

       
 

De mil me han hablado

       
 

que salen también.

       
 

Deciros yo puedo

       
 

que hay gran competencia.

495

     
 

Difícil sentencia

       
 

será la que den.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

¿Al Rey quién se opone?

       

CAMARERA MAYOR

Ningún caballero

       
 

del lugar primero

500

     
 

tiene pretensión.

       
 

Cada cual dispone

       
 

su tiro al segundo,

       
 

no sé si me fundo,

       
 

pero necios son.

505

     

REINA

¿Al Rey, Camarera,

       
 

pudieran osados

       
 

los más entonados

       
 

querer humillar?

       

CAMARERA MAYOR

Quien tal presumiera...

510

     

REINA

Luego no deliran,

       
 

si humildes aspiran

       
 

al otro lugar.

       

CAMARERA MAYOR

Aquese también

       
 

ya tiene su dueño

515

     

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

¡Pues hay tal empeño!

       

CAMARERA MAYOR

Él siempre ha vencido.

       

REINA

Decidnos ya quien.

       

CAMARERA MAYOR

Es Villamediana.

       

REINA

¿Vencedor mañana?

520

     

CAMARERA MAYOR

Cual siempre lo ha sido.

       

REINA

(Mudando bruscamente la conversación.)

       
 

Velada esta noche

       
 

tendrán en el soto.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Y habrá más de un roto,

       
 

mintiendo el hidalgo,

525

     
 

dama que trasnoche

       
 

pidiendo marido,

       
 

y el día venido

       
 

que se encuentre algún galgo.

       

CAMARERA MAYOR

Encubren los mantos

530

     
 

en noches iguales

       
 

damas principales

       
 

que van a esparcirse.

       

REINA

(Bajo, a la DUEÑA y a la CAMARERA.)

       
 

Por todos los santos,

       
 

que tengo un antojo.

535

     
 

Al manto me acojo...

       

CAMARERA MAYOR

¿Y si al descubrirse...?

       

REINA

¿Habéis de venderme?

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

¿Nosotras? Primero...

       

CAMARERA MAYOR

Yo quiero deciros que temo la saña.

540

     

REINA

No han de conocerme.

       

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

El manto os oculta.

       

REINA

¿Quién lo dificulta?

       
 

Fuera cosa extraña...

       

UNA DAMA DE LA REINA

(Parece en la puerta.)

       
 

Señora, el de Haro

545

     
 

os pide licencia...

       

REINA

En la conferencia

       
 

nos vino a estorbar.

       
 

(A la DAMA.)

       
 

Que venga.- Esto es claro...

       
 

Después lo veremos.

550

     

DUEÑA DOÑA GUIOMAR

Gran noche tendremos.

       

CAMARERA MAYOR

O grande pesar.

       
           
           

Escena II

         
           

DICHAS, DON LUIS DE HARO.

         
           

DON LUIS DE HARO

El Rey, mi Señor, me envía

       
 

a rogaros, Reina hermosa....

       

REINA

A rogarme! Pues donosa

555

     
 

me tiene el Rey a fe mía.

       

DON LUIS DE HARO

Ved, Reina, vuestro poder,

       
 

al que tiembla toda España,

       
 

tiene el saberos con saña

       
 

casi fuera de su ser.

560

     

REINA

No siempre está tan galán.

       

DON LUIS DE HARO

Perdonadme, yo he venido

       
 

a un mensaje: audiencia pido

       
 

para el Rey.

       

REINA

Se la darán.

       

DON LUIS DE HARO

Viene el Rey en pos de mí.

565

     
 

Quiere veros a vos sola.

       

REINA

Despejad las damas, ola.

       
 

Ya podéis llevarle un sí.

       
           

(Las damas todas se retiran. DON LUIS saluda profundamente, y se va.)

         
           
           

Escena III

         
           

REINA

¡Qué puede querer ahora

       
 

Felipe a solas conmigo!

570

     
 

¿Si de los celos que llora

       
 

halló algún nuevo testigo?

       
 

¿Dónde? Si en el corazón

       
 

está sola mi pasión.

       
 

Tal vez con el pensamiento

575

     
 

a mi obligación falté,

       
 

mas sabe el cielo que siento,

       
 

pero no he roto mi fe,

       
 

mal que le pese a la llama

       
 

que el alma toda me inflama.

580

     
           
           

Escena IV

         
           

EL REY, LA REINA.

         
           

REINA

¿Venís a honrar a vuestra humilde esposa,

       
 

Señor, o acaso del pasado cuento

       
 

a renovar la amarga conferencia?

       

REY DON FELIPE IV

A pediros perdón, amada, vengo

       
 

de mi injusta sospecha; por disculpa

585

     
 

pongo al amor, de mis tiranos celos.

       

REINA

Al fin de la verdad pudo la fuerza

       
 

vencer la saña al Rey.

       

REY DON FELIPE IV

Yo lo confieso:

       
 

ayer mil circunstancias diferentes

       
 

contra del Conde en mí se reunieron.

590

     
 

Que sé yo; no hallé que otro imposible

       
 

amar pudiera que el de vuestro cielo,

       
 

y vi una ofensa al solio, y a mi honra,

       
 

cuando leyó inocente aquel soneto.

       

REINA

¿Pues no dijisteis que mi nombre lleva?

595

     

REY DON FELIPE IV.

Creyéndolo así ver anduve ciego.

       

REINA

¿Con qué tuve razón?

       

REY DON FELIPE IV

Y a vuestras plantas

       
 

vengo gracia a implorar.

       

REINA

Yo os la concedo

       
 

con una sola condición, Felipe:

600

     
 

que no andéis en culparme tan ligero.

       

REY DON FELIPE IV

En tocándole a un noble en lo que es honra,

       
 

pocos son, Reina, los que miden cuerdos,

       
 

palabras y aun acciones, a fe mía.

       
 

Mas este asunto ya por Dios dejemos.

605

     
 

¿Vendrá Isabel conmigo a la velada?

       

REINA

Harto recientes las heridas tengo:

       
 

id vos, Señor, con Dios a divertiros.

       

REY DON FELIPE IV

¡Qué aún dura en vos, Señora, aquel recuerdo!

       
 

Venid, que el soto vuestro sol alumbre...

610

     

REINA

Es preciso, Señor, dar tiempo al tiempo,

       
 

dejad pase esta noche recogida.

       
 

Mañana iré a las fiestas.

       

REY DON FELIPE IV

Lo consiento.

       
 

¿Pero acabose ya nuestra querella?

       

REINA

Que última sea es lo que pido al cielo.

615

     
           
           

Escena V

         
           

REINA

¡Mísera condición! ¿serás eterna?

       
 

¡Nunca los hombres alzarán el yugo

       
 

que sus leyes han puesto a nuestra frente!

       
 

Flaca y cobarde, pero hermosa y tierna,

       
 

a Dios formar a la mujer le plugo.

620

     
 

No ha sido empero su divina mente

       
 

que por débil no tenga su albedrío

       
 

lo dice el hombre, mas no tú, Dios mío.

       
           
           

Escena VI

         
           

LA REINA, EL BUFÓN.

         
           

(Aparece en la puerta en el momento en que la REINA pronuncia el último verso.)

         
           

BUFÓN

¡A Dios invoca! Dime pensamiento

       
 

a quien mi torpe labio invocar debe.

625

     
 

¿Cómo decirla soy Bufón y siento;

       
 

el esclavo a su dueño a amar se atreve?

       

REINA

¡Oh mísero de ti, Villamediana!

       

BUFÓN

(Poniéndose delante de la REINA repentinamente.)

       
           

(Cuando el BUFÓN dice en toda esta escena debe llevar el sello de una pasión brutal y concentrada, de una intención perversa, pero conservando el colorido de ironía y la gesticulación exagerada de su oficio.)

         
           
 

Aún vive el Conde porque yo lo quiero.

       
 

(Con asombro.)

       

REINA

¡Ah, me escuchaban!

       

BUFÓN

Sí; de mala gana.

630

     
 

¿Os asombro, Señora? ¿soy tan fiero?

       

REINA

(Recobrándose y con desprecio.)

       
 

¿Quién, miserable, franqueó las puertas

       
 

a un monstruo como tú, sin avisarme?

       

BUFÓN

Siempre para el Bufón están abiertas.

       

REINA

Vete de aquí.

       

BUFÓN

¡Pues qué sin escucharme!

640

     

REINA

Marcha, Bufón.

       

BUFÓN

¿No tengo yo otro nombre?

       

REINA

Vete, o te haré azotar, viven los cielos.

       

BUFÓN

Reina, un Bufón, aunque Bufón, es hombre,

       
 

pasiones siente, tiene sus desvelos.

645

     

REINA

¿Perdiste el poco seso que tenías?

       

BUFÓN

Sí, lo perdí perdiendo mi sosiego,

       
 

lo he perdido, Señora, ha muchos días...

       

REINA

Marcha de aquí a buscarlo, marcha luego.

       
 

¿No te vas? pues yo haré...

650

     

BUFÓN

(Asiendo el brazo de la REINA.)

       
 

Será perderos.

       

REINA

(Separándolo de sí con indignación y asco.)

       
 

¡Cómo, mancharme con tu sucia mano!

       

BUFÓN

No os enojéis, yo vengo aquí a ofreceros

       
 

la paz o guerra.....

       

REINA

(Rechazándolo con indignación.)

       
 

Quita, vil enano.

655

     

BUFÓN

Dando un paso firmáis vuestra sentencia.

       

REINA

¿Me amenazas?

       

BUFÓN

¿Y por qué no? Soy fuerte.

       
 

Escuchadme, no de vuestra violencia

       
 

su propio cuello....

       

REINA

No.

       
 

(Vuelve a dirigirse a la puerta.)

       

BUFÓN

Vais a la muerte.

       
           

(La REINA se detiene.)

         
           
 

¿Veis esta mano, vil, sucia, deforme?

660

     
 

pues tengo en ella, sí, vuestra cabeza.

       
 

Puedo probaros un delito enorme:

       
 

mas dame compasión tanta belleza.

       

REINA

¿Delito a mí, malvado?

       

BUFÓN

El de perjura,

       
 

de falsa, aleve, desleal esposa,

665

     
 

ese no más. ¿Es poco por ventura?

       

REINA

Miente esa lengua infame y asquerosa.

       

BUFÓN

(Enseñándole un papel.)

       
 

La prueba tengo aquí, ved el soneto,

       
 

rompiole el Rey: mas yo lo he recogido.

       

REINA

(Sentándose y ocultándose el rostro entre ambas manos.)

       
 

¡Desdichada de mí!

       

BUFÓN

De este secreto

670

     
 

soy dueño yo: ninguno lo ha sabido.

       
 

¡Mujer tan bella, y Reina, tan esquiva!

       
 

¡Y sois esclava de un Bufón! El gozo

       
 

casi, lo juro, el respirar me priva.

       
 

Vuestro Conde también: él tan buen mozo,

675

     
 

el de las blandas trovas lisonjeras,

       
 

el galán en estrados y en torneos,

       
 

si ha de vivir...

       

REINA

Malvado, en vano esperas.....

       

BUFÓN

Morir o someterse a mis deseos.

680

     

REINA

Morir mil veces antes.

       

BUFÓN

Deshonrada.

       
 

Bajar del trono hasta el profundo abismo;

       
 

perecer bajo el hacha del verdugo;

       
 

mofa y ludibrio ser del pueblo mismo,

       
 

a quien hoy le ponéis pesado yugo;

685

     
 

dejar un nombre de baldón eterno;

       
 

hoy ver en el suplicio a vuestro amante

       
 

ir mañana a buscarle hasta el infierno;

       
 

todo pende de mí, de un solo instante.

       

REINA

Miserable, te engañas.

       

BUFÓN

A la prueba.

690

     

REINA

Yo el Rey diré....

       

BUFÓN

Mas no seréis creída.

       

REINA

Yo le haré ver....

       

BUFÓN

¿Una mentira nueva?

       
 

Yo puedo deshacerla. Estáis perdida.

       
 

La diadema que ciñe vuestra frente

       
 

nada puede, Isabel, contra el destino:

695

     
 

mía seréis, o muerta.

       

REINA

¡Qué insolente!

       

BUFÓN

Ya ante vuestro poder vil no me inclino:

       
 

el enano, el bufón, es vuestro dueño,

       
 

suya tanta hermosura: esos encantos

       
 

que perturbaron mi angustioso sueño,

700

     
 

que ansié en vano alcanzar por años tantos,

       
 

que son de un Rey; que adora un bello amante,

       
 

yo que soy en la Corte una alimaña,

       
 

míos veré tal vez en el instante;

       
 

dama sois de un Bufón, Reina de España.

705

     

REINA

¿Tu dama yo? primero....

       

BUFÓN

Me he engañado,

       
 

no sois mi dama; no, que sois mi esclava.

       

REINA

¡Tal escuché, gran Dios, y no he espirado!

       
 

Enemigo infernal, acaba, acaba.

       

BUFÓN

A recibir mi amor y mis caricias

710

     
 

vais, y a pagarme, Reina, con usura:

       
 

voy yo a vivir en fin en las delicias,

       
 

vos entre infamia, y llanto y amargura.

       

REINA

Habrá un verdugo.

       

BUFÓN

Lo sé, mas no le tema.

       
 

La vida que me cupo miserable,

715

     
 

el fuego abrasador en que me quemo,

       
 

¿tormento habrá mayor ni más durable?

       
 

Venga si quiere la espantosa muerte,

       
 

pereceré; mas noble compañía

       
 

tendré al morir; que unida vuestra suerte

720

     
 

y la del Conde, está a la suerte mía.

       

REINA

Ficción es el soneto, vil enano.

       

BUFÓN

Vedlo, Señora.

       

REINA

Es falso, lo sostengo,

       
 

dame...

       

BUFÓN

No he de fiar a vuestra mano

725

     
 

el cetro mismo a que rendida os tengo,

       
 

bástame a mí saber que es de buen cuño

       
 

el soneto del Conde a un imposible:

       
 

escribiole el galán de propio puño.

       

REINA

(Aparte.)

       
 

¿Un monstruo creó Dios más que él terrible?

730

     
 

(Al BUFÓN.) Oyeme: yo inocente estoy, lo juro.

       

BUFÓN

No perjuréis, yo sé que estáis culpada.

       

REINA

Soy inocente, sí, te lo aseguro.

       
 

Del ciego amor del Conde no sé nada.

       

BUFÓN

¿Y quién del Rey los celos le ha advertido?

735

     
 

El Rey no fue, Señora; yo tampoco.

       

REINA

¿No puede él mismo haberlos presumido?

       
 

Dame de él compasión, porque está loco,

       
 

no le amo, no, porque antes le detesto.

       
 

Sus versos para mí nada merecen;

740

     
 

le alaban de galán y a mí su gesto,

       
 

sus prendas todas malos me parecen.

       

BUFÓN

El Conde sólo sufrirá, la muerte,

       
 

si es verdad que de amor....

       

REINA

¿Por qué matarle?

       
 

¿Delito es tan atroz amar por suerte?

750

     

BUFÓN

Rogáis en vano, no podréis salvarle.

       

REINA

Piedad del triste.

       

BUFÓN

Morirá, Señora.

       

REINA

¡Ah! mírame a tus pies bañada en llanto.

       

BUFÓN

Es verdad, a mis pies la Reina llora.

       
 

¡Tanto puede con ella el Conde, tanto!

755

     

REINA

¡Ah! no es por él, si muere me deshonra,

       
 

sálvame a mí con él, pide mercedes....

       

BUFÓN

Levantaos. ¿queréis a vuestra honra

       
 

salvar y al Conde?

       

REINA

¿Qué? ¿dudarlo puedes?

       

BUFÓN

Un medio hay solo, solo, comprendedlo,

760

     
 

y hora escuchadme bien: soy implacable,

       
 

os amo con furor, Reina, sabedlo.

       
           

(Ademán de horror en la REINA.)

         
           

REINA

¡Tú amarme! ¡y te atreviste, miserable!

       

BUFÓN

Sí; que al formarme mi fatal destino

       
 

para ser lo que soy, un monstruo horrendo,

765

     
 

quiso dotarme el Creador divino

       
 

del corazón gigante que estáis viendo.

       
 

No os pido que me améis, es imposible,

       
 

lo sé: mas sin amor podéis ser mía.

       
 

Ved, Reina, que os parece más terrible

770

     
 

serlo, o la infamia con la tumba fría.

       

REINA

Morir antes que en vida tal infierno.

       

BUFÓN

Pues morirá con vos Villamediana.

       

REINA

¡Volverá por nosotros el Eterno!

       

BUFÓN

Hoy lo ha de hacer, o no podrá mañana.

775

     
 

(Hace que se va.)

       

REINA

¡De Dios también tu lengua vil blasfema!

       

BUFÓN

Acate a Dios el que a su imagen hizo,

       
 

la vida que me dio es un anatema;

       
 

(Amarga ironía.)

       
 

mirad vos si es del cielo aqueste hechizo.

       

REINA

Sella el labio infernal; tiembla el castigo....

780

     

BUFÓN

No lo tiembla Luzbel en el infierno,

       
 

¿pudiera yo temerlo? ¿Qué enemigo

       
 

puede temer quien vive en el averno?

       
 

Por la postrera vez: esa belleza

       
 

que el fuego ardiente de mi amor inflama

785

     
 

mía ha de ser; el ángel de pureza,

       
 

del ángel malo ha de partir la llama.

       

REINA

Malvado, no.

       

BUFÓN

Pues bien, la paz se ha roto:

       
 

a Dios, Señora, a Dios hasta el suplicio;

       
 

al cielo alzad el postrimero voto,

790

     
 

ofrecedle del Conde el sacrificio.

       
 

(Hace que se va.)

       

REINA

No te vayas.

       

BUFÓN

El Rey debe saber.

       

REINA

Duelate el llanto...

       

BUFÓN

Llora el Cocodrilo

       

REINA

¡Piedad!

       

BUFÓN

No habéis querido: os dí a escoger...

       

REINA

Un plazo al menos.

       

BUFÓN

Pero breve.

       

REINA

Dilo.

795

     

BUFÓN

Pues bien, Señora, hasta mañana espero.

       

REINA

¡A mañana no más!.... ¡Un solo día!

       

BUFÓN

Es al que espera un día, un siglo entero.

       
 

Mañana muerta y deshonrada, o mía.

       

 

Acto cuarto

La verbena

 

El soto de Manzanares en la noche, víspera de San Juan. - El río en el fondo, muchos árboles, chozas de ramas. - Tiendas de lienzo. - En unas se vende aloja e hipocrás, en otras dulces. - Corros diferentes en que se cena o se baila. - Gran movimiento de hombres y mujeres del pueblo. - Damas tapadas, unas solas, otras acompañadas. - Algunas sillas de manos asistidas por caballeros. - Caballeros que van y vienen, se mezclan en la concurrencia, se llegan y separan de las damas. - Alguaciles que discurren por todas partes. - Algunas rondas. Movimiento y bulla. Cuadro animado. Durante todo este acto la música, los bailes y el movimiento del pueblo, no se interrumpen.

 

 

Escena I

 

Canta una voz en un corro, con acompañamiento de bandurria o guitarra.

 

 

CORO Niñas, la verde verbena

de la noche de San Juan,

buscadla buena

que al fin del año os lo dirán.

VOZ Qué espera la niña 5

que con afán

vela esta noche

¿me lo dirán?

Pide marido,

¡pues no lo ven! 10

Morir doncella

no le está bien.

CORO Niñas, la verde verbena &c.

UNOS ¡Viva! ¡viva!

OTROS Otra, otra!

PRIMER HOMBRE DEL CORRO Si se ha de cantar, silencio. 15

UNA MUJER Ya callarán, Señor mío.

SEGUNDO HOMBRE Fuera busconas.

LA MUJER. Hebreo!

SEGUNDO HOMBRE Deslenguada, picarona.

LA MUJER Calle, que a azufre está oliendo.

ALGUACIL (Llegándose al corro.) 20

Ténganse al Rey...

SEGUNDO HOMBRE (Al ALGUACIL.) Esta puerca.

LA MUJER Él será el bellaco, cierto.

ALGUACIL A la cárcel con los dos.

SEGUNDO HOMBRE Señor ministro.....

ALGUACIL No quiero.

TERCER HOMBRE Una manta al ministril. 25

ALGUACIL La vara os cause respeto.

TERCER HOMBRE Rompersela en las costillas.

UNO Fuera el corchete.

OTRO ¿Le pego?

ALGUACIL Voyme sólo por prudencia. (Vase.)

UNOS Manta al corchete.

OTROS ¡Qué perro! 30

SEGUNDO HOMBRE Ya se fue, vuelta a la danza.

UNA MUJER Ea, música, y cantemos.

 

(Sosiegase el rumor, vuelve a sonar la guitarra, y canta la voz.)

 

 

VOZ Cubierto el rostro

de solimán

que intenta aquella 35

¿me lo dirán?

Quiere ocultarnos

sus años cien,

que publicarlos

no le está bien. 40

CORO Niñas, la verde verbena &c.

 

(Aplauso general, y el corro se deshace, y pierde en otros en que se toca y baila.)

 

 

UN CABALLERO (A dos tapadas atravesando el teatro.)

Malicia es tener a oscuras

el soto cuando a alumbrarle

pueden vuestras hermosuras.

PRIMERA TAPADA ¿Tan prendado de su talle 45

está, que luz echa menos?

SEGUNDA TAPADA Dígame si allá en mi calle

tomó escarchas y serenos.

CABALLERO Discretas sois, a fe mía.

Si rostros tenéis tan buenos.... 50

PRIMERA TAPADA Tenemos cara de tía.

CABALLERO Os burláis de mí, sin duda.

SEGUNDA TAPADA Siempre ha sido muy impía.

UNO (Dentro.) ¡Qué me muero! ¡Confesión!

UNO Ola, pendencia tenemos. 55

UNA DAMA DE LA REINA Me desmayo.

OTRA Qué congoja.

 

(Sale un CABALLERO con la espada en la mano y atraviesa el tablado corriendo.- Los que están en él le hacen paso. Una ronda le sigue.)

 

 

CABALLERO Paso, paso, Caballeros.

ALCALDE DE CORTE Date al Rey.

CABALLERO Voy muy de prisa.

UN ALGUACIL Detenerle.....

UNO (Apartándose.) Lleva hierro.

UNA MUJER Ya está en salvo.

OTRA Los corchetes 60

no se le llegan de miedo.

LAZARILLO Oigan el nuevo romance

de la noche de San Juan.

A estos ciegos desdichados

hagan una caridad. 65

UN HOMBRE (Está cenando con otros hombres y mujeres.)

¡Lazarillo!

LAZARILLO ¿Quién me llama?

HOMBRE Vengan los ciegos acá.

 

(Los ciegos se acercan al corro y después de un rato empiezan el ritornelo del romance.)

 

 

 

Escena II

 

LOS CONDES DE VILAMEDIANA y ORGAZ embozados.

 

 

ORGAZ Dichoso fuisteis, a fe,

en salvar de esa manera. 70

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo mismo decir no sé

lo que allí me sucediera,

en que al leerlo pensé!

CONDE DE ORGAZ A no contármelo vos

creerlo fuera imposible. 75

Loco fuisteis, vive Dios.

CONDE DE VILLAMEDIANA Es mi locura invencible

y ha de perder a los dos.

CONDE DE ORGAZ Oigamos este romance,

si no lo habéis por enojo: 80

ya que el hacerlos no alcance,

como vos a vuestro antojo,

de oírlos no pierdo lance.

CIEGO (Cantando.) Doncellica era la Infanta,

doncellica y por casar: 85

no hay doncel allá en su corte

que no la sirva galán.

Un Conde la requería,

en las armas sin igual,

amaba al Conde la Infanta; 90

con él quisiera casar.

 

(Acabando las coplas se van los ciegos tocando, seguidos de algunos. ORGAZ va a seguirlos, VILLAMEDIANA le detiene.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Dejémoslos por mi vida,

que parece que ese ciego

de mi llama amortecido

me quiere atizar el fuego 95

renovándome la herida.

CONDE DE ORGAZ Maldita casualidad

cantar de Conde y de Infanta....

Mas decidme en cavidad,

si hablar de ello no os espanta, 100

si el soneto....

CONDE DE VILLAMEDIANA Necedad

mayor hombre no comete.

CONDE DE ORGAZ Pues por eso en vos lo extraño.

CONDE DE VILLAMEDIANA Otras mayores promete

mi necia pasión, ¡Mal año! 105

Ni sé si ame o si respete.

CONDE DE ORGAZ Yo al tiempo he dado el consejo,

mas hora inútil sería,

que está ya el mal muy añejo.

Saber de vos yo quería 110

la historia del papelejo.

CONDE DE VILLAMEDIANA Llevábale yo conmigo,

por llevar su nombre al menos,

con otros varios, amigo,

a mi necio amor ajenos, 115

para mi propio castigo.

Yo en la academia no oí

a Góngora, ni a Quevedo,

ni a Calderón: sólo vi

a la Reina; jurar puedo 120

que a ella tan solo atendí.

Llegome el turno de hablar,

confuso tomé un papel,

y al llegarle a desdoblar

apenas vi que era aquel 125

cuando ya le iba a acabar.

CONDE DE ORGAZ Digo que es mucha locura.

CONDE DE VILLAMEDIANA Hablar del mar desde el puerto

es hablar a la ventura.

CONDE DE ORGAZ Que estáis ciego es lo más cierto. 130

CONDE DE VILLAMEDIANA Tal merece su hermosura.

CONDE DE ORGAZ Ya que el mal hacéis cautela.

CONDE DE VILLAMEDIANA Más cautela que yo tengo.

CONDE DE ORGAZ Ya, Conde, sois la novela

de la Corte, os lo prevengo. 135

Mi amistad que se desvela...

CONDE DE VILLAMEDIANA (Reparando que los observa.)

¿Qué quiere aquí este embozado?

CONDE DE ORGAZ Miranos y muy de gana

el tal Señor rebozado.

EMBOZADO Señor de Villamediana. 140

(El CONDE se acerca a él.)

Para vos esto me han dado.

 

(Dale un papel y vase a perder precipitadamente en la concurrencia.)

 

CONDE DE ORGAZ Si es cartel de desafío,

anda el padrino prudente;

por Dios, que ya el Señor mío

se ha perdido entre la gente. 145

Él es hombre de gran brío.

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Misterioso caballero!

mas veamos el papel.

 

(Abriéndolo y lee a la luz de alguna de las tiendas.)

 

CONDE DE ORGAZ No parece el mensajero

en el oficio novel. 150

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Cierto que viene agorero!

CONDE DE ORGAZ Si al campo habéis de salir

mi espada está a vuestro lado.

CONDE DE VILLAMEDIANA No me llaman a reñir

aunque me han amenazado. 155

Venid, si queréis, a oír.

«Tiene en peligro la vida

quien intenta un imposible:

cosa de vos hay sabida

que puede seros terrible.... 160

Conde, huid, o está perdida».... (Breve pausa.)

CONDE DE ORGAZ ¿Quién? ¿su nombre? ¿lo calláis?

CONDE DE VILLAMEDIANA El papel no lo contiene.

CONDE DE ORGAZ ¿Y vos no lo adivináis?

CONDE DE VILLAMEDIANA Uno sólo se previene.... 165

CONDE DE ORGAZ Bien está, no lo digáis.

Que es suyo el papel infiero.

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo nunca vi tu escritura.

CONDE DE ORGAZ ¿Qué importa? Que huyáis espero,

o temo una desventura. 170

¿Y eso dice un caballero?

CONDE DE ORGAZ ¿En riesgo tan evidente....

a qué oponer resistencia?

CONDE DE VILLAMEDIANA Nunca al peligro el valiente

le ha negado su presencia. 175

CONDE DE ORGAZ Luchar aquí es de un demente.

CONDE DE VILLAMEDIANA Vos, Orgaz, me condenáis

sin atender a razón.

CONDE DE ORGAZ Vos sois quien ciego marcháis

derecho a la perdición, 180

mis consejos despreciáis....

CONDE DE VILLAMEDIANA Escuchadme, que este aviso

no sé porqué me persuado

que tiene así un cierto viso

de ser algún lazo armado 185

a mis pies al improviso.

Advirtiome ayer de paso

el de Haro, que su tío

se muestra celoso acaso

del naciente favor mío 190

viendo ya el suyo al Ocaso.

No fuera extraño por cierto

que el ministro por librarse

de mí, de un modo encubierto,

intentara descartarse.... 195

CONDE DE ORGAZ De entrambos modos sois muerto.

 

 

Escena III

 

Dichos, QUEVEDO.

 

 

DON FRANCISCO QUEVEDO En fin, ya estoy entre amigos

que no es poco conseguir.

CONDE DE ORGAZ ¿Dónde hallasteis enemigos?

DON FRANCISCO QUEVEDO ¿Dónde? os lo voy a decir, 200

en ventanas y postigos.

CONDE DE VILLAMEDIANA Siempre estáis de buen humor,

Don Francisco de Quevedo.

DON FRANCISCO QUEVEDO Ni tengo pleitos, ni amor,

con verdad decirlo puedo, 205

y así vivo sin dolor.

CONDE DE ORGAZ ¿De qué eran pues esas quejas

que nos dabais ha un instante?

DON FRANCISCO QUEVEDO De las maldecidas rejas,

que a cada cual hay su amante 210

mesándose las guedejas.

CONDE DE VILLAMEDIANA A quien hija ni mujer

no tiene, ¿qué se le da?

DON FRANCISCO QUEVEDO El tener que padecer

porque otro adore quizá, 215

y voy a hacéroslo ver.

Por venir a la velada

salgo de casa esta noche

a pie, fortuna menguada

no me ha dado para coche, 220

que es desventura extremada.

Apenas dos pasos ando

en saliendo de mi calle,

que ya el quien va me está dando

un mancebo de buen talle 225

con más fieros que Rolando.

Respóndole con mesura;

un hombre que se pasea;

y hecho, a Dios y a la ventura,

por la calle de una fea, 230

que contemplé más segura.

Que era rica me olvidé

maguer que fea la dama.

tres amantes me encontré

encendidos en su llama: 235

de milagro me salvé.

No acabara ni en diez años

si os contara uno por uno

cuantos peligros extraños

por el amor importuno 240

he corrido, cuantos daños.

No es Madrid una ciudad

en el tiempo en que vivimos,

los hombres ya de mi edad

cuando de noche salimos 245

vamos a la eternidad.

Un broquel hay y una espada

dispuestos a cada esquina,

a cada dama tapada

seguro es que va vecina 250

una fiera mano armada.

Una cosa encuentro buena

solo entre tanta pendencia

que es el que pague la pena

un Alguacil con frecuencia, 255

muriendo por culpa ajena.

Demás están los Doctores

el sangrador, la botica,

los catarros, los humores,

si a todos la furia pica 260

de echarnos a matadores.

CONDE DE VILLAMEDIANA Habéis hecho una pintura

tan donosa como vuestra.

CONDE DE ORGAZ Lo peor es si me apura

que igual al paño es la muestra 265

para nuestra desventura.

DON FRANCISCO QUEVEDO Es tan verdad que no hay día

que cadáver no amanezca,

muerto alguno a mano impía,

sin que extraño nos parezca. 270

CONDE DE VILLAMEDIANA Lo contrario lo sería.

DON FRANCISCO QUEVEDO San Blas es un matadero

de nobles y gentil-hombres:

por quítate ese sombrero

se van a matar dos hombres 275

como matan un carnero.

Mas es noche de San Juan,

galanes sois, tendréis damas,

que si me ven no vendrán:

voyme a ver si entre estas ramas 280

hay gentes que en paz están.

CONDE DE VILLAMEDIANA Ya sabéis que nos honráis.

CONDE DE ORGAZ No os vais así tan de pronto.

DON FRANCISCO QUEVEDO Por más que vos me digáis,

es ser pesado, ser tonto. 285

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿Pues qué estorbarnos pensáis?

DON FRANCISCO QUEVEDO No sé, mas pudiera ser,

y vale mas no arriesgarme....

Caballeros, a más ver....

Si el cielo quiere otorgarme 290

o no reñir o vencer.

 

 

Escena IV

 

Dichos menos QUEVEDO.

 

 

CONDE DE ORGAZ Gran cabeza y buen humor

tiene, por cierto, Quevedo.

CONDE DE VILLAMEDIANA Con nadie me hallo mejor

que con él cuando lo puedo. 295

CONDE DE ORGAZ Volvamos a vuestro amor.

CONDE DE VILLAMEDIANA Qué hay ya que decir en él

que no hayamos repetido.

CONDE DE ORGAZ ¿No haréis caso del papel

que habéis aquí recibido? 300

CONDE DE VILLAMEDIANA Tal vez es de mano infiel.

 

 

Escena V

 

Dichos, LA REINA, LA CAMARERA, LA DUEÑA con mantos largos y tapadas; detrás disfrazados de particulares y embozados EL REY Y DON LUIS DE HARO, seguidos del BUFÓN, envuelto también en una gran capa. Los dos CONDES siguen hablando entre sí muy animadamente.

 

 

REINA (Saliendo.) Andad, si podéis, volad.

CAMARERA MAYOR Yo bien, Señora, temía....

REINA No habléis más, por vida mía,

pero el paso apresurad. 305

REY DON FELIPE IV (A la REINA. - Mientras habla, las tres van atravesando el teatro.)

Ese garbo, esa apostura

me han hecho vuestro cautivo.

Penando, Señora, vivo

hasta ver vuestra hermosura.

¿No me respondéis, lucero? 310

Tendreislo tal vez a mengua,

creer podéis a mi lengua,

por mi fe, soy caballero.

DON LUIS DE HARO Ellas andan su camino,

seguirlas es por demás. 315

REY DON FELIPE IV Pues ya habremos de ir detrás

que por ella estoy sin tino.

 

(Vanse el REY y DON LUIS.)

 

BUFÓN (Aparte.) ¡Dueño de un ángel del cielo

y siguiendo a una tapada!

Mañana veré lograda 320

tu infamia con mi consuelo. (Vase.)

 

 

Escena VI

 

LOS CONDES DE VILLAMEDIANA y ORGAZ

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Yo sé que tenéis razón,

que es el peligro inminente,

mas no puede el corazón,

ni mi valor lo consiente, 325

dejarla en tal ocasión.

¿Qué pruebas pueden tener

contra de ella y contra mí?

¿No la puedo yo querer

sin que ella lo sepa? Sí. 330

Me pueden a mí perder....

CONDE DE ORGAZ Si os ama, muriendo, amigo,

el pecho le destrozáis;

si no con vuestro castigo

siempre su fama mancháis. 335

CONDE DE VILLAMEDIANA Y si me voy ¿qué consigo?

Huyendo casi confieso

un delito mal probado.

Tan malo es ceder al peso

de un temor exagerado, 340

cual fuera el contrario exceso.

CONDE DE ORGAZ ¿Vos, en fin, queréis quedaros?

CONDE DE VILLAMEDIANA Mañana en plaza he de entrar.

CONDE DE ORGAZ Debéis al menos armaros

de buen peto y espaldar. 345

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿A qué es ya, Conde, cansaros?

Yo me he entregado a la suerte,

ni la provoco ni temo:

es ya mi pasión tan fuerte,

tal de mi amor el extremo, 350

que me burlo de la muerte.

 

 

Escena VII

 

Dichos, LA REINA, LA CAMARERA, LA DUEÑA, saliendo apresuradamente por donde entraron antes.

 

 

REINA De vista nos han perdido.

CAMARERA MAYOR Así parece, Señora.

REINA Pues al coche presto ahora.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Gran temor habéis tenido.... 355

 

(VILLAMEDIANA y ORGAZ hablando entre sí están de espaldas a la REINA: la dueña tropieza con VILLAMEDIANA que se vuelve enfurecido.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA ¡Qué diablos! ciega venís....

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Perdonadme, Señor Conde.

 

(VILLAMEDIANA hace una inclinación y continúa su conversación.)

 

 

REINA ¿Es él?

DUEÑA DOÑA GUIOMAR ¿Señora?

REINA Responde

¿es él?

DUEÑA DOÑA GUIOMAR ¿Pero cuál decís? 360

REINA Digo si es Villamediana.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Entonces, Señora, es él.

REINA Le enviastes el papel

que te he dado esta mañana.

(La DUEÑA habla bajo a la REINA)

CAMARERA MAYOR Señora, vámonos luego. 365

REINA Al instante (A la DUEÑA.) Tú le llamas,

dile que espera una dama....

CAMARERA MAYOR Señora, vamos os ruego.

Si el Rey llegara a volver....

 

(La REINA y la CAMARERA hablan entre sí. La DUEÑA se ha acercado a VILLAMEDIANA y ORGAZ y hablado con éste.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Dueña, venís engañada, 365

a mí una dama tapada

buscarme no puede ser.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Venid a desengañaros.

CONDE DE ORGAZ Razón tiene, andad con ella,

quién sabe si alguna bella 370

menesterosa a buscaros....

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Venid, Conde, en cortesía.

CONDE DE VILLAMEDIANA Voy pues; esperadme aquí. (A ORGAZ.)

Dice esta dueña que a mí

me buscáis, Señora mía. 375

REINA (Disfrazando la voz.)

Verdad es: deciros quiero....

(Aparte.) Muy presto el Conde ha venido;

que pronto se da a partido

con cualquier mujer infiero.

CONDE DE VILLAMEDIANA Ya yo os escucho, Señora. 380

REINA (Aparte.) Qué prisa tiene de oírme.

CONDE DE VILLAMEDIANA Qué tenéis pues me decirme.....

REINA (Con desdén.) Olvidelo, cierto ahora.

CAMARERA MAYOR (A la DUEÑA.)

¿Quiere la Reina perdernos

con tan larga detención? 385

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Es cierta su perdición

si volviera el Rey a vernos.

REINA Os digo que lo olvidó.

CONDE DE VILLAMEDIANA O que arrepentida estáis,

si es que de mí no os burláis: 390

mas yo me retiraré.

REINA No os vais, Señor, tan veloz.

CONDE DE VILLAMEDIANA Hágolo con sentimiento,

porque tenéis un acento

tan parecido a otra voz..... 395

REINA (Aparte.) Albricias, de mí se acuerda.

CONDE DE ORGAZ (Llegándose a la CAMARERA.)

Segunda dama tapada:

si estáis vos necesitada

no temáis que el tiempo pierda.

Desdeñosa estáis, paciencia. 400

Hoy toca a Villamediana,

tocárame a mi mañana

mas venturosa influencia.

 

(ORGAZ vuelve a pasearse entre la gente, mezclándose en la concurrencia aunque sin perder de vista a VILLAMEDIANA. La CAMARERA y la DUEÑA visiblemente inquietas están continuamente en acecho.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Ah! sabéis lo del papel:

pues yo sabré quién sois vos, 405

que habéis andado por Dios

muy piadosa o muy cruel.

REINA No importa saber quien sea,

lo que importa es el huir,

aquí no podéis vivir. 410

CONDE DE VILLAMEDIANA Si la Reina lo desea.....

REINA Su vida huyendo salváis...

CONDE DE VILLAMEDIANA ¿Y eso quién me lo asegura?

¿Habéis de ser por ventura

vos que el rostro me ocultáis? 415

REINA Marchad luego de Madrid,

no os coja aquí el nuevo día.

CONDE DE VILLAMEDIANA Vos sois la adorada mía....

REINA No, Conde, pero partid.

CONDE DE VILLAMEDIANA Negar, Señora, es en vano: 420

el eco suave, sonoro

tenéis de la que yo adoro

y también tenéis; su mano.

No ha formado Dios iguales

dos ángeles como aquella, 425

si, vos sois la Reina bella

que se duele de mis males,

no me mandéis ya que huya

cuando logra mi pasión

que me tengáis compasión, 430

ya que otra cosa no arguya.

CAMARERA MAYOR (Corriendo con la dueña apresuradamente hacia la REINA.)

Ya vienen.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Somos perdidas.

REINA (A VILLAMEDIANA.)

Huid en prueba de amor:

a un necio punto de honor 435

no sacrifiquéis dos vidas.

CAMARERA MAYOR Huyamos, Señora.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Vamos.

REINA (A VILLAMEDIANA.)

Sígueme quien no quisiera,

Conde, que me conociera.

CAMARERA MAYOR (A la REINA.)

¿Queréis que aquí perezcamos? 440

CONDE DE VILLAMEDIANA Quién os sigue, me decid.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Aquellos tres son, Señor.

CONDE DE VILLAMEDIANA Probaremos su valor.

REINA Con ellos está, advertid...

CAMARERA MAYOR (Interrumpiendo.) Vamos, Señora. 445

REINA Ya os sigo.

(A VILLAMEDIANA.)

Mirad qué....

CONDE DE VILLAMEDIANA No os seguirán.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Señora, que ya aquí están.

 

(La CAMARERA y la DUEÑA asen de la REINA y se la llevan.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA Que vayáis tranquila os digo.

 

(Acércase a ORGAZ, hablan entre sí, y observan los movimientos del REY y de los que le acompañan.)

 

 

 

Escena VIII

 

 

VILLAMEDIANA, ORGAZ, El REY, DON LUIS DE HARO, EL BUFÓN, PUEBLO &c.

 

 

REY DON FELIPE IV No hay duda que aquellas son, 450

gran dicha ha sido encontrarlas.

BUFÓN Mas fuera, cierto, el no hallarlas.

REY DON FELIPE IV No perdamos la ocasión.

DON LUIS DE HARO Las tales tapadas vuelan.

 

(El REY, DON LUIS y el BUFÓN van a seguir a la REINA: ORGAZ y VILLAMEDIANA les impiden el paso.)

 

 

(A VILLAMEDIANA y ORGAZ.) 455

Apártense en cortesía.

CONDE DE ORGAZ Apártese Useñoría,

si le enojan los que velan.

REY DON FELIPE IV Hola, hidalgos, dejen paso.

CONDE DE VILLAMEDIANA Probad a abrirlo, por Dios.

DON LUIS DE HARO ¿Pues quién les mete a los dos...? 460

CONDE DE ORGAZ Preguntas no son del caso.

REY DON FELIPE IV (A DON LUIS.)

Las tapadas se nos van:

atropellemos por todo.

 

(El REY y DON LUIS intentan forzar el paso, los CONDES empuñan.)

 

CONDE DE ORGAZ Tengan, voto a tal, más modo,

si no se arrepentirán. 465

(Saca la espada.)

DON LUIS DE HARO (Saca la espada.)

Yo traigo espada también.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Al REY.) ¿Y el hidalgo de los fieros?

REY DON FELIPE IV (Siempre embozado.)

Yo no riño, Caballeros,

que el reñir no me está bien.

CONDE DE ORGAZ (A DON LUIS.) 470

Pues uno a uno con vos....

DON LUIS DE HARO Eso sí, por vida mía.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Al REY.)

¿Quién tantos humos tenía

ora teme vive Dios?

REY DON FELIPE IV (Aparte.) Malhaya la Majestad

que reñir con él me impide. 475

CONDE DE VILLAMEDIANA Veamos si el hierro mide

como nuestra vanidad.

 

 

(DON LUIS y ORGAZ levantan las espadas para empezar a reñir; VILLAMEDIANA con la suya en la mano frente al REY provocándole, y éste vacilando en si reñirá o no)

 

 

BUFÓN (Cuando ve que van a empezar a reñir se encamina hacia el pueblo y grita.)

Favor al Rey que se matan.

CONDE DE ORGAZ ¡Cobardes, gente llamáis!

CONDE DE VILLAMEDIANA Bien por cierto os comportáis. 480

¿Así estos lances se tratan?

 

(Acude una ronda numerosa que rodea a los cuatro, escurriéndose el BUFÓN y saliendo de la escena por donde lo hicieron la REINA y sus damas.)

 

 

BUFÓN (Aparte.) Las tapadas desde allí

observándonos están:

muy sutiles andarán

si se me escapan a mí. (Vase.) 485

 

 

Escena IX

 

Dichos, UN ALCALDE DE CORTE, ALGUACILES con linternas, espadas y broqueles.

 

 

ALCALDE DE CORTE He de hacer un escarmiento.

Prended a esos valentones,

no hay veladas ni funciones

que no nos den sentimiento.

 

(ORGAZ y VILLAMEDIANA se descubren, el REY y DON LUIS permanecen embozados.)

 

 

CONDE DE ORGAZ Alcalde, nos conocéis. 490

REY DON FELIPE IV (A DON LUIS.)

Villamediana y Orgaz.

DON LUIS DE HARO (Al REY.)

Son gente de poca paz.

REY DON FELIPE IV (A DON LUIS.)

Turbose el Alcalde, veis.

CONDE DE VILLAMEDIANA (Al ALCALDE.)

De responder del suceso

dan nuestros nombres fianza. 495

ALCALDE DE CORTE No quiero ya más probanza,

tengo bastante con eso.

(Al REY y a DON LUIS.)

Señores vengan conmigo.

DON LUIS DE HARO Los cuatro habremos de ir

si me lleváis por reñir. 500

ALCALDE DE CORTE Menos palabras, amigo.

REY DON FELIPE IV Señor Alcalde, no es justo....

que vamos presos los dos,

y estos otros....

ALCALDE DE CORTE De eso a vos

no he de dar cuenta: es mi gusto; 505

y respetad esta vara.

REY DON FELIPE IV Si supiera el Rey qué mano

la empuña, tengo por llano

que muy presto os la quitara.

ALCALDE DE CORTE Perdéis tiempo inútilmente. 510

(A los ALGUACILES.)

A la cárcel los llevad.

DON LUIS DE HARO (Al REY.)

¿Quiere vuestra Majestad

aterrar a ese insolente?

 

(El REY y DON LUIS hablan aparte.)

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA (Al ALCALDE.)

Dejarlos fuera mejor.

CONDE DE ORGAZ También así lo contemplo. 515

ALCALDE DE CORTE Es bueno dar un ejemplo

de cuando en cuando, Señor.

En fin, de grado o por fuerza

conmigo habéis de venir.

REY DON FELIPE IV ¿Y el pueblo qué ha de decir 520

de que esa vara se tuerza?

ALCALDE DE CORTE Pareceisme muy letrado.

REY DON FELIPE IV ¿Qué a los Condes no prendéis?

ALCALDE DE CORTE No los prendo: ya lo veis.

REY DON FELIPE IV Miradlo.

ALCALDE DE CORTE Ya está mirado. 525

REY DON FELIPE IV Pues dadme acá esa linterna,

 

(Toma una linterna de manos de un ALGUACIL.)

 

y venid aquí conmigo.

 

(Apártase a un lado con el ALCALDE y se desemboza.)

 

¿Conoceisme, bien amigo?

ALCALDE DE CORTE (Cayendo de rodillas a los pies del REY. -Movimiento general de sorpresa.)

¡¡¡Justicia de Dios eterna!!!

REY DON FELIPE IV (Levantándolo.) Alzad, Alcalde, del suelo: 530

alzad pronto, vive Dios.

Nunca olvidaré que vos

me servís con mucho celo.

 

(Sale de la escena embozado, DON LUIS le sigue; los CONDES hablan entre sí con interés; el ALCALDE aterrado; los ALGUACILES se miran unos a otros. - Rumor en el pueblo.)

Acto quinto

Villamediana

 

 

 

PRIMER CUADRO

 

 

El cuarto del BUFÓN, habitación reducida en la parte alta del Palacio del Buen Retiro. - Un lecho en la misma. - Mesa con papeles y una lámpara que se está apagando. - Los primeros rayos del crepúsculo de la mañana se dejan ver por las ventanas.

 

 

 

Escena I

 

 

BUFÓN (Entrando cansado y de mal humor se arroja sobre una silla.)

Cansado estoy y molido:

la velada me ha rendido.

Mal haya el haber nacido

a servir y a ser Bufón.

¡Qué Rey! Corona en la frente 5

dentro vacía la mente:

a su esposa solamente

no le rinde el corazón.

Ella al Conde iba buscando:

yo lo vi, le estaba hablando; 10

yo la he visto que temblando

en su coche se metió.

(Levántase.) Maldición en sus desvelos.

Morirá, viven los cielos;

con él morirán mis celos, 15

su amante sólo soy yo.

Tal vez le dijo que intento....

y él tiembla.... ¡Qué gozo siento!

No hay bajo del firmamento

ventura a la mía igual. 20

Ella en verdad no me ama,

por su Conde sólo clama,

detesta la impura llama

de mi pasión criminal:

mas rompe el cielo los lazos 25

que la alejan de mis brazos:

mañana en tiernos abrazos

con el Bufón se unirá.

¡Qué contraste! Su blancura

con mi atezada negrura, 30

mi fealdad con su hermosura....

El demonio se reirá. (Carcajada.)

Mucho alcanzo, mucho puedo:

un Rey me libra del miedo,

vida a un Conde le concedo, 35

una Reina está a mis pies.

De un vate ilustre la lira

Apolo mismo la inspira

para mí: cuando él delira

hacerlo por mi interés. 40

(Sacándolo.) ¡Oh Soneto! Te bendigo:

por ti el destino enemigo

se me ha vuelto tan amigo:

feliz me encuentro por ti.

¡Oh, que ya me rinde el sueño! 45

(Echase en la cama.)

Fortuna no el torvo ceño

me muestres ya... (Durmiéndose.) Fuerte empeño.

Del Conde, no.... mía.... sí.

 

(Quédase dormido con el soneto en la mano.)

 

 

Escena II

 

 

La escena permanece sola algún tiempo con el BUFÓN dormido: su sueño será inquieto. - GUIOMAR entra con una lámpara en la mano y andando con gran precaución. - LA REINA la sigue en traje de noche temerosa y agitada. - LA REINA, DOÑA GUIOMAR, EL BUFÓN dormido.

 

 

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Dos horas ha que he sentido

entrar en Palacio el coche. 50

El cansancio de la noche

y el sueño le habrán rendido.

REINA Habla más bajo. Si vela

perdidas somos las dos.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR No lo quisiera, por Dios. 55

REINA No sé que el alma recela.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Volvámonos.

REINA Eso no.

Tiemblo; negarlo no puedo.

 

(Mientras habla la REINA, GUIOMAR examina el cuarto con la lámpara.)

 

 

Mas aunque muera de miedo,

Guiomar, no me vuelvo yo. 60

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Miradlo, Señora, allí

dormido como un lirón.

REINA Pudiera mi maldición

dejarlo por siempre así!

DUEÑA DOÑA GUIOMAR ¡Qué figura de retablo! 65

Velázquez lo ha de copiar

si por suerte el retratar

se le antojara algún diablo.

REINA Salte, Guiomar, allá fuera

no venga algún importuno. 70

DUEÑA DOÑA GUIOMAR (Yéndose.) No se acercará ninguno.

REINA Muerta soy, si alguien me viera.

 

 

Escena III

 

LA REINA, EL BUFÓN dormido.

 

 

REINA (Contemplando al BUFÓN.)

Él duerme y yo estoy velando;

él criminal, yo inocente,

él tranquilo, yo temblando.... 75

Tranquilo no: que en su frente

del cielo la indignación

claro ha escrito maldición.

¡Dios de bondad! ¿Tan culpable

soy en amar, mal mi grado, 80

que a ese monstruo miserable

sin defensa me ha entregado,

Señor, tu enojo divino?

¡Oh malhaya mi destino!

¿Yo a tal bestia, vil, inmunda 85

entregarme? Antes la tierra

en su sima más profunda

me trague. - Nada me aterra

para evitarme tal suerte:

ni los hombres, ni la muerte. 90

 

(Movimiento que indique una decisión enérgica. Dirígese a la mesa y empieza a examinar los papeles.)

 

 

Ésta es su mesa: hay papeles:

tal vez aquí se hallarán

aquellos versos crueles

que tanto poder le dan.

BUFÓN (Soñando.) Mía Reina o a morir. 100

REINA (Aterrada retrocede y se dirige hacia la puerta; pero antes de salir se detiene recogiendo el aliento, y escuchando con suma atención.)

Ah! despierta! habré de huir.

Soñaba.... con su delito.

Soñaba.... siempre en mi daño

moviendo el labio maldito.

¡Hasta en sueño monstruo extraño! 105

me persigue tu furor

con ese infernal amor!

Sí, duerme; le temo en vano

(Registra con rapidez y agitación.)

este no.... tampoco estotro.

Hasta tenerlo en mi mano 110

el alma tengo en un potro.

No está aquí... (Abatimiento.) Si en el cajón...

Tampoco en él. ¡Maldición!

(Profundo abatimiento. Breve pausa.)

Perdida estás, Isabel:

infamia y muerte mañana, 115

éste es el fruto cruel

de tu amor, Villamediana, (Breve pausa.)

¿si para mayor secreto

lleva consigo el soneto?

 

(Acércase cautelosamente al lecho en que el BUFÓN dormido le vuelve la espalda, y hace ademán de registrarle, pero vacila y se detiene.)

 

 

Si le toco y se despierta, 120

santo Dios, perdida soy, (Breve pausa.)

de todos modos soy muerta:

mañana si hora me voy;

hora si vuelve del sueño.

 

(Va a registrarle: el BUFÓN se vuelve, y ella retrocede espantada.)

 

 

Válgame el cielo ¡qué ceño! 125

tiene el rostro de Luzbel,

la mano... (5) ¡qué miro en ella!

no es ilusión: un papel.

Al fin propicia mi estrella

me lo entrega, no hay dudar. 130

¿Cuál pudiera así guardar?

 

(La REINA corre al BUFÓN le arranca rápidamente de las manos el soneto con que se quedó dormido, pasa la vista por él, hace un ademán de gozo, y va a retirarse tan apresuradamente que tropezando en una silla la deja caer con estrépito.)

 

 

BUFÓN (Despertando azorado y saltando con precipitación del lecho.)

Ni dormir me han de dejar.

¿Quién me llama? ¿quién me busca?

¡¡¡Vos, Señora!!!

¿Es ilusión del soñar 135

que mis sentidos ofusca

engañadora?

REINA (Turbada.) Sí... yo soy.... (Aparte.) no sé qué diga.

BUFÓN La Reina viene a mi estancia!

¿Qué me quiere? 140

Que al fin la suerte enemiga

me ha rendido su constancia

bien se infiere.

REINA (Aparte.) Engañarle me conviene.

No que tengo ya el soneto 145

se aperciba.

BUFÓN (Aparte.) Ya temor de hablarme tiene,

ya me miras con respeto,

Reina altiva.

(A la REINA.)

¿Qué queríais al Bufón 150

para venir a buscarle

temerosa?

REINA Implorar su compasión.

BUFÓN (Prescindiendo de lo que la REINA dice y contemplándola arrebatado.)

¡Oh qué apostura! ¡qué talle!

¡Cuán hermosa! 155

REINA ¿Así desprecias mi ruego?

¿No te mueven mis razones?

¿No me atiendes?

BUFÓN ¡Atender! Si fuera ciego,

helado, sin las pasiones 160

que tú enciendes.....

REINA En fin, ¿serás implacable?

BUFÓN De lo que tengo ya dicho

no me aparto.

REINA ¿Más plazo no será dable? 165

BUFÓN Ya cedí a vuestro capricho

tal vez harto.

Sin el plazo concedido

a vuestro falso quebranto

neciamente 170

no hubierais anoche ido

al soto a rezar al Santo

ciertamente.

REINA ¿Qué dices menguado, loco?

¿Yo he salido al soto anoche? 175

Ved que antojos.

BUFÓN Vamos, Reina, poco a poco,

que entrar os vi en vuestro coche

con mis ojos.

REINA Fraguaste nueva impostura. 180

BUFÓN La fraguará sin objeto

cuando sobra

a rendir vuestra hermosura

del Conde un cierto soneto.

Bella obra. 185

REINA Malvado ¿tal presumiste

que el cielo te permitiera?

¡¡¡Necio engaño!!!

BUFÓN Cumple lo que prometiste.

REINA ¡Cumplirlo! Aun cuando temiera 190

mayor daño...

BUFÓN ¿Y no lo teméis? Sin duda

se os borró de la memoria

que el soneto

ha de venir en mi ayuda. 195

REINA ¿Dónde saltó tal historia,

tal secreto?

BUFÓN Mujer, a ti algún demonio

sin duda te precipita

porque mueras. 200

¿Ya niegas el testimonio....?

REINA Esa calumnia que irrita

no profieras.

BUFÓN Calumnia! Viven los cielos

que se ha de ver muy en breve 205

y a tu costa.

En cárcel pondrán mis celos

al que a adorarte se atreve

muy angosta.

REINA (Aparte.) Mas le he dicho que debía: 210

marcharme será mejor,

o me pierdo.

BUFÓN Abusar, Señora mía,

del exceso de mi amor

no es muy cuerdo. 215

Si dais, Reina, un paso más

al Rey los versos le llevo,

yo os lo juro.

REINA (Indignada.) Ya, Bufón, no lo podrás.

BUFÓN Tened que aun a más me atrevo 220

por seguro.

REINA Atrevete enhorabuena,

trabajas para al verdugo

dar el cuello.

 

(El BUFÓN se registra a sí y a sus papeles furioso.)

 

 

Pondrate el cielo la pena 225

de que librarme le plugo

has de saberlo.

BUFÓN (Con desesperación.)

Oh rabia ¡me lo han quitado!

Maldición sobre mi sueño

tan profundo. 230

REINA Yo lo tengo, sí, malvado,

BUFÓN ¡El papel en que mi empeño

todo fundo!

REINA Lo tengo, lo tengo, mira:

está en mi poder, soy libre, 235

me has perdido.

BUFÓN El alto cielo en su ira

sobre mí su rayo vibre.

REINA Maldecido:

implora gracia de mí. 240

Esclavo, pronto a mis pies,

de rodillas.

BUFÓN Reina, mísera de ti

si quieta en el trono crees

que ya brillas. 245

Yo te he visto en la velada

con el adúltero amante,

bien lo sabes.

REINA De haber estado acostada

pondré testigos delante 250

muy más graves.

BUFÓN Yo de vos me vengaré.

REINA Las armas, necio, perdiste,

no te temo.

BUFÓN Arrancártelas sabré 255

haciendo lo que tú hiciste.

REINA No, blasfemo.

BUFÓN (Dirigiéndose a la REINA para arrancarle el soneto por fuerza.)

Será de grado o por fuerza.

REINA (Sacando un puñal y amenazándole.)

Tente, o mueres a mi mano,

mal nacido. 260

BUFÓN (Retirándose lleno de espanto. Aparte.)

¡Qué así el miedo vil me tuerza!

REINA No traje el puñal en vano

prevenido.

¿Lo ves? siempre me acompaña;

siempre este hierro conmigo 265

me asegura.

Por el desprecio tu saña,

él es mi constante amigo,

mi ventura.

Pudiera de ti vengarme; 270

una seña sola, un grito

y eras muerto.

Guárdate pues de irritarme,

malvado, o te precipito,

tenlo cierto. (Vase.) 275

 

 

Escena IV

 

 

BUFÓN (Mirando irse a la REINA, con rabia concentrada.)

Tus insultos pagarás

al cabo con honra y vida:

será luego.

Yo tengo otras pruebas más

que no sabes, fementida, 280

de tu fuego.

 

 

SEGUNDO CUADRO

 

Galería en el Palacio del Buen Retiro, que comunica y da vista a un magnífico salón de baile, que estará en el fondo del teatro, adornado con todo el lujo de la época, y alumbrado con gran número de bujías. - Discurren por él a la vista del espectador, además de todos los personajes del drama, gran número de damas y caballeros vestidos todos con magnificencia, y criados de Palacio, que en los intermedios del baile sirven dulces, refrescos, y agua en búcaros. - La Galería no tiene más luz que la que recibe del salón; y hay en ella dos puertas laterales, practicables ambas. De citas la de la derecha es comunicación con lo interior de Palacio; y la de la izquierda una escalera secreta. - Al levantarse el telón y durante toda la primera escena, la orquesta del salón está tocando. De los concurrentes unos bailan, otros miran, y otros se pasean &c.

 

 

Escena I

 

 

CALDERÓN Y GÓNGORA en el proscenio: QUEVEDO y VELÁZQUEZ saliendo del salón.

 

 

DON FRANCISCO QUEVEDO Qué calor, qué confusión!

ahogárame a no salir.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Nunca se ha visto en Palacio

tan animado festín. 285

DON FRANCISCO QUEVEDO (A GÓNGORA y CALDERÓN.)

Oh! nos habéis precedido.

DON PEDRO CALDERÓN Vine a respirar aquí

con Góngora.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Iglesia y letras

siempre juntas han de ir.

DON LUIS DE GÓNGORA Faltábanos la pintura 290

y por eso vos venís.

DON FRANCISCO QUEVEDO Y la sátira, Señores,

me envía en su nombre a mí.

DON PEDRO CALDERÓN Habréis estado en las fiestas.

DON FRANCISCO QUEVEDO Ya lo podéis presumir. 295

DON LUIS DE GÓNGORA Los toros fueron muy bravos,

anduvo el Rey como un Cid.

DON PEDRO CALDERÓN Y el noble Villamediana

le ha llegado a competir.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Qué cuadro tan animado, 300

cuánta belleza, decid.

DON FRANCISCO QUEVEDO La más fea de las damas

nos la comprara un Sofí.

DON LUIS DE GÓNGORA Nuestra Reina descollaba

como la rosa de Abril

entre las plantas humildes 305

de aquel humano jardín.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Bella estaba al presentarse

como el sol en su cenit.

DON PEDRO CALDERÓN Entonces estaba hermosa,

mas fue luego un serafín, 310

cuando un bravo toro al Conde

viendo derecho partir,

y al alazán, generoso

que montaba el paladín

tan cubierto de su espuma 315

que perece de marfil,

sordo al freno y a la espuela

sin avanzar, sin huir:

temió, cual todos temimos,

que el Conde muriera allí. 320

Las rosas de sus mejillas

perdieron todo el carmín;

un ¡ay! helado en sus labios,

casi apenas se lo oí;

y aquel rostro que es compendio 325

de la gala del Abril

era imagen de la luna

en su pálido lucir.

DON FRANCISCO QUEVEDO Vive Dios que Calderón

pinta como un serafín. 330

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Si les diera a mis pinceles

la gala de su decir.

DON PEDRO CALDERÓN Si lo viérades cual yo

vos lo pintarais así;

violo el Rey desde la plaza 335

y quiso al balcón subir.

DON LUIS DE GÓNGORA Y diose fin a la fiesta

que no poco lo sentí.

 

(Cesa la orquesta.)

 

DON FRANCISCO QUEVEDO También lo ha dado la danza.

DON PEDRO CALDERÓN Pues volvamos al festín. 340

 

(Para entrar en el salón se ceden el paso unos a otros con grandes reverencias. VELÁZQUEZ se queda el último y cuando va a entrar sale el REY con el BUFÓN.)

 

 

 

Escena II

 

 

VELÁZQUEZ, EL REY, EL BUFÓN.

 

 

REY DON FELIPE IV (A VELÁZQUEZ que se detiene.)

No os vais Don Diego de aquí.

(Aparte al BUFÓN.)

Has de dar al aire un salto,

Bufón, del árbol más alto,

si me engañaste.

BUFÓN Sea así.

REY DON FELIPE IV Decidme, Velázquez, vos 345

lo que estáis pintando ahora.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Vuestra Majestad no ignora

lo que yo pinto, por Dios;

llave de mi estudio tiene.

REY DON FELIPE IV No importa, vos lo decid; 350

pero primero advertid...

Cuida tú si alguno viene.

(A VELÁZQUEZ.)

Advertid, digo, primero

que me debéis la verdad:

que si es mucha mi hondad 355

también sé yo ser severo.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Al Rey venero y no temo.

Tranquila está mi conciencia.

REY DON FELIPE IV (Aparte.) Mal reprimo la violencia

de este fuego en que me quemo. 360

(A VELÁZQUEZ.)

Decidme en fin qué pintáis.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ De Espínola....

REY DON FELIPE IV Ya lo sé.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ A Góngora retraté.

REY DON FELIPE IV También lo sé.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ No olvidáis

que a la familia Real.... 365

REY DON FELIPE IV Sí, a mí, a la Reina, al Bufón.

Otra cosa.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ (Repasando la memoria.)

Un Acteón

que a Diana....

REY DON FELIPE IV (Aparte.) Por mi mal.

(A VELÁZQUEZ colérico y con rapidez.)

¿Tuvisteis algún modelo? 370

¿Quién os pidió esa pintura?

¿Es el Conde por ventura?

Respondedme, vive el cielo.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Yo responderé, Señor,

mas todo a un tiempo no puedo. 375

REY DON FELIPE IV Hablad pues, no tengáis miedo.

DON DIEGO DE VELÁZQUEZ Por qué he de tener temor?

El cuadro es del Conde encargo.

retratelo en Acteón,

y a la Reina... 380

REY DON FELIPE IV (Interrumpiendo bruscamente.)

Habrá ocasión

de hacerme de todo cargo.

Idos, Velázquez, con Dios.

Nunca adivina el respeto,

si calla el REY - El secreto 385

ha de morir con los dos.

 

(VELÁZQUEZ va a hablar, el REY le hace una seña imperiosa y entonces se retira saludando de nuevo.)

 

 

 

Escena III

 

EL REY, EL BUFÓN.

 

 

REY DON FELIPE IV En esto has dicho verdad,

¿y los viste en la velada?

BUFÓN Era la dama tapada

que siguió su Majestad. 390

REY DON FELIPE IV Y el Conde la conocía

pues con ella estuvo hablando.

BUFÓN Y aun por eso peleando,

tan bravo la defendía.

REY DON FELIPE IV Contra mí!

BUFÓN Pues no me asombra. 395

REY DON FELIPE IV Calla y éntrate al festín,

y a ese ilustre paladín

síguelo como en sombra:

si lo pierdes un instante

me lo paga tu cabeza. 400

BUFÓN No pecaré de pereza,

Señor, contra el tal amante.

 

 

Escena IV

 

El REY DON FELIPE IV dirigiéndose a la puerta lateral de la derecha, que abre y por la cual entra.

 

 

Vos provocaseis mi saña:

vos burlasteis mi poder,

pues yo, Conde, os haré ver 405

cual se venga un Rey de España.

 

(Entrase cerrando la puerta. - La escena queda un momento sola. - La orquesta vuelve a tocar. - Bailan en el salón.)

 

 

 

Escena V

 

LA REINA magníficamente vestida de baile, pero pálida y consternada, la dueña DOÑA GUIOMAR.

 

 

REINA Pudiste hablarle.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Ni verle he podido.

REINA El Conde es perdido.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Señora, esperad. 410

REINA Firmó su sentencia

mi enorme imprudencia,

mi ciega piedad.

Temí por su vida,

mis labios callaron, 415

los ojos hablaron,

empero, Guiomar.

Dos veces perdida

estuve, y el cielo

dolido a mi duelo 420

me quiso salvar,

mas ya la tercera...

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Bien puede, Señora,

salvaros ahora

aquel que os salvó. 425

REINA Si yo lo creyera.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Fiad en la suerte.

REINA Del conde la muerte

 

(Se ve al CONDE en el salón que se dirige a la galería; el BUFÓN le sigue.)

 

 

mi esposo juró.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Aquí su destino 430

propicio te guía.

Ved, Señora mía,

podreisle avisar.

REINA ¡Oh! cielo divino,

concede un instante 435

y el mísero amante

se puede salvar.

 

 

Escena VI

 

EL CONDE llega a la puerta del salón, vuelve la cabeza y no viendo al BUFÓN, a quien la concurrencia oculta y ha detenido, entra precipitadamente en la galería, en la cual ha visto a la REINA.

 

 

LA REINA, DOÑA GUIOMAR, VILLAMEDIANA, después EL BUFÓN.

 

 

CONDE DE VILLAMEDIANA (Entrando para sí.)

Bufón maldecido,

y cual me persigue.

Mi dicha consigue 440

hallaros en fin.

REINA Mirad que perdido

estáis, desdichado.

CONDE DE VILLAMEDIANA Perdido y al lado

de tal serafín. 445

REINA El Rey tiene celos,

y tiene cuchilla,

No hay vida en Castilla

sagrada para él.

CONDE DE VILLAMEDIANA Mi amor y desvelos 450

acaba la muerte,

no puede mi suerte

ya ser más cruel.

REINA Idos sin tardanza

si amáis el vivir. 455

CONDE DE VILLAMEDIANA Resuelvo morir.

 

(El BUFÓN va a entrar en la galería.)

 

 

DUEÑA DOÑA GUIOMAR (Sobresaltada a la REINA.)

Señora, el Bufón.

REINA (Bajo al CONDE afectuosamente.)

Si amaros alcanza

que os vais: mi desvío

cesó, Conde mío. 460

CONDE DE VILLAMEDIANA (Enajenado.)

Que oís corazón.

 

(Entra el BUFÓN, la REINA y la DUEÑA se va sin mirarlo. VILLAMEDIANA la contempla en éxtasis.)

 

 

 

Escena VII

 

 

VILLAMEDIANA, EL BUFÓN.

 

 

BUFÓN (Aparte.) Mírala dichoso amante,

no pierdas el tiempo, no,

que el cielo te concedió

de ventura un breve instante. 465

CONDE DE VILLAMEDIANA (Con altivez.) A quién el Bufón buscaba,

y si es a mí, qué me quiere?

BUFÓN (Con amarga ironía.)

No Usía se desespere,

que yo a saber que estorbaba....

CONDE DE VILLAMEDIANA (Colérico.) Si se atreve tu malicia 470

a poner la lengua en mí,

yo, Bufón, sabré de ti

hacerme pronta justicia. (Vase.)

BUFÓN (Siguiendo al CONDE hacia el salón.)

Justicia! Tal vez cercano

de ella tienes el momento. 475

Sabe Dios si el golpe siento

no dártelo por mi mano.

 

 

Escena VIII

 

Después de una breve pausa sale EL REY por la puerta lateral de la derecha, registrando el teatro con la vista.

 

 

EL REY, después un BALLESTERO.

 

 

REY DON FELIPE IV Veamos si hora está sola

la Galería primero.

Entrar puede el ballestero. 480

Adentro el amigo, hola.

 

(Sale el BALLESTERO, el REY lo lleva a la puerta de la izquierda haciéndolo entrar por ella.)

 

 

Al que pasare esta noche

primero, ¿habéis entendido?

En estando concluido

que lo lleven a su coche. 485

(Cierra la puerta y toma la llave.)

 

 

Escena IX

 

EL REY se dirige al salón; al mismo tiempo VILLAMEDIANA hablando con ORGAZ pasa por delante de la puerta; EL REY se detiene y viendo al BUFÓN, que sigue al CONDE, le hace seña y entran ambos en la escena.

 

 

EL REY, EL BUFÓN.

 

 

REY DON FELIPE IV ¿De vista no lo has perdido?

BUFÓN Un rato en la confusión

se me escapó.

REY DON FELIPE IV Maldición!

BUFÓN Aquí le hallé reunido

con la Reina y con la Dueña, 490

que es sin duda confidente.

REY DON FELIPE IV Traémela aquí brevemente.

 

(Vase el BUFÓN.)

 

El hombre en morir se empeña.

 

 

Escena X

 

EL REY.

 

 

Y a la infame, a la perjura

adúltera vil no alcanza 495

el rayo de mi venganza

a abrirle la sepultura!

No lo embota su hermosura

que aborrezco, que detesto;

no hay disculpa ni pretexto 500

que la salve de mi encono:

mas no he de hacer yo del trono

este baldón manifiesto.

 

 

Escena XI

 

EL REY, EL BUFÓN y LA DUEÑA DOÑA GUIOMAR.

 

 

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Dónde me quieres llevar?

BUFÓN Aquí, que el Rey te llamó. 505

REY DON FELIPE IV Aquí os he menester yo,

la Dueña doña Guiomar:

venga acá vieja maldita,

desleal, encubridora,

la que pierde a su Señora 510

y sus pasos precipita.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Yo probaré que son vanos....

REY DON FELIPE IV No mueva la infame lengua,

sino quiere que, aunque es mengua,

la castigue con mis manos. 515

Irá por bruja a la hoguera

sino calla y obedece.

Mire si bien le parece

hacer lo que mande, o muera.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Pronta estoy a obedecer. 520

REY DON FELIPE IV Esta llave es de esa puerta,

tomadla.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR Señor, no acierta

mi pensamiento que hacer.

REY DON FELIPE IV Yo os lo diré: cosa llana; 525

dársela al momento, ahora,

de parte de la Señora

al galán Villamediana.

Direisle que salga al punto

por la secreta escalera, 530

que un mensaje allí le espera.

DUEÑA DOÑA GUIOMAR (Aparte.) Pobre Conde, ya es difunto.

REY DON FELIPE IV Nada mas tenéis que hacer.

Yo mismo, Guiomar, os sigo,

si palabra a vuestro amigo, 535

si una seña llego a ver.

 

(GUIOMAR va a hablar, el REY la interrumpe.)

 

 

No me respondáis; andad

a darle la llave al Conde,

vuestra vida me responde

de vuestra fidelidad. 540

 

(El REY empuja a la DUEÑA aterrada hacia el salón y la sigue.)

 

 

 

Escena XII

 

EL BUFÓN solo.

 

 

Él va a morir, yo me vengo

de su amor, me vengo de ella:

mas con eso, dura estrella,

¿qué bien a mí me prevengo?

Aún tal vez un medio tengo... 545

Direla «Van a matarlo,

Reina, si queréis salvarlo

decidme que seréis mía»

Y rendirase la impía,

yo triunfaré, no hay dudarlo. 550

 

(Sale el BUFÓN precipitadamente de la escena y entra en el salón.-Poco después se ve a GUIOMAR hablar con VILLAMEDIANA y darle la llave; y al REY detrás y muy inmediato a ellos. - La orquesta tocando. - El baile sigue hasta la conclusión del acto.)

 

 

 

Escena XIII

 

VILLAMEDIANA con la llave en la mano y lleno de alegría.

 

 

Oh placer! el gozo apenas

me cabe en el corazón.

Tocó mi ardiente pasión

al término de sus penas.

Correrán horas serenas 555

después de tanta amargura.

¿Dueño ya de su hermosura

qué puedo al cielo pedir?

Que me apresure el morir,

o haga eterna mi ventura. 560

Llave para mí del cielo,

contigo empieza otra vida,

de mi esperanza perdida

tú me has devuelto el consuelo.

Detén, noche, el raudo vuelo, 565

nunca venga el nuevo día,

detesto su luz impía,

si ha de venir a arrancarme

del Edén donde llevarme

le plugo a la suerte mía. 570

 

(VILLAMEDIANA va a la puerta de la izquierda e introduce la llave en la cerradura. - La REINA seguida del BUFÓN y fuera de sí viene por el salón a la galería, a cuya entrada llega precisamente cuando acabando el CONDE de abrir entra en la escalera secreta. -El REY la ase del brazo para detenerla, pero ella le arrastra tras de sí con violencia.)

 

 

 

Escena XIV

 

 

EL REY, LA REINA, EL BALLESTERO, EL BUFÓN.

 

 

REINA (Desde el salón viendo a VILLAMEDIANA abrir la puerta.)

Piedad de él, cielo divino!

¿A dónde vas, desdichado?

CONDE DE VILLAMEDIANA (Dentro espirando.) Ay de mí!

 

(El BALLESTERO sale a la puerta con la daga ensangrentada.)

 

 

REY DON FELIPE IV (Al BALLESTERO.) Lo que he mandado.

 

(Vase el BALLESTERO.)

 

 

Cumplido está su destino. 575

 

(La REINA vacila, el REY se la lleva arrastrando al salón del baile.)

 

 

CAE EL TELÓN