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CARLOS RAFAEL LARRINAGA DIVIÑO

ST
 
Soy un espectro
un demonio
!huyan!
!tiemblen!
escondanse de mis pasos,
¿por què hablan?,
¿què miran?,
!hipòcritas!
Escribir en el deleite
de mujeres desnudas olorosas
a pecados.
El tiempo me niega su rostro.
Del amor sè,
lo que los cordones de mis zapatos
saben de mi cuerpo
!estùpidos!
 
Mis amigos me quieren
al menos aparentan
luces;
mi familia me estima,
yo les quiero a todos
todos
no se pueden quejar,
o acaso han conocido
algùn muerto amoroso.
 
Aquì estoy,
rièndome
de ustedes.
HABLANDO ENTRE PARENTESIS
 
Carecemos teniendo abriles,
desde nuestros cuerpos
la ventana marca su rèplica,
voz acuñada en los intestinos de la penuria
Creemos.
 
Pobre consenso entre persianas.
Los colores tildan colgados a la mesa
vamos al regreso del repetido plato,
futilidad de los caprichos,
tiempos discontinuos:
aspiramos.
 
Desde rincones estèriles
crece la bulimia,
carecemos con manos pintadas.
carecemos frente a la verdad,
!carecemos coño!
ruge el olvido.
Quedan los acechos.
Habla una gema:
creemos.
ILUSION DE TU SEXO
 
Desde el fondo de tus ojos
jadean clìtoris,
dìa a dìa voy de una muerte a otra
y resurjo en orgàsmos irisados.
ME CONFORMO CON SABERLO
 
Digo:
la gota de rocìo,
fresca sed desligada,
estancia.
tengo: la piel de tu aurora.
INCERTIDUMBRE
 
Tintineo infèrtil
ansiosa copa
imprevisto.
Rayos, estupor
bochorno
Palabras
lìmite
traiciòn.
Los valores caen de bruces.
El dinero atraganta ojos
ètica ridìcula
visiòn ambigua.
El placer irrumpe desmedido
sin flores
contradictorio,
sòlo una vida
corto tiempo
orgàsmos.
La lluvia: sufre, no purifica,
todo permanece resbaladizo
corruptible
borrascoso.
CULPA
 
Sueño con escaramuzas
un borrego,
dos borregos
cien borregos
Doy vueltas sin entender,
inercia al revès de un rostro indefinido.
Algo brilla
huye;
no puedo disntinguir el grito del insecto.
llegan las sùplicas,
alas gigantescas entre penumbras.
Los borregos insisten,
vuelan.
 
Algo se acerca
choca de frente a mi conciencia
escupe el pronombre
maldice su cuerpo,
 
!auxilio!
es mi rostro.
BAILANDO ENTRE POETAS
 
Sobre mi
una rueca
mil hilvanes
un camino
escuchen:
danza
Sòlo ella puede decir,
existo.
ESENCIA
 
No puedo decir: despuès.
La estètica amansa al màrmol
reduce gigante sus fibras,
llegas, entonces, poesìa:
El poeta presciende
de màquinas.
ESTAMOS
 
Las penumbras deslizan curiosas,
corre el tiempo,
afuera, nada importa,
entre parèdes con pòrticos
cèlulas buscan el comienzo.
Crece la fusiòn,
penetrar isòmero de islas huidas de glaciares,
enajenados sorbe el mundo diferente,
interesa el mas allà de los delirios
choque esponjoso en la densidad
esencia de olvidar, olvidos.
 
Vuelven las penumbras
atestiguan el lìmite de ejes,
los suspiros jadean en oraciones,
murmura la sangre,
quedamos:
Todo parece levitando.
AHORA DE VEZ EN CUANDO ME RIO DE LOS HUMANOS
 
El universo marca pautas.
La estupidez abre capullos de absurdos.
Giro en un mundo sin resortes,
agujas en el fondo de los ojos,
giro insomne escapando,
giran mis vìsceras,
estoy.
 
El hombre:
paràbola
sacramento,
vivencia de Dios y diablo,
Dios gènes infalible
riendo a carcajadas.
 
La risa hace olvidar el fastidio de las sombras.
Cuanta mierda invertida en necedades.
No pregunten nada,
el encèfalo de la voz agrieta pòmulos.
Nuevamente la risa flota,
tiesto,
ornamento vitalicio.
 
Ahora, desgarrarè mi piel
en busca del traje apropiado,
no sè
Quizàs sea ridìculo
pero no
me contagio.
CONFESION DE UNA COPULATIVA.
 
El hombre se vuelve roca
y el mar pierde transparencia
y los espejos hacen olas
y el tiempo niega rostros
y el blanco colorea fiero
y la penitencia abruma ecos
y los sueños se revelan grises
y la mètrica no miente
y la conjunciòn cansa,
se cansa,
aborrece.
DE LAS CONSTELACIONES DE LA RUTINA.
 
Entre astros desesperados
una galaxia impide el camino.
Llega el lunes, sin màs soles
que la intolerancia del ocio.
La modestia sufre colpasos
en las contradicciones del tiempo,
se disipa el dia rebosado de alucinaciones.
 
Llega el martes
el mièrcoles,
el jueves:
Nada de eclipses.
El viernes rompe el barniz de la certidumbre,
transpira la ingravidèz de los deseos.
La ilusiòn se pudre impotente.
 
Sàbado, Domingo, en bloques de piedras
y cadenas plegadas en la garganta;
sòlo el destello de un cometa
entre cristales con grados,
acaricia el anhelo en galaxia.
 
Los problemas, no son bacterias
que flotan en virus y resoluciones,
estàn en cada aliaciòn de nosotros mismos.
Cuanta estupidez en estrellas de caprichos.
Pasa el equinoccio,
el desencanto tiñe conformista
 
Vuelve el lunes,
ninguna rotaciòn desconocida,
la rutina impone su universo:
La intolerancia quema las manos.
ESA MUCHACHA QUE APENAS CONOZCO.
 
Vierto el silencio
en sus ojos redondès
congruencia.
Iracema de los efugios,
huella
màrgen,
Pienso:
el canto de un  tomo.
CERTIDUMBRE INSOSTENIDA.
 
El marco
El bullicio de colores.
La perifèrica mùsica de imàgenes.
El estiaje de un arroyo inerte,
el silencio.
 
La pared,
la mesa,
dos sillas,
el incesto de copas,
el lecho,
el humo de un cigarro incomprendido.
El tiempo,
la duda,
la puerta y la distancia,
la espera...
La espera.
REVELACIONES MATUTINAS.
 
Al despertar me toca la lucidèz
en pìldoras deleitables,
vuelvo a tu cuerpo
y siento que una parte del mundo ebulle,
entonces mis manos,
intentan buscar en el infinito.
TROPO.
 
Detengo la escritura,
los espejuelos pesan al borde de los ojos;
un verbo sin deseos,
una oraciòn en el deleite.
 
Pienso en ti
en tus contradicciones,
en la nociòn de un celo inverosìmil que agrita la cabeza
Tù en el recuerdo
estampa de un sello en grabados
impresionistas,
agenda abarrotada de jeroglìficos solubles
Tù y la necesidad, en èpicas de palabras y tiempo.
Hay en madrugadas,
un sìmil
un verso en la lejanìa.
 
Pienso en ti
en el renacimiento de escencias;
termino enajenado de auroras,
y escribo metàforas con sabor a tu piel.
PARA ENTONCES.
 
no seremos los mismos,
ni en el sexo
ni en las comidas
ni en la piel de nuestros cuerpos.
Nada serà igual,
el recuerdo redundara en los ojos
como còdigos de un dìgito incansable.
Amaremos pausados
con ansias pero sin locuras
con la misma pasiòn
alucinados en un sin regreso del tiempo.
No seremos los mismos
la poesìa y la mùsica
conquistaràn espacios en la nostalgia.
 
Quedar  entonces
la retòrica del frenesì vivido
el candor,
leve suspiro de la luz
en un adiòs hacia el ocaso.
INTENCION.
 
Como si acabara el mundo
en un delirio de apremios
escribo vocablos,
para un final.
 
Tal vez, el tiempo no cumpla
el prodigio de anular la duda
y en papeles desnudos
caigan làgrimas
 
La locura de un beso
provoque descargas en las estrellas
y el roce de una caricia
tirite feliz, inèdito
 
la luna esconda su rostro
y vuelvan famosas golondrinas
a nidos desdeñados por fòrmulas absurdas;
la luz melle rincones,
los signos fecunden milagros;
 
salga el sol
tu sol
nuestro sol
y quede la poesìa en agendas gastadas
por nùmeros ingenuos.
No sè,
quizàs abunden espacios
para escribirte un adios.
LAMENTO FRACASADO.
 
Vengan, hablen de la muerte,
sòlo el dolor nos hace reflexionar.
La vida: ecuaciòn, resultado fatal.
La soledad enmohece la piel.
Nada ha cambiado aùn.
El mejor amigo de mi padre
traspasò las barras del silencio,
el frio estrangulò sus venas.
 
Vengan, digan lo hermoso de la vida
hàblenle de anhelo a una mosca
de amor a un gato,
a mi, dèjenme en paz,
harto estoy de hadas.
!Cuidado con las mentiras!
matan.
Sòlo el hombre pudo rectificar el suicidio
para huir de si mismo.
Rìan, divièrtanse,
pero recuerden el polvo.
 
No me digan donde estàn mis pupilas
pregunten hacia donde va mi alma.
 
Les dejo el ùltimo  pice del letargo
sin una làgrima
sin una pregunta.
 
Vuelven entonces las aves cansadas de volar,
el sol desliza su rutina de inocuo panorama,
no hay cambio.
INTENTO.
 
Desearìa ser uno màs
desvestir conchas arcaicas
en noches estèriles,
y amanecer
con nàcar puro
entre mis manos.
RELIGION.
 
Tras la ventana de mosaico
aviva el clamor de una oraciòn,
rezo un nime
misericordia
Dios.
 
Angeles mensajeros,
santos, bàculos, rebaños,
oficio y virtud.
Necesidad de creer
algo mejor que nosotros mismos.
CONGOJA.
 
Duelen los acordes reticentes
duele la lanceta de la ingnorancia
la perfidia.
 
Duele tanto el dolor,
màscaras de sombras
al acecho.